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La Huida - por Carlos Carrasquero

Como de costumbre las personas esperan la caída del sol para sentarse en los frentes de sus casas, era tradición heredada de generaciones, cuando se les preguntaba por eso, respondían con un ¨así siempre se ha hecho¨. Un pueblo muy pintoresco, con altas temperaturas por la cercanía a la línea del ecuador, la que divide al mundo. Aún conservaba las calles angostas que en otrora pasaban los caballos, por allá por el siglo XIX.
Una sociedad de raíces muy inflexibles para estos tiempos modernos, con los adelantos de las tecnologías, internet, los sistemas de comunicaciones avanzados, solo alcanzados a ver por los anuncios de la prensa. Las familias suelen reunirse para compartir las vivencias del día a día, cada quien se conoce casi al detalle los sucesos de cada uno.
En el pueblo habitó hasta los 16 años Ángel un joven con muchos deseos de ser merecedor de las oportunidades referidas en los anuncios de los periódicos. Se entretenía con observar la naturaleza y ver pasar los momentos perdidos. Todos los demás muchachos contemporáneos con él jugaban pelota, hechas con trapos de retazos de cortes de telas. Piropeaban a las jovencitas y, apostaban por quien tuviera mayores aprobaciones.
Durante las extensas caminatas Ángel se imaginaba en otra ciudad llena de luces como las estrellas en el cielo, visitando bares para conversar, y encontrar al amor de su vida. Amor entendido por entrega total sin reservas, muchos deseos reprimidos; expresarlos a parte de ser confusos, serían recriminados por no ajustar con lo común.
Sobre todo, el provenir de una de las familias más antiguas y respetable de la zona, era más que un honor una desdicha cargada bajo sus hombros. En las reuniones solo se escuchaba decir, aquél de allá es Márquez Mindiola, sus ancestros eran gente de honor, muchos de ellos dejaron su legado, en las artes y en la política. Bajo ese estigma se erige la estructura de la sociedad.
La firmeza de sus convicciones por buscar algo mejor lo inclinaba a salir del pueblo. Un buen día, amaneció sin la presencia del hijo menor de los Márquez Mindiola, solo dejó una carta donde contaba las razones por las cuales se marchaba. Por ser un lugar pequeño, con pocos habitantes los comentarios se expandieron por cada rincón, muchos empezaron a especular, algunos para bien y otros para mal. La cuestión fue agravándose a medida del tiempo, sin rastros del joven.
Pasaron diez años, cuando se volvió a escuchar noticias del huido a tierras lejanas, dicen que viene, comentaba una señora a otra, vendrá como todo un hombre y, a lo mejor con su propia familia. Esa idea fue dando entretenimiento a falta de otras distracciones, volvió a estar de boca en boca, ahora por el regreso.
La familia para acallar las voces dio un banquete e invitó a casi todo el pueblo, luego de la misa del domingo, para anunciarles públicamente la llegada de su hijo menor, al que llamaban cariñosamente ¨angelito¨, extendiéndoles la invitación para que fueran a recibirlo con la alegría y entusiasmo propio de la llegada de un rey.
Siendo, tan próxima la fecha del recibimiento muchas de las mujeres no alcanzaron mandar hacer sus trajes de galas por el tan esperado encuentro. Esa noticia afectó el normal desenvolvimiento del pueblo; pintando las casas, podando los árboles, hasta el alcalde mandó a instalar sonido en la plaza Bolívar para dar las palabras de bienvenida.
Llegó el gran día, desde las 6 am sonó la diana para despertar hasta los más dormilones del lugar; se fueron alistando en la calle principal, a un lado de la plaza para dar marcha en colectivo hasta el terminal, donde se iban a congregar. Llevaban pancartas, dándole en nombre de la comunidad de Arizola la calurosa bienvenida.
Se aparcó el autobús en frente de la multitud, van bajando los primeros pasajeros, así en ese orden monitorean para identificar a un hombre que suponen sea grande, alto y robusto. Solo faltaba por bajar un pasajero. Comenzando la impaciencia nuevamente, en medio del calor y la angustia, a lo lejos se ve la silueta de alguien, no alcanzando a ver por los incesantes rayos del sol.
Con un total silencio, ven acercarse al pasajero oculto tras la iluminación propia de la zona, mientras va descendiendo, empezaron los murmullos de las personas, mas incrédulas y confundidas que nunca. Muchas damas se desmayaron, aun no se sabe si fue por el pasajero incógnito o por el esfuerzo en permanecer bajo el asfixiante calor.

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4 comentarios

  1. 1. Andrés Scribani dice:

    Hola, Carlos.

    Tienes una historia que se podría explotar. En este primer capítulo no hay mucha tensión para el lector (aunque sí describes bien la tensión de los pueblerinos por la llegada de Ángel), pero sé que si manejas un argumento interesante, podrás ofrecerle una buena novela al lector.

    Pude notar que hay algunas cosas que se pueden mejorar, las resalto a continuación:
    -Lo principal sería el uso de comas, yo también tengo algunos problemas con eso :/, pero poco a poco mejoraremos ese aspecto.
    Algunos ejemplos de los errores en el uso de comas:
    *”En el pueblo habitó hasta los 16 años Ángel un joven” … En el pueblo habitó hasta los 16 años, Ángel, un joven
    *”Durante las extensas caminatas Ángel se imaginaba” … Durante las extensas caminatas, Ángel se imaginaba
    *”más que un honor una desdicha cargada bajo sus hombros” … más que un honor, una desdicha cargada bajo sus hombros
    *”La familia para acallar las voces dio un banquete” … La familia, para acallar las voces dio un banquete
    *”Siendo, tan próxima la fecha del recibimiento muchas de las mujeres” … Siendo tan próxima la fecha del recibimiento, muchas de las mujeres

    -Donde dices: “Amor entendido por entrega total sin reservas, muchos deseos reprimidos; expresarlos a parte de ser confusos, serían recriminados por no ajustar con lo común.”. Esa parte no se entiende muy bien. Reorganiza las palabras a ver si transmite mejor la idea 🙂

    Del resto, me pareció una lectura entretenida. Gracias por participar. Saludos

    **Mi relato es el 195. “¿Por qué #$!@ tu perro me dice esas cosas?”
    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-32/5108

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 03:10
  2. 2. Chuck dice:

    Hey Carlos. Eres bueno describiendo el pueblo y cada uno de los entornos que rodean al personaje. Lo que si sugeriría es que haya más detalles en el primer capítulo. Algo así que describa literalmente los pensamientos del protagonista y algo que deje aún más enganchado al lector.

    Saludos
    Chuck

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 03:08
  3. 3. Nora Mai dice:

    Hola Carlos:
    Se me ha hecho algo extraña la lectura de este primer capítulo por la mezcla de los tiempos verbales presente y pasado que haces a lo largo de todo el texto. No sé si has conseguido el efecto que querías generar en el lector…
    Aún así me ha resultado ameno y leería un segundo capítulo.
    Un saludo

    Soy la 191 por si te animas

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 22:06
  4. 4. Alicia dice:

    Hola Carlos,
    La verdad soy nueva en esto, pero me resulta interesante el tema al final de la historia, cuando logras despertar una serie de preguntas, para entender de qué va la novela. Vi que Andrés te hico muy buenas observaciones con las cuales coincido. Me confundió el párrafo donde dice: “amor sin…” No entendí que tiene que ver con el resto de la trama o no fue bien planteando en el contexto.
    Éxitos y saludos,
    Soy la 193 por si te interesa

    Escrito el 23 febrero 2016 a las 03:03

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