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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Miserias humanas - por Conxita Casamitjana

Web: http://enrededandoconlasletras.blogspot.com.es/

Corría, más y más rápido, y no se movía. Jadeaba, le costaba que el aire le entrara en los pulmones. Las ramas le golpeaban, le arañaban y parecían querer atraparla cada vez más amenazantes. A lo lejos, algo que brillaba… Sabía que era muy importante que descubriera qué era. ¡Tenía que llegar! Trotaba, se ahogaba… y entonces, cuando lo tenía a tocar de sus dedos se despertaba en la cama, cubierta de sudor.

La pesadilla era recurrente. Cada noche, corría por aquel bosque intentando escapar de algo que desconocía. Se sentía inquieta, muy angustiada, agotada física y emocionalmente. Ahora, a la congoja, se le añadía el miedo a dormirse para que no se repitiera. Su cansancio era evidente, junto con su irritación y la falta de reflejos, eso hacía que su trabajo se convirtiera en una nueva tortura, necesitaba al máximo la concentración que no tenía.

La fusión estaba siendo muy estresante. Nuevas tareas, nuevos jefes y un montón de lameculos haciéndose un sitio, sin importar a quién o a qué se traicionara.

¡Era horroroso!

Sabía que eso sucedía en las crisis, que sacaban lo mejor o lo peor de las personas. Ella había tenido la mala suerte de ir a parar a un equipo dirigido por un tipejo, misógino y embustero, que sólo buscaba provocarla y llevarla al límite. No era ingenua, ese tipo buscaba su renuncia para no pagarle la indemnización por sus años de antigüedad, a él se le reconocería como mérito. Ella no pensaba darle la satisfacción de echarla sin cobrar un duro, no se lo merecía ni tampoco se lo podía permitir. Exhausta, aguantaba situaciones que la llevaban al límite, incapaz de reaccionar y sintiéndose peor por no plantarse. Era una buena profesional y estaba consiguiendo que se dudara de ella, nadie la ayudaba, todos estaban demasiado ocupados en salvar sus cuellos. Estaba sola y lo sabía.

Esa noche, en la cama, revisó lo humillante que había sido el día. Órdenes confusas, disfrazadas de palabras amables dichas con un tono de superioridad y de desprecio, difícil de obviar. Comentarios sibilinos acerca de lo "complicadita" que era, que no sabía hacer nada sola, su falta de fiabilidad y la constante supervisión que requería, que todo lo hacía él. Asqueada, se sentía cada vez más frágil, por su miedo a decir “no aguanto más”.

Las lágrimas no tardaron en acompañarla mientras se dormía.

Corría, las ramas parecían querer aprisionarla, cada vez más cerca, más duras y más hirientes. Estaba en peligro y tenía que huir. Corría pero demasiado despacio, ¡tenía tanto miedo! Sabía que el objeto que brillaba era la solución y, por fin, allí estaba. Sorprendida lo cogió, era un espejo roto. Al sujetarlo, soltó un quejido, miró la sangre inmensamente roja que salía de sus dedos y al observar el espejo, su reflejo lleno de sangre la hizo gritar. Boqueó buscando el aire que le faltaba, volvió su mirada a la luna y allí estaba, aquel odioso hombre riéndose de su dolor. Cada vez había más sangre, más dolor y lágrimas. Tiró el espejo, para seguir corriendo pero no había a donde ir, el bosque se había cerrado, no había salida.

Se despertó, sobresaltada, empapada de sudor. No podía más. Tenía que pedir ayuda.

Al día siguiente, temblando y sin darse tiempo a pensar, se presentó en el despacho del director general para denunciar el acoso al que la estaba sometiendo el jefe de grupo. Había reunido pruebas, grabado mensajes y conversaciones y no podía aguantar ni un minuto más. Se atrevió a luchar por sus derechos, a dar el paso, sus años de brillante trabajo no eran mentira, no era la inútil que aquel tipo quería hacerle creer y no pensaba aguantar ni una humillación más.

