Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Un día helado - por Leosinprisa

Llovía, había empezado como un débil aguacero y ahora, una cortina de agua cubría cuanto la vista alcanzaba.

Decidí que era momento de detenerme, estaba cansada. No físicamente, era hastío emocional, lo que solía denominar como “día helado”, de los que había conocido demasiados para mi gusto, que mi memoria, extraordinaria e incansable, siempre tenía presentes.

Solo quedaba uno de ellos. Tan solo uno, de cuantos me habían querido cazar como si fuese una presa. Un animalillo más, que los cazadores se cobran sin ningún esfuerzo.

Pronto se dieron cuenta de su error. Era como ellos, me parecía a ellos, pero ahí acababa toda semejanza.

El agua caía encima de mí, encima de todo, repiqueteando en los charcos con fuerza, salpicando hacía arriba, como si fuese una lluvia nacida del suelo, empapando cuanto tocaba. Pequeños arroyos fluían con renovada velocidad, escorrentías fugaces que morirían al frenarse el aguacero de la tormenta. Y ya lo estaba haciendo.

Las lágrimas del mundo, encarnadas en aquella tromba, eran tan poco persistentes como las humanas. Deseaba que el mundo se cubriese, ahogando a todos y terminando de una vez para siempre. A veces me detestaba a mí misma por pensar así. En muy pocas ocasiones, sentía asco de mis propios pensamientos.

Hoy deseaba que aquel “día helado” lo fuese un poco menos. El suelo era un cochambroso cenagal, pero estaba harta y me senté sin miramientos. Calada hasta los huesos, mojarme mas no significaba nada en ese ambiente.

Mi contrincante, el único superviviente, me miraba atónito, como si no creyese esa situación posible. Con un suave gesto, recogí mi espada y le invité a sentarse a una distancia prudencial, sin perder el contacto de la empuñadura de mi arma.

—Esto debe terminar —dije con una voz carente de toda cordialidad, mientras el hombre, un asesino a sueldo, se sentaba enfrente.

No dijo nada, tan solo me miraba. Me fijé en sus ropas, de buena calidad, así como la armadura que le cubría y había perdido su lustre en aquel día, cubierta de la sangre de sus compañeros, del barro y la mugre que nos envolvía.

Yo estaba en igual condición. La lucha en medio de un barrizal no era nada vistosa, sobre todo cuando la sangre, unida al agua, se empeñaba en cubrirnos por completo. Debíamos tener un aspecto fantasmal, miré de reojo al charco que a mi lado se encontraba. Una superficie lisa como un espejo reflejaba mi rostro en ese día gris, que empezaba a despejarse.

Pude verme con claridad, casi no me reconocía, pero estaba allí. La que muchos llamaban la criatura más bella del mundo y por cuanto sabía de mi misma, la más peligrosa de todas. Dejé de observarme, tenía mejores cosas que hacer.

Cogí una bolsa de dinero que llevaba encima y la arrojé a su lado.

—Hay suficiente para que inicies una nueva vida. Compra una tierra, cultívala o hazte ganadero. Busca una pareja y ten hijos con ella. Haz algo productivo —hablé con una entonación monótona y falta de espíritu.

Miró con desprecio, primero a la bolsa y luego a mí.
—Me encanta la vida de granjero. Es cuanto siempre he querido —contestó con su voz gruesa, llena de resentimiento.

Resoplé, dándome por enterada, arrojando otras cinco bolsas iguales a sus pies.

—Aquí tienes para un pequeño reino. Cualquier cosa con tal de no ver tu fea cara de nuevo. Pon un bonito comercio, algo digno que no me haga arrepentirme de mi generosidad —mis palabras portaban una velada amenaza que hizo entrecerrar los ojos del hombre.

—Sí, una miseria para perdonarte la vida, pero suficiente para olvidarme de ti —recogió las bolsas, de una en una, mientras sopesaba su contenido.

“Ya sé que no harás nada bueno con mi dinero. Pero estoy cansada de matar. Sospecho que volveremos a encontrarnos y habré de terminar lo que ahora me niego a concluir” pensé con desagrado, mientras veía levantar a mi enemigo con sus ojos encendidos por el más puro odio.

—Hasta nunca —enfundó su arma y se dio la vuelta, alejándose hasta perderle de vista.

—Hasta pronto —dije en un tono casi inaudible, convencida de que ninguna de sus palabras habían sido sinceras.

Me levanté, el sol intentaba volver a salir. Los árboles del bosque circundante se cimbreaban por un leve viento, sacudiendo las pesadas gotas de sus hojas.

Miré los numerosos cadáveres que me rodeaban, no podía dejarlos a las alimañas. Suspiré disgustada, tenía mucho trabajo por delante y mucha suciedad, de la cual desprenderme.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

10 comentarios

  1. 1. Jose Luis dice:

    Hola
    Tu relato me ha intrigado mucho, aunque no consigo averiguar el contexto concreto en que se desarrolla esta escena, que parece sacada de una película de espadachines.
    Sin saber los nombres de los personajes, hombre y mujer, sin saber dónde sucedió el duelo, sin conocer más detalles, la verdad es que el cuento te deja un poco helado.
    La narración es muy correcta y la trama está bien estructurada, al igual que está muy bien la ambientación.
    Un saludo

    Escrito el 18 diciembre 2015 a las 21:02
  2. 2. A. Pantaleón dice:

    Hola Leo!
    Estoy de acuerdo con José Luis, el relato deja muchos interrogantes abiertos y es como si leyeras un trozo de algo más extenso que no está. Eso sí, consigues interesar al lector. Saludos.

