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El Fauno - por barojo

—¿Por qué estás aquí, Beatriz?
Ella miró al Fauno y luego miró las pieles de cordero sobre las que estaba sentada. Hizo un gran esfuerzo para reconstruir en su mente lo que había pasado y no sabía por dónde empezar.
—¿Por qué estás aquí? —volvió a preguntar el Fauno.
Su atención se centró ahora en el ser que hablaba, sus negras pezuñas y las patas peludas, su torso de hombre cubierto por un chaleco marrón, su barba y, por último, los cuernos que asomaban por la parte superior de la cabeza. No alcanzaba a interpretar si la pregunta era amistosa o no, si debía tener miedo. Intentó concentrarse en responder.
—Vine por el espejo.
—¿El espejo? Cuéntame qué es eso del espejo —invitó el Fauno.
—Fue hace tres o cuatro días… no lo recuerdo bien. No consigo dormir nada y he perdido la noción del tiempo. Solo sé que, cuando me levanté por la mañana, mi espejo no era mi espejo. Reflejaba mi imagen, sí, pero no lo que había a mi alrededor… Vas a pensar que estoy loca —dijo Beatriz, interrumpiéndose bruscamente.
—Todos estamos locos —afirmó el Fauno entre risas. —Prosigue.
—Miré por el espejo y no se reflejaba mi habitación. Estaba en medio del bosque. No sé qué me pasaba, pero me sentía bien, era maravilloso. Atravesé unos cuantos árboles hasta alcanzar un claro donde brillaba el sol y fue como tocar el cielo. Me llené de energía, oía música y tenía ganas de cantar, de bailar, de reír hasta llorar. Creía que estaba soñando, pero nunca había sentido tan intensamente. Me acompañaban ninfas y sátiros que me invitaban a bailar y a beber, la música cada vez era más fuerte, me parece que sonaban flautas. Estaba eufórica. No podía parar de hablar, de reír, de bailar. Entonces alguno de esos seres empezó a gritar y todos lo acompañaron, ululaban como poseídos y yo con ellos. Creo que posesión es la palabra, porque yo era una diosa, poderosa, capaz de todo. De pronto eché a correr sin saber muy bien dónde iba, no miraba dónde pisaba, no podía parar hasta que me caí. Todo estaba oscuro y mi cuerpo frío y dolorido; ya no había ninfas ni sátiros, sino que se oían ruidos de bestias, monstruos. Deambulé por el bosque, a oscuras, tropezando a cada paso con raíces y ramas, sucia por el barro. Estaba cansada pero no podía dormir, por el frío en los pies y en las manos, por el hambre. Yo quería dormir y no podía, me dolían los ojos, las manos no, que no las sentía. Caminaba intentando encontrar el claro del bosque, pero me adentraba cada vez más en la oscuridad y solo pensaba en cómo sería mi muerte, ¿me golpearía en la cabeza en una de mis caídas o me atacaría una de las bestias que oía? Estaba tan cansada… Alguien me trajo aquí, pero no recuerdo quién. No sé los días que han pasado.
—Yo puedo ayudarte. Toma esto —dijo el Fauno mostrándole una pequeña píldora en la palma de su mano.
Ella lo miró desorientada. Dudó.
—Tómala. Te hará bien.
Después de que Beatriz la tomara, el Fauno se levantó y salió. Beatriz escuchaba su voz, como un pequeño susurro, y la de otra persona que prometía seguir las instrucciones dadas. Tenía miedo. Volvió a mirar las pieles de cordero sobre las que estaba sentada, era un cómodo sofá. Cuando regresó, el Fauno la ayudó a levantarse, cogiéndola de los hombros y la acompañó hasta la salida. Al cruzar la puerta, la claridad la hizo entornar los ojos. Poco a poco los árboles dejaban de ser árboles y, al mirar al Fauno, le pareció que los cuernos habían desaparecido.
La enfermera la esperaba para entregarle la receta y el doctor repitió las indicaciones al acompañante que se encontraba en la sala de espera.
—Hasta la semana que viene, Beatriz. Recuerda que es muy importante que todos los días te tomes la medicina —se despidió el Fauno, cada vez más humano.

