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KAFIRISTÁN, EL CREPÚSCULO DE LOS CREYENTES - por Bastián Robinson

—Señor Bastierra, no me puedo creer que no haya visto el video, ha salido en todos los telediarios y se ha hecho viral en YouTube en menos de una hora.
El inspector Hernando miró a su interlocutor y pensó que tenía razón, que no tenía pinta de estar al tanto de lo que era o no era viral en la red. Lo habían localizado conduciendo una cunda, uno de esos taxis de la droga de la glorieta Embajadores. Su pelo lacio pegado a la frente y el chándal ajado de la mili no le distinguía demasiado de los clientes que cada día llevaba a Valdemingómez. Su extrema delgadez hacía temer que se fuera a desmoronar como un castillo de naipes.
Le dio al play. Esa mañana, entre el bullicio de los atolondrados turistas de la Plaza Mayor de Madrid, se había creado de repente un vacío. En el centro, una joven de aspecto pakistaní con una inmensa maleta pegada a su cuerpo, se abrió la chaqueta bajo la cual contenía lo que parecía un chaleco explosivo, y extrajo un cartel en el que se leía: MUJER BOMBA. Un dron de Apple se encontraba filmando un anuncio en ese momento y lo pudo grabar todo desde el aire. La gente corría aterrada, se empujaban unos a otros, abandonaban sus privilegiados asientos en las terrazas de los restaurantes. Al cabo de unos minutos eran muchos los que hacían fotos con los móviles, pero nadie se atrevía a acercarse. La policía desalojó la plaza. La joven se tendió en el suelo en cuanto llegó la Unidad de Intervención, no opuso resistencia a ser detenida. Los TEDAX hicieron un trabajo impecable con la maleta, pero no contenía explosivos. Tampoco el chaleco.
El policía observó que Bastierra perdió la compostura en cuanto apareció la cara de la muchacha. Su rostro se tornó lívido y le flaquearon las piernas. Se mareó.
— ¿Conoce a esa mujer?
El joven estaba petrificado. Pesadillas pertenecientes al pasado parecían estar abriendo un surco en su cordura. Un sudor frío le bañaba la espalda completamente y se percibía un ligero temblor en su labio inferior. Apenas acertó a contestar.
—Sí… pero fue hace años—en su mente se desdibujaba una imagen que procedía de un rincón oscuro, olvidado—. ¿Está aquí?
El inspector asintió con la cabeza. La joven no portaba ninguna documentación. No había pronunciado una sola palabra desde que había sido detenida, pero exhibió un papel arrugado en el que se podía leer su nombre: Unai Bastierra Galíndez. Tras varios intentos de interrogatorio quedó claro que no iba a hablar, de modo que se decidió localizar a ese hombre que quizá podría arrojar algo de luz al caso. No fue difícil, pues en los últimos tiempos acumulaba varias detenciones. Su historia se relataba en el expediente: antiguo cabo 1º del Ejército, participó en una operación de rescate de un soldado de su equipo que había caído en una emboscada y se hallaba en poder de los talibán. La misión fracasó. Cuando, meses después, los últimos soldados españoles se retiraban de la agrietada tierra afgana, Unai desapareció. Sus superiores estaban seguros de que había desertado para continuar por su cuenta la búsqueda del soldado. No se supo nada de él hasta que apareció en un hospital psiquiátrico de Peshawar, en Pakistán. Desde su regreso a España, malvivía como la sombra de un zombi por las calles de Madrid.
—Queremos que hable con ella —pidió mientras el joven se mesaba los cabellos nervioso y desconcertado.
Minutos después entraba en la sala de interrogatorios. Se arrojó a sus pies y lloró desconsolado, abrazado a sus rodillas mientras ella le acariciaba el cabello con ternura. Hablaron en una lengua extraña que ni siquiera los traductores de urdu y farsi conocían. Luego él respiró muy hondo varias veces. Se puso en pie, la miró como si se estuviera despidiendo, dio media vuelta y se marchó.
El inspector lo alcanzó antes de que llegara la calle.
—Espere, no puede irse, tiene que hacer una declaración.
—No hay tiempo para eso.
— ¿Dónde demonios cree que va?
Unai jamás pensó que regresaría a la tierra que tan cruelmente había sacudido todos sus principios sobre la vida y la muerte.
— A Nuristán.
— ¿Y qué pasa con la chica, de qué han hablado?
—Yo no me preocuparía mucho por ella… —aclaró el joven.
Comprendió sus palabras cuando se dirigió a la sala de interrogatorios para ver a la detenida. Había desaparecido.

