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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El lápiz mágico - por Marcelo Kisi

Web: http://www.contarelcuento.wordpress.com

Matías había decidido que era hora de formar nuestro comando de defensa contra Danielón y su grupo. Ese día nos dijo que tenía algo importante para mostrarnos a la hora del patio en el preescolar. Pero cada uno tenía sus asuntos. A mí Gabriela me perseguía desde hacía días para casarme con Nancy.

—¿No podemos esperar para después de la leche con galletitas, Gabi?

—No, nene, no, porque ahí va a ser la fiesta de casamiento. No entendés nada, vos.

—Bueno, está bien, pero rápido, porque tengo otras cosas que hacer.

El casamiento fue una tortura. Gabi y Nancy cantaban la marcha nupcial en el patio, Nancy me agarraba fuerte el brazo y Gabi me pellizcaba para que cantara yo también. Mientras, en un rincón junto a las hamacas, Matías les mostraba algo a los demás. En la otra punta, al lado de las llantas pintadas de colores, Danielón y sus amigos espadeaban entre ellos con unos palos.

—¿Jurás amar para siempre a Gusti, no hacer hijitos porque es algo asqueroso y enseñarle a cocinar y a lavar los platos para que no hagas todo vos?

—Sí, obvio.

Yo veía que Danielón me miraba, revoleando su palo y riéndose, como si dijera: "Jugá con las nenas, nomás, mariquita, que acá te estoy esperando para romperte todos los huesos". Del otro lado, Matías me hacía señas para que alargara la ceremonia. Eso servía para distraer a los grandotes mientras ellos se preparaban.

—¿Jurás cuidar a Nancy y jugar con ella a lo que se le dé la gana, no molestarla con el fútbol ni tirarte pedos a propósito, hasta que la muerte los separe?

—Puede ser.

—¿Cómo "puede ser"? —se escandalizó Nancy— ¿Qué te picó, pibito?

—No seas hereje, nene —terció Gabi—. ¿No sabés que si decís que no después de haberte comprometido te vas al infierno?

—Lo que pasa es que el fútbol me gusta mucho, y a mí los pedos no me salen a propósito.

—Por eso, tonto, si no te salen a propósito está bien. Pero lo tenés que probar. Bueno, ¿jurás o no?

Miré a Matías.

—Bueno, está bien.

—Decí "Sí, juro".

—Ufa. Sí, juro.

—La novia puede besar al novio.

Mientras Nancy me perseguía por todo el patio para darme un beso, ocurrió algo increíble: los grandotes avanzaban con sus palos, y mis amigos avanzaban también, con un escudo gigantesco que había aparecido como por arte de magia. Tenía forma de escudo medieval, con dos espadas cruzadas, un dragón dorado y bandas rojas y azules como la bandera del Barça.

Me frené en el medio del patio a ver el espectáculo. Nancy me besó en la mejilla para cumplir, pero estaba interesada igual que yo en ver lo que pasaba. Danielón y los otros le pegaban al escudo, pero los palos rebotaban como en un trampolín. Con la otra mano intentaban frenarlo, porque mis amigos los empujaban con facilidad.

Los grandotes se cayeron por las escaleras del patio, algunos dominando la caída, otros cayéndose. Uno incluso lloró. A mí me felicitaron por mi ingeniosa operación de distracción y me llamaban "el astuto mariquita". Durante la leche con galletitas, todos, hasta Danielón y sus amigos, querían saber de dónde había salido el escudo mágico con los colores del Barça.

Matías entonces sacó de su bolsillo un lápiz y una hoja arrugada con el dibujo del escudo y una cruz que lo tachaba.

—Dibujás algo, apretás este botoncito rojo, y se vuelve real. Después lo tachás y desaparece. Se lo compré a Don Alberto, el del quiosco. Me dijo que lo manejara con sabiduría. "El que tiene el lápiz mágico tiene el poder". Me lo dijo re en serio.

Hubo silencio. Nadie se atrevió a discutir con eso.

Nadie, salvo Gabi.

—¡Qué genial! ¿Podés dibujar un disc jockey que pase música de Taylor Swift? ¡Es que todavía no hicimos la fiesta de bodas!

