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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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¡BAJANDO! - por Luis Ponce

Como todos los días, a las siete y quince de la mañana, Xavier Contreras, cuarentón, divorciado, profesor de Castellano en un colegio fiscal y pertinaz aprendiz de Don Juan, cerraba maquinalmente la puerta de su departamento en el séptimo piso del edificio El Volado. Oprimía el botón del ascensor y apostaba mentalmente consigo mismo, tratando de adivinar el vestuario que traería esa mañana Mónica Larriva supervisora de un almacén de ropa femenina, inquilina del piso once que puntualmente coincidía con él a esa hora en el elevador. Como siempre las opciones de acertar eran escasas, por la variedad del guardarropa de la aludida. Sin embargo cuando se abría la puerta de la caja metálica, y el interior resplandecía con la presencia de la vecina, la siempre agradable sorpresa visual que se llevaba Contreras le hacía olvidar todas las apuestas.
Con una leve inclinación de cabeza para ocultar su incipiente calvicie y fingiendo un caminar a lo “Obama”, ingresaba en el ascensor, sin despegar sus ojos de la admirable figura de la inquilina. Ella contestaba el saludo con un cortante “buenos días”, pero traicionaba la frialdad verbal con un lenguaje corporal que incluía un mohín y una elevación exagerada de sus globos oculares que permitían apreciar las escleróticas; todo esto acentuado por su manera provocadora de vestir. Las hormonas de Contreras entraban en ebullición.
El profesor se concentraba en un juego mental que ejecutaba diariamente durante los segundos que el elevador tardaba en recorrer desde el séptimo piso hasta la planta baja. Cuando hacían el recorrido a solas, el descenso era dolorosamente raudo. Pero cuando otros residentes coincidían en el traslado, el tiempo de que disponía para su ejercicio cerebral era más dilatado y el disfrute inconmensurable. Lo ideal era que dos personas suban al ascensor entre su piso y el nivel de la calle, cada una en piso diferente; pero que después de ingresar tomen una ubicación secundaria en el fondo del elevador para que no interfieran con su campo visual que abarcaba lascivamente el cuerpo de Mónica. El juego consistía en ir calificando la contextura corporal de la vecina siguiendo un orden preestablecido. Para eso, la noche previa Xavier consultaba el diccionario de la Real Academia de la Lengua y escogía la terminología que mentalmente utilizaría a la mañana, siguiendo minuciosamente el orden alfabético del diccionario.
En este mes ya habían llegado a la letra t y Xavier iba repasando mentalmente los calificativos que le daría si la tuviera en sus manos: tentadora, tocable, tortuosa, transitable, traspasable, trajinable.
Mientras recordaba mentalmente las páginas del diccionario, sin ningún tapujo recorría visualmente cada una de las curvas de la vecina, quien se deleitaba con esa mañanera intromisión descarada en la sinuosidad de su anatomía.
Es más, disfrutaba el tener un esclavo sexual permanente que no requería manutención, pero que elevaba su ego placenteramente, lo que le permitía salir al trabajo con la moral muy alta y dispuesta a comerse el mundo.
Estaban los dos ensimismados en sus disquisiciones, cuando fueron interrumpidos por el ingreso de un mozalbete con facha de universitario veinteañero atado a un Ipod, que subió en el segundo piso.
Los ojos de Mónica perpetraron en el novel, el mismo atropello que Xavier efectuaba con ella, y como el resultado parecía ser agradable a sus sentidos, sonrió con los ojos y musitó algo parecido a una insinuación, lo que consiguió un calificativo de Xavier enmarcado en la letra del día: traición.
No terminó de abrirse la puerta del elevador al llegar a la planta baja, cuando ya Contreras estaba en la vereda opuesta, con el ceño fruncido, refunfuñando y fastidiado por la actitud de su vecina.
Pero Mónica había aprendido de la práctica diaria y basada en su propia experiencia, dejó salir primero al mozalbete para poder disfrutar con una panorámica posterior, mientras el joven se alejaba ajeno al abuso sexual del que era objeto.
Luego ella se lanzaba feliz a la calle con un nuevo tipo de sonrisa: la de la dominadora.
A partir de ese día, Xavier cambió de turno para el horario vespertino del colegio, dejó de apostar consigo mismo y empezó a odiar a las mujeres que impúdicamente se aprovechan de la debilidad de los hombres.
Mónica renunció a su puesto de supervisora y consiguió un nuevo empleo de ascensorista en un gran edificio de oficinas, con cientos de caballeros infaltables todos los días, donde da rienda suelta a su recién estrenado voyerismo.

