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Después del frío - por Lionel Muñoz
Web: http://twitter.com/Lionel_mz
La caída no había sido abrupta, pero bastó para arrastrarla a la inconsciencia y fracturar su pierna derecha por debajo de la rodilla, dejando la tibia expuesta al roce con su pantalón térmico.
Cuando volvió en sí, ya mostraba signos de hipotermia. Con movimientos lentos y dignos de un abuelo con Parkinson, buscó la bengala en el bolsillo de su campera. No sabía cuánto tiempo había pasado desde que se perdió en la tormenta de nieve, pero sabía que sus compañeros la estarían buscando, atentos a cualquier señal.
La frustración por no encontrar la bengala rozaba la desesperación en el momento en que logró divisarla a unos metros del lugar donde ella se encontraba. Batalló contra la somnolencia actuando de inmediato, pues sabía que detenerse a descansar sería su fin. Tampoco quitó de vista su objetivo, que hubiera culminado con el mismo resultado que detenerse, ya que unir ideas a ese punto se volvía una tarea muy difícil. Era más fácil dejarse llevar por pensamientos vagos y entrar en un sueño eterno que mantener la lucidez.
Pero María, con sus 33 años, tenía por qué luchar, o mejor dicho, por quién luchar.
«Tengo que lanzar esa bengala y mantenerme despierta hasta que Lázaro me encuentre », pensó María tratando de no recordar su brillante sonrisa ni proyectarse en su cálido abrazo, por miedo a distraerse.
Lázaro iba a la cabeza de su equipo:
—Acá fue donde nos separamos media hora antes de la tormenta. Yo fui hacia allá y ella vino por acá. —Gritaba para que sus dos compañeros lo escuchen y acompañaba con una linterna sus indicaciones.
—Separémonos sin alejarnos mucho y caminemos en esa dirección así cubrimos más terreno. –Tomaba decisiones y daba órdenes con una autoridad reciente y tácitamente aceptada. Era la vida de su esposa la que estaba en peligro. Por otro lado, el líder de la investigación, Jackson, no presentó objeción alguna, y el encargado del equipo (incluido el meteorológico), Lee, no se sentía en condiciones de hacerlo: su pronóstico del tiempo había sido favorable.
Veinte minutos caminaron al ritmo que la tormenta les permitía. El viento los azotaba constantemente y rugía a su alrededor, disminuyendo sus sentidos.
Sin darse cuenta Lázaro comenzó a correr como un perro cuando ve a un gato. Había llamado su atención lo que le pareció era un destello rojo.
El terreno y la vestimenta le impedían ir muy rápido, pero al poco tiempo de empezar a correr supo con certeza que era la bengala de María lo que estaba viendo, y su corazón se aceleró con renovada esperanza.
Jackson y Lee también la vieron y apuraron su marcha.
El primero en llegar fue Lázaro, y emprendió el descenso con la destreza de una cabra montesa.
Jackson llegó a la depresión y pudo ver la linterna de Lázaro iluminando el fondo. Reconoció el lugar donde estaban y se alarmó. La entrada a la criocámara, como él la llamaba desde que la descubriera 3 días atrás, se hallaba en ese lugar.
El cuerpo de María yacía inerte allí donde, con sus últimas fuerzas, logró lanzar la bengala. Lázaro se acercó y le tomó el pulso. Nada. Acercó su oído a la boca de María para sentir su aliento y escuchar su respiración. Nada. La impotencia lo desbordó. Quería enfocar su furia en un culpable y pensó en el chico nuevo y su ineptitud para controlar el equipo.
Lo que Lázaro no sabía era que Jackson había saboteado el equipo meteorológico y los radios.
Hola Lionel:
Describes bien lo que, a veces, suele ocurrir en este tipo de excursiones en la nieve, sobre todo, con la ” tragedia” de tener a un traidor en el equipo.
Pero me ha desilusionado algo el final ¿no hubiera sido mejor acabar: ¿Por qué no ha funcionado el equipo de radio? por poner un ejemplo.
Perdona, pero me gustan los finales abiertos.
¡Enhorabuena! tu relato intriga.
Saludos Lionel:
Me parece que has logrado transmitir muy bien la tensión de la situación, muy bien expresado y nada repetitivo.
Al igual que el amigo Guiomar, pienso que habría sido mejor no dar el dato de quien era el traidor, aunque imagino que tendrás tu idea en mente sobre como seguirlo.
¡Espero leer una continuación!
Hola Guiomar, gracias por tu comentario. Por el final te referís a terminarlo con ese interrogante? Porque lo consideré pero opté por afirmar algo y dejar que el lector se cuestione otras cosas, como ser que importancia tiene el descubrimiento y por qué saboteó el equipo Jackson. Después me paso a leer y comentar el tuyo
Hola Lionel Muñoz me gusta tu primer capítulo aunque me dio la sensación de que fuera un segundo capitulo. Me explico, como Jackson descubrió tres días atrás la criocámara (que curioso nombre) pues estaría bien que escribieras como sucedió. Por lo demás esta muy bien la historia. Dejas al lector pensando y da a entender que Jackson tiene alguna maldad o un propósito para haber hecho lo que hizo. Enhorabuena por el reto un saludo.