—¡Sí! —apoyó Nancy— Dibujáte también una torta de cuatro pisos con la parejita encima y mucha crema, ¿dale? Vení, Gusti, bailemos el vals de los novios.

Mi suplicio duró poco. Myriam, la maestra jardinera, volvió a la salita.

—Chicos, terminó el recreo. Devuelvan las tazas y vaya cada uno a su rincón de trabajo. Recuerden que en un ratito viene la profe de música que a ustedes les encanta, ¿sí?

Algunos chicos dieron saltitos de contentos. Matías borró de un golpe de lápiz el disc jockey y la torta, y la fiesta terminó.

Myriam no alcanzó a ver nada. Fue una suerte.

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39 comentarios

  1. 1. Marcelo Kisi dice:

    Gracias a mis comentaristas. En algún caso se diría q no se llegó al fondo de mis intenciones. Como se trataba de un experimento, puede no haber salido del todo bien. Por ahora, simplemente espero que les guste. Si hace falta, las explicaciones vendrán más tarde.
    Me tocó un poco más arriba esta vez, el número 30.
    Abrazos!

    Escrito el 29 noviembre 2015 a las 18:39
  2. 2. Coral Mané dice:

    Hola Marcelo!
    No sé muy bien a dónde querías llegar con tu relato, pero lo cierto es que a mí me ha encantado.
    A mí lo que me sugiere es el poder de la imaginación que tienen los niños, que son, quizás, los únicos que saben ver la magia de nuestro alrededor…
    El relato está muy bien narrado y no se si eres argentino o no, pero el acento lo has clavado, ¡esta genial!
    Enhorabuena y mi narración es la 182, por si quieres pasarte.
    Saludos y enhorabuena!

    Escrito el 29 noviembre 2015 a las 19:03
  3. 3. Paola dice:

    Hola, Marcelo.
    No sé que te habrán dicho tus comentaristas pero a mí me ha gustado.
    Tiene movimiento y ritmo y describe el ambiente de un recreo infantil a la perfección. Las imágenes se suceden y te llevan a recordar momentos de tu propia vida.
    Lo que me choca es el lenguaje que utilizas en los diálogos porque no es el que usan unos niños de preescolar. Supongo que ahí está el experimento: una historia de niños hecha para adultos. Si es así, para mi punto de vista le falta algo mordiente al final, no sabría decirte qué pero me refiero a algo cortante al estilo de “Mafalda”.
    Saludos

    Escrito el 29 noviembre 2015 a las 19:08
  4. 4. Wanda Reyes dice:

    Coincido con los comentarios anteriores me gusto muchisimo el relato. Muy facil de leer a veces me he encontrado con lo de que, el relato suena muy “latinoamericano” y que no se deben de usar muchos modismos pero no creo que sea del todo mal que pongas de tu identidad. No creo haber leido algo y haberlo catalogado como muy “espanol”, asi que el saber que esto fue bastante Argentino me gusto mucho. Te invito a que leas mi relato y lo comentes es el 136.

    Escrito el 29 noviembre 2015 a las 19:33
  5. 5. Celeste dice:

    Me encantó!!! Yo escribo cuentos para niños, y leer relatos en los que ellos son protagonistas es un placer! Cuanta imaginación y los diálogos entre ellos que pueden ser escuchados tranquilamente en una sala de cinco.. Felicitaciones! Gran trabajo!!

    Escrito el 29 noviembre 2015 a las 20:58
  6. 6. marazul dice:

    Hola Marcelo
    Yo me he reído un montón con tu relato. Es que el lenguaje de los niños es muy divertido:” lo de hacer hijitos que es asqueroso….” me parece genial. La actitud del niño obligado a juegos de nenas es muy real. También los amigos grandotes, el escudo del Barça y cómo no…..tratándose de niños el tema escatológico del “pedo” me parecen muy ocurrentes.
    Y no se aleja de la realidad, sólo tenemos que detenernos y escuchar más a los “peques”. Seguro que nos dan ideas para muchas más historias.
    Un saludo

    Escrito el 29 noviembre 2015 a las 21:31
  7. 7. Melisa dice:

    Marcelo:

    ¡Ay, las llantas pintadas de colores! ¡Qué nostalgia!

