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CUESTIÓN DE COLORES - por Cryssta (Madrid-España)
Soy actriz y tengo que representar el papel de una asesina. Quiero prepararme a conciencia.
Me gusta meterme en la piel de los personajes, hacer lo que ellos hacen, sentir lo que sienten. Si hay que cantar, doy clases de canto; si soy cocinera, en mi casa disfrutan de platos suculentos; si hago de plañidera, no hay sala del tanatorio que se libre de mi presencia.
Me pregunto qué necesito: un arma, una víctima y un móvil.
En cuanto al arma, pienso en una piedra, pero la idea de ir cargada con ella no me atrae. Tendrá que ser algo cómodo de llevar en el bolso. Un cúter servirá y es de fácil uso. Lo compro.
El paso siguiente es buscar la víctima apropiada.
Para elegirla señalo una palabra al azar en el diccionario: “color”. Decido dar un paseo y seguir a quien me llame la atención por los colores de su indumentaria.
Topo con un hombre con pantalón y abrigo negros. La abertura del abrigo deja apreciar una camisa lila y una corbata rosa oscuro que hacen contraste. Lo desecho; seguirle me obligaría a cambiar de dirección.
Veo a una chica con anorak gris cuya capucha tiene el forro rosa fuerte; sus jóvenes piernas van más deprisa que las mías y no podré alcanzarla.
Distingo a una mujer con abrigo tres cuartos de color negro y falda en tonos azules muy oscura. No me llama la atención pero sí una bolsa que porta. Es fucsia y parece estar llamándome.
Voy tras la mujer. Aprovechando nuestra parada en un semáforo, giro la cabeza hacia ella y miro su rostro; hay una gran tristeza en él. Dejo de seguirla. La tristeza es una asesina que mata lentamente, ¿quién soy yo para robarle su presa?
Rememoro su cara y tarareo la canción de Roberto Carlos: “El gato que está triste y azul”. Azul, ese es el color que tengo que buscar.
Es otoño, cuando la gente se empeña en vestir con prendas negras, grises o marrones y me cuesta encontrar a alguien que lleve algo azul. De pronto, veo a un hombre de unos sesenta años. Es alto, lleva un sombrero homburg de color azul índigo; sobre su abrigo, un pañuelo largo en tonos turquesa; los pantalones, planchados impecablemente, dejan entrever unos calcetines azul grisáceos. Más conjuntado no se puede ir. He encontrado a mi víctima.
Sigo su caminar elegante y entramos en un café. Se dirige hacia una mesa y se sienta frente a un joven que, a juzgar por su cara de alegría, está ansioso por verle. Tomo asiento en un taburete de la barra y pido un poleo. De espaldas a ellos, puedo verles con claridad en el espejo que hay tras el mostrador.
En cuanto me sirven pago la cuenta, así no me veré apurada si mi víctima parte de improviso. Con cada sorbo lanzo una mirada a la pareja. A medida que el hombre mayor habla, la expresión del joven se transforma, pasando de la alegría a la desolación. El chico le coge las manos implorante pero él las retira con gesto altivo y saca unos billetes que lanza con desprecio. A continuación, sale del café dejando al pobre muchacho mirando cabizbajo el dinero.
Ya tengo el móvil: el hombre del sombrero azul es cruel.
Voy tras él en dirección al parque. Camino a una distancia prudencial que a ratos dejo que sea más larga; no tengo miedo de perderle de vista, su vestuario es fácilmente reconocible entre los paseantes.
La fortuna me sonríe. Se sienta en un banco de una zona que no está transitada. Es la ocasión. Me meto por el sendero paralelo a donde él descansa; rebusco en el bolso, un gesto común en cualquier mujer que me permite acceder al cúter y prepararlo.
Tras comprobar que todo está despejado de posibles miradas, me acerco por su espalda. Mis pisadas quedan amortiguadas por la hierba y con un movimiento rápido secciono su carótida. No me paro a contemplar su agonía.
Continúo el paseo y al llegar al estanque tiro el cúter con disimulo. Cualquiera pensaría que doy de comer a las voraces carpas.
Una voz me dice que mi papel es el de una asesina en serie. Llegó la hora de dar una oportunidad al verde. Voy a casa a cambiarme de ropa.
Al llegar, mi madre, con el cuaderno de recetas en la mano, dice: «No compraste la medicina que recetó el psiquiatra para tu enfermedad».
Lleva al cuello un pañuelo verde lima.