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15 comentarios

  1. 1. Don Kendall dice:

    Hola Bastián, ¡clap! ¡Clap! ¡Clap! .… “Siempre tome al lector por la garganta en el primer párrafo, hunda sus pulgares en su tráquea en el segundo, y sosténgalo contra la pared hasta la línea final.”
    Me ha gustado mucho el capítulo. Y dejas al lector “al borde del precipicio”. Muchas gracias por compartir este trabajo y me tienes pendiente de los nuevos derroteros. Hay tema jeje…
    Un abrazo y salud
    #221 “Camino de Canfranc”

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 00:03
  2. 2. Andrés Scribani dice:

    Enhorabuena, Bastián.

    Muy cuidado, con buen manejo de los detalles, y gran precisión en las descripciones.

    Felicitaciones, no pude encontrar algún fallo o detalle a mejorar, es una obra muy pulcra. Y cumples perfectamente con los requisitos y el reto del taller.

    ¡Buen trabajo! Saludos

    P.D.: Gracias por el tener el esmero de colocar referencias reales… muchos descuidan eso.

    **Estaría agradecido de saber tu opinión sobre mi relato, es el 195. “¿Por qué #$!@ tu perro me dice esas cosas?”
    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-32/5108#comment-71589

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 21:47
  3. 3. Bastián Robinson dice:

    Para Don Kendall:
    Hola camarada! Qué bueno que viniste… como decía Seaber. Gracias por pasarte por mi relato tan rápido y me alegro mucho de que te haya gustado. Para mí es una excusa perfecta para volver al Afganistán que tantos recuerdos ha dejado en mi vida.
    Por otro lado te adelanto que estoy deseando hincarle el diente a ese capítulo de título canfranero, un pueblo (y estación) que conozco muy bien, de modo que en cuanto pueda me paso. ¿Quién sabe si encontraré al Maño en alguno de sus andenes perdidos, o camino a la Barceloneta?
    Gracias y un abrazo

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 08:41
  4. 4. Bastián Robinson dice:

    Para Andrés Scribani:
    Me alegro mucho que te haya gustado mi capítulo, y te agradezco que te hayas pasado tan rápido. estaré encantado de leer el tuyo en cuanto pueda. De momento el título es muy sugerente, ahí ya te has ganado en parte al lector.
    Un saludo

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 08:44
  5. 5. Carlos Carrasquero dice:

    Hola Bastián

    Leí tu relato, tienes buena redacción y manejas bien los diálogos. El tema de suspenso, se siente…Continuaré leyendo la segunda entrega…

    Un abrazo,

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 00:54
  6. 6. Paola dice:

    Hola, Bastian…Que bonito!!

    No se parece en nada al anterior, este es muy real, tangible.
    Tu pluma corre sola. Escribes muy bien.
    El relato lo tiene todo: intriga, misterio y suspense…
    Ahh, no le hagas caso a Don Kendal, al lector hay que tratarle bien después de todo es el que te va a dar de comer!!
    Nos leemos

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 21:17
  7. 7. Alicia dice:

    Bastian,

    Que historia tan interesante, me atrapó. De verdad que quiero leer la próxima entrega. Me encanta como describes a Bastierra, me lo pude imaginar sin dificultad.

    La escena cuando las personas se asustan ante la mujer bomba, también. Aunque el Inspector parace muy blando para tener un caso como este en sus manos.

    De verdad de algunas de las mejores historias que he leído en este enriquecedor blog. Gracias por compartirlo.