    Me gustó muchísimo tu relato: llevadero, original y muy entretenido.

    Los diálogos me parecen muy bien logrados y realistas. ¿Que los niños de hoy no usan un vocabulario así de complejo? ¡Claro que sí lo usan!

    La magia de los recreos de preescolar se refleja a la perfección en la historia. ¡Felicidades!

    Saludos,

    Melisa

    PD: Te invito a leer el mío

    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-29/4416

    Escrito el 29 noviembre 2015 a las 22:05
  8. Me encantó tu relato, como me he reído, es genial. Felicitaciones

    Escrito el 29 noviembre 2015 a las 22:48
  9. 9. Pikadili dice:

    Que gran relato y que bien escrito. Engancha como pocos.
    Me choca un poco el uso del lenguaje, sobre todo para el narrador, a veces es demasiado elaborado para niños de preescolar. Cuando utilizas frases “mas de niño” funciona mucho mejor.
    En cualquier caso es un grandisimo relato y los dialogos son geniales. Me lo he pasado en grande. Enhorabuena!

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 01:03
  10. 10. Manoli VF dice:

    Hola Marcelo!! Esta historia tuya tan fresca y jovial me ha asombrado a la vez que gustado. A veces tenemos que cambiar de registro, tú te decantaste por un relato de preescolares, yo de adolescentes esta vez (te invito a pasarte por el número ochenta)

    En lo que si coincido totalmente es en el lenguaje utilizado por los preescolares; los diálogos de los niños están muy bien, el tema de la boda, los pedos y la igualdad en las tareas, todo muy actual, pero la narración si está muy compleja para esa edad, este es un reto muy muy difícil, cuanto menor es la edad del niño peor es. Pero en esto, he de decir que algunas grandes autoras infantiles como Fina Casalderrey y otras que ahora no me acuerdo lo cuentan también de este modo, siempre resulta complejo el lenguaje de un niño en primera persona, a menos que optes por narrarlo desde la tercera persona, o sea que muy bien.

    Encantada de leerte. Un abrazo.

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 01:08
  11. 11. Christian Joseph White dice:

    Me ha gustado mucho tu relato, Marcelillo 😉 Lo has narrado bien, aunque me chirrían ciertas palabras, como por ejemplo el uso de “Hereje”. Me resulta un tanto compleja para unos niños de tal edad. Es sólo una opinión personal, y claro está, que no afecta en nada el desarrolo de la historia. Tiene mucho potencial, y en más de una ocasión, me sacó una sonrisa. Felicitaciones por ello. ¡Mis saludos!

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 07:08
  12. 12. Dan D'Ors dice:

    Hola Marcelo,
    me sumo a los que han disfrutado del relato como unos enanos pero piensan que en algunas partes el lenguaje puede que sea demasiado complejo para niños de preescolar (el lenguaje, que no las temáticas).
    Por lo demás una historia interesante y divertida, gracias por compartirla.
    ¡Un saludo y nos leemos!

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 10:42
  13. 13. Marcelo Kisi dice:

    Amigos queridos!
    Mil gracias por los elogios y las observaciones, y por haber disfrutado del relato. Ante todo se trataba de eso, de divertir al lector.
    Luego, he ahí el experimento del que hablaba. Quizás no nos acordemos, pero cuando teníamos esa edad, no pensábamos en nosotros mismos como niños, sino como personas normales con todas las letras. Y para nosotros, todos esos asuntos de preescolar eran absolutamente serios e importantes. La idea fue sencillamente meternos con nuestro lenguaje de adultos en el mundo de los niños, para sentirnos como ellos. Por eso a algunos de los lectores les hace ruido y está bien, pero lo hice intencionalmente, como un juego que quise jugar.
    Manoli me habla de Fina Casalderrey, de quien no tengo el gusto, que al parecer ha hecho algo parecido. Mi propia inspiración es “El juego de Ender”, de Orson Scott Card. Allí no solo los niños hablan como adultos, sino que los adultos los tratan como tales, por considerarlos los únicos capaces de salvar el planeta. Yo no fui tan lejos, y tampoco fui del todo original 😉 .
    Ya me leeré todos vuestros relatos!
    Gracias a todos!