Apuesto a que no durará en el trabajo.

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19 comentarios

  1. 1. Jose Luis dice:

    Hola Luis
    Gran relato el tuyo, lleno de ironía y humor. Muy bien contado y descrito; hay algunas metáforas muy buenas. La única pega que he visto es que hay tiempos verbales que se mezclan dentro del cuento.
    Un saludo

    Escrito el 17 marzo 2016 a las 21:43
  2. 2. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Hola Luis. Tu virtud de competir sin importar los calificativos o el reto en perspectiva hace de tus escritos una delicia de lectura. Yo, al igual que tu solterón aprendiz de Don Juan, me vi en la necesidad de usar el diccionario para entender la descripción que hiciste de las hormonas de Contreras que entraban en ebullición. El significado de la susodicha palabra es cuándo “la materia pasa de estado liquido a gaseoso”. Así es que, mi imaginación tiene la idea perfecta pero mi entendimiento sigue sin comprender. Luis Ponce te felicito.

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 06:26
  3. 3. Caritobel dice:

    Hola Luis Ponce.

    Coincido con Luis en el tema de los tiempos, se me hizo medio mezcolanza en algunos lugares. Seria un tema para ver en este relato.
    En esta frase:
    “cada una en piso diferente” me parece que falta un “un”- o yo se lo agregaría por pura estética-

    Te advierto que estoy aprendiendo así que no puedo ser muy exhaustiva con el tema de correcciones, puede que pase de largo algunas cosas o yo misma me equivoque.

    En cuanto a la historia.

    ¿Se puede considerar un observador como esclavo sexual? Me pareció algo exagerado, jajaja, o la chica con mucho ego – a modo de comentario nomas-

    La historia tenía cierta fluidez muy agradable hasta que medio se cortó con la llegada del muchacho universitario, yo sentí que de pronto la historia se pincho y el final fue medio en picada. El final podría haber sido mucho más interesante, pues la historia tiene un gran potencial.
    Es más creo que en el final no se cumple con el reto adicional – a la manera en que yo lo entendí- porque ya no están en el ascensor.

    Yo revisaría algunas de esas cosas, pero en general vas muy bien.

    Por lo pronto te seguiré leyendo, y esperando ver tus avances.

    Gracias por compartir tu relato, es bueno leerte.

    Si tenes ganas de pasarte por el mio es el 194.

    Saludos.

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 06:44
  4. 4. Ratopin Johnson dice:

    Hola Luis

    Muy bueno, muy divertido. Está muy bien descrito ese paso de “observada” u “objeto” a como tú dices “domninadora”. Y el paso de él de “observador” a “traicionado”. Genial como aparece la palabra traición, después de las otras con “t”.
    Es muy visual todo el relato, y con muchos detalles, y mucho vocabulario, lo cual me ha hecho disfrutar el doble.
    El final me parece fantástico también, y con mucha fuerza.
    Hay un párrafo un poco extraño en cuanto a los tiempos verbales.
    ” Lo ideal era que dos personas suban al ascensor entre su piso y el nivel de la calle, cada una en piso diferente; pero que después de ingresar tomen una ubicación secundaria en el fondo del elevador para que no interfieran con su campo visual que abarcaba lascivamente el cuerpo de Mónica.”
    Creo que quedaría mejor con “subieran”, “tomaran”, “interfirieran”

    Saludos, me ha encantado

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 21:20
  5. 5. Miriam Torres dice:

    Buenas noches.

