Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Sin Reglas Hacía La Libertad - por Aiken

El autor/a de este texto es menor de edad

1

Mi plan estaba listo para llevarlo a cabo ese día, al fin estaba decidida a hacerlo.

-¿Qué tienes Danna? –Me preguntó Jaziel mientras guardaba sus libros.
-Nada, ¿Por qué la pregunta? –Le respondí ocultándole mis nervios por lo que iba a hacer hoy.
– Porque te veo algo rara, hoy no estas feliz como otros días. Dime que tienes no me gusta verte así.
Por supuesto que no iba a decirle lo que tenía y lo que pensaba hacer, nadie debía saberlo.
-No tengo nada.
-¿Segura?, no te veo muy convencida.
– ¡Ya te dije que no tengo nada! –Le respondí mientras me salía del salón.
Ese día andaba muy nerviosa, pero no podía recurrir a nadie para comentarle lo que iba a hacer (ni siquiera a Jaziel).
El día de clases había terminado y regresé a casa como de costumbre, mi madre como siempre no estaba en casa y mi padre, bueno, él nos había abandonado ya hacía varios años.
Todo estaba listo y perfectamente bien planeado, no había nadie en casa y nadie podría detenerme, estaba decidida a hacerlo. Pero alguien llego en ese momento y comenzó a tocar la puerta.
-¿Quién será? –Me preguntaba muy molesta porque me estaban retrasando en mi plan, pero fui a abrir la puerta disimulando como si todo estuviera bien.
-¿Cómo éstas?, ¿Por qué no te despediste de mi al terminar las clases?
Era Jaziel, ¿Por qué estaba él aquí? Me preguntaba una y otra vez. Aunque confieso que Jaziel me despertaba emociones y sentimientos hermosos, pero no podía dejarme llevar por eso, aunque me moría de ganas por contarle mis planes a él, el hecho de no saber cuál sería su reacción me hacía mantenerme callada.
-Si discúlpame, pero ya estoy bien gracias, ¿pero qué haces aquí?, no creo que solo hayas venido para saber cómo estaba.
-Es verdad, Danna hay algo que debo decirte, te lo iba a decir hoy en clases pero como andabas rara decidí mejor no decir nada. Pero ya no puedo esperar más y es por eso que he decidido venir.
-Está bien, pasa y así me puedes decir que es eso que quieres decirme.
Demasiadas ideas pasaban por mi mente en ese momento, pero lo que me preocupaba era que no podía completar mi plan.
-Danna sabes que hemos sido amigos desde hace varios años.
-Sí, lo sé, ¿Qué con eso?
-Pues, hace un tiempo he comenzado a sentir cosas hacía ti.
-¿Ah si?, ¿Cómo que cosas? –Le pregunté mientras le servía un vaso con agua.
-Sentimientos que no he sentido con nadie más, y me gustaría saber si tu sientes lo mismo por mí.
Después que él me dijo eso me mantuve en silencio unos minutos, no sabía que hacer, si le decía que de igual manera le correspondía con los sentimientos mis planes se retrasarían, aunque quizá él acepte hacer esto conmigo, pero si no le decía podría terminar con esto rápido pero me quedaría sin su amistad y sin él.
-No lo se Jaziel, no se que decirte.
-No tienes que saberlo, solo tienes que sentirlo.
Eso había sonado muy cursi para mi, pero parecía estar demasiado enamorado e ilusionado. Así que decidí decirle la verdad.
-Está bien, sí, igual tengo esos mismos sentimientos hacía ti. Eso era lo que querías saber, bien ya lo sabes.
-Si es así, dime, ¿Por qué te portas de esa manera conmigo?
-¿De qué manera?
-Arrogante, pareciera como si te estuviera estorbando, como si lo hubieras dicho solo para no hacerme sentir mal.
Creo que lo mejor sería decirle lo que planeaba, tal vez acepte hacer esto conmigo y sería mejor para mi, hací ya no lo haría sola.
(Suspire)
-Jaziel, hay algo que debo confesarte.
-Esta bien, te escucho.
Al fin estaba decidida a decírselo, pero en ese momento llego mi madre, como si el destino no quisiera que mi plan se llevara a cabo, ¿De qué se trataba esto?.
-¡Hola Jaziel! ¿Cómo estás?
-Hola señora, bien gracias, ¿Y usted cómo está?
-Bien hijo, ¿Qué andas haciendo por acá?
-Vine a ver a Danna.
-Ya veo, bueno los dejo para que sigan platicando.
-Gracias señora.
¿Y ahora qué hago? Aunque le diga a Jaziel mi plan no podría llevarlo a cabo
-Bien Danna, sigo esperando a que me digas que es lo que tienes que confesarme.
-Lo siento Jaziel, pero mejor te lo digo mañana en el colegio.
Se supone el plan debía estar hecho hoy. ¿Qué voy hacer ahora?