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 10:56
  14. 14. Lemo dice:

    Hola Marcelo.

    Muy bien conseguido el relato. Me gustó mucho, no obstante a mi me gustan como dicen en la cocina los “trampantojos”, presentar una cosa para descubrir al morderlo que no es lo que uno espera. Digo esto porque en tu relato obviando algún detalle tipo patio o preescolar, puedes jugar con la posibilidad de que sea otra cosa para revelar al final el tema colegial, obvio para unos y sorpresa para otros. Aún así me encantó.

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 16:46
  15. 15. Jose Luis dice:

    Hola
    Primero, un apunte un poco negativo
    En la frase: “Los grandotes se cayeron por las escaleras del patio, algunos dominando la caída, otros cayéndose (…)” ——— me parece que el verbo caer es demasiado repetitivo.
    En la frase: “Me lo dijo re en serio.” ——– no entiendo lo de “re”. ¿Es algo propio del habla en Argentina? ¿Significa “muy”?
    En la frase: “—¡Sí! —apoyó Nancy— Dibujáte también (…), me parece que falta un punto detrás de la tercera raya larga.
    Me ha gustado tu relato, y no solamente porque mencionas al Barça… (Qué gran equipo).
    Me ha recordado un poco al libro “La guerra de los botones”, con los grupos de niños luchando entre sí.
    Un relato entretenido y lleno de pura fantasía. Enhorabuena.
    Un saludo

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 17:15
  16. 16. Karen Katina dice:

    Hola Marcelo.
    Un gran relato, debo admitir que las historias donde los niños son protagonistas me gustan mucho, sobre todo si esta llena de situaciones divertidas como esta.
    No pude evitar relacionar tu historia con la película Los pequeños traviesos, también conocida como alfalfa y su pandilla una clara muestra que los niños son capaces de ser tan adultos para algunas cosas.

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 18:08
  17. 17. Denise dice:

    Qué bueno que se me ocurrión pasar por acá!! Antes de leer tu explicación ya había decidido que saliste re bien parado del experimento XD

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 18:10
  18. 18. Juana Medina dice:

    Marcelo querido:
    Como de costumbre re-encantada con tu historia que es la hsitoria de jardín de infantes que podemos encontrar día a día. Las correcciones son menores, y no todas justas, tenemos el derecho y el deber de usar nuestro lenguaje con nuestros modismo etc. Me parece de una gran sutileza ese final, aliviarse porque la maestra no se enteró. Pensé en”Matías”de Sendra y se me ocurrió que tal vez tu personaje está enamorado de su maestra, también. ¿Pasás por el 191?

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 20:05
  19. 19. Cryssta dice:

    Marcelo me ha requeteencantado tu relato, me he reído un montón con la boda que le montan al pobre protagonista. Un placer leerte.

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 21:23
  20. 20. Ratopin Johnson dice:

    Hola Marcelo,

    Me he reído un montón. Estos niños son geniales y encima argentinos. Cuando Gusti responde “Bueno, está bien, pero rápido, porque tengo otras cosas que hacer.”, me he reído yo solo por dentro pensando cuantos habrán tenido ganas de decir algo parecido “vale, nos casamos, pero rápido, que tengo cosas que hacer, que va a empezar el fútbol”.

    Un detalle pequeño. Por no repetir escudo en ” con un escudo gigantesco que había aparecido como por arte de magia. Tenía forma de escudo medieval”, quizá el segundo se podía haber omitido y podría ser algo así como ” con un escudo gigantesco que había aparecido como por arte de magia. Recordaba a uno medieval, con dos espadas cruzadas, un dragón dorado y bandas rojas y azules como la bandera del Barça”

    Saludos, un placer leerte

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 23:01
  21. Te ha salido muy bien el experimento. Me he reido mucho mientras avanzaba la historia y mas cuando llega esa parte de la boda…magnifico. Claro que cuando mencionas los colores dela bandera del Barca, no pude dejar de exclamar: “eso es, eso es” (se nota que soy fanatico de ese equipo, je je).
    En fin, felicitaciones por tu gran experimento. Todo un acierto.
    Saludos.

