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CAPÍTULO 1: El Recuerdo de una Sombra que se Desvanece. - por Rodolfo Rey
Tras una sombría ventana a la tenue luz de la luna, un alma desnuda plasmaba sentimientos en los capítulos de un libro guardado. Aquel era su momento más íntimo, donde cada noche podía hablar, llorar y reír con aquella sombra atrapada en esas páginas que siempre estaría dispuesta a escucharla.
Por las mañanas Amanda permanecía acostada, las crisis de asma eran tan fuertes que no le permitían levantarse demasiado, aun así con esfuerzo lo intentaba para lograr encontrar aquellas notas que le dejaba Efraín por toda la casa. Debajo de la almohada, en los bolsillo de sus prendas de vestir e incluso en el espejo, en cualquier lugar mientras ella dormía escondía una nota con frases tan simples como “hoy te quiero más que ayer”, “estoy pensando en ti” o un “te amo”. Era una costumbre que él tenía desde pequeño con ella y se acentúo más con su enfermedad, sin embargo le dolía tener que dejarla para ir a trabajar.
La joven siempre se pasaba el día escribiéndole una carta contándole cualquier cosa, escribía muchas palabras para él, por lo que antes de que llegara le escondía un sobre en una pequeña libreta para que pudiera leerlo por la mañana antes de irse.
Esa misma tarde eran cerca de las seis y Efraín no llegaba, Amanda no se sentía del todo bien por lo que decidió recostarse en su lado de la cama abrazando la almohada. Mientras dejaba caer su oscuro cabello sobre las sábanas encontró la nota que no pudo hallar durante el día. Efraín debía haber llegado a la cinco pero se estaba tardando, lo que la ponía nerviosa. Se calmó en cuanto sintió la puerta abrirse pero no quiso recibirlo.
—Hola preciosa.
—Hola…
— ¿Me extrañaste hoy?
—Un poco quizá, ¿por qué demoraste? Antes de ayer llegaste más tarde y no me avisaste, tampoco hoy.
Efraín quitándose su chaqueta se recostó junto a ella acariciando su cabello.
—Estás acostada en mi lado de la cama pequeña.
— ¿Me vas a sacar a la fuerza? —preguntó con un tono desafiante.
—Quizá ¿qué me dices tú?
—Intenta moverme si puedes —respondió sonriéndole.
El joven se acercó más a ella y abrazándola comenzó a hacerle cosquillas. Amanda se retorcía de la risa pero de pronto esa risa se convirtió en una toz seca que preocupó a Efraín.
—Estoy bien —dijo sentándose.
— ¿Segura? —preguntó un poco triste.
—Sí —respondió sonriendo—solo tráeme un poco de agua y listo.
—Toma, no me asustes así.
—Ya, no pasa nada estoy bien.
Aquella tarde Efraín llego un tanto triste del trabajo, Amanda lo notó cabizbajo mientras le traía el agua. Decidió dejar el vaso sobre la pequeña mesita y abrazándose de su cuello intentó encontrar su mirada perdida en el piso.
— ¿Estás bien?
—Amanda ¿me extrañarías si yo llegara a morir?
— ¿A qué viene esa pregunta? Si te mueres yo me moriría contigo, y a este paso la que va a partir primero soy yo. Mi asma me tiene peor cada día, y gracias a ti tengo comida y mis medicinas.
—Tengo un mal presentimiento —murmuró.
— ¿Dijiste algo? No te escuché.
—No nada, ¿comamos? Tengo un poco de hambre ¿y tú?
—Yo siempre tengo hambre jaja.
Durante la mañana Efraín despertó abrazado de su pequeña Amanda, en el fondo estaba muy triste, le dejó su nota de costumbre pero esta vez en un pequeño libro en blanco, la besó y tomando sus cosas decidió ir a trabajar.
Aquella tarde no llegó. A las siete, Amanda recibió la llamada del hospital, era su hermano que había fallecido y lo encontraron tirado camino a casa. Amanda y Efraín eran gemelos, los dos tenían un asma pulmonar crónica pero él solo podía pagar el tratamiento de su hermana por lo que soportaba las crisis antes de llegar a casa para evitar que lo viera así, solo que la última terminó por acabarlo.
