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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Cura alternativa - por Osvaldo Mario Vela Saenz

Las puertas del ascensor, color acero inoxidable, del O’Quinn Medical Center de Baylor University se abrieron con simetría. Jorge nunca había notado esa armonía de deslizamiento del elevador. Últimamente lo regía nueva forma de ver la vida; la perfección le llenaba. Su viaje terminaría en el piso catorce, planta que era morada del consultorio de su amigo de la infancia, el Dr. Manuel González
Seis meses atrás enfrentó una seria enfermedad; tumor canceroso invadía con entretejido avance todo su vientre. Evento insólito pues nunca sintió malestar alguno, solo sufrió un desmayo que lo privó inconsciente por cinco minutos. Por recomendación médica de su coterráneo se le hicieron todo tipo de exámenes y tomografías dando como resultado una condición irreversible. Su cáncer era inoperable.
Una vida de bonanzas atribuidas a su desempeño como abogado del despacho Martínez Law Firm se veía castigada con la peor traición a su plan de vida, su existencia se volvía un martirio físico y mental; algo nunca esperado por él. Pensaba en las tribulaciones que debían sobrellevar su esposa Silvia y su hija Carla.
—Jorge a tu condición ya le ocurrió la “metástasis”.
Al oír de los labios del médico amigo aquella palabra que no entendía, su mente padeció de sordera voluntaria ante lo que escuchaba. Era tan profundo su miedo que prefirió no preguntar lo que significaba. El espíritu de lucha, innato en él, se negaba a reconocer su afección y preguntó.
—Bueno Manuel y ¿Ahora que sigue para mí?
—Mira, lo mejor que hay es la quimioterapia, más yo sé que tú no vas a ir de acuerdo. Nosotros, los practicantes de la Ciencia Alópata, no tenemos respuesta para tú condición.
—Sí es así, yo no deseo ni cirugía ni tratamiento que trastorne mi vivir; quiero meditar lo que será mi postura a solas. Por ahora, todavía no me agobian las dolencias.
Recordaba que lo primero que hizo al llegar a su casa fue tomar el diccionario. Él prefería enterarse por injerencia propia de lo severo de su mal. Como paciente, prefería auto sugestionarse de que su padecimiento era curable. Leyó clara la definición de metástasis: “Tumor maligno que abandona su origen para propagarse al resto del organismo”
En aquel momento se dio cuenta que su ignorancia en lides de salud era aliada de sus esperanzas.
Años atrás un amigo recibió un consejo del ciber-espacio para aliviar su cáncer terminal. La pócima recomendada consistía en tomarse un licuado de sábila con miel de colmena y mezcal al despertar y luego repetir la misma dosis antes de dormir. Recordaba la renuencia de su amigo a tomar el medicamento por su sabor tan amargo; desafortunadamente el cáncer cumplió su cometido, murió.
Jorge entonces hizo uso de las redes para buscar una cura a sus males en la “Ciencia Alternativa de la Salud”. Ahí se encontró infinidad de relatos testimoniales en curaciones milagrosas. La positividad contenida en todos ellos le daba esperanza.
A él, por muy desagradable que fuese el degustar del medicamento, no le importaría. Además le agregaría suficiente mezcal aunque lo embriagara, al menos así, sí las penas con pan eran buenas con borrachera serían más llevaderas.
El timbre del séptimo piso lo despertó de sus divagares. El ascensor abrió sus puertas para subir más pacientes. El reflejo de aquellos rostros era igual al que él mostrara al enterarse de su padecimiento. Pero en esta ocasión, su imagen irradiaba seguridad por haber resistido los embates del cáncer. Regresó de nuevo a sus recuerdos.
Lo que vino después no fue fácil para él y para su familia que lo cuidaba hasta el desvelo. La dieta rigurosa, a la que se obligó, muchas veces lo plantó al borde de la renuncia. El apoyo recibido y su perseverancia rindieron frutos: logró con mucho esfuerzo el equilibrio físico, que aunado al ejercicio, le aseguraban que la vida continuaba.
Un día antes recibió, por correo electrónico, noticias de los nuevos exámenes. Manuel le aseguraba que el tumor había desaparecido; no quedaban ramificaciones.
Al escrutar su caso en retrospectiva se preguntaba que como era posible una recuperación tan cabal a sus deseos y se dijo: o la mente humana es muy poderosa o la fe mueve montañas.
El ruido de la campañilla del piso catorce plasmó en su rostro una sonrisa, aquellos resultados de los exámenes eran para él cómo recibir un trofeo a su tozudez y a su visualización. Esperaba que no se le rodaran las de cocodrilo al recibirlos. Para beneficio de muchos agregaría su testimonio a la red.

