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"Él no se rinde" - por B.M. Donald

El anciano encontró la llave en el suelo. Se había caído de la pared junto con la vieja alcayata que llevaba tanto tiempo allí clavada que ni lo recordaba. Al agacharse para recogerla le vino a la memoria cómo la colocó su padre. El anciano vivía en la casa desde siempre.
La imagen de aquel momento que tenía en la mente le hizo sonreír y decidir no salir esa mañana. En realidad, se encontraba más cansado que de costumbre así que decidió coger el álbum de fotos para tener más claros los recuerdos.

Sentado en el sofá, después de un rato de pasear por otros tiempos, casi todos muy agradables, apoyó el álbum en un pequeño mueble que le hacía de mesita. Miró hacia delante y conectó la TV. Esa mañana se quedó sin leer los diarios en el bar. En el canal de las noticias apareció un suceso de última hora. Algo horrible había pasado. «!Increíble¡ ¡Ocurrió dónde tomaba su café diario!»
El bar estaba situado en una calle principal y muy concurrida. Está en la avenida más ancha de la zona por donde pasaban vehículos a velocidades poco recomendables al ser casco urbano. Un camión, suponen, perdió el control y se empotró contra la entrada del bar y arrolló a clientes y al dueño. El siniestro dejó un total de 3 muertos y 15 heridos.
¡No podía creerlo¡ Era, tal vez, la séptima vez que burlaba la muerte. Él se solía sentar muy cerca de la puerta y eso significaba que hubiera sido uno de los primeros en ser atropellado.

Le saltó una lágrima. Su padre, en el lecho de muerte, cuando él era un niño de tan solo 12 años, le dijo que siempre lo cuidaría porque tenía que disfrutar de una vida muy larga para poder hacer muchas cosas buenas.

La verdad es que toda su vida fue muy ajetreada. No tuvo ni un momento de sosiego. Siempre luchaba por los derechos de las personas más vulnerables.
Apenas hacía un par de años, en una de esas luchas, casi lo matan por ponerse delante de un anciano para parar un golpe de a los que él nombraba: «mal llamados “protectores del pueblo”». Le asestaron un buen porrazo en la cabeza y le provocaron un derrame, afortunadamente, superficial. Se desmayó en el mismo instante del golpe y despertó en el hospital. El médico le dijo que la suerte le acompañaba ya que si le hubieran dado un poco más al lado hubiera sido mortal.

Con certeza su vida no era de lo más corriente y, a pesar de estar “jubilado”, no dejaría su actividad de —¿cómo le llamaban? ¡ah sí¡, inconformista y antisistema— hasta que la muerte decidiera llevárselo.

Él pensaba que algunas personas necesitaban ayuda de los que eran capaces de ver con claridad los abusos; de los que no se dejaban convencer ni eran conformistas. Estaba convencido de que el mundo estaba secuestrado por los que se creían con más derechos y, mientras pudiera, sin importar que le reconocieran nada, él no desfallecería de esa lucha. Reconocía que no era fácil y menos con la cantidad de desinformación y manipulación que hay en la actualidad. O tal vez siempre ha habido ese manejo de la informativa. Eso nunca logró frenar sus ganas y entusiasmo.

Se acercó a una ventana, la que daba al noreste. El sol parecía estar esperando a que él le diera los buenos días. Lo miró y empezó a hablar como si su padre fuera el mismo sol. Le sonrió y antes de darse la vuelta comentó con su voz suave y amable:
—Parece que aún he de dar guerra. ¡Gracias por cuidarme!

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9 comentarios

  1. 1. Algocar dice:

    Una historia tierna y reivindicativa. Aunque se ven algunos fallos en la utilización de los tiempos verbales, el relato me ha gustado. Como suelo decir a todas las personas amantes de este bonito mundo de letras, sigue trabajando duro pero disfrutando, un saludo.

    Escrito el 17 junio 2016 a las 19:22
  2. 2. Melisa dice:

    Hola, B.M. Donald. Soy tu vecina de arriba. 🙂

    Me gusta tu relato, sobre todo la idea base, la que expresa que la vida está compuesta de acciones y omisiones que pueden desencadenar en pequeños o en grandes sucesos.

    Estoy de acuerdo con Algocar en que los tiempos verbales por momentos hacen ruido, especialmente cuando hacés referencia a situaciones pasadas ocurridas con anterioridad a otras también pasadas conjugando todos los verbos en el mismo tipo de pasado.

    Te comento otros detalles que me parece que se podrían mejorar:

    -Los dos primeros párrafos podrían formar parte de un mismo párrafo.

    -Al final del tercer párrafo («!Increíble¡ ¡Ocurrió dónde tomaba su café diario!»), entiendo que lo está entre comillas es un pensamiento del hombre, por lo tanto debería decir: «¡Increíble!¡Ocurrió donde tomo mi café diario!».

    -No me queda claro si el párrafo que relata lo sucedido en el bar es un extracto textual de lo que dicen por televisión o si es el narrador quien cuenta lo sucedido.

    -Cuando hacés referencia al total de muertos y cuando nombrás la edad del anciano al morir su padre, quedaría mejor escribir los números en letras.