Como siempre os agradezco mucho el interés a todos los que paséis por aquí a leer mi relato. Espero que sea de vuestro agrado y si veis algún error os ruego que además de decirlo me digáis cómo lo pondríais vosotros.
Este relato en su origen tenía 1187 palabras y tuve que ir recortando hasta dejarlo en 750, todo un reto para mí así que sed amables conmigo ¿eh?
Tras leer y comentar los tres relatos siguientes al mío me pasaré a devolveros la visita a todos los que me hayáis visitado a mí.
Pues Cryssta, ¿que quieres que te diga? no tengo palabras, desde luego está (para mi humilde y neófita experiencia)muy bien escrito, fluido y ligero de leer. En la próxima aventura, trataré de cogerte como modelo.
Te reitero las gracias
Un abrazo
Soledad
Hola, Cryssta:
El relato está muy bien escrito. La trama resulta incierta, vueltera, pero el final aporta el por qué. una menta perurbada. Muy bueno el final abierto: pobre mamá con su pañuelo verde.
Beba (141)
MADRE MÍA!!!!
Cryssta, no hace falta ser bueno contigo, tu relato merece la pena. Mantiene la tensión tiene ritmo, la historia atrapa y el broche final. Increíble. Final abierto, inesperado, encantada de leerte.
No sé que decirte porque no tengo nada que objetar sobre tu forma de escribir, salvo tal vez una frase que me chirría “se sienta en un banco de una zona no está transitada”, yo habrías dicho “de una zona poco transitada/ no muy transitada”.
Otra cosa es que me hubiese gustado que el dichoso cuaderno tuviese más importancia (esto ya es opinión subjetiva, jajajajjaja)
Mis más humildes felicitaciones, sin duda de los relatos que llevo leídos es el mejor, fresco, creativo, ameno. Gracias por deleitarnos con esta dulce historia.
Muchísimos besos.
Hola Cryssta
Muy buen relato, muy bien llevado y escrito desde el principio hasta el final, en la que tengo que temer por la vida de la madre…
Está muy bien ambientado, y haces reflejar perfectamente la mente de una persona perturbada, lo cuentas con una naturalidad espeluznante, con una precisión quirúrgica. No veo nada de malo en el cuento, creo que es muy bueno, exquisito para el paladar de cualquier lector.
Enhorabuena.
Un saludo
Hola Cryssta,
Eres mi última lectura de esta noche y aunque me ha gustado, mucho, tu historia, quizás no sea la más adecuada para pillar el sueño,
Creo que has conseguido una magnífica historia, con un ritmo constante durante toda la historia que de manera precisa logra crear inquietud en el lector, sin grandes sobresaltos, poquito a poco y con un ritmo constante y que te atrapa.
Me ha gustado mucho el inicio del cuento, magnífico. También cuando desiste de asesinar a la mujer de la bolsa fucia por la tristeza que ya está acabando con ella. Y el final, redondo.
Por decirte algo, me hubiera gustado enterarme del conflicto del hombre mayor y el joven, pero el límite de palabras no da para tanto. Tal vez lo tuvieras en tu versión inicial.
En cuanto al tema formal yo solo he visto en esta frase: “…no me llama la atención pero sí una bolsa que porta. Es fucsia y parece estar llamándome”, que se repite el verbo “llamar”. Por otro lado, “una bolsa que porta” me chirría quizás un pelín.
Nada más.
Por último, tu cambio de registro entre este relato y el anterior, con tanto éxito en ambos …bueno, muy buen trabajo.
Exquisito. Perturbador. Un relato cargado de tensión, y de ágil lectura. El título, mejor imposible. Excelente final. Rescato esta línea del montón: “La tristeza es una asesina que mata lentamente, ¿quién soy yo para robarle su presa?” Me ha encantado 😉 Un gusto leer semejante relato, felicitaciones.
¡Saludos!
Hola, Cryssia
Un relato bien pensado y realizado. Al principio no entendía tanta obsesión con el tema de los colores pero al final se aclara con su enfermedad.
Solo he notado unas cosillas que te comento:
El paso siguiente es buscar la víctima apropiada. Creo que debería de ser : buscar a la víctima.
Topo con un hombre con pantalón y abrigo negros. Cambiaría un “con”
“me acerco por su espalda.” Diría: me acerco a él por la espalda.
En la última oración me parece que das demasiada información:Al llegar, mi madre, con el cuaderno de recetas en la mano, dice: «No compraste la medicina que recetó el psiquiatra para tu enfermedad». Yo cambiaría la última parte para simplificarla:«Veo que no has comprado lo que te recetó el psiquiatra el último día».