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23 comentarios

  1. 1. Verso suelto dice:

    Oye, pues me parece que has conseguido inventar un lenguaje muy original que le da a la historia una gran verosimilitud. Realmente creo que has creado un personaje con este Jorge que con esa mirada puede protagonizar muy buenos relatos.
    Me ha gustado leerte. ¡Felicidades!
    Si te quieres pasar por el mio estoy en el 182.

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 12:04
  2. 2. Jose Luis dice:

    Hola Osvaldo
    Muchas gracias por leer mi relato y por tu reseña. Voy a leer el tuyo y a reflejar lo que me parece.
    A nivel formal he encontrado esto:
    Últimamente lo regía nueva forma de ver la vida ———– Últimamente lo regía una nueva forma de ver la vida
    Al primer párrafo le falta el punto y aparte.
    enfrentó una seria enfermedad; tumor canceroso invadía ———————— —- —– enfrentó una seria enfermedad; un tumor canceroso invadía
    un desmayo que lo privó inconsciente por cinco minutos. ———————- creo que en este caso hubiera sido mejor usar el verbo dejar (dejó) en lugar de privó
    y preguntó.
    —Bueno Manuel y ¿Ahora que sigue para mí? —————-
    y preguntó:
    —Bueno, Manuel, ¿y ahora qué sigue para mí?
    más yo sé que tú no vas a ir de acuerdo ————– mas
    tú condición ——— tu condición
    sí las penas ———- si las penas
    como era posible ———- cómo era posible
    cómo recibir un trofeo ——– como recibir un trofeo
    En cuanto al contenido, narras una historia de superación personal y lo describes muy adecuadamente, respetando los tiempos y llegando al final de la trama sin saltarte los pasos. Es un cuento entretenido con final feliz, como me gustan más los finales.
    Un saludo

    Escrito el 18 marzo 2016 a las 15:28
  3. 3. KMarce dice:

    Saludos Osvaldo:
    Leyendo a discresión, he buscado tu relato. Como siempre, muy ameno y placentero de leer.
    Coincido con las mejoras que te ha mencionado José Luis, creo que la frase: “color acero inoxidable”, no es un color, sino un material.
    Me he confundido con esta expresión:
    —Mira, lo mejor que hay es la quimioterapia, más yo sé que tú no vas a ir (estar) de acuerdo. Nosotros, los practicantes de la Ciencia Alópata, no tenemos respuesta para tú condición.

    Creo que sí es médico “tradicional”, recomendaría una quiomerapia como la única alternativa, aunque sin garantias, solo para “mejorar la calidad de vida”; pero no se expresaría a sí mismo como “ciencia alópata”, porque es más bien un termino usado por los médicos hemeóptas al referirse a esta medicina en particular. Es como si un homeópata se exprese de sí mismo “como un médico de seudóciencia” término usado por los medicos occidentales a todas las ciencias que no son “cientificas” y aprobadas por ellos.

    En cuanto al contenido, ¿qué puedo decirte? Mi madre estuvo más de doce años con médico, y penosamente nunca le detectaron la enfermedad sino hasta ser demasiado tarde, después de tener el diágnostico ella falleció solo dieciséis días después. Al contrario mi papá, con médicos para todo, solo le daban medicamentos tradicionales para “proteger” su corazón, pero un día sufrió un infarto que lo dejó hospitalizado; el diágnostico fue cirugía. Pero él temía que por su edad fallecer en el quirófano, e inclusive tuvo que ser retirado de la sala de operación en el mismo momento, porque su corazón no lo resistiría. Optó por la medicina hemeópatica y fue esa “medicina alternativa” la que le ha prolongado su vida, ya que su padecimiento fue erradicado sin ninguna intervención quirúrgica. Eso ya más de seis años y sigue dando guerra.

