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Cipriano, colono del espacio - por Peter Walley
—Saludos, señoras y señores. Conectamos tras esta breve pausa porque faltan solamente unos instantes para que se produzca el esperado aterrizaje en la Luna por parte del cohete de la Agencia Espacial Europea.
—Así es, Matías. Han sido momentos de grandes emociones, momentos de sonrisas, momentos de lágrimas, todo ello en los escasos dieciséis minutos que ha durado el viaje.
—Y estamos muy pendientes del representante español en la misión, Cipriano García. Cipriano fue el ganador del concurso patrocinado por chocolates La Golosa.
—Recordemos a nuestros espectadores que, al contrario que Francia y Alemania, nuestro país decidió elegir a su representante sorteando el pasaje entre todos aquellos que enviasen más de cien pruebas de compra de productos la Golosa.
—Todo un triunfo de la democracia, ¿no crees, Susanna?
—Claro que sí, Matías. Y qué coincidencia que entre todos los participantes haya sido agraciado Cipriano, cuñado de nuestro presidente, ¿verdad?
—Haría falta un matemático para calcular las posibilidades; yo bastante tengo con entender la factura de la luz.
—Ja, ja, y que lo digas. Me dicen mis compañeros que podemos conectar con Cipriano. Veamos cuáles son sus impresiones. ¡Cipriano! ¡Cipriano!
—…
—¡Cipriano! ¡Aprieta el botón de la cámara!
—…
—¡No, Cipriano, has desconectado el micrófono! ¡La cámara es el dibujo horizontal! Vaya, parece que tenemos perdido la llamada por problemas técnicos.
—Una pena que sus compañeros no le hayan ayudado, Susanna. Quizá haya sido por los momentos de tensión que se vivieron en el despegue.
—Como española tengo que decir que me ha sentado muy mal que el alemán apagara el cd de Falete que había puesto Cipriano para poner a Beethoven.
—Yo espero que nuestro presidente eleve una queja a la Agencia Espacial Europea.
—Seguro que lo hará. Y a mí me hizo gracia la imitación que hizo Cipriano del acento del francés, aunque éste no se lo tomara tan bien.
—Lu li li, megci…tienes razón Susanna, ha sido uno de los impagables momentos que nos ha ofrecido Cipriano. Pero el sentido del humor no es el punto fuerte de nuestros vecinos, eso está claro.
—En cualquier caso, Matías, en las redes sociales el apoyo a Cipriano es mayoritario.
—En efecto, twitter arde con el hashtag #todossomoscipriano y #conciprianoalmásallá. Únicamente ha habido unas críticas minoritarias de algunos espectadores.
—Muy minoritarias, y debidas fundamentalmente a la suspensión del programa «Mujeres, hombres y viceversa» para retransmitir este acontecimiento histórico.
—En relación con esto, nos gustaría informar a nuestros espectadores que el programa volverá mañana con su horario habitual de dos de la tarde a once de la noche.
—¿Y qué decir de la indumentaria de Cipriano, Matías? Creo que va a marcar un antes y un después en los viajes espaciales.
—Estábamos tan acostumbrados a ver a los astronautas con escafandra que ya dábamos por hecho que no había otras opciones, y Cipriano nos ha hecho ver que no es así.
—Durante la pausa nuestro experto en moda nos decía que la combinación del sombrero de copa con el mono de trabajo le ha parecido un acertado toque de distinción.
—Sus palabras exactas han sido «casual trendy», y no me extrañaría ver este estilo a partir de ahora en nuestro gobierno.
—Pero vamos a prestar mucha atención porque se está produciendo ya el aterrizaje. El orden de salida de la nave asignado es primero Hail Himmler, a continuación Enfant de la Patrie, y por último nuestro Cipriano.
—En efecto, y aunque no compartimos la decisión de la agencia, estamos seguros que Cipriano hará un buen papel.
—Las cámaras de la nave nos los muestran ya en fila delante de la puerta, pero parece que están teniendo un problema.
—¡No sabemos qué ocurre, pero Cipriano está forcejeando con el astronauta alemán, y ha derribado al francés de un puñetazo!
—Creo que está intentando ser el primero en salir de la nave y pisar la luna, Matías. Qué momento de gloria para nuestro país.
—Y como era de esperar, ha noqueado también al alemán y está abriendo ya la puerta de la nave.
—Es que la fuerza de un español no la tiene nadie. Pero, ¡espera! ¡No se ha puesto el casco! ¡Cipriano! ¡No salgas! ¡Te vas a asfixiar!
—Creo que no puede oírnos. Y aquí vemos cómo Cipriano salta fuera de la nave. Agita los brazos con la señal de la victoria…y cae al suelo. Creo que ya está muerto.
—Bueno, al menos hemos entrado en los libros de historia, Matías.
—¿Qué quieres decir?
—El primer hombre fallecido en la luna es español.
Jajaja, buenísimo, Peter. Me he estado riendo desde el principio hasta el final, aunque hay ciertos puntos que más que reír dan ganas de llorar y que no parecen tan descabellados en esta sociedad, es una pena.
Me parto, Peter jajajajaj……
Muy de agradecer tu relato en tono humorístico. Es verdad, que el tema de este mes se presta a naves espaciales y ambientes grises y fríos; o también a relatos de tono romántico. El tuyo de entrada con la rigurosa selección del personal que va a la luna ya rompe todos los esquemas. Muy buenos golpes en los ágiles y divertidos diálogos.
He pasado un buen rato.
Saludos
Muy bueno Peter!!!!!
No se sie es lo que querias, pero has desmontado nuestro tipico chovinismo en un relato de humor, amen de otros defetos de nuestro pais… El nuestro siempre es el mejor y tiene la razon (sea cierto, como en el caso de Nadal, o falso, como en otros casos).