Por lo demás el relato me ha encantado.
ciaociao
Me uno a las alabanzas. Un relato magnífico. Solo diré una cosa: ¡Voy a volver a leérmelo otra vez!
¡Nos leemos!
Me uno al comentario de Christian Joseph White “La tristeza es una asesina que mata lentamente, ¿quién soy yo para robarle su presa?” Me ha encantado y con tu permiso me lo voy a anotar porque es una sentencia demasiado buena para no aprovecharla.
Quizás lo que cambiaría, tal y como apunta Paola, es lo de «No compraste la medicina que recetó el psiquiatra para tu enfermedad», yo quitaría “para tu enfermedad” creo… que se entiende que el psiquiatra le ha recetado algo… es más, creo que cambiaría toda la frase por una pregunta en plan «¿Vienes de recoger tu receta en el psiquiatra?»… o algo similar
Y ya puestos… también diría que lo de asesina en serie en vez de decirlo al final, lo diría al principio, cuando explica que es una actriz que prepara sus papeles y que en esta ocasión es una asesina… yo diría justo ahí que es una asesina en serie y te ahorrarías la frase “…Una voz me dice que mi papel es el de una asesina en serie. …”
En general es que no tengo palabras, me han encantado tus descripciones, tu nivel de detalle, es algo que a mí me cuesta mucho y me sorprende lo sencillo que lo haces parecer, como una descripción natural y fluida.
Si nos metemos en un plano más psicológico (y partimos de la base que es una gran escena) me faltaría ese componente… esa chispita de razonamiento loco necesario para el asesino en serie, que se la das al final, ojo, se la das pero que muy bien ya que el lector se enfrasca en el descubrimiento del transtorno mental pero…
Por ejemplo, cuando piensa en el móvil que la mueve a matar a ese hombre… el hombre es cruel, sí es un buen móvil, una buena decisión, si hubiese sido cruel o desagradable con ella, o simplemente la mirase con desdén pero… siendo una persona/psicótica que selecciona por color… No sería más lógico, dentro de la lógica de un loco asesino en serie, ¿que se decidiese por él por llevar alguna prenda de vestir discordante?
Es decir, todo combinadito en azules, con su sombrerito… un primor de caballero pero ¿por qué al sentarse se le ven unos calcetines verdes? el azul y el verde no casan, es una aberración cromática…
No sé, es meterme mas allá en tu trama, que ya explicas que era más larga. Lo que te cuento es un ejemplo pero ¿Entiendes lo que pretendo explicarte?, es decir, me encanta tu desarrollo y la historia, pero creo que el razonamiento del móvil para asesinarlo es un poco discordante en ese sentido. Su palabra es “Color” eso es lo que llama al asesino, lo que mueve al asesino, por lo que debería entrar en la lógica que sea también el móvil para darle muerte.
Pero… bueno, que soy una inexperta, es una opinión que he razonado lo mejor que he podido.
Yo también he participado, mi escena es la 166, La tirada del destino. Aunque no es tan buena como la tuya.
Muchas felicidades.
I-N-C-R-E-I-B-L-E. Menudo relato!. Me ha enganchado mucho la historia, ante la carencia de diálogo, pero con lo bien que esta narrada, no ha hecho falta. Pulida y correcta. Te lo has currado. Te seguiré en adelante. Mi relato es el 7. Un saludo.
Me ha encantado Cryssta, está muy bien escrito y el final es sorprendente, pobre madre no me lo esperaba.
Si estabas preocupada por si se notaba que la habías cortado te digo que puedes dormir tranquila, parece que está escrito así desde el principio.
Cryssta, de veras que me encantó tu relato, lo considero impecable.
Me encanta la forma en cómo vas hilvanando cada detalle de la trama; también me gusta mucho la forma en cómo vas describiendo la obsesión de la protagonista,logras un buen suspenso, es muy creíble.
Me encantaría que pasaras por mi relato cuando te sea posible es el 136.
Espero seguirte leyendo. Un abrazo
Cryssta:
El trabajo me ha impedido poner comentarios hasta ahora.
Poco que decir a lo anterior, solo que si es un resumen de un relato más extenso, has dejado la crema en este.
me encanto…
Muy original la idea y muy bien escrito como siempre. Poco más que añadir a lo que han dicho el resto. Mi relato es el 35 por si te apetece leerlo.