    Así que me ha gustado mucho tu relato, porque yo sí creo en que la fe mueve montañas, que la mejor medicina está en la naturaleza y que no podemos ser necios al no buscar la salud en lo que fue creado “para ser bueno”, tal como Dios lo vio.
    Una sincera felicitación, ¡nos leemos!

    Escrito el 19 marzo 2016 a las 04:16
  4. 4. Manoli VF dice:

    Hola Osvaldo. Por tus comentarios en un relato anterior he llegado a este en el que, según creo entender por lo que has dicho, reflejas una vivencia que te tocó vivir de cerca. Comparto en este caso tu dolor por la perdida de tu hermano porque también yo pasé por esa experiencia y no hay nada que pueda decirte salvo que me gusta que, en este relato, le hayas dado otra vuelta de tuerca y hayas abierto una esperanza con esa cura alternativa.

    No seré yo quien juzgue sobre la forma o puntuación dado el tema tratado.

    Un gran abrazo y, de nuevo, mi apoyo.

    Escrito el 19 marzo 2016 a las 17:02
  5. 5. Vardolac37 dice:

    Osvaldo, muchas gracias por comentar mi trabajo. Es cierto, se trata de un relato mucho más extenso de aproximadamente 9 páginas y como bien sabes, solo tenemos 750 palabras, aunque es importante resaltar que esta técnica de limitación, me está ayudando en mis relatos, más que todo, a ir al grano, a ser directo, y así evitar el aburrimiento tanto para mí, como para el lector. Es por eso que sigo esta página.

    Gracias nuevamente

    Escrito el 19 marzo 2016 a las 20:17
  6. 6. Candi Fuentes Arroyo dice:

    Hola, Osvaldo:
    Me ha gustado tu relato, la historia y el final, ese espíritu de superación.
    Veo que te presenta al reto y eso no lo cumples, porque el reto suponía que todo tenía que ocurrir en un ascensor, pero el relato es muy bueno.
    Al igual que te han comentado otros compañeros, la puntuación tienes que revisarla.

    Si quieres leer el mío, estoy en el 20.

    Un saludo.

    Escrito el 19 marzo 2016 a las 21:46
  7. 7. Luis Ponce dice:

    Hola Oswaldo:
    Un relato cruentamente real y actualizado. Me parece que como parte del mismo consiste en recuerdos y pensamientos, el protagonista no abandona el elevador, es decir todo el tiempo real transcurre en el ascensor, con breves fugas mentales. Como siempre el aporte de KMarce es un tratado y siempre aprendemos.
    Estoy de acuerdo con José Luis en la parte técnica.
    Gracias por tu generoso comentario en mi relato.

    Escrito el 20 marzo 2016 a las 17:37
  8. 8. Demetrio Vert dice:

    Hola Osvaldo.

    Me ha gustado tu relato. No añado nada a los comentarios ya recibidos sobre sintáxis y grámatica.

    Si quisiera hacer alguna observación en cuanto a algún pequeño detalle de la estructura.

    No queda claro si Jorge toma el brebaje que su amigo no tomó. En sus recuerdos está el deseo de tomarlo, la intención d hacerlo, agregando si cabe más mezcal, pero después, cuando Jorge “vuelve a sus recuerdos” repasa las dificultades, los cuidados de la familia, la dieta y la perseverancia, pero no se dice nada del brebaje. E cierto que la imaginación del lector puede llevarle a imaginar acciones no escritas pero siempre que una lógica posterior, o anterior, lo confirme.

    “Un día antes recibió…”. ¿Un día antes de cual? Tampoco se precisa en el texto.

