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El recuerdo del caballero errante - por Pepito Ser

Felipe se levantó de la cama, no podía conciliar el sueño ya que una inquietud se había apoderado de él. Al mirar por la ventana, entre la oscuridad vio tres sombras que se movían por el patio interior del castillo. Eran soldados de la guardia real. Su armadura es inconfundible pese a la poca luz que proporcionaba la luna. << Que raro. >> Pensó. <<Otros que se escaquean del trabajo. >>
No era la hora del cambio de turno todavía y por las noches los guardias que están de servicio sólo pueden abandonar su sitio cuando son relevados por otros. Como comandante de la guardia tenía que castigarlos.
Se puso rápidamente la ropa y su armadura, cogió el cinto de la espada y bajó rápidamente al patio, siguiendo la dirección que había visto tomar a los soldados. No se oía ningún ruido, hasta que vio la puerta del pasillo medio abierta. Entró.
Los encontró al subir al segundo piso, delante de la habitación de Adolfo, hijo mayor y heredero del trono. Vio que no eran tres, sino cinco soldados y llevaban máscaras que ocultaban sus rostros. Uno de ellos llevaba la espada en la mano que no dudó en usarla cuando el príncipe salió de su habitación para ver quien había llamado a su puerta.
Después de matar al príncipe, empezaron a correr por el pasillo hacia las escaleras desde donde Felipe había presenciado todo el acto. Al verlo, los otros cuatro desenfundaron sus espadas para hacerle frente.
<< No puede ser. >> Por sus movimientos era indiscutible que el soldado que blandió la espada era nada menos que el segundo hijo del rey Adolfo IV.
Felipe supo al instante que no podría con los cinco a la vez y empezó a correr escaleras abajo. Los soldados se quitaron las máscaras.
– ¡Asesino! – gritaron corriendo detrás de él. – ¡Acaba de asesinar al príncipe Alfonso! ¡Cogedlo!
Otros soldados acudieron al oír los gritos.
<< Mierda. Tengo que salir de aquí como sea. >> Llegó a los establos, saltó como pudo encima de su caballo, un corcel joven y fuerte que le había regalado el rey el día que lo nombro comandante de la guardia, y salió tan rápido como pudo. Al poco, oyó los cascos de los caballos que lo perseguían. Tuvo suerte que los guardias de la puerta de la muralla no se habían dado cuenta de lo que estaba pasando y al ver a su comandante le dejaron pasar sin problemas.
Entró en el bosque lamentando no haber podido recoger a su hermana pequeña del barrio de los mercaderes. Lo único que podía hacer era pensar que cuando corriera la voz de lo que había pasado, ella se fuera de allí antes de que la cogieran.
Pasó unos días escondiéndose en el bosque y atravesando pueblos pequeños sin llamar la atención. Vendió su armadura a un herrero y compró ropa menos pesada para poder irse más lejos de allí antes de que lo encontraran. Era solo cuestión de tiempo, seguro que el rey había enviado soldados para que lo buscaran.
Dormía en cuevas y en las zonas más frondosas de los bosques, hasta que, mientras estaba cruzando un puente oyó un grito detrás de él.
– Allí está. Es él. ¡Disparad! – gritó uno de los soldados.
Oyó como las flechas pasaban por su lado. Los arqueros siguieron disparando hasta que por fin una de las flechas dio en la pierna de Felipe. Éste, cayó del caballo y también precipicio abajo pensando solamente en que le pasaría a su hermana. Eran más de veinte metros y al lado del agua todo eran rocas. Era imposible salir con vida de allí.
Despertó en un lecho de paja. Al intentar levantarse, notó como le dolía todo el cuerpo y entonces se dio cuenta de que estaba todo vendado. << ¿Qué me ha pasado? >> << ¿Qué hago aquí? >> << ¿Quién soy?>>

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4 comentarios

  1. 1. Frida dice:

    Hola Pepito Ser. Comienzo comentándote unas cosillas.
    *En primer lugar, te diré que al comienzo me causó desconcierto el que hablases al mismo tiempo en dos tiempos verbales, como cuando dices:Eran soldados de la guardia real. Su armadura es inconfundible. Aquí, yo habría escrito era inconfundible, para poder armonizar el principio del texto con el resto de la narración.
    *nombro, estás hablando en pasado, así que deberías decir nombró.
    *Tuvo suerte que los guardias de la puerta de la muralla no se habían dado cuenta de lo que estaba pasando y al ver a su comandante le dejaron pasar sin problemas. Esta frase en concreto, se me ha hecho larga, creo que le vendría bien una coma, por ejemplo tras y, al ver…
    *Vendió su armadura a un herrero y compró ropa menos pesada para poder irse más lejos de allí antes de que lo encontraran. En esta frase en concreto, echo de menos una coma tras allí, pues creo que así se reforzaría la frase.
    *que, cuando dices “…que le pasaría a su hermana.”, ese que debería acentuarse, pues aunque no vaya entre interrogaciones, es una pregunta que él se hace mentalmente.