Nos leemos
Saludos
Hola, Cryssta, un placer leer tu trabajo, como siempre.
En primera persona, y en presente, creas una escena verosimil que engancha al lector aún a pesar del enmarañado de la descripcion (perfecta por cierto) que resuelves con un brillante final, inesperado, y abierto… Lectura amena y fluida, mantine la tensión y el misterio conseguida con gran destreza.
Comparto los comentarios de Paola respecto a la construcción de algunas frases, aunque no desmerecen para nada tu magnífico relato.
Me quedo con tu frase: “La tristeza es una asesina que mata lentamente, ¿quién soy yo para robarle su presa?” Me ha parecido genial y bien colocada. Nos leemos.
Hola Cryssta,
tienes ya muchos comentarios, pero te dejo también el mío para decirte que he disfrutado leyendo tu relato. La idea me ha encantado y encima está escrito de forma sencilla y la lectura fluye naturalmente.
Me gustó mucho el detalle de la que la tristeza que mata lentamente; en este punto creo que se para el ritmo del relato de forma muy acertada. Y el segundo momento “estelar” para mí es cuando dice “Una voz me dice que mi papel es el de una asesina en serie.“. No lo esperaba, me ha encantado la sorpresa.
Perturbadora la idea de como un loco comete un crimen, con qué naturalidad, como elige a su victima (¡por los colores de la ropa!) No sé como pensará un asesino en serie pero me parece muy creíble tu descripción.
Lo único que no me gustó, pero ya te lo han comentado, es la frase de la madre, demasiado explícita, me parece poco natural que alguien diga “para tu enfermedad”. Desde luego, es una minucia.
Felicidades por tu estupendo relato.
Poco a poco voy devolviendo las visitas, ahora le toca el turno a Ebea pero antes me gustaría agradeceros a todos vuestros comentarios y contestar.
Los arreglos que me sugerís los estudiaré como hago siempre y haré los cambios que vea necesarios.
Me alegro de que os haya gustado tanto la frase de la tristeza, se ve que estaba inspirada ese día. Por supuesto podéis usarla cuando queráis.
Ahora le aclaro a Ebea. La protagonista no es una asesina, es una actriz a la que le ha tocado hacer el papel de asesina y quiere prepararse para ello. Por eso ella se tiene que buscar un arma, una víctima y un móvil.
Lo del color es fruto del azar, no sabe cómo elegir a su víctima, por eso abre el diccionario al azar y sale la palabra “color”. Es entonces cuando decide que se fijará en la indumentaria.
Los calcetines del muerto son, azul grisáceo, no verdes como dices tú (lee bien).
Pasa a ser asesina en serie porque “una voz” le dice que ese va a ser su papel y ella entonces tiene que prepararse para ello, por eso le da la oportunidad al color verde. (La pobre madre tiene la desgracia de llevar ese color).
Oye una voz porque tiene esquizofrenia. Ese es el motivo por el que escribí “No compraste la medicina que recetó el psiquiatra para tu enfermedad”, está puesto totalmente a propósito y no voy a quitarlo porque la receta se la podía haber mandado para el dolor de cabeza o para dormir y el no tomar ese medicamento en concreto es lo que hace que la enfermedad haga de las suyas.
En cuanto a lo de móvil ella necesita encontrarlo. Ya he dicho que no es una asesina sino una actriz haciendo de asesina y tiene su corazoncito. La víctima la elige por el color. Igual que la tristeza libró a la mujer de la bolsa fuscia, la crueldad hace que muera el del sombrero. Ahora dejo al lector que imagine si mata a la madre o no, si lo hace no sería por el color sino por algo que no le gustara de ella. Es como elegir a un grupo por ejemplo por su raza pero matar solo a aquellos que sean llorones.
Hola Cryssta (Madrid España)
Ya no se me va a olvidar!!!
Iré a tu tierra el fin de semana del 29, espero no encontrarme a tu personaje por la zona de Embajadores…
Hola Cryssta,
Es la primera vez que participo en los textos y comentarios.
Estoy asombrada no solo de la cantidad de relatos sino también de la calidad. El tuyo sin duda es sublime. Con una narración muy fluida que mantiene la trama hasta un final abierto y que deja espacio a una continuación.
Me ha gustado mucho.
Enhorabuena.
Paola, tranquila, los personajes que elegí por los colores (salvo la madre) son personas reales que vi por la calle pero la asesina es producto de mi imaginación.
Jajaja he de decir que la introducción del cuaderno la he visto tramposa, pero el final me ha parecido muy divertido, no hace feos a nadie. Me ha sorprendido.