    No es que piense que se deba escribir como escriben los notarios o los jueces, pero hay muchas maneras de situar al lector en el lugar y en el tiempo de la acción sin que parezca una sentencia judicial.

    Hay un detalle en el cuento que me parece maravilloso. “Jorge nunca había notado esa armonía de deslizamiento del elevador. Últimamente lo regía nueva forma de ver la vida; la perfección le llenaba”. Es decir, como un ser (cualquier ser) cuando ve las orejas del lobo, cambia automáticamente su percepción de la vida. Lo que a partir de entonces le importa, que ya no es lo que le importaba antes. Todos esos matices que nos convierten en otro.

    Buen relato.

    El mío no ha sido publicado este mes porque fui “traidor” en lugar de cometer “traición”.
    Quién tenga curiosidad por leerme me lo puede solicitar. Lo remitiré agradecido.
    demetriovert@gmail.com

    Nos leemos

    Nos leemos.

    Escrito el 20 marzo 2016 a las 18:55
  9. 9. José Torma dice:

    Compadrito, los giros del lenguaje que te marcan a mi no me brincan, sera que ambos dos “semos” mexicanos.

    Me llama la atencion la similitud de ideas que tuvimos con el elevador y el cancer.

    Yo soy de los que piensan que si untandome aceite se me quita la alergia, pues me lo unto, asi que me identifique con el personaje que se fue a internet a buscar las recetas magicas que en este caso le surtieron efecto.

    Como siempre un placer leerte compadrito.

    Un abrazo.

    p.d. en “El otro ascensor” mi relato que no pude adelgazar para Literautas, tambien menciono el piso 14… ¿coincidencias?

    Escrito el 20 marzo 2016 a las 20:19
  10. 10. Marazul dice:

    Hola Osvaldo
    Los ascensores de hospital son un buen escenario para infinidad de historias. En un primer momento yo también pensé en ubicar allí mi historia pero al final opté por el ascensor de hotel, que también ofrece un escenario con muchas posibilidades.
    Me ha gustado tu relato por el mensaje positivo que nos transmites y además consigues cumplir el reto.
    Por otro lado, y a pesar de lo serio del tema, siempre me hace mucha gracia leerte por esas expresiones tan simpáticas que utilizais los mexicanos. Pero, Osvaldo amigo, me quedo con esa expresión que es toda una figura retórica:”rodar las de cocodrilo”
    ¡Enhorabuena!
    Un abrazo. Marazul

    Escrito el 20 marzo 2016 a las 21:19
  11. 11. Chiripa dice:

    Osvaldo, tu relato me ha gustado y coincido con su paisano JT, no me han molestado los giros del lenguaje. Simplemente son expresiones “diferentes”, marcadas por la geografía y que generalmente son válidas y de significado detectable con un poquito de ingenio o contexto.

    Por otro lado, pienso que algunas de las fallas que te han reseñado los compis se deben al copy & paste” y que, a veces, aunque revisamos y revisamos, no somos capaces de ver esos errores, porque leemos con el cerebro, donde está el relato, y no con los ojos. Sin embargo es importante hacerlas notar para poderlas corregir. Para eso estamos en esta deliciosa etapa de la lectura de las obras de los literautas. Por lo tanto, yo te sugeriría:

    * un par de palabritas que te indico en mayúsculas:
    UN tumor canceroso QUE invadía con entretejido avance todo su vientre.
    y
    * que evites redundancias: “…lo privó inconsciente”. Si usas ” puedes ahorrarte el “inconsciente”

    Una sugerencia diferente a la de Jose Luis en la oración: Bueno Manuel y ¿Ahora que sigue para mí? es
    * agregar unos puntos suspensivos después de la “y”:
    Bueno Manuel y… ¿ahora que sigue para mí?

    Que divertido como los ascensores inspiran relatos de enfermedades y de sexo, ¿verdad?
    Ha sido un gusto en leerte después de tantos meses. ¡Saludos!