    En cuanto a la narración, te digo que me ha gustado. Me he visto rápidamente envuelta en una aventura épica, de corte medieval. La historia en sí incita a seguir leyendo, te deja con ganas de saber un poquito más, promete acción, aventuras y un largo recorrido que uno desea recorrer. Así que el reto que se nos pedía, creo que está conseguido.

    Escrito el 17 febrero 2016 a las 20:25
  2. 2. Seilof dice:

    Hola,
    Me gusta la historia la llevas bien, la cargas de emoción y sentido. Veo algunos detalles a pulir:
    “…y por las noches los guardias que están de servicio sólo pueden abandonar su sitio cuando son relevados por otros.” Esto ya se sabe. Mejor eliminarlo.

    “Se puso rápidamente la ropa y su armadura, cogió el cinto de la espada y bajó rápidamente al patio” Se recomienda no usar nunca palabras terminadas en -mente. En estas líneas usad dosy ademá es la misma. El primero no aporta nada y el segundo lo puedes cambiar por “con celeridad”.

    “sino cinco soldados y llevaban máscaras que ocultaban sus rostros.” Veo mejor …soldados con máscaras.. o soldados con el rosto oculto con máscaras
    “Tuvo suerte que los guardias de la puerta de la muralla no se habían dado cuenta de lo que estaba pasando y al ver a su comandante le dejaron pasar sin problemas.” Coincido con Frida, demasiado larga. Te propongo otra solución: “Tuvo suerte que los guardias de la puerta de la muralla no se habían percatado. Al ver a su comandante le dejaron pasar sin problemas.”
    Literautas tiene un artículo que explica como representar diálogos y pensamientos. No lo tienes bien.

    Veo en varios sitios el uso de “y” sin necesidad pena a sustituirla por una coma o un punto.

    “hasta que por fin una de las flechas dio en la pierna de Felipe.” No me gusta el uso de “por fin” seria más apropiado usarlo si el protagonista consigue su objetivo no sus enemigos.

    Te invito a pasar por mi capítulo y lo comentes. Es el 225, te dejo el link:
    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-32/5024

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 01:33
  3. 3. werchy lam dice:

    Hola Pepito Ser,
    Estudie Historia precisamente por la época medieval, luego no me especializaría en ella, pero esa es otra historia. Tampoco es que sea una experta, no te preocupes, pero si me siegue apasionando la Edad Media. Me gustaría que después de lo que te voy a decir te leyeras mi ejercicio, más que nada porque el mío también tiene tintes medievales y creo que en ese sentido ambos nos podemos ayudar mutuamente.
    Verás, aparte de lo que te han dicho los anteriores compañeros con respecto a la puntuación, concordancia, etc, hay algunas cosillas más:
    Igual que cuando empezamos a leer una novela de ciencia ficción sabemos que lo es por los términos que usa, espadas laser, nave, gravedad cero, trasladador, yo qué sé, ahora tampoco se me ocurren muchos. De la misma forma el lenguaje en una época medieval debe cuidarse también. Has usado escaquearse que es un termino coloquial actual. Habitación, en vez de alcoba, piso, por planta o algo similar, pasillo, en vez de corredor, cama, en vez de lecho (aunque al final si que lo has puesto).No pasa por pueblos pequeños sino por aldeas y cómo eran esas aldeas, apenas nos has dejado ver el ambiente.Debes ser cuidadoso con eso, a no ser que hagas como yo y te inventes una fantasía con tintes medievales y entonces puedas inventarte palabras acorde con lo que quieres. Y aún así tienes que seguir siendo cuidadoso.
    Has tenido mucha prisa. Demasiada, y se nota en el texto, pasan hasta días. Desacelera. Sabes perfectamente que lo que quieres contar es la muerte del príncipe que él protagonista va a ver y por lo que tendrá que huir, así que desarrolla eso, no te vayas al bosque todavía. Así no resulta creíble.
    Si no es una novela histórica basada en la Edad Media española tendrás que cambiar esos nombres. Felipe, Alfonso nos retrotraen inmediatamente a la Edad Media de nuestro país. Aunque estoy pensando que quizás lo que quieres es una novela de aventuras de un ser de ficción ambientado en esa época, como Alatriste, por ejemplo. En ese caso vas bien. Si no sería mejor cambiarlos. Ya me contarás.
    Escríbelo de nuevo extendiéndote en descripciones, de lo que sea pero centrándote en ese momento concreto y luego limpia como un descosido.
    Si te parece nos leemos y nos ayudamos, vale?
    Soy el 228.
    Hasta pronto

    Escrito el 22 febrero 2016 a las 16:52
  4. 4. Cyrano dice:

    Hola Pepito ser
    De gramática nada que decirte, gente que sabe mas ya te ha comentado alguna cosa.
    En cuanto a la narración me ha gustado, ha sido fácil de leer y en unas pocas líneas se ha planteado un problema que en capítulos posteriores se resolverá.
    Estoy de acuerdo con Werchi Lan en cuanto al lenguaje, esta historia utilizando términos actuales parece que pierde fuerza narrativa. Por otra parte el tema esta muy usado, quizás le podrías haber dado otro enfoque, aunque mantengas la esencia de historia.

    Saludos

    Saludos

    Escrito el 23 febrero 2016 a las 00:38

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