Me ha gustado mucho. Muy bien narrado, se siente vivo y real.
Saludos.
Las madres, bellas, atentas, sabias y sólidas…no siempre tienen razón.Yo,te hubiese acompañado en la siguiente andanza y hubiese buscado un pañuelo del tono que no desentonara. Habría preferido que la madre la esperara ansiosa para escuchar el relato de su faena. Muy bueno Crissta. Te sigo leyendo.
Hola Cryssta.
Me ha encantado tú relato, sobretodo el final, cuando dejas el final abierto y temes por lo que le puede hacer a su madre. Lo has hecho muy bien, no se ha notado que habias recortado palabras. Saludos
Si quieres leerme, soy el 67.
¡Hola Cryssta!
Tenía ganas de pasarme por tu historia. Y desde luego no ha decepcionado ni un ápice a pesar las altas expectativas que ya tenía. ¡Me ha encantado! Cómo no, lo mejor el giro del final. Normalmente no me convence la voz de primera persona en presente (manías mías de lectora, siempre engancho mejor con el pasado porque es como todos contamos nuestras historias y como nos las cuentan los demás) pero en esta historia me he sumergido del todo. Muy intrigante desde el principio, no me lo podía creer cuando se ha cargado a su víctima de verdad. Y pobre madre, espero que se lleve bien con ella porque si no veo muy malos presagios.
Sugerencias:
Cambiaría “es otoño” por “estamos en otoño” para meter mejor al lector en la narración.
Más que una sugerencia esro es una duda: hay una cosa del orden de la historia que me ha desconcertado y no sé si es intencional. Ella mata al señor antes de que la voz hable en su cabeza. Su crimen no es culpa de su esquizofrenia. Lo mata a sangre fría para aprender a interpretar un papel. O sea que ademas de esquizofrénica es psicópata. ¿Lo he entendido bien, es así? ¿O es un fallo de orden? Con actores así, que se toman su trabajo tan en serio, el mundo parece un sitio todavía menos seguro…
Y una última en la que coincido con los comentarios de algunos compañeros: creo que en la frase final de la madre deberías cortar “de tu enfermedad”.
Tu frase es:
«No compraste la medicina que recetó el psiquiatra para tu enfermedad».
Lo que yo pondría:
«No compraste la medicina que TE recetó el psiquiatra».
Si alguien va al psiquiatra y le recetan medicación se entiende que no es porque tiene un simple dolor de cabeza, sino porque padece alguna enfermedad mental grave, especialmente después de lo que acabamos de presenciar en este relato. Por eso lo cortaría, creo que sobra y le quita redondez al final de un relato magnífico.
Detalles que me han encantado:
Me ha gustado mucho este guiño: “si soy cocinera, en mi casa disfrutan de platos suculentos;” parecía que por ahí podías meter el libro de recetas y no ha sido así. Muy buena idea dejarlo ahí 🙂
Por lo que he podido leer en los comentarios anteriores no es una novedad que me haya gustado esta frase:”La tristeza es una asesina que mata lentamente, ¿quién soy yo para robarle su presa?” pero lo pongo igual porque me ha encantado ^^
También me ha gustado el detalle de las carpas “Cualquiera pensaría que doy de comer a las voraces carpas.” Es verdad que es un gesto muy cotidiano dar de comer a los animales del estanque y una gran forma de disimular.
En resumen, me ha parecido un relato estupendo. Atmósfera perfecta, intriga durante y especialmente al final, gran retrato del personaje y muy buen ritmo… Chica, nadie diría que lo has cortado de otro relato, qué buenas tijeras.
Mi más sincera enhorabuena, sigue escribiendo y deleitándonos con historias así. Creo que otro de los puntos fuertes esque realmente es un relato completo cosa que no pasa en muchos textos que se quedan sólo en escena. Tiene final, aunque sea abierto, y eso le da mucha fuerza al relaro. ¡Y qué final!
Un abrazo y sigue escribiendo. Un gozo leer cosas como esta.
Anael, como ya he dicho en alguna ocasión a mí me gusta hacer pensar al lector, por eso algunas cosas las dejo abiertas. En este caso ella es actriz pero ¿quién le ha dicho que tiene que hacer el papel de una asesina? puede haber sido un director de escena real pero también una de esas voces que oye. Por eso mata al señor primero y luego oye otra voz (o la misma) que le dice que será asesina en serie.