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 16:45
  22. 22. PAULATREIDES dice:

    Muy divertido Marcelo.
    Imagino la escena del casamiento, todo un acontecimiento en el patio. a Nancy persiguiendo al pobre novio.
    Muy bien narrado.

    Saludos.

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 19:49
  23. 23. José Torma dice:

    Maestro Kisi, que se puede decir despues de que el escudo era del mas grande del mundo, mi Barca querido.

    Soy un mega fan de Mafalda, al grado que la cito casi a diario, ya que las situaciones que nos presentaba siempre seran de actualidad. De esas tiras me gustaba que los niños no hablaran como tal. Sin embargo, aqui me hubiera gustado un poco mas de voz infantil.

    NO demerita en nada el relato, solo que en mi mente estaba la pandilla de Quino, habitando los dialogos de tus personajes.

    Un realto muy pero muy divertido.

    Felicidades.

    Escrito el 2 diciembre 2015 a las 00:02
  24. 24. Anoide dice:

    Salvo algunos detalles que ya te han comentado, está de diez. Hay que ver la imaginación que tienen los niños, es que no hace falta más que escucharles hablar un rato para oírles barbaridades como ésta y más gordas. Fue muy divertido leerlo, sobre todo la parte de la boda. Seguro que es lo que más de un novio (y novia) piensa en el fondo. Y lo de los hijitos, es que hasta me acuerdo de decir yo las mismas cosas de pequeña… Es muy recurrente en la forma de pensar de los niños. Qué genial.

    A propósito del lenguaje “latino”, que lo he visto en un comentario por aquí. Me acordé de que uno de los comentarios que me tocó valorar en la última fase del taller decía eso precisamente acerca de otro texto, y mira que nunca me ha hecho gracia que se cite como algo negativo. ¡No hay más que ver la personalidad que le da a tu relato! A los de tu tierra seguro que les encanta ver su forma de hablar así reflejada, y a los que no lo somos, también porque se ve muy casero, muy personal.

    Como siempre, un placer leerte.

    Escrito el 3 diciembre 2015 a las 00:23
  25. 25. L.M.Mateo dice:

    Hola Marcelo:

    Gracias por pasarte por mi relato. Te tenía previsto para antes del domingo (junto con algunos otros de los veteranos), pero aprovecho para pasar hoy mismo.

    Te voy a decir algo muy claro: fantástico. Me ha parecido un relato divertido, simpático y bien escrito.

    A los que dicen que les suena muy latino, sintiéndolo mucho les llevo la contraria. Primero porque todos los localismos se entienden perfectamente (aunque algunos no lo sepan lo de “re-loquesea” también se usa en España, niños y no tan niños); localismos que quedan muy justificados al ser los mismos niños los que hablan, aunque sean pequeños adultos. Además, la acentuación argentina en los verbos, le da un encanto y un humor especial “a lo Quino”, a todo el texto.

    Sí que coincido con Jose Luis en la repetición de la palabra “cayeron” (la segunda se puede eliminar), y con Ratopín en la repetición de la palabra “escudo”, pero no solo en la frase que te ha marcado, también en el resto del texto. “Rodela, broquel, blasón, emblema….”, dependiendo de si haces referencia al “escudo” físico, o al futbolístico, son buenos sustitutos.

    Te marco algunas cosas más en el aspecto formal:

    «—Decí “Sí, juro”». Faltan dos puntos tras “Decí”.

    «los grandotes avanzaban con sus palos, y mis amigos avanzaban también». El segundo “avanzaban” se puede eliminar, la frase se sigue entendiendo, y no te repites.

    «disc jockey». No se si la RAE la ha aceptado en su última edición, pero en la versión online se registra como extranjerismo, por lo que debe ir escrita entre comillas (o en cursiva), y con la grafía inglesa, es decir: “disc-jockey”.