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

4 comentarios

  1. 1. Nic-Is dice:

    Hola Aiken.
    Definitivamente me dejas con la duda. ¿cuál es su plan? ¿Quiere huir de casa? ¿suicidarse… lanzarse en paracaídas?
    Creo que podrías mejorarlo en el uso de los tiempos verbales.
    Por ejemplo, en vez de “Creo que lo mejor sería decirle lo que planeaba, tal vez acepte hacer esto conmigo y sería mejor para mi, hací ya no lo haría sola.” Podrías poner:”Creí que lo mejor sería decirle lo que planeaba, tal vez aceptaría hacer esto conmigo y sería mejor para mi. Así ya no lo haría sola.”
    En general, tu capítulo está bien.

    Escrito el 17 febrero 2016 a las 21:40
  2. 2. Melisa dice:

    Hola, Aiken.

    Me gusta tu capítulo y cómo cumpliste con el reto a la perfección, realmente no se me ocurre cuál puede ser el plan de Danna.

    Por momentos, la cantidad de diálogos me pareció excesiva. Por ejemplo, el último encuentro con la madre, pienso que podrías narrarlo sin escribirlo como diálogo y eso daría un respiro al lector.

    También en relación a los diálogos, dice la RAE “Cuando el comentario o aclaración del narrador va introducido por un verbo de habla (decir, añadir, asegurar, preguntar, exclamar, reponer, etc.), su intervención se inicia en minúscula, aunque venga precedida de un signo de puntuación que tenga valor de punto, como el signo de cierre de interrogación o de exclamación: —¡Qué le vamos a hacer! —exclamó resignada doña Patro (y no —¡Qué le vamos a hacer! —Exclamó resignada doña Patro).”

    Llevándolo a tu texto, el “me” iría en minúsculas en el siguiente ejemplo:
    -¿Qué tienes Danna? –me preguntó Jaziel mientras guardaba sus libros.

    Espero mis correcciones te resulten útiles. 😉

    ¡Saludos!

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 15:45
  3. 3. Seilof dice:

    Hola, Aiken:
    Me gusta como escribes y eso que eres muy joven.
    Hay algunos detalles que Mr gustaría comentarte:
    -Repasa los acentos.
    “Por supuesto que no iba a decirle lo que tenía y lo que pensaba hacer, nadie debía saberlo.” Los pensamientos representalos con comillas españolas <>
    “-¿Quién será? –Me preguntaba”Este también. Y los verbos dicendi van en minúsculas en este caso el me sobra. Es aplicable a otros dicendi. Buscalos por internet. Y en literautas te explican ls representación de los diálogos y pensamientos. Los diálogos empiezan con raya, no guión, y a continuación sin especio el texto.
    Lo del plan es cierto que lo nombres mucho y al final no lo cuentas como es un capítulo no se puede opinar. Silo decir que lo nombres muchas veces, dando ls impresión al lector de que lo sabrá pronto y luego no lo cuentas.
    Evita en lo posible las frases negativas. Sí pueden ser todas positivas mejor.
    Revisa los “pero” elimina uno si el texto se entiende es que sobra y así con todos.

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 00:59
  4. 4. Diego Manresa Bilbao dice:

    Hola Aiken,
    Me ha tocado comentarte al ser uno de los tres siguientes al mio, y tengo algunas cosas que podrias mejorar:
    -Los tiempos verbales quedan muy confusos
    -El texto pierde ritmo al haber tanta corte en los dialogos para expresar pensamientos, y se hace un poco repetitivo.
    -Sobran algunas partes en los dialogos.
    -Convendria que pusieras mas puntos y comas en vez de comas, para mejorar el ritmo.

    Por lo demas, me ha parecido una buena -y bonita- historia que puede dar mucho de si como novela.

    Sigue mejorando!
    Nos leemos!

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 17:55

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.