    Escrito el 21 marzo 2016 a las 17:59
  12. 12. Candi Fuentes Arroyo dice:

    Hola, Osvaldo:
    Te dejo el enlace a mi relato por si pudieras leerlo y agradecería tu opinión.
    A mí me ha tocado comentar el tuyo, pero aunque no es así al revés, si puedes… ahí lo llevas.

    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-33/5237

    Escrito el 23 marzo 2016 a las 16:14
  13. 13. Leonardo Ossa dice:

    Hola Osvaldo. Tu texto me ha gustado por ese reflejo tan humano allí expresado, que hace sentir la historia como muy cercana. Es un acontecer que nos muestra con realismo el deseo de supervivencia que todos evidenciamos.
    Ha sido bueno leerte Osvaldo. Las expresiones que usas en tu relato me suenan muy comprensibles, acá en Colombia estamos familiarizados con ellas.
    Te cuento que por mis múltiples ocupaciones no pude participar este mes.
    Un abrazo.

    Escrito el 24 marzo 2016 a las 04:48
  14. 14. Lionel Muñoz dice:

    Hola Osvaldo, me gustó tu relato. No tengo errores que marcar que ya no lo hayan hecho,aunque si tengo que mencionar que me sonaron raras un par de frases, como las que hace referencia Chiripa.
    Me parece que el título le va muy bien. Seguí así, el mes que viene seguro nos leemos.

    Escrito el 24 marzo 2016 a las 21:29
  15. 15. Juana Medina dice:

    Osvaldo,
    He quedado absolutamente conmovida por tu relato. en cuanto al lenguaje, sintaxis y gramática te han dicho todo. Yo quiero agregar: muchas de las cosas que te señalan me sonaron a modismos y me lo confirmó el comentario de José Torma. En mi opinión -soy argentina y defiendo los míos a capa y espada- uno tiene el derecho y el deber de escribir el lenguaje de su tierra. En algunas ocasiones hay que conceder, sobre todo en expresiones que llegan a confundir un poco al lector, pero siempre queda la posibilidad de una llamada aclaratoria al pie de página.
    Cada tanto releo a Juan Rulfo “el grande” y sé que sin su lenguaje, pasado todo por la lavandina (legía, por si no se entiende) de la corrección jamás sería lo que significa hoy en la literatura latinoamericana.
    La historia me ha conmovido porque el cáncer nos toca a todos más o menos de cerca. Acabo de perder una querida amiga que gracias a las medicinas alternativas llegó a vivir tres buenos años después de que la medicina alopática le diera no más de 6 meses de vida.
    Un abrazo. Nos leemos

    Escrito el 26 marzo 2016 a las 18:27
  16. 16. Netogonzo dice:

    Que tal Osvaldo, gracias por tus comentarios. Yo tampoco encuentro extrañas las expresiones que te señalan, a mi me resultan familiares, note los detalles que ya te mencionó Jose Luis de mondo que esta de mas repetirlos, en cuanto al contenido me ha gustado bastante que buscara el apoyo de tratamientos alternativos y mejor aun que le funcionaran. Felicidades compañero,

    Saludos

    Escrito el 28 marzo 2016 a las 02:18
  17. 17. Netogonzo dice:

    Que tal Osvaldo,

    Antes que nada gracias por tus comentarios al mio. Con respecto al tuyo a mi no me causa ruido el elnguaje, me resulta muy familiar ya que también soy de estos lares jeje. Los detalles ortograficos ya te los señalaron los compañeros de modo que no los repetiré. En cuanto al contenido me ha gustado que acudiera a la medicina alternativa y mas aun que le funcionara. Felicidades y nos estamos leyendo

    Saludos

    Escrito el 28 marzo 2016 a las 03:07
  18. 18. Cryssta dice:

    Hola Osvaldo, gracias por pasarte por mi relato, también es la primera vez que yo te leo a ti así que me alegro de habernos encontrado por fin.

    A mí también me gustan los finales felices cuando se trata de superar enfermedades así que me has dado una alegría.