    No te imaginas lo que me he podido reír leyendo tu texto. Me imagino a ese hombre montado en el ascensor haciendo su ejercicio mental de contención mientras observa a la vecina y el rebote que se pilla cuando se siente traicionado por ella.

    Está muy bien descrito, es muy ameno y cumple el reto a la perfección.

    Realmente es algo que puede pasar en cualquier lugar, ya que todos tenemos ojos (y algunas veces se nos van).

    Enhorabuena.

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 21:57
  6. 6. Werchy lam dice:

    Hola Luis,
    La idea no está mal, aunque se acerca no es la típica fantasía sexual que se espera.
    La concordancia de verbos que te resalta Ratopin Johnson es cierta y desequilibra el desarrollo del texto. Quizas haya sido un despiste o falta de tiempo al revisar. A veces, al menos yo, andamos con mucha prisa.
    Otra cosa; ¿Quién es el narrador? ¿Él o ella? Si no tuviéramos que adaptarnos a esas 750 palabras no sería importante porque podrías hacer un salto, pero con tan poco margen es mejor que siga siendo él quién ve , quién siente y quién interpreta. Más que nada porque no da tiempo.
    Globos oculares chirría bastante porque no estás en una clínica de oftalmología. Nadie piensa en términos clínicos. Quizás no querías repetir los ojos, pero podías haber utilizado mirada.
    De cualquier forma, no esta mal y la idea de introducción para el diccionario, y los términos con la letra T, me ha gustado mucho.
    Estoy en el 82.
    Hasta pronto

    Escrito el 19 marzo 2016 a las 12:32
  7. 7. Juana Medina dice:

    Hola Luis,
    Como a todos los compañeros me han molestado un poco la falta de concordancias verbales, fuera de eso… me encanta tu humor, el relato es muy ameno y está muy bien llevado; y aunque no se trate de una verdadera traición, en la fantasía del pobre Xavier Contreras sí que lo es.
    Enhorabuena
    Nos leemos

    Escrito el 19 marzo 2016 a las 19:27
  8. 8. Nic-Is dice:

    Hola Luis.
    En verdad tu relato es muy divertido, y es de fácil lectura.
    Lo formal ya te lo mencionaron. La historia es original, porque estando cerca del cliché de la pareja y la atracción física, se escapa por la tangente de la relación platónica. Me encanta que se haya sentido traicionado. Hasta se indignó y se salió primero.
    Tu narrativa es de esas que atrapan. Buen trabajo.

    Escrito el 20 marzo 2016 a las 06:15
  9. 9. Luis Ponce dice:

    Hola compañeros: gracias por los comentarios. No he contestado antes pues vuelvo de una cirugía ocular.
    José Luis, tiene razón, ése es mi punto flaco.
    Osvaldo Mario Vela Sáenz es una metáfora que me he permitido usar dado el estado de frustración mental de Contreras.
    Caritobel, el “un” del piso diferente lo corté para entrar en las 750 palabras, puede ser que el final se haya ido en picada pues bajaba en el ascensor.El final si cumple el reto, pues Mónica vuelve a trabajar en un ascensor.
    Ratopin Johnson tienes razón, se me pasó, gracias.
    Miriam Torres, gracias por tu generosidad.
    Werchy lam si te chirría “globos oculares” puede ser porque estaba vísperas de una operación oftalmológica.
    Gracias Nic-Is, captaste el sentido.
    Ya paso por cada uno.

    Escrito el 20 marzo 2016 a las 16:24
  10. 10. DIASPORA dice:

    Hola,Luis Ponce.
    Gracias por tomarte el tiempo para leer y comentar mi relato. Tus palabras fueron animadoras para este aficionado al bello arte de escribir.
    Ahora bien, pasando a tu historia, debo decirlo con honestidad, me gustó la fluidez de la narración. Es evidente la vocación por las letras.
    Pero como nada es perfecto, hubo algunos detallitos por ahí.Los compañeros han dejado sus comentarios. Algunos han sido acertados, otros los tomo como puntos de vista muy personales,por lo tanto cuestionables. Sigue el camino.
    NO SUELTES LA ANTORCHA.

