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Álbum de intermitencias - por Aner
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Tenía una vida decente. Por la noche, se sentó en el estudio con intención de tratar algunas fotos. Febrero y sus tormentas rugían de fondo. Abrió una imagen y observó cómo su familia se desplegaba sobre el ancho monitor: su esposa y su hija abrazadas en medio del verano.
El apagón de luz lo sorprendió revisando unas notas sobre el balance de blancos en el pequeño molesquín. El ventilador de la CPU fue lo último en cesar de zumbar. Al mirar alrededor la penumbra le pareció atípicamente plana, casi vectorial; juzgó que en sus instantáneas más oscuras eran los píxeles de impertérrito gris los que mantenían la credibilidad de la escena. Nadie en el salón adyacente parecía prestarse a comprobar los fusibles. Se levantó torpemente y, tras chocar contra varios muebles inesperados, decidió sentarse de nuevo. El estrépito de un trueno devolvió la luz. Su computadora no estaba allí. Tampoco su mesa de trabajo, ni sus apuntes, ni su cámara. Sintió una caricia en el pelo.
—Cariño, nosotras nos vamos a dormir.
Aquellas personas no eran su familia, ni aquella su casa.
Hola Aner,
Me gusta el relato. Puede ser un buen comienzo de algo más inquietante o un microrelato.
Hay algunas palabra que a mi me parecen de más , porque el estilo del relato es escueto y sencillo pero de gran intensidad. En ese sentido en mi opinión expresiones como “impertérrito” !atípicamente”,.. y por ahí le quitan fuerza. No me hagas caso en mi osadía, pero casi siempre leo en voz alta los relatos que comento, y me paro donde chirrían.
Gracias por este trabajo que comparte
Un abrazo y salud (Hago este comentario siguiendo la norma de los tres siguientes al propio, en este caso el mío es el #221 Camino de Canfranc. Si te parece me gustaría conocer tu opinión.
Hola Aner:
¡Más breve imposible!
a pesar de haber conseguido con muy poco una escena intrigante, particularmente creo que con más detalles hubieras conseguido mayor intriga y un texto “más rico”.
Alguna que otra expresión que no he entendido ha ralentizado la lectura.
Aner buen trabajo y vamos a ver qué pasa con todo las dudas que has dejado sobre la mesa.
Saluditos.
Hola Aner, yo me he dejado llevar por el relato y lo he vivido. No sentí ganas de hacer un comentario, sólo viví la experiencia y resultó satisfactopas Me quedé a cuadros. Pero con aceptación. Ni tan siquiera siento demasiada preocupación por averiguar lo que pasó. Me encuentro a gusto con la sensación que me ha dado la lectura.? Para qué buscar significados?
Me pasé por tu blog y la verdad me gustó tu recepción de la fenomenología. Encuentro lo que haces muy original. Quizás no sea apropiado para escribir una novela, pero es muy cautivante en su estilo.
Un saludo.
Hola Aner!
Soy Tucci, del relato anterior al tuyo, y vine aquí para continuar con la cadena. (Pido disculpas por adelantado si lo que diga te parece incorrecto, soy nueva en esto).
Hay varias cosas que no terminé de entender totalmente del texto, puede ser porque carezco de experiencia en este estilo de escritos.
Primero, el cambio de narrador de la primera oración a la segunda, no me termina de encajar. Digo esto como un lector casual que acabará de empezar este libro.
A pesar de que es un texto simple y corto, creo que si deberías desarrollar algo más de la familia, para apoyar la primera oración sobre su vida.
Luego, el final me pareció algo brusco.
Para terminar, quisiera decir que realmente me gustó la frase: “Febrero y sus tormentas rugían de fondo”. Me pareció perfecta en el momento indicado.
Esperó que mi opinión te ayude de algo!