En cuanto a lo de quitar “para tu enfermedad” ya lo he explicado en un comentario. Los psiquiatras también mandan recetas para el dolor de cabeza o para dormir, quería dejar bien claro que la medicina que no se ha tomado es la que necesita para su enfermedad en concreto, así no habría oído voces.
Las enfermedades mentales son complicadas, yo una vez hablé con una mujer que decía la pobre que la violaba un muerto. Cuando le pregunté qué le había dicho el médico me contestó que él decía que tenía esquizofrenia pero ella insistía en que no la tenía y no se tomaba la medicación. La verdad es que me causó mucha tristeza porque ella debía sufrir mucho al vivirlo como algo real.
Poco a poco voy devolviendo las visitas, tened paciencia, compañeros.
La curiosidad me ha picado al ver tantos comentarios. Nada que objetar al relato pues opino que cada cual escribe como quiere, sabe o puede. Pero eso sí, me mantendría alejado de ti por si acaso. Jajajajajaja
Muy buenas Cryssta,
No esperaba leer un relato así. Genial. Mi preferido, y veo difícil que esa opinión cambie. La historia es perfecta, tu narración es rica y sabe lo que se hace. Para mí está un escalón por encima de los demás. Lo digo sin menospreciar, eh.
Mi única pega es contra la madre, no puede dejar que la loca de su hija salga a comprar su medicina, de hecho, no debería salir más.
Te seguiré leyendo.
Un saludo y mis felicitaciones.
Hola Cryssta.
Una gran historia, me ha encantado. La tensión y la intriga mantienen al lector enganchado hasta el final. Aparte está muy bien escrita, lo cual se agradece ya que no se pierde el hilo en ningún momento.
Sólo puedo decirte que enhorabuena y que espero seguir leyéndote por aquí.
El mío es el 89, por si quieres pasarte.
Un saludo!
Buenas tardes Cryssta: Me ha gustado mucho tu relato. Está fenomenal y en el final he sentido mucho miedo porque el verde lima es uno de mis colores favoritos. Gracias por compartirlo con todos nosotros. Menta
Es la primera vez que participo en el taller y me ha sorprendido ver tantos comentarios en este relato. Así he acabado aquí, disfrutando de una historia increíble y a la que nada puedo aportar ya que a mi parecer es perfecta. Mi enhorabuena por tan buen relato.
Un saludo!
Hola Cryssta:
Gracias por pasarte por mi relato. Espero eso sí, cuando puedas, tus acertados comentarios y tirones de oreja.
La puesta en escena de tu historia me ha encantado junto con la presentación de la protagonista.
Al comienzo de la lectura pensaba que la protagonista iría desistiendo de matar a nadie, bien porque la veía sufrir o porque le pudiera “caer simpática”.
“Azul, ese es el color que tengo que buscar”. A partir de esta frase empiezo a desconfiar. Me parece que la mujer tiene un carácter inestable. Aunque en esta frase yo hubiera añadido “ahora” para remarcar ese cambio de color en la búsqueda de la víctima. “Azul, ese es el color que tengo que busca ahora”.
“A medida que el hombre mayor habla, la expresión del joven se transforma, pasando de la alegría a la desolación”. Ahora pienso (pobre de mí), que la protagonista desistirá de ejecutar al pobre hombre, porque intuyo que la expresión desoladora del joven se debe a que el señor mayor le dice que es una persona desgraciada.
A continuación me llevo una sorpresa mayúscula, el señor que yo creía desgraciado, resulta ser una mala persona. Ahora no me sabría tan mal que la mujer lo asesinara.
Ya ha ejecutado el crimen, le ha dado su merecido al personajillo cruel y sin entrañas.
A seguir, un nuevo sobresalto, lo de la voz interior me suena a psicópata.
Después la madre, me despista con el libro de recetas, pero quien sabe ¡podría estar elaborando un pastel de difícil ejecución!
Cuando dice la madre lo de la receta del psiquiatra, me entero que la mujer no está en sus cabales.
Aunque aquí esa oración yo la habría hecho en forma de pregunta, porque se supone que la chica salió a la calle a comprar las medicinas.
—¿No has comprado la medicina que recetó el psiquiatra para tu enfermedad?
Aunque no has citado la enfermedad concretamente, que pudiera tener la mujer, veo que muchos la han asociado o la han achacado a la esquizofrenia.