    Por lo demás, como siempre Marcelo. Un auténtico placer leerte.

    Escrito el 3 diciembre 2015 a las 13:01
  26. 26. Marcelo Kisi dice:

    Hola compañeros!
    No quiero parecer ingrato, les estoy acusando recibo a sus comentarios a medida que paso por los de ustedes, pero me está llevando mucho tiempo, así que comento un par de cosas por acá a quienes todavía no llegué.
    Lemo gracias, a mí también me gusta eso que dices (no conocía esa palabra, “trampantojos”), y ciertamente lo practico bastante. Pero también soy de la idea de que la sorpresa del final no es obligatoria, que tiene que ser acorde con lo que se cuenta, porque a veces la intención es otra. Por ejemplo, tengo una discusión con uno de mis grupo de amigos, obsesionados ellos con los cumpleaños sorpresa. Y lo hacen tanto, que ya no sorprenden, pero si no lo hacen, el homenajeado podría hasta sentirse ofendido de que no lo “sorprenden”. No sé si me explico. La sorpresa no es la medida de todas las cosas, tampoco en literatura. O por lo menos no está escrito que tiene que haberla, ni tampoco dónde ponerla. Aquí se me ocurrió que después de hablar de un comando de defensa, “sorprender” ya en la segunda frase con que se trataba de un preescolar. Entonces, que el lector se pregunte cómo sigue la cosa desde ahí. Creo que es un recurso válido, o por lo menos permitido, a condición de no aburrir. A veces algo se califica de “previsible” sencillamente porque aburre. Aquí no hubo “sorpresa” final; la pregunta es si fue tan previsible, pero creo que no.
    José Luis y Karen, gracias por sus observaciones y por los libros que citan, que no he leído. Lo voy a hacer.
    Denise, viniendo de una genia de los laboratorios experimentales de la literatura, me siento realizado! Gracias! 🙂
    Juana querida, sí, Matías de Sendra, claro! Gracias por tu comentario, y obvio que voy a llegar al 191!
    Ratopín, gracias! Claro que tenés razón con esos escudos repetidos, igual como se me escapó lo de los chicos que se caen por las escaleras. Esta vez la pluma me patinó por ese lado…
    Ryan, gracias mil. Me alegro de haber acertado doblemente, en la idea del relato y en el equipo de fútbol adecuado. Aclaro: no me gusta el fútbol, me disculpo, salvo en los Mundiales. Ahí me gusta ver algún partido que otro, en especial en algún bar con amigos y cerveza. Fuera de eso, de pasión futbolera nada. Un argentino contrahecho. El Barca me cae muy simpático nomás, y quedó bien como motivo literario, lo digo porque espero no haber ofendido a hinchas de otros equipos.
    Paulatreides, gracias! Te cuento un secreto: esa parte es un homenaje a mis queridas Gaby y Nancy reales, compañeritas del jardín. Este casamiento ocurrió! Por eso dejé que se produjera una incongruencia que solo argentinos podrían notar, aunque nadie lo descubrió todavía: los nombres de los chicos son anacrónicos respecto de Taylor Swift, que es de hoy en día. En esta época en Buenos Aires nadie pone a sus hijos nombres como Marcelo, Gabriela o Gustavo. Matías, en cambio, puede ser.
    José Torma querido, me alegro de haber homenajeado a tu equipo y que te hayas divertido con el relato. Veo que no te convencí con mi explicación sobre el uso del lenguaje adulto en personajes niños, que aquí también fue adrede, no sé si de la manera más exitosa. Está muy bien, pero no dejes de citar a Mafalda!
    Anoide querida, gracias por tu generoso comentario. Desde el principio de mi participación en el taller me debato en este dilema: pisar el acelerador con mi propio lenguaje o incursionar también en estilos más neutros y potables para la mayor cantidad de públicos hispanoparlantes, como los que pueblan nuestro taller. Entonces trato de buscar un equilibrio. Con este, como decimos los argentinos, decidí “echarme una cana al aire” 😉 Gracias!
    L.M.Mateo, gracias de corazón por tu comentario y por las correcciones, en todas tenés razón. Los sinónimos de escudo no se me pasaron por la cabeza, pero ahora bien: si la crítica fue para el lado del lenguaje demasiado adulto de los niños, qué me hubieran dicho si cambiaba un “escudo” por un “blasón”? 😀 Obviamente que igual tenés razón en que tengo que corregir la repetición, ya veré. Igual la de “avanzaron”, que tampoco la había visto. Millones de gracias!

