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El lápiz mágico - por Fabián

Web: http://www.escrites.com/escritos/blogger/listings/conde-nadie

—¡No debimos haber seguido! —gritó Zach, agazapado en el glaciar—. ¡Os dije que empeoraría!

Los alpinistas habían hecho una pausa para evaluar la situación. El viento gélido que los azotaba disminuía notoriamente la visibilidad del entorno.

—¡Doctora, ¿nos hemos desviado mucho?! —La voz gruesa de Quentin apenas era audible tras el vendaval.

Milla estaba consultando el cuaderno que llevaba atado a la cintura. En él, una chispa ardía recorriendo las páginas, dejando escrituras chamuscadas a su paso..

—¡La hendidura que vi esta mañana está justo ahí! —Señaló a lo alto de una pendiente—, ¡Y el campamento dos se encuentra a menos de trescientos metros!

—¡Estamos muy cerca, Zach! —dijo el hombreton.

—¡Pero la tormenta se cierra sobre nosotros, debemos volver al campo uno y esperar allí!

Ián estaba asegurando los nudos de la cuerda que lo unían a sus tres compañeros, cuando se acercó a Zach y lo incorporó de un tirón.

—¡No hay marcha atrás, mira! —Una niebla espesa se arremolinaba por detrás de ellos—. ¡No podemos descender, la tormenta ha bloqueado el camino!

—¡En marcha, señores, nos refugiaremos en esa hendidura! —ordenó Quentin.

El descanso fue corto pero necesario, pues la travesía no hacía más que complicarse. La roca y la lluvia habían quedado muy atrás, a esas alturas predominaba el hielo y la nieve. Hasta el oxigeno escaseaba en el aire, dejando sedientos a los pulmones.

Continuaron el ascenso a lo largo del mediodía sufriendo los zarandeos de la tormenta. De repente, Zach dio un traspié y se precipitó por el desfiladero arrastrando a sus compañeros.

Ian cayó al suelo de espaldas derribando a Milla. En un acto reflejo, cogió con ambas manos la cuerda que lo unía a Zach, y enterró en la nieve los crampones de sus botas para evitar ser arrastrados hacia el vacío. No podía aguantar el peso de su compañero.

La doctora se levantó y sujetó a Ian rodeándolo por el pecho.

—¡¿Estás bien, Zach?! —La única respuesta que recibió fueron gritos de pánico.

—La… mochila —dijo Ian apretando los dientes; empezaba a ceder bajo el peso de su compañero.

—¡Suelta la mochila! ¡¿Me oyes?! ¡Pesa demasiado!.

—¡¿Aguantáis?! —Quentin se estaba liberando de la cuerda de seguridad—. ¡Le lanzaré otra linea!

—¡Si, pero date prisa! —La doctora notaba como el peso de Zach los arrastraba poco a poco.

Quentin se apartó para rebuscar en su equipo: ató un mosquetón en el extremo de una cuerda y lo clavó en el hielo con dos piolets. enrolló la cuerda en su antebrazo y la lanzo por el borde.

—¡Cógela, Zach, engánchala al arnés!

Los gritos del hombre colgado se convirtieron en gemidos. El peso se repartió en ambas cuerdas, permitiendo que Ian se incorporase y pudiera elevar a su compañero. Mientras, la doctora se acercó al saliente clavando su pico en la nieve.

—¡Tranquilo, ya casi estás arriba! ¡Deshazte de la mochila y podremos subirte mas rápido!

Zach obedeció, desabrochó todas las sujeciones de su mochila y la dejó caer. Cuando Ian y Quentin tiraron de él, Milla pudo estrechar su mano para ayudarle a subir. Rápidamente, el grupo cogió a Zach en volandas y corrieron hacia el refugio natural, donde permanecieron cubiertos con mantas, esperando la oportunidad para acabar la etapa.

Se cernía la tarde y la tormenta no daba tregua.

—Pues si que me di un buen golpe en el hombro —explicaba Zach.

De un sobresalto, Milla apartó la mirada de las palabras que aparecían en su cuaderno.

—¡Shhh! Oigo pasos…

—¿Pasos?

—Alguien viene, debo dejaros aquí.

—Oh… entiendo.

—Bueno, espero que esto sea un “hasta pronto” —Ian abarcó al grupo con sus brazos.

La doctora cerró los ojos, las voces de sus compañeros se entremezclaban y alejaban junto con los sonidos de la montaña.

—Muchas gracias por hacer posible esto —dijo Zach en la lejanía—. Por darnos una vida.

—Por favor, no nos olvi…

Cuando abrió los ojos, se encontraba sentada delante de tres camas, con el cuaderno en su regazo, un lápiz de punta incandescente calentando su mano, y los pitidos de monitores cardiovasculares.