    Escrito el 22 marzo 2016 a las 04:52
  11. 11. Celeste dice:

    Hola Luis! Te devuelvo la visita y te comento que tu relato me gustó, coincido con los aportes técnicos que te escribieron los compañeros.
    Me gusta la forma en que cuentas todo sin diálogos, los pensamientos y gestos están logradísimos y las palabras claves encajan perfecto.
    Solamente (como gusto personal) no me convence el título.
    Espero que te encuentres bien de la vista, yo pasé por tres operaciones muy dolorosas pero ahora estoy muy feliz 🙂
    Espero leerte el próximo mes!! Saludos!!!

    Escrito el 24 marzo 2016 a las 08:30
  12. 12. KMarce dice:

    Saludos Luis Ponce:

    Me ha agradado mucho tu texto, y creo que lo has encajado muy bien con lo obligado de las palabras, calzadas muy bien dentro del texto.
    Lo único que veo que no te han mencionado, en cuanto a las mejoras, es las palabras terminadas en -mente. A vuelo de pájaro he contado trece. Muchas separadas en diferentes oraciones, pero muy cerca unas de otras. Para un texto tan pequeño, solo setecientas cincuenta palabras, me parece mucho.
    Recuerda que todos esos -mente, pueden ser cambiadas a la palabras simple: punutalmente/puntual, diariamente/ a diario, dolorosamente raudo/el raudo doloroso, lascivamente/con lascivia, minuiciosamente/minucioso, impudicamente/provocativas o desvergonzadas, y has usado cuatro veces la palabra “mentalemente”, una de ellas puede eliminarse, sobre todo la de la frase: “terminología que * utilizaría en la mañana”. Ya que “mentalmente”, no encaja en la oración, ya que sería usada ¿mentalmente al día siguiente?

    Por lo demás, ha sido una lectura muy fácil de llevar, sin grandes tropezones y con mucha fluídez, en donde con cierta dósis de humor, nos haces ver lo díficil que es la vida de un cuarentón recién divorciado con mujeres de esa talla.
    ¡Nos leemos!

    Escrito el 24 marzo 2016 a las 23:59
  13. 14. Cryssta dice:

    Hola Luis, gracias por pasarte a leer mi relato, el tuyo me ha gustado mucho, mucho.

    Aparte de lo de los tiempos verbales, que ya te han dicho varios compañeros, yo he echado en falta unas cuantas comas. recuerda que las aclaraciones se ponen entre comas, como por ejemplo “supervisora de un almacén de ropa femenina”, hay más pero te dejo que las busques tú.

    “El Volado” y “t” tienen que ir entre comillas.

    Yo pondría mejor “Ella contestaba al saludo”.

    Lo de los globos oculares choca porque tenías que haber puesto “una elevación exagerada de sus párpados superiores”, al subir los párpados se muestra más del globo ocular, por eso se ve más esclerótica.

    Espero haberte ayudado. Un abrazo.

    Escrito el 28 marzo 2016 a las 12:03
  14. 15. Conchi dice:

    Hola Luis, soy Conchi:
    Creo que me llevas mucha ventaja,tienes una técnica que yo no tengo, y me resulta importante que me corrijas, pues puedo aprender mucho de ti.
    Agradezco tu critica, y la solicito encarecidamente. Pero me has dejado con la miel en los labios. ¿Sería mucho pedirte que me aclararas conceptos, o me orientaras sobre ellos? ejemplo: El uso de los guiones largos en los diálogos tienen sus reglas, igual la manera de expresar los pensamientos entre comillas.
    Yo creí que los guiones largos estaban bien puestos. ¿Podrías decirme donde encontrar esas reglas?
    Por todo lo demás, muchas gracias por hacermelo ver.

    Ahora no tengo mas tiempo, pero intentaré comentar tu relato aunque no soy muy buena, pero te aseguro que me esforzaré por hacerlo, aunque me cueste criticar a quien me hace una critica tan buena.

