STAR WARS VII - por Nia March

«Debo informar a la resistencia de la reciente creación de la Estrella de la Muerte y sus mejoras. Debemos destruirla antes de que el Imperio descubra que conocemos los cambios de esa maldita arma y destruya otro planeta».
Una pequeña pero veloz nave, se dirigía a máxima velocidad a informar a la resistencia de la secreta creación de la horrible arma. Pero de forma inesperada, detrás de un enorme asteroide, surgieron dos naves del Imperio exigiendo unos permisos que la nave de la resistencia no tenía. El piloto, sin demora, se metió en un cinturón de asteroides en un intento de que desistieran y lo dejaran continuar con su camino.
Pero los pilotos del Imperio aceleraron contentos por tener algo que hacer. La pequeña nave volaba tan rápido que todos los tornillos vibraban de forma preocupante. Pero las naves del Imperio, viendo que se les escapaba, decidieron dispararle. Y había que reconocer que tenían buena puntería.
A lo lejos, el piloto de la resistencia, vio un un pequeño y desconocido planeta. Decidió aterrizar antes de que acertaran con algunos de los disparos.
Aterrizó en un claro de un espeso bosque. Temiendo que los pilotos del Imperio decidieran seguirle abandonó la nave y se internó entre los enormes arboles.
El piloto que procedía de un planeta árido, se desorientó rápidamente. Comenzó a asustarse. Necesitaba llevar la información a la resistencia, era crucial, para evitar un genocidio.
—¿Puedo ayudar intrépido piloto? ¿Puedo?— dijo una criatura pequeña toda cubierta de pelo verde bocabajo colgada de una rama de un árbol.
—Eeeh, sí claro, supongo. Necesito…Maldita sea, no sé lo que necesito. A ver necesito que las naves del Imperio desaparezcan para que no destruyan mi nave y así poder entregar la información que poseo. Es crucial que entregué mi información. Hay en juego la vida de muchas personas— dijo el piloto todo confuso. No le gustaban los bosques.
—Ayudar, sí. Eso es bueno. Por ese camino hay una cueva, donde un poderoso espejo se guarda. Toca el espejo y este te mostrará lo que quieras. Sí, yo ayudo.
Y dicho eso la extraña criatura desapareció emitiendo unos ruidos semejantes a una risa. El piloto sin saber qué hacer, decidió seguir el camino que la criatura le había indicado.
Poco antes del atardecer llegó a una cueva rodeada de maleza. Con pasos inseguros se adentró en ella. A los pocos metros encontró un enorme lago de aguas cristalinas. Las raíces de alguna planta habían sido entretejidas formando un puente que cruzaba hasta la otra orilla donde se hallaba un espejo ovalado del tamaño de una persona.
Intrigado decidió hacer lo que la criatura le sugirió, pensando que a lo mejor, el espejo era algún tipo de ordenador y se pudiera comunicar con el resto de la resistencia o le mostrarse el espacio abierto y así averiguar dónde se hallaban los pilotos del Imperio.
Con paso seguro por haber tomando una decisión, cruzó el puente y sin dudar tocó el espejo. Como si fuese gelatina el piloto atravesó la extraña superficie.
Unas voces y gritos fue lo primero que percibió. Cuando abrió los ojos vio que se hallaba en una avenida rodeado de edificios. Enfrente suyo un montón de gente hacían cola delante de un edificio.
—Por todos los Jedis, ¿ qué es ese cartel ? Star Wars VII. Pero, ¿por qué estoy yo en ese cartel? ¿ Y el senador que hace con una espada láser peleando con Luke Skywalker? El senador, ha sido él. El es el traidor que esta informando de los movimientos de la resistencia, ahora todo encaja.
—La nueva película de Star Wars. Que bien, tío buen disfraz, eres igual que al actor de la película.
—¿ Película ? No se qué es eso pero debo informar de todo.
Se sintió confuso ante las estridentes luces y los gritos de la gente, que iba vestida igual que los lideres de la resistencia, o de los soldados del Imperio descubrió con un escalofrío. Sin darles la espalda se metió por el espejo.
Ya fuera de la cueva, corrió por el camino del bosque hasta su nave. Sin importarle si los pilotos del Imperio le seguían buscando, despegó dejando atrás el extraño planeta.
Por raro que fuese, sin más incidentes, entregó la información sobre la nueva Estrella de la Muerte y sobre el dibujo del cartel en el que salia el senador, se supone, que aliado de la resistencia peleando con una espada láser contra él.