Los pasos se detuvieron y la puerta de la sala se abrió.

—Sabía que estaría aquí —dijo su colega con una sonrisa—, disfrutando de la tranquilidad de los pacientes en coma.

—Alguien tiene que hacerles compañía —Guardó el lápiz en el bolsillo de su bata.

—Vamos, la reunión va a comenzar y no le recomiendo hacer esperar al director.

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15 comentarios

  1. 1. Manoli VF dice:

    Muy bien llevado todo el relato, Fabián. En su estructura se observan varias fases:
    -En la primera parte predomina la acción muy bien reflejada en los diálogos.
    -La segunda parte nos muestra otro escenario que abarca y finalmente explica el anterior.
    -El cierre del relato le da sentido a todo lo anterior.
    Muy bien, otra relato que flirtea con la metaficción y de forma elegante.

    Enhorabuena.

    Te invito a leer y comentar el mío (80)
    Encantada de leerte. Un saludo.

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 01:42
  2. 2. El Ciervo Alado dice:

    Muy buen relato, Fabián, nuevamente nos vuelves a sorprender con un relato original y, como siempre, acoplándose a las normas de cada taller! El texto tiene un buen ritmo gracias a los diálogos, que además están bien escritos (a diferencia de los de otros participantes).

    Felicitaciones y, si quieres pasarte por mi relato, https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-29/4237

    El Ciervo Alado

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 01:51
  3. 3. Tonino dice:

    Hola
    El relato aparte de original teniendo en cuenta el título del que se partía, está bastante bien, veo que detrás ahy gran experiencia.
    Lo que sí he visto, han sido la falta de algunos acentos, más destacado en Ián, quien termina perdiendolo, o también “hombretón” y alguno que otro.
    No sé si el uso de interrogación dentro de exclamación es correcto, me parece raro.

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 08:13
  4. 4. Paola dice:

    Hola, Fabián.
    Un relato sorprendente, con mucha acción y suspense. Nos tienes en vilo y ansiedad por ver si lo consiguen pero al mismo tiempo va aumentando la curiosidad de saber que demonios tiene que ver todo eso con un lápiz mágico.
    Muy bueno.

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 13:05
  5. 5. Wolfdux dice:

    Hola Fabián. Te comento un par de cosas que he visto:

    En el diálogo: “—¡Doctora, ¿nos hemos desviado mucho?! —La voz gruesa de Quentin apenas era audible tras el vendaval.” Faltan dos signos de exclamación.

    En cambio en el diálogo: “—¡La hendidura que vi esta mañana está justo ahí! —Señaló a lo alto de una pendiente—, ¡Y el campamento dos se encuentra a menos de trescientos metros!” Sobra la coma tras el inciso, debería de ir un punto.

    En la frase: “Quentin se apartó para rebuscar en su equipo: ató un mosquetón en el extremo de una cuerda y lo clavó en el hielo con dos piolets. enrolló la cuerda en su antebrazo y la lanzo por el borde.” Supongo que hay un error de tipeo, un punto en lugar de una coma.

    En los diálogos: “—Bueno, espero que esto sea un “hasta pronto” —Ian abarcó al grupo con sus brazos.” y “—Alguien tiene que hacerles compañía —Guardó el lápiz en el bolsillo de su bata.” Las frases dialogadas deben de acabar en un punto, ya que el inciso no comienza con un verbo dicendi.

    Luego como bien menciona Tonino, te has colado con un par de tildes: hombretón e Ian, aunque este último lo has corregido posteriormente. Y para terminar, en general hay un exceso de exclamaciones que visualmente empañan un poco el resultado final del relato. En uno de los incisos puedes dar la información al lector de que están gritando y así obviar todas esas exclamaciones.

    Por lo demás un relato muy original. Me ha gustado mucho la historia que nos has contado, con un final que en principio no parece triste pero lo es… Felicidades. Una abrazo. ¡Nos leemos!

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 17:07
  6. 6. Dispersus dice:

    Hola Fabián.
    Me ha sorprendido tu relato. Me parece diferente a todos los que he leído hasta ahora. El lápiz mágico es tan solo un pequeño matiz al final del texto, pero podría tener vida sin él perfectamente.
    El escenario desde el que partes es sorprendente al igual que toda la acción que se desarrolla posteriormente. Una acción muy bien llevada en mi opinión.
    El final, muy bueno. El texto se podría titular “la ladrona de sueños”??
    Enhorabuena

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 09:30
  7. 7. Fabián dice:

    Banda sonora del relato:
    https://www.youtube.com/watch?v=K49AruP6kVk

    Muchísimas gracias por las observaciones, las he tenido en cuenta en la revisión del relato, que se puede encontrar aquí:
    http://www.escrites.com/escritos/entry/el-lapiz-magico-1

    Sigo abierto a más sugerencias, ya que en escrites se puede editar el relato con libertad.