    Paricipación 193

    Escrito el 25 febrero 2016 a las 02:13
  8. 8. Bastián Robinson dice:

    Para Alicia:
    Gracias por tus comentarios alentadores, eso siempre anima a seguir en la procelosa senda de la escritura. Ah, y tomo buena nota de tu comentario sobre la personalidad del policía.
    Un saludo y nos leemos!

    Escrito el 26 febrero 2016 a las 07:58
  9. 9. Bastián Robinson dice:

    Para Paola:
    Gracias por pasarte por mi relato y por tus amables comentarios, siempre es un placer que a alguien le guste o que escribes.
    Jajaja, el comentario de Don Kendall es un poco radical, pero yo también reconozco que me gusta retorcer mucho las escenas hasta que a veces se me van de las manos…
    Voy a hora mismo a leer tu entrada.
    Gracias y nos leemos!

    Escrito el 26 febrero 2016 a las 08:01
  10. 10. Bastián Robinson dice:

    Para Carlos Carrasquero:
    Gracias por leer mi capítulo y me alegro mucho de que disfrutaras. Espero que pueda haber una continuación… aunque reconozco que no hay ningún proyecto concreto…
    Un saludo y nos leemos!

    Escrito el 26 febrero 2016 a las 08:04
  11. 11. Earendil dice:

    Saludos Bastián Robinson.
    Sólo puedo unirme a las felicitaciones. Me ha encantado tu trabajo. Enhorabuena.
    Se me había quedado una espinita clavada tras el comentario que te dejé en tu anterior relato, que no llegué a entender del todo, pero me alegro de haber pasado por aquí de nuevo para disfrutar de tu escrito.
    Un saludo, nos leemos.

    Escrito el 28 febrero 2016 a las 20:54
  12. 12. Bastián Robinson dice:

    Para Earendil:
    Gracias por pasarte por mi trabajo, y sobre todo por tus comentarios, que animan mucho a seguir escribiendo.
    No fuiste el único que no acabó de entender muy bien mi anterior trabajo y además reconozco que es un defecto recurrente en mí: en mi cabeza todo está claro, en el papel es otro cantar, jajajaja Aún así tus comentarios fueron muy constructivos, que es al fin y al cabo de lo que nos “alimentamos”. Me alegro que este te haya gustado
    Curiosamente ya le había pegado un primer vistazo a tu relato, y espero poder pasarme mañana a leerlo tranquilamente.
    Saludos y nos leemos

    Escrito el 28 febrero 2016 a las 22:16
  13. 13. beba dice:

    Hola, Bastián:
    Me gustó tu estilo pulcro y elegante. También, las imágenes afectivas y físicas de los personajes; todo, ubicado en un clima apropiado de enajenación: “Pesadillas pertenecientes al pasado parecían estar abriendo un surco en su cordura”, es una construcción preciosa que encierra una profunda síntesis emocional.
    Buenos augurios para tu novela.

    Escrito el 29 febrero 2016 a las 14:26
  14. 14. Roger/NHICAP dice:

    Hola Bastián,
    Estupendo relato para un primer capítulo de la novela. Me ha gustado la narración que destaca por la claridad y la naturalidad que mantienes a lo largo del texto.
    Buena redacción y empleo del lenguaje para facilitarle al lector que se centre totalmente en la historia de intriga y suspense que consigues crear: muy realista y actual.
    Buen trabajo
    Gracias por pasarte por mi relato
    Un abrazo

    Escrito el 29 febrero 2016 a las 17:09
  15. 15. Bastián Robinson dice:

    Para Beba:
    Gracias por haberte pasado por mi texto. Me congratula enormememnte que te haya gustado… siempre es un placer que lo que uno escribe sea agradable a los ojos del que lo lee. Tienes razón, me encanta el lenguaje poético, y creo que hay una conexión especial de la literatura con su hermana (¿mayor o menor?) lírica. Bebo tanto de Borges, de Alberti o de Baudelaire que a veces me paso, jajaja
    En todo caso muchas gracias otra vez y espero que nos sigamos leyendo.
    Saludos y nos vemos en tu texto (aunque ya sea marzo)

    Escrito el 1 marzo 2016 a las 06:01

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