El director general no dijo nada, simplemente la miró, a continuación levantó el teléfono para llamar a su director de grupo. El frío le heló las venas, pero no pensaba flaquear, ni una indignidad más. La reunión fue muy tensa pero ella no se dejó acobardar, el tipejo quedó en evidencia en numerosas ocasiones. Cuanto más mentía él, más fuerte se sentía ella. Sabía que estaba haciendo lo que debía.

Salió de la reunión satisfecha.

Aquella noche ya no hubo pesadillas, ni más carreras agónicas, no vio su imagen ajada ni llorosa ni sangrante…se acabó. Ni aquella ni las siguientes noches, volvieron los malos sueños ni tampoco volvió a ver al tipo despreciable que se hacía llamar directivo.

Había luchado y había vencido.

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21 comentarios

  1. 1. tavi oyarce dice:

    Hola Conxita
    Aunque en tu relato “bosque y espejo” aparecen en segundo plano, te diré que muestra realidades autenticas, reconocidas y eso es importante. La depresión de la protagonista, el acoso en el trabajo, la dura lucha de la mujer en un mundo machista esta bien retratada. La depresión es el mal de nuestro siglo. Es un cuento ameno, entretiene y denuncia. y por fin un triunfo sobre el poder
    Te felicito.

    Un alcance con el cual puedes o no estar de acuerdo, revisa la redacción de la siguiente frase, me refiero a la palabra “que”
    “A lo lejos, algo que brillaba… Sabía que era muy importante que descubriera qué era”.
    Por último, gusto personal me habría gustado un protagonista con nombre para hacerla más carne.

    que tengas unas muy lindas fiestas de fin de año y si tienes tiempo, analiza mi relato (#76), todo es bienvenido

    Escrito el 17 diciembre 2015 a las 21:55
  2. 2. Veronica Murillo dice:

    Hola. Me ha gustado tu relato, una imagen viva de una cruel realidad.

    Tengo la sensación que la coma aquí interrumpe la acción: “volvió su mirada a la luna y allí estaba, aquel odioso hombre riéndose de su dolor.” Y bueno, no quiero sonar cansina, mayúsculas dentro de signos de interrogación y exclamación. Ese “qué” está bien porque está tildado.

    No dejo de notar la falta de diálogos, la verdad no hace falta porque nos podemos imaginas al tipejo y la conversación final, muy buen trabajo, felicidades.

    Escrito el 18 diciembre 2015 a las 00:04
  3. 3. beba dice:

    Hola, Conxita:
    Esta vez somos vecinas en la recopilación.
    Coincido en la validez del tema por su actualidad y resonancia.
    El manejo gramatical es correcto; también el ritmo del relato.
    La atención se concentra en el sueño, y me parece que desdibuja el tema central. El bosque, bien; el espejo, medio forzado.

    Escrito el 18 diciembre 2015 a las 00:57
  4. 4. Lidia Blanca Castro dice:

    Compañera: debo reconocer que es un cuento muy bien llevado, con la interrelación entre sueño y realidad.
    El tema es de mucha actualidad tanto en Argentina como donde estés.
    Muy buen manejo gramatical y el espejo me parece muy bien incluido en el texto.
    Agradezco la falta de diálogos. No me gustan y eso ha hecho que tu texto se hiciera muy llevadero.
    Buen ritmo, Te felicito por un cuento que denuncia al tiempo que entretiene.

    Escrito el 18 diciembre 2015 a las 17:50
  5. 5. Cryssta dice:

    Hola Conxita, en general me ha gustado tu relato, te diré lo que creo que se puede mejorar:

    – “la golpeaban, la arañaban” habías caído en el “leísmo”
    – en vez de “que descubriera” mejor poner “descubrir”
    – en vez de “cuando lo tenía a tocar de sus dedos” “cuando estaba a punto de tocarlo con los dedos”
    – “solo” ya no se pone con tilde
    – cuando empieza el sueño al final del relato me resulta repetitivo “las ramas parecian querer aprisionarla” pues algo muy parecido decías en el sueño al principio del relato
    – sobra lo de “inmensamente roja”
    – “el espejo, su reflejo” hace rima
    – “a dónde ir”
    – sobra “ajada ni llorosa”, demasiados adjetivos

    Espero haberte ayudado. Un abrazo

    Escrito el 18 diciembre 2015 a las 19:36
  6. Muchas gracias Tavi por tu comentario, por supuesto me pasaré por tu relato. Me apunto tu observación para revisar la frase. Saludos y felices fiestas también para ti.