Un saludo amigo!
Hola Peter, te felicito. Mira que me has hecho reír. Una bella enseñanza de que hay que ser siempre primeros no importa en que ni como.Desarrollas una Historia critica con un campeón de los chocolates, que termina imponiendo la moda a seguir al cumplir el reto del sombrero y logra a base de de querer ser el primero en pisar la luna, ser el primero en morir en la misma. Genial
Buenas, que decir de esta excelente historia. Muy divertida, a la par que descabellada. Un relato lleno de matices que retrata vivamente esas diferencias entre europeos, además de los problemas propios de nuestro país. La verdad es que soy fan del humorismo. Felicidades. Solo un detalle, el termino aterrizar es propio de la tierra como su propio nombre indica, aunque bien pudiésemos achacarle el error a los locutores, basándonos en que han llegado a esos puestos no por merito propio, sino por algún parentesco con el alcalde….jajaja
Saludos Peter:
Ayer leí tu relato, pero era tan tarde que no escribiría coherente.
me ha gustado mucho, porque es una sátira y me gusta mucho ese género. Te felicito de verdad, créeme que no solo pasa en España, dos días en mi hermoso país y sales corriendo de ver a nuestros políticos y reporteros. (creo que a tu Cipriano le he puesto la cara de una persona muy cercana al presidente del país, tus reporteros tenían la vos de nuestros reporteros).
En fín, no he visto algo que me resalte para mejorar, quizá lo haya, pero ni cuenta me he dado con la fácil y entretenida lectura. Un aplausp.
¡Nos leemos!
Hola Peter,
Excelente sátira con enorme sentido del humor. Una genialidad las intervenciones tan reales que muestras en las intervenciones de los protagonistas. Un acierto recurrir al diálogo y terminar con ese ocurrente final.
Si te pasas por el 70, verás que otro españolito, más pasota que Cipriano, fue el primero en llegar a la Luna.
Peter, ni un pero a tu graciosa e imaginativa historia. ¡Genial!
Un abrazo.
Bueno, Peter, tengo algún pero que añadir, pero lo dejo, porque el texto esta muy bueno, y porque como dicen los compañeros, rebalsa de humor e ironía. Es muy dinámico y ameno, fluye como debe.
Te felicito.
Si tenés ganas de leerme, estoy en el relato 11.
Saludos, te sigo leyendo el próximo mes.
Hola Peter. En cuanto he visto a Matías Prats y a Susanna Griso retransmitiendo la aventura de Cipriano, cuñado del presidente, ganador de los chocolates La golosa, me reí, pero según iba avanzando el relato, no pude menos que sentirme avergonzada, porque lo más triste de todo, es que este relato podría ser muy real y verídico. Y es que los españoles somos así, no tenemos vergüenza, eso se lo dejamos al resto del mundo, que sean ellos los que tengan vergüenza ajena por nosotros y, desgraciadamente, es más posible que de darse la posibilidad de ir a la Luna, surja un Cipriano y no un Pedro Duque.
Es una gran historia, pero desgraciadamente tan cercana a la realidad, que me ha dejado con un amargo sabor de boca.
Spain is different.
¡Hola Peter Walley! Buen relato el tuyo, me ha hecho reir y creo que muchos países se asemejan a esa realidad que contaste y que la refrendan como española. Es una sátira que desde el comienzo hasta el final la haz hecho en forma de diálogos bastante amenos, fáciles de entender y de gran imaginación.
Felicitaciones.
Te invito a leer el mío. Estoy en el 36.
Enhorabuena, Peter, realmente llego un pelín tarde a tu relato y me he encuentro con que Cipriano ya tuvo tiempo de ir a la Luna, de dejar impronta e incluso de pasar a mejor(o peor) vida…Te felicito por esta excelente sátira, me identifico con lo que ha comentado Frida. Este es nuestro país, con sus faroles y sus rumbas…olé, por tu relato, ya te estoy aplaudiendo.
Si hay errores no los he visto porque la historia los supera.
Lo dicho, Peter, un placer leerte.
Un abrazo. 😉
Te felicito, me gusta nuestra actividad, me parece grandioso este compartir, admiro que escribas y me encantaría que me leyeras mi relato es el 138, que maravilla poder expresarnos y mejorar cada día, ¡que viva el arte y la literatura!
Hola, Peter:
Un relato de lo más divertido. Me alegro de ver que más de uno nos hemos decidido por el humor.
Un saludo.
Coincido con los demás compañeros: un relato muy divertido. Solo me ha parecido apreciar la ausencia de la mayúscula en “Twitter”.Por lo demás una gran historia. Enhorabuena.
¡Nos leemos!
Gran sentido del humor para retratar una realidad social y política que no es ajena. El conflicto no me queda del todo claro aunque por los puntos de giro se entiende la trama completa. Quizás pueda aparecer mas el narrador para aligerar la presencia de tantos diálogos seguidos. Felicidades.
Peter, qué buen entremés! No paré de reírme a pesar de no ser español. Está perfecto así como está y es redondo.
No solo me causó gracia el texto, supremamente logrado, sino también me encantó la discusión entre los compañeros españoles sobre el “ser español” tan peculiar. Bueno, pues les cuento amigos: en todas las culturas se cuecen habas, todas tienen algún sentimiento de inferioridad y un triunfalismo para compensarlo. Todo eso en mayor o menor medida depende el caso. Se los digo yo, que soy argentino 😉 Así que… menos avergonzarse y más reírse, que la sociedad española no es la mejor, pero mucho menos la peor.
Bravo Peter!