    -Donde dice “…ya que si le hubieran dado un poco más al lado hubiera sido mortal.”, quedaría mejor “un poco más arriba/abajo”.

    -“…—¿cómo le llamaban? ¡ah sí¡, inconformista y antisistema—” me parece que quedaría mejor entre comillas latinas que entre rayas.

    En el blog hay un artículo que explica muy bien cuándo usar comillas y que a mí me ayuda mucho, te dejo el link

    https://www.literautas.com/es/blog/post-11231/como-senalar-cuando-piensa-un-personaje/

    -Donde dice “…ese manejo de la informativa.”, cambiaría “informativa” por “información”, ya que informativa es un adjetivo.

    Hermosa la imagen final del anciano hablándole al sol, me resultó muy conmovedora.

    Hasta la próxima, saludos.

    Escrito el 17 junio 2016 a las 21:00
  3. ¡Buenos días B. M. Donald! He visto tu relato como uno d elos primeros y he decido venir a visitarte, y empezar a comentar la tanda de ancianos y llaves que hay esta vez.

    Voy a empezar hablando de la forma. Como mis anteriores compañeros estoy de acuerdo con el tema de tiempos verbales, ya que mezclas tiempos presentes con pretéritos. Me gustaría hacer una par de puntualizaciones más:
    *Hay varias exclamaciones que pones con dos ¡¡ en vez de poner uno cerrado al final (!). Pero supongo que word también tendrá parte de la culpa. (Jejejejeje)
    *Hay un momento en que dices “en una calle principal y muy concurrida”, yo aquí obviaría el “muy concurrida” debido a que 1) normalmente las calles principales son muy concurridas y 2) después das datos de que los vehículos pasan con frecuencia.
    *En la oración: “y se empotró contra la entrada del bar y arrolló a clientes y al dueño” demasiada conjunción “y”, yo habrí puesto “arrollando a varios clientes y al dueño”.
    *Pondría una coma tras “costumbre”
    *En el penúltimo y ante penúltimo párrafo dices dos veces el adjetivo “conformistas” al ser una palabra un poco más técnica podríamos decir se nota más y por ello al leerlo en voz alta me he dado cuenta que te das cuenta de que se ha repetido, yo la cambiaría o quitaría.
    *En el último párrafo repites “sol” muy de seguido.
    Tal vez no llego a entender el último párrafo bien, creo que quitaría el “él” de “nada, él no desfallecería”, y añadiría un “pero” antes de la oración “eso nunca logró frenar…”. De esta manera consigo llegar a comprender el mensaje y la información sobre el pensamiento del anciano.

    En cuanto a contenido tengo que decir que la historia es cortita y fácil de leer. Nos presentas a un hombre luchador y defensor de los derechos de la gente menos pudiente, le has dado un tono un poco más de “anhelo” al hacer que recuerde a su padre. Tal vez hecho de menos que la dchosa llave tenga más protagonismo pero esto es una opinión personal.

    Buen final, buenos y justos adjetivos, buen tema. Me ha encantado que has contado lo justo y necesario de una manera simple sin enredar mucho las cosas.
    ¡Buen trabajo, besos y nos leemos!

    Escrito el 18 junio 2016 a las 09:37
  4. 4. Shira M. Collins dice:

    Hola,
    Me gusta tu relato, por lo que pide que no seamos simples espectadores y que nos debemos mover para conseguir lo que otros aunque quieran no pueden.

    Hay fallos en tiempos verbales, pero esta muy bien.
    Saludos

    Escrito el 21 junio 2016 a las 15:34
  5. 5. B.M. Donald dice:

    Algocar. Gracias por tus palabras. Estoy con los verbos luchando. Se me resisten. Iré poniendo mi atención en ellos. Un saludo Gracias.

    Escrito el 22 junio 2016 a las 15:00
  6. 6. B.M. Donald dice:

    Melisa. Me llevo tus correcciones para ir teniéndolas muy en cuenta.
    Volveré a entrar en el enlace que aportas.
    Me alegra que haya gustado la historia.
    Gracias

    Escrito el 22 junio 2016 a las 15:02
  7. 7. B.M. Donald dice:

    Escritores Anónimos. Gracias por las correcciones. Lo de poner un gerundio en una acción pasada, no creo que sea adecuado. Lo miraré. Tendré presente lo de la conjunción “Y”
    Gracias

    Escrito el 22 junio 2016 a las 15:06
  8. 8. B.M. Donald dice:

    Shira M. Collins. Agradezco te hayas pasado por mi relato. Un resumen acertado.
    Un saludo
    Gracias

    Escrito el 22 junio 2016 a las 15:08
  9. 9. B.M. Donald dice:

    Escritores Anónimos. ¡Ah! se me pasaba. La llave para mí no tiene mayor relevancia que el tener que ponerla en la primera frase cómo piden que se haga el relato este mes. Como tenía que haber un solo protagonista, como reto, el anciano es el que se queda con todo. Una llave es una llave aunque abra un gran tesoro. Sin ella el tesoro se puede sacar porque se puede utilizar la imaginación para abrir lo que sea sin llaves.
    Un saludo.
    Gracias

    Escrito el 22 junio 2016 a las 15:16

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