    Te diré lo que he visto mejorable:

    – como te ha dicho Kmarce, el color acero inoxidable no existe, de hecho al acero inoxidable se le da distintos colores para usarlos en arquitectura, decoración…

    – dices “planta que era morada del consultorio” en una morada vive o habita alguien, no algo, por lo tanto estaría mejor que dijeras “planta donde estaba el consultorio”

    – no es “coterráneo” sino “coetáneo”

    – será “recibió un consejo en el ciber-espacio”, el ciber-espacio no da consejos sino las personas que transitan por él

    – “se preguntaba cómo era posible”

    – lo que él se dice a sí mismo debería ir con comillas

    He visto alguna cosa más pero por lo que he leído eres de Méjico y tal vez sean expresiones de allí, así que mejor me callo.

    Espero haberte ayudado y leerte en próximos talleres.

    Un saludo,

    Escrito el 28 marzo 2016 a las 10:40
  19. 19. Roger/NHICAP dice:

    Hola Oswaldo,
    Tu historia llega al lector por el tema que cuentas y, sobre todo, cómo lo cuentas. En mi opinión, consigues trasladar al lector, con mucha potencia, los sentimientos que, seguramente, sentías al escribir el texto. Y eso es un logro que difumina los puntos débiles en la forma que ya te comentaron.
    Es muy cierto que la actitud del enfermo al enfrentarse al cáncer es muy importante. Resulta difícil aceptar las palabras del oncólogo cuando se escucha que con el tratamiento se pretende cronificar la enfermedad, pero sin asegurar el éxito.
    Al terminar de leer tu texto, recordé una frase que leí, no recuerdo el autor, hace tiempo: “La naturaleza es la farmacia de Dios”. Habría quedado bien para cerrar el relato.
    Un abrazo y te agradezco haber pasado por mi relato.

    Escrito el 30 marzo 2016 a las 11:34
  20. 20. Peter Walley dice:

    Hola Osvaldo,

    Lo primero agradecerte el pasarte por mi relato. En cuanto al tuyo, me ha gustado sobre todo el punto de esperanza que le das al final; muchas veces lo que necesitan los enfermos es algo a lo que agarrarse, tenga sentido o no, y tú has aportado esa luz con tu historia.

    Ya te han comentado algunos problemas de redacción y de ortografía que habría que revisar; en cualquier caso la historia se sigue bien.

    Saludos, nos leemos.

    Escrito el 31 marzo 2016 a las 16:25
  21. Un relato muy bien escrito, el ritmo es perfecto y el tema que trata muy interesante, y a tener en cuenta.

    Solo un par de apuntes: en la oración; “Últimamente lo regía nueva forma de ver la vida; la perfección le llenaba.” me falta un “una” entre “regía” y “nueva”. La oración; “Seis meses atrás enfrentó una seria enfermedad; tumor canceroso invadía con entretejido avance todo su vientre.” me resulta muy brusca, como si faltaran palabras. Y para terminar, en el diálogo; “—Bueno Manuel y ¿Ahora que sigue para mí?” la frase entre interrogantes debe empezar en minúscula.

    Un saludo. ¡Nos leemos!

    Escrito el 1 abril 2016 a las 09:05
  22. Concuerdo con lo que han dicho los compañeros sobre algunas frases y orden de palabras, que no repetiré. Me parece un relato muy motivador. Yo también creo que la fe mueve montañas y que se debe encarar todo con positivismo y nunca rendirse. Lamentablemente son muchas las personas que se rinden sin pelear. Excelente tu relato, como siempre.
    Mis respetos.
    Felicitaciones, saludos y gracias por leer y comentar mi relato.

    Escrito el 2 abril 2016 a las 01:00
  23. 23. Isolina R dice:

    Hola, Osvaldo:
    Perdona que pase tan tarde por tu texto. No he podido hacerlo antes.
    Lo que he visto mejorable ya te lo han comentado varios compañeros (Jose Luis, KMarce, Cryssta, Demetrio, Chiripa…). Así que no voy a repetirlo.
    Como a los otros compañeros, me ha gustado el positivismo con que el protagonista se enfrenta al cáncer y que el final sea feliz.
    Saludos.

    Escrito el 14 abril 2016 a las 08:48

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