    Para Verónica Murillo: Muchísimas gracias por tus aportaciones, me las apunto para mejorar el relato, las mayúsculas dentro de los signos de admiración e interrogación, a veces se me pasa, gracias por recordarlo.Sí no he querido poner diálogos porque me daba la impresión de que igual hubiera perdido fuerza la situación que se explicaba porque podían quedar forzados, así que mejor imaginar la situación.

    Hola Beba, muchas gracias por lo que comentas. Llevo unos días muy ajetreada y aún no he empezado a poder leer relatos, ahora me estoy intentando poner al día. Respecto a que se desdibuja la situación central, igual tienes razón pero he intentado transmitir que la pesadilla de la carrera por el bosque, ese sin vivir era un aviso inconsciente de que las cosas no iban bien y que tenía que ponerse a solucionarlo.

    Hola Lidia Blanca Castro, gracias por tu comentario. Desgraciadamente este es un tema muy actual en muchos lugares, también en España. Me alegra que te haya gustado y que te haya parecido entretenido al tiempo que de denuncia. Como he comentado me pareció que los diálogos me podían quedar un poco forzados y que mejor imaginarlos. Un saludo

    Cryssta gracias por tu comentario, tienes toda la razón, aunque me di cuenta mientras lo escribía e intenté corregirlo, al final alguna se me pasó. Gracias por la corrección. Respecto a la repetición es cierta pero la busqué para dar coherencia, aunque no sé si la he conseguido, intentando que el bosque fuera el que la “obligara” cerrándose a actuar.
    No sabía que solo no llevaba ya acento.
    Gracias por ayudarme a mejorarlo. Un saludo

    Escrito el 18 diciembre 2015 a las 22:04
  7. 7. Denise dice:

    Conxita, me gustó muchísimo el relato!

    Tiene buen ritmo, en especial la parte del sueño. Creo que ese recurso transmite la angustia del personaje mejor que la parte del acoso.

    A mí me parece bien que la protagonista no tenga nombre. Es una forma de mostrar que vive una situación que le puede pasar a cualquiera.

    La falta de diálogos también me parece una decisión acertada. Nada de lo que diga ese jefe será más terrible que cualquier cosa que podamos imaginarnos l@s lector@s 😉

    Lo que eliminaría es la aparición del jefe en el sueño. El relato ya establece un paralelismo entre el sueño y la vigilia, sobre todo en el final. Agregar al jefe es como insistir demasiado en algo que es más o menos evidente de por sí. Es mi opinión, al menos.

    Por cierto, hasta donde sé, la tilde de sólo es optativa. Y me alegro de que haya terminado bien 😀

    Saludos!

    Escrito el 20 diciembre 2015 a las 00:46
  8. 8. Diego Manresa Bilbao dice:

    Hola Contxita,
    Me ha gustado tu relato, sobre todo la descripcion que haces del estres laboral… A todos nos ha pasado en epocas complicadas tener esas dificultades para dormir…
    El final me ha p[arecido un poco forzado, demasiado feliz, pero es un buen trabajo…
    Saludos y nos leemos!!!!

    Escrito el 20 diciembre 2015 a las 12:10
  9. Gracias Denise por tu comentario, creo que tienes razón y que la imágen del jefe sobraba, porque ya se intuía en exceso el por qué de sus pesadillas. Yo también pensé que los diálogos podían quedar forzados e imaginar lo que alguien hace en este tipo de situaciones le da más riqueza.
    Me tranquiliza lo de la tilde de sólo o solo, porque yo creía que se seguía utilizando, no sé dónde consultarlo para salir de dudas.