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7 comentarios

  1. 1. Rinconillo y Cortadete dice:

    El relato está bien estructurado y es fácil de seguir. Plantea un tema fantástico que al final resulta una alucinación posiblemente provocada en esa fiesta que acaba mal. No veo defectos de puntuación, aunque la frase “Estaba cansada pero no podía dormir, por el frío en los pies y en las manos, por el hambre.” podría quedar bien sin la coma tras la palabra dormir.
    No encuentro ningún personaje que mienta, y eso resta algo de complejidad a la trama, que resulta algo sencilla pero tiene el interés de que intervengan personajes mitológicos y la sorpresa final está bien resuelta.
    Es un relato que capta el interés y está bien escrito.

    Escrito el 17 diciembre 2015 a las 21:01
  2. 2. A.R.Payán dice:

    Hola.
    Veo que has desarrollado bien la historia. Los puntos y comas están donde deben, y los incisos están bien marcados. Haciendo que el texto sea claro y se entienda bien.
    El final sorprende, porque estas tan metido en la historia que no te lo esperas.

    Escrito el 17 diciembre 2015 a las 23:20
  3. 3. Caciba dice:

    Me ha gustado leer tu relato. Al principio pensé que sería fantástico, pero a la vez me parecía un fauno muy educado y colaborador. Me intrigaba más descubrir el “misterio” del fauno que el de Beatriz. Se me hacía un poco raro y no tenía ni idea de qué línea ibas a seguir. Después, Beatriz ha cobrado protagonismo y era ella “la misteriosa”, me ha gustado mucho ese desenlace.
    Sobre la forma, me parece que todo está correcto. Lo he leído con gusto e intriga, así que: ¡muy bien!
    Enhorabuena.
    Un saludo

    Escrito el 18 diciembre 2015 a las 01:32
  4. 4. Carlos Cortés dice:

    ¡Me ha gustado tu relato! Me ha parecido original e interesante. Coincido en que el personaje del fauno es intrigante, y evoluciona a lo largo del relato. Describes muy bien lo que Beatriz siente en su “viaje”, y has hecho bien en explicar de forma más escueta el final, ya que así le has dado más importancia al planteamiento.

    Enhorabuena.

    Escrito el 18 diciembre 2015 a las 22:26
  5. 5. Leonardo Ossa dice:

    Hola Barojo, tu relato suena exótico porque habito un país latinoamericano donde las historias de faunos no son comunes, generando para mi un interés adicional.
    Se lee con fluidez, buen vocabulario, creas un atmósfera apropiada y logras que mantenga la curiosidad por el desenlace del relato.
    Creo que es la primera vez que te leo, y es un placer haber tenido esta oportunidad.Que tengas felices fiestas de fin de año.

    Saludos

    Escrito el 22 diciembre 2015 a las 03:10
  6. 6. DIASPORA dice:

    Hola Barojo

    Tu relato es excelente.
    Corríjeme si me equivoco, pero sacando conclusiones del último párrafo, Beatriz sufre una alucinación debido al colapso de su salud. En su viaje onírico se encuentra con Fauno. Conforme ella va saliendo de su desorientación mental, la realidad empieza a perfilarse, hasta el mismo Fauno empieza a despojarse de su bestialidad para acercarse más al espícemen humano.
    Te felicito.

    Escrito el 25 diciembre 2015 a las 05:04
  7. 7. barojo dice:

    Muchas gracias por vuestra lectura y vuestras críticas. Es la primera vez que participo y no esperaba tan buenos comentarios.

    Rinconillo y Cortadete, creo que tienes razón en lo de la coma y en lo de la sencillez del relato. No introduje el personaje mentiroso por las prisas para terminar el relato. Encontré el blog poco antes de finalizar el plazo y quería participar. En próximos relatos intentaré que los relatos sean más complejos.

    Caciba y Carlos Cortés, muchas gracias por vuestras palabras, me halagan.

    Leonardo Ossa, es la primera vez que participo, espero aprender mucho con vosotros.

    DIASPORA, has hecho una buena interpretación. Es una alucinación causada por un trastorno mental. Fauno es, en realidad, el psiquiatra, que va cobrando forma humana después de que Beatriz tome la medicación en su consulta.

    De nuevo, muchas gracias a todos por vuestras palabras. Poco a poco, me pasaré por los relatos que no he comentado. ¡Felices fiestas!

    Escrito el 27 diciembre 2015 a las 08:47

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