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La llave - por Ella

Vicente del Bosque se levantó de la cama como lo había hecho tantas otras veces. Llevaba tiempo sintiendo que no le resultaba tan fácil enfrentar un nuevo día.

El lunes había acudido a una conferencia en la que el expositor habló de cómo el realizar el ejercicio de verse a uno mismo desde fuera, permitía al individuo auto cuestionarse a la distancia y obtener respuestas sobre asuntos que le preocuparan.

—Pongan todos sus portafolios en la silla. Ahora aléjense, y una vez ahí, volteen hacia ellos. El portafolio eres tú. Pregunta. ¿Qué quieres saber?

Ridículo —pensó Vicente—Bonita forma de perder el tiempo.

Sin embargo esa mañana, recordó las palabras del conferencista y sin razonarlo, siguió las indicaciones. Y si, sintió que podía hablar con el otro Vicente. Y supo lo que acontecía en su vida: estaba en una crisis.

Lo sospechaba ya. Pero, ¿cómo aceptar que un hombre tan sereno, reconocido profesional y personalmente, hubiera perdido el rumbo?

Y ahora qué hago —se preguntó Vicente.

Claro. No es fácil para un hombre así, sentirse así.
Bajó la mirada hacia sus pies descalzos. La vista de sus pies le llevó a pensar en sus pasos y éstos, en la huella que su existencia había dejado por la vida. ¿Era demasiado pesada la carga de lo que sus acciones significaban para otros? ¿A qué momento pudiera regresar para re andar y no pasar por lo de ahora?

Siente frío. Había que vestirse, salir de ahí. Ha tomado una. Va en busca de sus pasos.

Hace una parada en el café de Mario. El ambiente seguro le permite sentarse y continuar con su pensamiento. En esas estaba cuando una voz le devuelve a la realidad. Poco a poco enfoca la vista en aquel que le habla. Casi no lo reconoce: es Raúl Espejo, aquel futbolista que conociera hace tantos años.

—Me permite sentarme, Don Vicente.

—Claro hombre, faltaba más.

El hombre se sienta y baja la mirada. Vicente lo mira con tolerancia aunque ansioso de volver a lo suyo. Incluso se disponía a iniciar los “que ha sido de tu vida, dime que has hecho…” cuando Espejo empieza a hablar.

—Aunque le parezca extraño hoy al salir de mi casa me he encontrado tirada una llave. Una llave de cerradura de puerta me parece a mí. ¿Quiere verla?

—No hombre, no es necesario. Te creo.

—Pues resulta que al recoger la llave he sentido algo raro. Luego un mareo y claramente lo he visto a usted precisamente en este sitio, en esa mesa. Es por eso que estoy aquí. Y…

—Pero bueno—dice Vicente un poco molesto—. ¿Hacia dónde vas con esto?

—Déjeme seguir, es necesario. No puedo explicarlo, pero tengo que entregarle la llave. Algo me dice que usted la necesita apremiantemente. Es por eso que lo he buscado. Aquí está.

La llave está ahora sobre la mesa. Vicente la reconoce de inmediato. Una llave dorada, con guirnalda de laurel y una flecha. Es la llave de la caja donde guardó sus tesoros infantiles, sus secretos.

Vicente deja de escuchar. ¿Qué fue de su vieja caja? ¿Por qué Espejo tiene la llave? ¿Qué es todo esto del mareo?

—Vicente —dice Espejo —Yo sé por lo que pasas. Lo he visto también al tomar la llave. Dirás que qué puede decirte un hombre al que no ves desde hace tanto tiempo y que de improviso te aborda con una patraña.

¿Cómo puede no darse no darse cuenta de que estoy en una crisis? Y me viene con esto…Sin embargo nota que al recordar ha sentido algo en el alma. El Vicente niño quiere decirle algo…Buscar en la caja…Sí, claro, eso es.

Apresuradamente sale del café. Llega a su casa, abre el baúl y saca y saca cosas hasta encontrarla. Con cuidado y algo de temor, toma la caja y para su sorpresa, está cerrada. Sin embargo la llave de Espejo la abre perfectamente. Lo primero que ve es una fotografía. Una imagen color sepia del Vicente niño. Le da la vuelta y encuentra que hay algo escrito. Se pone los lentes para poder leer.

“Vicente: soy Vicente. Si algún día te pierdes, recuerda que yo siempre estaré contigo”

Su sorpresa era mucha, pues no recordaba ni la foto ni la frase.

Sin embargo, aún estaba perdido.

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6 comentarios

  1. 1. Caciba dice:

    Hola, Ella. He leído varias veces con atención tu relato porque yo creo que se me escapa algo. Hasta que aparece Espejo todo perfecto. Presentas muy bien la situación por la está pasando Vicente del Bosque. Pero cuando aparece Espejo y le entrega la llave no encuentro la conexión entre los tres: Vicente-Espejo-llave. ¿Por qué aparece de repente la llave de la caja de Vicente tirada y la encuentra Espejo? ¿Y por qué le dice Espejo que le aborda con una patraña? Por patraña solo conozco el significado de “mentira”. ¿Espejo le está mintiendo? Después he pensado que Espejo podría ser su “espejo” quien le “habla” y él se da cuenta de que debe hacer repaso de su vida para encontrar respuestas. Pero si tan importante era el contenido de la caja, con la frase final: ” Sin embargo, aún estaba perdido” parece que no cumple su función, no le ayuda.
    No he sabido ver esa conexión pero, quizá, sea cosa mía. Espero que comenten más compañeros, a ver si lo han visto de otra manera. Voy a estar pendiente de sus comentarios.
    Muchas gracias por compartir tu relato. Te seguiré en los próximos.
    Un saludo