    Escrito el 3 diciembre 2015 a las 21:21
  27. 27. dgarriga26 dice:

    Marcelo,
    me has hecho pasar un buen rato con tu experimento. Los diálogos son deliciosos. Los hijitos que son algo asqueroso, el fútbol, los pedos … es genial.
    El ambiente del recreo está perfectamente descrita sin recurrir a evidencias, la algarabía, el alboroto, las riñas, todo queda entendido. Esos niños jugando a situaciones que son muy serias para los mayores, empleando palabras como “hereje” …
    Enhorabuena. Si pretendías hacerme sonreír y que me distrajera, lo has logrado con creces.

    Escrito el 4 diciembre 2015 a las 12:39
  28. 28. Jose Luis dice:

    Hola Marcelo
    No hace falta que leas el libro “La guerra de los botones”, también hay una película que adapta el texto… ¡Je, je, je! (Y no es trampa ver una película si la adaptación del libro es buena, que conste)
    Un saludo

    Escrito el 4 diciembre 2015 a las 20:09
  29. 29. Leonardo Ossa dice:

    Hola Marcelo. Siempre es un placer leerte.
    En algún momento de la vida hemos sido ese personaje al que Gabriela persigue para casar con Nancy, jajajaja me he disfrutado la historia por esa combinación entre lo real y lo mágico, que nos presentas muy bien. Hasta pronto. Sigo atento a todas tus publicaciones.
    Saludos.

    Escrito el 5 diciembre 2015 a las 03:11
  30. 30. Juana Medina dice:

    Respuesta a tus jugosos comentarios en el 191.
    Qué el dios de la tecnología nos sea propicio y no nos robe todos nuestros esfuerzos.
    Otro abrazo

    Escrito el 5 diciembre 2015 a las 19:46
  31. 31. Juana Medina dice:

    Ese “qué” con acento fue un desliz que seguramente no habría cometido con el lápiz. Mil perdones.

    Escrito el 5 diciembre 2015 a las 20:01
  32. 32. Leosinprisa dice:

    Hola Marcelo. Me ha parecido muy curiosa la historia de esos crios de preescolar, lo único que me suena raro es la forma tan culta de hablar para unos niños tan pequeños, pero a lo mejor es que me queda tan lejos esa etapa, que ya no la recuerdo :).

    No soy tan viejo, jaja, pero me da la sensación de que cuando era pequeño no mencionaba esas palabras, o es que los chicos de ahora son muy listos. No hace falta mas que mirar como manejan algunos aparatos, nos dan mil vueltas…

    Muy entretenido tu relato de aventuras infantiles. Un saludo.

    Escrito el 6 diciembre 2015 a las 10:37
  33. 33. Marcelo Kisi dice:

    HOla Leosinprisa,
    Veo que no todos leen los comentarios anteriores, así que, a la vez que te agradezco de corazón tu comentario, explico de nuevo el tema del lenguaje: fue un experimento que decidí hacer en base a experiencias de otros autores, tal como ocurre por ejemplo en “El juego de Ender” y otros que mencionan los compañeros: poner el lenguaje adulto en boca de niños, para meternos en su mundo pero sin disminuir nuestro nivel cognitivo, como un intento de entenderlos de verdad, porque ellos sus problemas y sus juegos los ven tan “adultos” como nostros vemos los nuestros. O sea que el lenguaje efectivamente no es infantil, sino medio adulto adrede. Pero puede que no se haya notado el truco, entonces lo tengo que mejorar. Creo que lo tendría que hacer más exagerado todavía, pera que se note que es a propósito. Gracias y abrazos!

