Carta desde la Luna - por pepe sanchis

CARTA DESDE LA LUNA.
No sabemos qué idea tendrán ustedes, los terrícolas, de nuestra vida en la Luna. Les vamos a contar algo que seguramente no conocen. Y es que al estar siempre escondidos en estos cráteres de volcanes apagados, seguramente no nos han visto, ni siquiera saben de nuestra existencia. Pues sí, los selenitas existimos. Además, existimos desde hace muchos miles de años, de cuando la Luna se desgajó de la Tierra y nos quedamos aquí arriba, dando vueltas a su alrededor. ¡Qué putada!
Menos mal que desde hace unos pocos años, de vez en cuando vienen algunos de ustedes, viajando en cohetes espaciales, embutidos en unos extraños trajes con escafandras y nos entretienen con sus saltitos y sus banderitas. ¡Qué graciosos! Lo bueno es que no se han dado cuenta de que si se quitaran ese vestuario no pasaría nada, podrían andar con toda tranquilidad, no sabemos quién se ha inventado eso de la diferencia de gravedad, ni que el aire aquí es irrespirable. ¡Tonterías!
Han de saber que nosotros también éramos terrícolas. Solamente que el momento del desgajamiento nos pilló en la esquina equivocada… y allá que nos fuimos, a la Luna!
Pero que conste que nos conformamos con poco. Hemos conseguido construir unos buenos habitáculos dentro de los cráteres y disfrutamos de todas las comodidades de la vida selenita.
Como el fatídico momento del susodicho desgajamiento no fue de la noche a la mañana, sino que se fue anunciando con tiempo, tuvimos la oportunidad de traernos una buena variedad de semillas de cereales, frutas y verduras. También tenemos unos buenos depósitos con pececitos y unos establos con todo tipo de animales productores de carnes y leches. Incluso nos pudimos traer una excelente bodega de vinos de reserva, que nos vamos bebiendo poco a poco, sobre todo en las grandes celebraciones. Nosotros celebramos la Luna Llena todos los meses, pero también celebramos los Eclipses. Nos hace ilusión cuando nos ponemos entre el Sol y ustedes se pasan el tiempo mirándonos con esos cristalitos oscuros. ¡Qué monadas!
Hemos de reconocer dos inconvenientes importantes. Uno es cuando ustedes disfrutan del Sol y nosotros nos quedamos totalmente a oscuras. Esto es un sinvivir, porque no hemos descubierto todavía la luz eléctrica ni la televisión, y hay quien dice que esta es la principal causa de la elevada tasa de natalidad que disfrutamos por estos lares.
El otro inconveniente es una faena total. Aproximadamente cada mes llegan las fases menguantes y la verdad, no sabemos dónde meternos. La Luna se va volviendo cada vez más pequeña y nos amontonamos donde buenamente podemos. Y así estamos, esperando que al cabo de unos días llegue la fase creciente y recuperemos otra vez el lugar que nos corresponde.
Por eso hemos decidido que un día de estos vamos a ir a visitarlos, quizás para pedirles asilo permanente. Esperamos que nos reciban cordialmente, al fin y al cabo no somas más que una parte de ustedes separados por una extraña fuerza de la Naturaleza.
¡Hasta pronto, amigos de la Tierra!
Firmado. Los selenitas del cráter 437 (estamos arriba a la derecha, mirando a la Luna, claro).