Y creo que habría que distinguir muy bien entre psicopatía y esquizofrenia, para no estigmatizar a estos enfermos mentales que mediante tratamiento pueden llevar una vida completamente normal. Conozco a muchas personas que sufren esta enfermedad que tienen un carácter muy noble y son tremendamente cariñosos con sus familiares y amigos.
Volviendo a tu relato decirte que, como siempre, has escrito un relato imaginativo y sorprendente.
Felicidades.
Hola Cryssta, un gusto volver a leerte. Esta vez ha iniciado el taller apostando fuerte. Con un narrador femenino psicópata en primera persona, nos haces vivenciar la escena en directo, directísimo. Resulta perturbador el hecho de ignorar el lector desde donde percibe, detalle que sólo desvelas al final, en un giro que arroja luz pero no quita tensión sino que la aumenta. Es original, valiente y atrevido, el que hayas experimentado con este ángulo de visión transportando al lector al interior de una mente perturbada.
Aplausos.
Hola Cryssta:
Me ha gustado tu relato. Has desarrollado la historia como una sucesión de flashes. En mi humilde opinión: los relatos creados con una extensión, cuando hay que acortarlos sufren.
Un placer leerte.
¡Viva Stanislawsky!
Crysta tu relato me ha parecido origínalísimo y muy bien escrito, manteniendo constantemente la tensión con los sucesivos cambios de víctima, de color, etc
¡Chapeau!
Hola Cryssta,
Me ha gustado el relato, una buena idea narrada con mucho dinamismo e intriga sostenida, que mantiene constante el interés del lector.
Te felicito por elegir un narrador en primera persona del presente, cosa que no es fácil, pero si muy efectiva para conseguir una mayor empatía del lector con la protagonista. Sin embargo, al terminar de leer tu relato me entró una duda sobre la intención que quisiste reflejar al escribirlo con esa voz. Me explico:
1-. Mostrar a una actriz que tiene que interpretar a una asesina y se prepara para ello realizando un asesinato real.
2-. Mostrar a una actriz que tiene que interpretar a una asesina y se prepara recordando, bien mentalmente o ante el director de escena(sería esa voz que oye),el papel que le corresponde en la representación.
A mi entender en el texto no existe un asesinato real porque me cuesta aceptar que alguien, aunque padezca esquizofrenia, vaya por la calle matando a una persona, al mismo tiempo que lo cuenta, lo retrasmita en directo como si tratase de un reality show ¿A quién se lo cuenta si durante la selección, seguimiento y ejecución de la víctima, la protagonista es el único personaje en escena?
Por tanto me inclino por la segunda opción, la actriz repasando su papel durante un ensayo donde el director de escena(la voz) da por buena esa parte, la “azul”, y propone a la actriz preparar la parte “verde” del papel de asesina en serie.
Si la protagonista en vez de “Al llegar a casa, la madre…” estuviese en casa no tendría dudas de tu intención pues interpretaría que le contaba a ella su papel.
Yo solo utilizo la primera persona del presente, además de en diálogos, para reflejar sentimientos, deseos, pensamientos… del personaje, y empleo la primera persona del pasado cuando se trata de contar una acción, me parece más claro y sencillo.
Cryssta, espero que entiendas mis dudas sobre esa narración en primera persona del presente que, en mi opinión, requiere algo más de claridad. No obstante, reitero que el relato es muy bueno.
Un abrazo
Roger, no tenía intención ninguna, simplemente mi Musa me dijo que lo escribiera así. Me guío por la intuición a la hora de escribir y escribo por placer y para mejorar en mi escritura, si además consigo gustar al que me lee, fantástico.
Hay una opción que no has contemplado y es que ella se lo esté contando a otra persona, el psiquiatra, y lo haga bajo hipnosis. Tal vez lo escribí así de una forma inconsciente puesto que he tenido la oportunidad tanto de que me hipnoticen como de hipnotizar a otras personas y estoy acostumbrada a esa forma de hablar en presente como si la acción ocurriera en ese instante. Por supuesto bajo hipnosis no se tendría tanta fluidez verbal pero sería parecido.
En cualquier caso ya te digo que no tenía ninguna intención en especial. Simplemente me gustan muchos los libros de asesinatos y a escribir un relato de asesinatos me lancé.
Una persona puede asesinar y da lo mismo que tenga esquizofrenia, sea una psicópata o una persona a la que le han puesto los cuernos y quiera vengarse. Lo de la esquizofrenia me vino bien por lo de escuchar voces, era lo que justificaba pasar de asesina a asesina en serie, pero siempre para hacer su trabajo de actriz.