    Escrito el 6 diciembre 2015 a las 11:31
  34. 34. A. Pantaleón dice:

    Hola Marcelo!
    Muy bueno y divertido tu relato. Es como la vida misma desde que somos pequeños, las cosas no ocurren de forma lineal y ordenada, sino simultánea y caóticamente. Menos mal que a veces viene en nuestro rescate un poco de rutina. Saludos.

    Escrito el 8 diciembre 2015 a las 20:59
  35. 35. Wolfdux dice:

    Hola Marcelo, a mi también me ha gustado mucho tu relato. Conseguir clavar la voz de un niño no es cosa fácil, pero en tu caso a mi me ha convencido, felicidades.

    Tras leer los comentarios veo que nadie te ha comentado esto: En la frase “—¿Cómo “puede ser”? —se escandalizó Nancy— ¿Qué te picó, pibito?” falta un punto trás la tercera raya.

    Un abrazo.

    Escrito el 10 diciembre 2015 a las 00:57
  36. 36. Isolina R dice:

    Hola, Marcelo:
    El texto me ha encantado. Y los comentarios que te han hecho los compañeros también.
    Me sumo a los que te han señalado algunas repeticiones y te marco alguna más.
    En: “Ese día nos dijo que tenía algo importante para mostrarnos a la hora del patio en el preescolar. Pero cada uno tenía sus asuntos.”, se repite “tenía”.
    Has usado diez finales con “para”. Tal vez convenía reducir un poco la cantidad.
    En: “—¿Jurás amar para siempre a Gusti, no hacer hijitos porque es algo asqueroso y enseñarle a cocinar y a lavar los platos para que no hagas todo vos?” repites el verbo “hacer”. Podrías sustituir “hagas” por “te toque todo a vos”.
    En: “Me lo dijo re en serio.Hubo silencio. Nadie se atrevió a discutir con eso.”, hay rima.
    Tengo una duda que ya le planteé a Denise. El imperativo argentino “dibujate” es llano en vocal. Por las reglas generales de colocación de tilde no debería llevarla. Tú se la has puesto y Denise se la puso en algunos imperativos pero no en otros.
    ¿Tienen o no tienen que llevar?
    Espero que mis sugerencias te sirvan.
    Saludos.

    Escrito el 10 diciembre 2015 a las 12:41
  37. 37. karu dice:

    Saludos Marcelo!!

    También me has hecho reír un buen rato con las ocurrencias de los niños… En cuanto al registro usado por los pequeños, sí que parece (algunos, no todos), un poco rebuscados para la edad que supuestamente tienen, pero la verdad es que hoy en día (al menos lo veo por mi sobrino de 4 años), te sueltan cada comentario/frase que parecen más adultos que uno mismo.

    En cuanto a la forma solo he visto que faltaría una coma después de ‘a mí’, “A mí Gabriela me perseguía desde hacía días para casarme con Nancy. ”

    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-29/4329

    Escrito el 10 diciembre 2015 a las 13:11
  38. 38. Isolina R dice:

    Hola, Marcelo:
    He buscado la duda de si el imperativo argentino con un pronombre enclítico debe o no debe llevar tilde. La RAE dice que ya no lleva. Así que hay que escribir: “dibujate”. Hasta hace poco la norma era que si el verbo la llevaba antes de añadirle el pronombre cuando se le sumaba conservaba la tilde aunque ya no cumpliera las reglas generales. Ahora hay que observar la regla de la llana en vocal.
    Saludos.

    Escrito el 10 diciembre 2015 a las 13:20
  39. 39. Marcelo Kisi dice:

    Con un poco de tardanza publico la versión no abreviada (no es tanto más larga) y donde apliqué prácticamente todas vuestras correcciones. Aunque los chicos siguen hablando como grandes, que es la parte divertida.Para el que le quiera echar un vistazo.

    No sé si lo dije antes, de verdad hubo una Gabi, divina amiga del jardín y la primaria, que me casó con Nancy en ese patio…

    https://contarelcuento.wordpress.com/2016/01/17/el-lapiz-magico/

    Gracias y abrazos!

    Escrito el 17 enero 2016 a las 11:40

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