    Escrito el 29 marzo 2016 a las 09:21
  15. 16. Vespasiano dice:

    Hola Luis:
    Tu relato me ha parecido original y me ha hecho pensar en lo atractiva que sería aquella mujer de la cual Xavier Contreras no quería perderse un detalle “maldiciendo” al usuario del ascensor que se interpusiera entre el cuerpo de la joven y su mirada.
    Ya te han comentado muchos y buenos compañeros que te han señalado aquello que han visto mejorable.
    Por eso yo apenas quiero dejar testimonio de mi paso por tu historia que me ha parecido excelente.
    Felicidades.

    Escrito el 29 marzo 2016 a las 21:51
  16. 17. Roger/NHICAP dice:

    Hola Luis,
    Estupendo y divertido relato. Me ha gustado la narración, bien escrita e imaginativa -excelente el recurso para incluir diccionario y traición- que se lee con fluidez.
    En cuanto a la forma, las terminaciones en -mente (son 14 pues incluyo permanente)son exageradas por sonoridad estética (cinco en el tercer párrafo), pero afecta más al texto, el empleo de “suban..tomen..interfieran” en el párrafo que indica Ratopín.
    El final es muy bueno.
    Hasta otra. Un abrazo.

    Escrito el 31 marzo 2016 a las 09:05
  17. 18. Marazul dice:

    Hola Luis, espero que estés ya recuperado de tu cirugía ocular. Entiendo que dadas las circunstancias tu relato esté centrado en eso: en la visión diaria de la insinuante Mónica. Me ha gustado mucho tu relato. Tiene lo que para mi es esencial: buena caracterización de los personajes, fluidez en la lectura (el lector se “desliza” sin encontrar obstáculo alguno) y sentido del humor.
    “Caminar a lo Obama” y hacer referencia a las “escleróticas” me ha hecho sonreír. También me parece muy ingenioso relacionar el orden alfabético del diccionario con la terminología que utilizaría a la mañana siguiente. Lo de esclavo sexual me ha encantado jeje….
    En cuanto a la abundancia de terminaciones en mente, pues “probablemente” en un repaso se pudiera prescindir de alguna.
    Un relato excelente y entretenido. Me ha gustado leerte.
    Un saludo. Marazul

    Escrito el 31 marzo 2016 a las 20:54
  18. 19. Mariaje dice:

    Hola Luis,
    te devuelvo la visita muy tarde, ya con muchos comentarios anteriores al mío. Discrepo con unos, concuerdo con otros, aquí te dejo mi pequeño aporte.
    Lo primero, es que creo que deberías ser más generoso con las comas, falta el aire al leer algunas frases.
    En “Lo ideal era que dos personas suban al ascensor entre su piso y el nivel de la calle…” ese imperfecto de subjuntivo escurridizo … Debería ser “subieran”, “tomaran”, “interfirieran”.
    Y tengo que admitir que he tenido que consultar el diccionario en varias ocasiones para saber si un término era correcto, ya que usas vocablos poco coloquiales. No sé si eso es bueno o malo, jeje, yo personalmente abogo por la simplicidad, pero tengo que decir que he aprendido un par de palabras. Me refiero por ejemplo a “contextura corporal“, “escleróticas“, “disquisición”. También hay términos que no sé si están correctamente usados en ese contexto, por ejemplo, “dilatado” aplicado a tiempo o “novel” para el chico que acaba de entrar en el ascensor. Nunca lo he oído, pero bien puede ser que sea yo. ¿Quizás querías hacer un guiño a la afición del protagonista a consultar el diccionario de la RAE?
    También hay grandes frases; ese “un esclavo sexual permanente que no requería manutención”… jaja. Muy buena. Y el final: Como esos cartelitos que aparecen al terminar las películas basadas en hechos reales, contando lo que fue de los protagonistas, me pareció lleno de humor y muy ingenioso.
    Resumiendo, me ha gustado la evolución de los personajes, hay que ver para lo que da un viaje en ascensor. El final; estupendo.
    Un saludo

    Escrito el 25 abril 2016 a las 09:08

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