    PD: Me parece que debería ir al oftalmólogo a graduarme la vista otra vez, confundo las comas con los puntos, y empiezo a meter acentos donde no pintan nada.”¿Ián?” ¿Por qué le puse acento a un nombre que no es ni español? XD

    Escrito el 2 diciembre 2015 a las 12:32
  8. 8. Wolfdux dice:

    La canción es un temazo. Rammstein rules!, jaja.

    Fabián de hecho el videoclip original tiene algo que ver con lo que aquí nos narras. Pero la verdad que la versión sin letra que indicas tu, le va que ni pintada al relato. Felicidades otra vez.

    Escrito el 2 diciembre 2015 a las 15:18
  9. 9. APMB dice:

    Hola, Fabian.

    Muy bueno tu relato, está bien escrito, es capaz de transportarnos al escenario y tiene su intriga. Sólo al final me perdí, ¿qué pasó con el grupo?, ¿era todo invento de la doctora o son los pacientes en coma?
    ¡Un saludo!

    Escrito el 2 diciembre 2015 a las 16:42
  10. El relato esta bueno y al estar bien escrito, esta mejor que bueno. La intriga se mantiene y mas cuando Zach se queda colgando en el abismo, a punto de arrastrar a los demas con el. Creo que esa parte fue la mas impactante, ademas del final que no me lo esperaba.
    Saludos.

    Escrito el 2 diciembre 2015 a las 23:21
  11. 11. Alejandro Bon dice:

    Fabián,

    Por aquí me tienes después de comentar, tú, mi relato.

    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-29/4272

    ¡Cuánta tensión! El ritmo logra que no dejemos de leer. Imagino cada punto del escenario, logro distinguir los utensilios—aún sin conocer los de montaña— y defines muy bien a tus personajes. Al principio me sonaba mal tanto el “doctora”. ¿Por qué no le dirá arquitecto a Ian, por ejemplo? jajajaja. Pero luego vi con cuáles intensiones lo hacías; ellos tenían una buena razón para distinguirla tan noblemente.

    Una especie de videojuego virtual que ella logra trasmitir—no sé como lo hace— a los pacientes en estado de coma.

    Se me ocurren preguntas para una historia más larga. Ese don o técnica clínica que tiene la doctora…

    ¿Y si se entera el gobierno que lo tiene?

    ¿Y si tienen que llegar a la mente de un tío tal al que deben extraerle cierta información?

    El paciente resultó ser un físico muy importante que se ha dado una hostia con el coche. En ese caso, el tío supera a la doctora cada vez que ella entre en su mundo comatoso.

    ¿O si ella comienza a cobrar de manera clandestina a los familiares de los pacientes para que estos pasen buenos momentos?

    Muy hollywood, jajaja!

    Nos leemos. Felicitaciones!

    Escrito el 3 diciembre 2015 a las 01:27
  12. 12. Christian Joseph White dice:

    Un relato cargado de tensión, mucha acción y con buen ritmo. Su lectura es amena y atrapante hasta el final. El desenlace, excelente. Perfecto el modo en que aprovechaste la premisa del taller, muy original. Con una narrativa agradable y muy eficaz para este tipo de relatos. Felicitaciones por tu trabajo. Nos leemos 😉

    ¡Hasta la próxima!

    Escrito el 7 diciembre 2015 a las 02:24
  13. 13. Peter Walley dice:

    Hola Fabián,

    Me pasé medio relato buscando un lápiz por todos lados 🙂

    Ahora en serio, me ha gustado mucho, desde la acción trepidante a lo largo de todo el relato hasta el giro final con el que le das la vuelta a todo. Me recordó un poco a Ubik de Philip K. Dick.

    Y sólo por ser fan de Ramstein te doy un punto más 😉

    Escrito el 8 diciembre 2015 a las 17:09
  14. 14. A. Pantaleón dice:

    Hola Fabián!
    Tú relato, además de trepidante y absorbente, es todo un reto a la inteligencia del lector. Genial!. Saludos.

    Escrito el 8 diciembre 2015 a las 21:49
  15. 15. beba dice:

    Hola, Fabián:
    Como “montañera” me emocionó toda la travesía; aplaudo la precisión con que te mueves entre sogas, piolets y picos; y la vivacidad de tus descripciones en los momentos de mayor tensión.
    Tu relato me pareció muy original y ágil; y tu manejo del lenguaje es impecable. Felicitaciones.

    Escrito el 10 diciembre 2015 a las 02:27

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