Hola Lionel:
Un texto con muy buen ritmo y con una acción que avanza para generar interés en continuar leyendo la historia.
Algunas apreciaciones:
Cuando Lázaro gritaba a su equipo, debería ir con signos de exclamación para dar más fuerza a lo que está expresando.
Si escribes “gritaba” y “para que lo escuchen”, utilizas dos tiempos verbales distintos y deben ir en el mismo.
En el inicio del párrafo “veinte minutos”, yo hubiera puesto delante la palabra “durante”.
“3 días atrás”, ese tres con letra.
Sobre el final y para cumplir el reto, creo, que has descubierto “parte del pastel” restando con ello parte de la intriga que habías conseguido.
Lionel, buen trabajo, a seguir participando y mejorando que de eso se trata.
Saluditos.
Hola Lionel, gracias por pasar por mi relato, lo único que te quería aclarar acerca de ello es que si aclaré que mi protagonista agarraba la estatuilla antes de salir a la calle “Sin pensarlo busqué el amuleto que guardé en el baúl” se te ha pasado esa oración 😛
En cuanto a tu relato, en la frase “La frustración por no encontrar la bengala rozaba la desesperación en el momento en que logró divisarla a unos metros del lugar donde ella se encontraba.”
la noto un tanto rebuscada. El resto esta muy bien.
Agrego lo del final, tal vez dejar algo inconcluso que nos haga sospechar quien es el traidor.
¡Buen relato! Nos leemos la próxima 🙂
Hola Lionel! me gusta mucho el ritmo ágil que imprimes a tu relato, y lo vívido de las descripciones. El tema es interesante y da para desarrollarlo. Al igual que otros compañeros, pienso que tal vez apresuraste un popuito la revelación de saboteo de jackson, pero nada que no se pueda corregir en el capítulo dos. Me vinieron a la menta muchas metáforas con los nombres María y Lázaro, aunque jackson y Lee me despistan un poco en ese aspecto.
Lo de la criocámara, excelente, me gustan esas palabras, plenamente válidas en mi criterio ya que definen exactamente una condición.
Un gran saludo y gracias por comentar en mi relato!
Saludos Leonel:
Muchas gracias por psar por mi relato y tus comentarios.
He seguido tus textos desde que comenzaste el taller y me ha gustao mucho este pánorama de un posibi Thriller/Suspense y quizá hasta ciencia ficción. Puede abarcar mucho más adelante, si decidieras continuarla.
Coincido con los detalles que te mencionó Carmelilla, aunque disiento con las ¡!, no son realmente necesarias si se explica qué grita. Si añades su acción de gritar para ser escuchado por otros, esta bién que no las añadas; no es cuestión de una regla gramátical “per se”, sino cuestión de estilismo. A no ser que se use otro indicativo por ejemplo:
—¡Por aquí la he visto! —Corrió hacia el lugar en donde indicó el paradero de la gata perdida.
Recuerda que aunque la RAE te permite escribir númericamente del 0-10, el resto siempre debe ir con letras; pero si estamos hablando de cantidades, es mejor usar letras, por lo que sería treinta y tres (años) y tres (días).
Hay un guion en donde arranca la palabra —Tomaba decisiones…, aunque se entiende que es un guion narrativo, la frases subsiguientes lo hacen largo. Creo que es mejor cortarlo su diálogo con punto y separado y continuar con la observación del narrador.
En cuanto al final, creo que soy la única que le ha encantado de verdad. Creo que sitúa al lector en un lugar de privilegio, sobre todo porque la narrativa es con uno onmiciente; lo que te da la ventaja de manejar la psiquis de los protagonistas, mientras le caldeas los pensamientos al villano para que el lector se de cuenta que no puede hacer nada para ayudar. En un curso de Redacción se me quedó la frase: «El “suspenso” es saber las intenciones del antagonista por parte del lector(como la bomba que ha puesto marca siete segundo para la explosión) sin que el protagonista lo sepa; el “thriller” es que ni el protagonista o el lector sabe que va a suceder, (como cuando el coche explota al momento que alguien lo enciende)».
Sobre los nombres, creo que se una expedición turística, todos creo que están por algo más científico. Por lo que podría ser una expedición entre varios gobiernos, por ello la variedad de nombres.
Te felicito porque has logrado algo entre manos, aunque me gustaría por supuesto que María no fallezca, para que el título cobre algún sentido más profundo y no solo un asunto climatico.
¡Nos leemos!
Hola Lionel
Me ha gustado mucho el relato. Cuando el marido de Maria grita para que se le oiga, me transporté inmediatamente a la montaña en medio de una ventisca.
Sobre puntuación, creo que ya está dicho, pero, como KMarce discrepo con las críticas sobre la forma. Hay dos cosas que me han gustado especialmente: Una es que la persona con la que empieza el relato muera en la primera página (aunque la criocamara me hace dudar de que realmente sea así) y que desveles al traidor. Tal y como dice KMarce eso es el suspense. De ahora en adelante los lectores querrán avisar constantemente al pobre Lázaro de que Jackson lo puede traicionar (y esperarán que lo haga). Tengo ganas de seguir leyendo esta historia!!
Felicidades.