    Escrito el 18 diciembre 2015 a las 23:03
  3. 3. Marcelo Kisi dice:

    HOla Leosinprisa!
    Te agradezco profundamente tu comentario a mi relato, que ha sido por demás generoso, quizás demasiado, jeje.
    Tu relato tiene virtudes, a no dudarlo, pero coincido con los compañeros en que se trata de una escena sacada de contexto. Quién es ella, quiénes son ellos, a quiénes están matando y por qué. Si querías provocar curiosidad sobre de qué trata tu relato, lo has conseguido.
    Un resbalón en el relato: “Era como ellos, me parecía a ellos, pero ahí acababa toda semejanza.” Tenés que decir en qué se parecen, porque si no, la frase dice: “Nos parecemos pero no nos parecemos”. ¿Dónde empieza y dónde se acaba la semejanza? ¿En que son asesinos? ¿En que están embarrados? Tiene que estar explicitado.
    Preguntas que la historia debiera responder, aunque no sea completamente: ¿Cuál es la “agenda” de los personajes? ¿Quiénes son los asesinos, quién los envía y por qué? ¿Quién es esta amazona, a quién representa? ¿Por qué perdona al último de los asesinos? De nuevo, no todo tiene que estar explicado. Pero si no explicas nada, la historia no se justifica, no se sostiene, entonces no generas interés.
    Detalles técnicos. En: “Calada hasta los huesos, mojarme mas no significaba nada en ese ambiente”, falta también la tilde en la palabra “mas”.
    Fuera de eso escribes muy correctamente, con un alto conocimiento del lenguaje; te sugiero entonces trabajar en la construcción de la historia en sí para que resulte más interesante.
    Nos seguimos leyendo, felices fiestas y excelente 2016!!

    Escrito el 20 diciembre 2015 a las 14:51
  4. 4. Christian Joseph White dice:

    Excelente ambientación, con detalladas descripciones. Un uso de la narrativa que aporta fluidez y ritmo. Me ha gustado la escena que has plasmado pero aún así lo siento falto de información, no encuentro el conflicto interno y el desenlace deja muchas interrogantes en el aire. Espero que ilumines mis dudas 😉 Un gusto leerte, Leosinprisa. Hasta la próxima.

    ¡Saludos!

    Escrito el 21 diciembre 2015 a las 07:41
  5. 5. Laurindiel dice:

    Hola!

    Ante todo, gracias por tu comentario en mi relato, me alegro de que te haya gustado.

    Acabo de leer el tuyo, y la verdad es que la intriga que creas, y la densidad del ambiente que describes hace de tu relato un texto muy profundo, a veces incluso la protagonista me ha transmitido sensación de agobio… Felicidades!!!!!

    Sólo una pequeña “pega” (si es que se puede llamar así), yo usaría menos comas para paralizar menos la lectura y hacerla más fluída.

    Todo lo demás, perfecto.

    Un placer leerte y Felices Fiestas!!

    Escrito el 21 diciembre 2015 a las 21:24
  6. 6. Leosinprisa dice:

    Hola a todos, gracias por vuestros comentarios, la verdad es que era un pequeño experimento, cuya ambientación era la principal prueba que deseaba acometer. Los nombres de los personajes, aún existiendo, los había obviado por la necesidad de transmitir el cansancio del personaje principal ante una existencia rodeada de calamidades. Ella es una mujer con mucho carácter y como expresaba Marcelo, me faltó definir la diferencia de su personaje frente a los demás.

    Se parece en cuanto a su aspecto físico, en cuanto a que habla, come o se comporta como cualquier otro humano o ser viviente, pero ahí termina esa apariencia. Ella es mucho más, es un ser extraño, diferente, que por circunstancias que no voy a contar aquí por alargar demasiado mi explicación, la hacen singular y única. O al menos eso cree, en lo que estoy escribiendo y algún día, quiza me atreva a terminarlo.

    No obstante, gracias de nuevo por destacar esos aspectos que pueden ser mejorados, aunque 750 palabras se me queden escasas, muy escasas, para una historia asi.

    Un saludo.

    Escrito el 22 diciembre 2015 a las 10:05
  7. 7. José Torma dice:

    Que tal Leosinprisa?

    Creo que los compañeros han dicho todo lo que yo queria decir, sin embargo, yo me quedo con la cualidad cinematografica, de ese campo empapado de sangre, de los dos combatientes finales en un ultimo esfuerzo por terminar lo interminable.

    Dudas si hay muchas, pero a mi me ha gustado. Feicidades.

    Escrito el 30 diciembre 2015 a las 01:05
  8. 8. Leonardo Ossa dice:

    Leosinprisa ¿cómo has estado? Creo que has mostrado muy bien una imagen de una batalla, del entorno, del cansancio, y en general, la ambientación te ha quedado bien hecha.
    Espero volverte a leer. Te deseo un año nuevo muy productivo.
    Saludos.

    Escrito el 30 diciembre 2015 a las 22:03
  9. 9. beba dice:

    Hola, Leo:
    A mí me gusta escribir en forma sugerente; y que cada cual interprete; así que por ese lado diste en la tecla. Encuantro muy buenas las imágenes de hastío en medio de la destrucci+on y la muerte; el campo sembrado de cadáveres que esperan sepultura es impactante.
    Correcto el manejo del lenguje, salvo las pequeñeces que ya te señalaro.
    Felicitaciones, y buenos augurios para el 2016.

    Escrito el 10 enero 2016 a las 21:17
  10. 10. beba dice:

    Uuyyy. Esto va mal. Demasiados “errores de dedo”. Sacaré turno para el gerontólogo. Je, je, je. Mil disculpas.

    Escrito el 10 enero 2016 a las 21:18

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.