    Escrito el 18 diciembre 2015 a las 10:06
  2. 2. Cam dice:

    Me encantó la trama, pero esta a su vez es confusa. Tuve que releerlo muchas veces y aun así me cuesta entenderlo. Pero creo que tu intención era que este relato sea confuso. Si es así lo lograste, pero la verdad es que no lo se.
    Me gusta mucho tu manera de escribir. La manera en que usas las palabras, pero tampoco entendí lo de patraña.
    Me pareció curioso que usaras la palabra bosque como un apellido y no como un lugar, o la palabra espejo como un personaje y no como un objeto. En si, me pareció bueno que usaras de forma diferente estas palabras.
    Con este relato estoy segura que dejas a todos los lectores con una incertidumbre, o por lo menos a casi todos. Reitero, si ese era tu cometido lo lograste.
    Me encantó mucho este relato.

    Escrito el 18 diciembre 2015 a las 22:25
  3. 3. Ioakim dice:

    Hola Ella, me ha gustado mucho tu relato aunque reconozco que me he perdido un poco. He tenido que reelerlo varias veces, al principio, he localizado rápidamente el concepto de Espejo y me parece muy original que lo hayas utilizado en una persona y no en el objeto en si. Admito que me ha costado algo más pillar lo del Bosque.
    Me parece muy original cómo has metido los dos conceptos que pedían para el relato sin describirlos como uno se espera, aún así, me ha gustado aunque no puedo evitar sentirme intrigado. ¿De dónde sale la llave? ¿Cómo Espejo sabe que se la debe de dar a Bosque?
    Me parece brillante el uso de personajes mediáticos y famosos relacionados con el concepto que se nos pedía, como creo que he mencionado varias veces durante mi comentario 😉

    Enhorabuena y te invito a pasarte por mi propio relato, el número 14. Un fuerte abrazo.

    Escrito el 19 diciembre 2015 a las 22:32
  4. 4. Leonardo Ossa dice:

    Ella ¿cómo has estado? te comento que al leer tu texto tuve la sensación de estar mirando un nuevo episodio de la serie televisiva “La dimensión desconocida” donde un personaje terminaba realizando una acción principal, por la intervención casual de un tercero. Considero que la idea es buena, pero estimo que debes organizar mejor la sucesión de los acontecimientos para dar nitidez al desarrollo del relato.
    Hay aspectos que debes revisar antes de publicar tu escrito, por ejemplo escribes:
    “el expositor habló de cómo el realizar el ejercicio” (sobra el segundo el)
    “Y si, sintió que podía hablar con el otro Vicente. Y supo lo…” (se repite la letra: Y. Puedes simplemente omitir la primera “Y” diciendo Sí, sintió… (“sí” va con tilde porque es una afirmación)
    ” No es fácil para un hombre así, sentirse así.” (repites la palabra “así” quizás quedaría mejor decir: “No es fácil para un hombre así, sentirse de esa manera”
    “Bajó la mirada hacia sus pies descalzos. La vista de sus pies le llevó” (repites la palabra “pies” podrías intentar diciendo: “Bajó la mirada hacia sus pies descalzos. Lo que observó lo llevo a pensar…”
    “¿Cómo puede no darse no darse cuenta de que estoy en una crisis?” (acá repites “no darse no darse”)
    Ella, espero que el señalamiento que hago de estos puntos te sirva para revisar el texto y mejorar en este aspecto. Me agrada mucho haberte leído. Espero que tengas un fin de año muy feliz. Hasta pronto.
    Un abrazo.

    Escrito el 21 diciembre 2015 a las 22:08
  5. Primero felicitare por el uso que haces de bosque y de espejo, muy original,
    Ha habido en algún momento que me he perdido con el texto, creo que ya te han comentado que sería adecuado hacer una revisión porque la idea es buena pero queda un poco liado y lo has de leer varias veces para entender.
    Como cosillas que he encontrado y que espero que no te molesten sería, en algunos diálogos he encontrado que faltaba el guión largo de inicio, como por ejemplo

    “Ridículo —pensó Vicente—Bonita forma de perder el tiempo.”
    En alguna frase sería más correcto decir en la distancia, que no a la distancia en la siguiente frase que te adjunto:

    “realizar el ejercicio de verse a uno mismo desde fuera, permitía al individuo auto cuestionarse a la distancia y obtener respuestas sobre asuntos que le preocuparan.”
    También me ha parecido que en el texto oscilabas desde el pasado al presente en los tiempos verbales, no sé si es buscado por la misma historia.
    Un saludo

    Escrito el 26 diciembre 2015 a las 20:57
  6. 6. Gladys Ruibal dice:

    Hola! Me gusta tu relato, aunque se me complica un poco comprender del todo la trama. La idea está genial. Es profunda. Quizás hay información que está en tu cabeza y no has podido plasmarla del todo, eso nos pasa a todos al escribir. La utilización de los apellidos es original. Espero leerte otra vez.

    Escrito el 27 diciembre 2015 a las 21:13

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