    Gracias Diego por tu comentario, igual sí que el final es un poco “happy”, pero quiero creer que alguna vez las cosas sí se solucionan a favor del que “sufre”, así que me permití esa licencia que probablemente en la vida real no es así.
    Un saludo

    Escrito el 20 diciembre 2015 a las 12:19
  10. 10. beba dice:

    Hola, Conxita:
    En mi cuento,el 103, te dejo la respuesta a tus preguntas sobre mis “punto y coma”, y mayúsculas. Es cierto; la tilde en sólo es optativa. Un abrazo.

    Escrito el 20 diciembre 2015 a las 16:53
  11. 11. Cryssta dice:

    El de Beba es el 102

    Escrito el 20 diciembre 2015 a las 17:23
  12. 12. Wiccan dice:

    Buenas Conxita,
    Antes de nada, muchas gracias por pasarte por mi relato y por tus comentarios.
    En relación al tuyo, me ha gustado mucho, creo que estableces muy bien ese paralelismo entre el agobio del sueño y el agobio de la realidad y la verdad es que reflejas perfectamente el sentir de una persona que se encuentra en ese ambiente laboral, tan injusto y desgraciadamente habitual.
    El relato se lee muy fácilmente y desde mi punto de vista las secuencias de sueño están muy bien insertadas en contraposición con la realidad. A nivel formal poco que decir, lo único que me llamó la atención es la coma en la frase ” Ni aquella ni las siguientes noches, volvieron los malos sueños ni tampoco”, que yo cambiaría para después de la palabra sueños, aunque estoy dándome cuenta que cada uno tenemos nuestra propia opinión sobre la colocación de las comas y supongo que tendrá que ver con el ritmo con el que nos imaginamos la lectura. Buen trabajo.
    Felices fiestas!!!!

    Escrito el 21 diciembre 2015 a las 17:42
  13. Gracias Wiccan por tu comentario.
    Tienes razón que igual la frase ganaría más sin la coma, tengo algunas dificultades con las comas porque como tu dices es justamente eso, al imaginar la lectura vamos haciendo las pausas.
    Un saludo y felices fiestas también para ti.

    Escrito el 21 diciembre 2015 a las 19:16
  14. Me encantó tu relato por que describe una realidad que lamentablemente sucede mucho hoy día pero lo que mas me encantó es que la mujer decide luchar, al contrario de lo que sucede en muchos casos reales. Siempre me han gustado los finales en los que la persona lucha. Se ve que el personaje ha cambiado durante el relato y eso es para bien.
    En cuanto a las comas, bueno, también tengo problemas con ellas. Me parecen engañosas y hay que agarrarlas con pinzas, je je. En este caso opino como Wiccan: todo depende del ritmo del escritor en algunos casos, claro esta.
    Felicitaciones y saludos.

    Escrito el 23 diciembre 2015 a las 18:03
  15. Muchas gracias Ryan por tu comentario.
    A mi también me gustó que la protagonista luchara porque, por desgracia, no es lo que acostumbra a pasar.
    Gracias por el apoyo con las comas, de verdad necesito un super tutorial porque tengo la sensación de que no mejoro,
    Un saludo compañero

    Escrito el 24 diciembre 2015 a las 11:44
  16. 16. Wolfdux dice:

    Un relato escrito con esmero, cariño y con final feliz. Un saludo.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 29 diciembre 2015 a las 18:09
  17. Gracias Woldux, me alegra que te haya gustado y sí, al menos escribir un final feliz.
    Un saludo y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 30 diciembre 2015 a las 20:03
  18. 18. Leonardo Ossa dice:

    C.Casamitjana ¿cómo va todo? El titulo de tu obra es un reflejo de lo que encontramos en el texto, así que me parece acertado. La presencia del espejo en la historia no es muy relevante, pero ya alguien te había señalado ese detalle. Me parece que podrías limitar la mención del sueño a un solo párrafo para dinamizar la trama. En general es un relato entretenido, descriptivo y bien escrito.
    Que tengas un feliz fin de año y un 2016 lleno de éxitos.
    Saludos.