La joven soltó el teléfono y densas lágrimas cayeron sobre sus mejillas en aquel cuarto vacío, donde sabría que aunque esperara por mil años, la sombra de Efraín no volvería a llenar su corazón.
Me disculpo, de antemano,por mis comentarios. No tengo mayor experiencia como “escritor”, pero voy a darte mis impresiones, qué más bien son subjetivas:
En el fondo: la historia me parece algo débil, a ratos confusa. A mi parecer, hay detalles que le quitan verosimilitud, como el tema del Asma, y las consecuencias médicas que sufre Amanda. Así también hay ciertas incongruencias lógicas en el relato, que me causaron molestias
En la forma: Eché de menos algunas comas( jaja a mi me sobran), porque a ratos, me costó mucho encontrarle sentido a las frases.
Bueno es sólo una opinión. ¡Fuerza!
Hola, Rodolfo:
Hasta ahora tu relato es el que más me ha gustado. Se nota que está trabajado. Sin embargo más que el primer capítulo de un libro parece un relato. Me cuesta imaginar por dónde continua la historia.
Creo que tienes un fallo en esta parte:
“—Sí —respondió sonriendo—solo tráeme un poco de agua y listo.
—Toma, no me asustes así.”
Da la impresión de que le da el agua con el “Toma” y unas líneas después le vuelve a dar el agua.
El primer párrafo es bonito, aunque quizá no sea adecuado como primer párrafo tal y como explica literaturas en su artículo sobre primeros párrafos.
En general me ha gustado. Eso sí, como relato.
Te dejo el enlace a mi Capítulo por si quieres comentar nº 225 “Bernabé, Clarissa y otras cosas que contar”:
https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-32/5024
Bonita historia y conmovedora.
Estoy de acuerdo que funciona como un relato mas no como un primer capítulo de novela, por lo que no cumple con el reto de literautas Sin embargo te felicito.
Pese a algunos detalles que te mencionan mis otros compañeros, que también considero debes corregir, te salió una historia bastante redonda y que transmite un mensaje hermoso.
Si quieres pasa por mi historia, es la nro. 10.
Saludos!
Gracias por comentar mi relato 🙂 de antemano me disculpo por dejarlo todo junto, como en word las separaciones se veían pensé que aquí igual y lo tendré muy en cuenta :D.
Paracelsus: gracias por la crítica, y no es necesario disculparse por nada, yo veo la críticas como algo que me construyen y me dan la oportunidad de corregir errores, así que para la próxima no te guardes nada, todo será bien recibido.
Seilof: gracias por tomarte el tiempo de leer mi historia, con gusto me pasaré por la tuya y dejaré un comentario. La verdad podría continuar la historia en un segundo capítulo, tengo varias ideas, y quizá quedó un poco tiesa donde debí acortar palabras para que solo fueran la 750, pero corregiré los errores que me anotaste, muchas gracias :D.
Janna30: gracias por leerme 🙂 me pasaré por tu historia, la verdad parece un relato pero intentaré mejorar todo lo que pueda, por cierto la historia forma en cierto modo parte de la realidad que viví con mi hermana, la diferencia es que en este caso la fallecida fue ella, así que intenté pensar cómo sería al revés pero de todas formas los sentimientos de Amanda son más bien los míos.
Saludos y gracias por comentar 😀
¡Hola Rodolfo! Me gustó tu relato, va un poco lento pero engancha y aunque no cumple con el reto (tampoco era necesario), es sumamente conmovedor. Ya me parecía que tu historia tenía su lado verdadero y por lo que cuentas di en el clavo, es una historia real. Yo también tuve mi sobrina que murió por asma, quedó su gemelo varón quien vive actualmente. Mira ¡qué coincidencia!
Voy a la forma: en este párrafo “las crisis de asma eran tan fuertes que no le permitían levantarse demasiado”, creo que “demasiado” está demás.
-Te faltó la “s” en bolsillos, tos se escribe con “s”.
-En los diálogos no le pongas espacio antes del signo de interrogación.
Por lo demás, me encantó leerte. A ver si me visitas, estoy cerca #5. Saludos.
Hola Rodolfo. Me gustó la forma en que los personajes se dejan notas. Es muy romántico.
Me queda la duda con el asma pulmonar crónico.¿Existe?Es algo relacionado con EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), pero que tengo entendido comparte características con el asma pero no son lo mismo.
Igualmente, atrapa