    Escrito el 30 diciembre 2015 a las 21:27
  19. Muchas gracias Leonardo por tus palabras, me alegra que te haya parecido bien y sí, tienes razón que el espejo no tiene un peso demasiado significativo en el relato.
    Muchísimas gracias por las aportaciones que ayudan a mejorar.
    Saludos y feliz 2016 también para ti.

    Escrito el 31 diciembre 2015 a las 18:10
  20. 20. Ismael Tomas Perez dice:

    Hola Conxita:
    Siento la demora en este comentario, pero estos días de fiesta no he podido conectarme. Tu relato es bueno y, desgraciadamente, actual, aunque normalmente, el final no suele ser así.En cuanto a la construcción, está muy bien, en tu linea. Siempre eres una referencia para mi, que tanto tengo que aprender.
    Como hombre, tengo que decirte que es cierto el abuso machista, algunas veces, llevado hasta extremos increíbles, incluida la muerte. Pero también es cierto que siempre me ha molestado mucho el tono “general” que se da en ocasiones, dando a entender muchas veces que todos somos así. Hay también muchas ocasiones al revés, no hay nada peor que tener una jefa o esposa “mala” que normalmente, cuando se ven sin razón, su defensa es acusar de machista a la otra parte. Yo te puedo decir que he visto escenas vergonzosas. Perdóname que me haya salido del tema pero es algo que me molesta muchísimo. Volviendo al tema que nos ocupa, para mi tus escritos siempre son de lo mejor que he podido leer, evidentemente con algún pequeño fallo, como tienen la mayoría. Me excluyo porque yo tengo muchísimos.Felicidades

    Escrito el 4 enero 2016 a las 20:32
  21. 21. Isolina R dice:

    Hola, Conxita:
    Perdona que no haya pasado antes por tu relato. Un problema familiar me ha impedido comentar como hubiera deseado, pero quiero ser cortés con los que me comentasteis, de modo que aquí estoy.
    El tema que has elegido está muy bien. Creo que mientras una sola mujer siga sufriendo discriminación (en el hogar, en el trabajo, en el aula o donde sea) hay que sacarlo a la luz. Ni mujeres ni hombres podemos permanecer de brazos cruzados ante esto. Siento que a algunos hombres la lucha contra la violencia de género ya les canse, pero mientras siga habiendo mujeres asesinadas, golpeadas, humilladas, insultadas… habrá que gritarlo hasta desgañitarse. Y si una mujer mata, golpea, humilla, insulta… a un hombre hay que gritarlo también.

    Las pesadillas de tu protagonista son un acierto, aunque lo del espejo está un poco metido con calzador.
    Me ha gustado mucho pero siento que le conviene una revisión para evitar reiteraciones innecesarias.
    El verbo “era/eran”: “Sabía que era muy importante que descubriera qué era” (2veces), “La pesadilla era recurrente”, “Su cansancio era evidente”, “¡Era horroroso!”, “No era ingenua”, “Era una buena profesional”, “lo complicadita que era”, “el objeto que brillaba era la solución”, “lo cogió, era un espejo roto”, “sus años de brillante trabajo no eran mentira, no era la inútil que” (2 veces).
    El adverbio “más”, la conjunción y el relativo “que”, los verbos “estar”, “tener”, “hacer”, “haber”, “saber”, “correr” y “aguantar”.
    Hay un párrafo que deberías mirar con especial atención para evitar la repetición de “sangre” y “espejo”.
    También deberías eliminar por lo menos una de las exclamativas. Yo quitaría: “¡Era horroroso!”. Eso tiene que sentirlo el lector sin necesidad de que se lo digan. El narrador debe mostrar los horrores sin despeinarse.
    Te sugiero lo siguiente: marca en distintos colores cada una de las palabras repetidas y busca otra forma de decir lo mismo. Si un texto de esta extensión lleva 12 veces “era”, chirría un poco. Y si las repeticiones aparecen muy cerca unas de otras, aún cantan más.
    El texto merece mucho la pena, púlelo.
    Espero que mis sugerencias te sirvan.
    Saludos.

    Escrito el 16 enero 2016 a las 13:59

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