Coincido con Vespasiano en que hay personas maravillosas que sufren de esquizofrenia y no pretendo decir que todas vayan a cometer asesinatos, ni mucho menos. Simplemente la protagonista de mi relato tenía esta enfermedad y el no tomar la medicación hizo que escuchara una voz que le decía que tenía que hacer el papel de asesina, lo que ocurre es que ella se tomaba muy en serio “el método”, ya lo digo en el primer párrafo. Cuando era cocinera todo el mundo se beneficiaba de su buen cocinar, ahora que le toca ser asesina ¡ah!, se siente.
Hola Cryssta.
¿Aquí cómo se aplaude?
Me uno sinceramente a las felicitaciones de los anteriores comentaristas.
Como toda gran historia, creo que no necesita de tantas explicaciones. Lo bonito e interesante es precisamente eso, que cada cual se imagine un escenario diferente: que esté escribiendo un diario o un libro, que se lo cuente a otro enfermo como ella, que lo haga a su psicoanalista en una sesión de hipnosis, etc.
Un placer haber pasado por aquí y haber disfrutado de tu arte.
Un saludo.
Hola:
Me gusta mucho el argumento de asesina desequilibrada, pero metodica. Sabes atrapar al lector con el punto necesario de intensidad y una expresion clara, con frases breves y concisas.
No es el estilo que me gusta leer por placer, pero tienes algo que engancha y hay que saber cultivarlo.
El azul es de mis colores favoritos, que miedo…
Felicidades.
¡Hola, Cryssta! Ante todo, disculpa el retraso a la hora de devolverte el comentario y muchas gracias por pasar por mi relato.
Como mis compañeros, me quito el sombrero ante el tuyo. Es muy interesante cómo planteas la trama y cómo dejas abiertas diversas opciones para que el lector se acoja a una u otra, dependiendo del razonamiento que siga. Personalmente soy fan de los finales abiertos, así que me encanta que hayas terminado así tu historia.
Fue un acierto narrar esto en primera persona y en presente. Lo mejor es, sin duda, seguir el razonamiento de la chica y ser capaz incluso de entender por qué hace sus elecciones. Llegas a empatizar con ella, lo cual es muy perturbador.
Como punto negativo: a mí también me rechina el final, me parece redundante. Quitaría “para tu enfermedad” porque el lector ya entiende que la protagonista tiene un problema cuando se menciona al psiquiatra. Y otra cosa que no me ha gustado es el uso que le has dado al libro de recetas. Es cierto que en ningún momento se dijo que tuviera que dársele un papel más protagónico pero, en este caso, podría no haber estado y la historia habría sido la misma. A mi entender, has escrito tu relato y luego has introducido ese elemento de cualquier modo; el reto está cumplido, evidentemente, pero no me convence que lo hayas hecho así.
¡Saludos!
Gracias a todos por vuestros comentarios que me ayudan a mejorar y me animan a seguir escribiendo.
Anoide, siempre me fijo muy bien en lo que se pide en el taller para no meter la pata pues de hacerlo no se publicaría mi relato.
En este caso concreto se decía: “Para participar en la edición de este mes tenéis que escribir un relato que contenga un cuaderno de recetas. Qué tipo de cuaderno y qué ocurrirá con él en la historia ya es cosa vuestra”.
Pues bien, el relato contiene un cuaderno de recetas, quise que fuera de recetas médicas porque imaginé que la mayoría de compañeros pondría uno de recetas de cocina. Y tiene mucha importancia en la historia pues justamente el no haber usado las recetas que contiene es lo que ha provocado que la protagonista oiga voces.
Tal vez no hayas leído un comentario que puse en el general. En él decía que no estaba inspirada para este taller y usé un relato que había escrito unos días antes con 1.187 palabras. Tuve que dejarlo en 750 y además meter el cuaderno de recetas. Todo un reto. Efectivamente, como tú dices escribí el relato y luego metí el cuaderno, pero no lo hice de cualquier modo sino con sentido. En el relato original no aparece la madre y por tanto el lector no se queda con la angustia de pensar que la va a matar. Además no se sabía qué la había llevado a estar trastornada y aquí ya se sabe porque no ha tomado la medicina.
Este relato ha perdido en relación al original porque he tenido que describir menos, entre otras cosas el sombrero azul llevaba una cinta de groguén con una pluma que me ha dado pena quitar, pero ha ganado porque al tener que introducir el cuaderno de recetas he podido dar una vuelta de tuerca.
Aunque os suene redundante, “para tu enfermedad” seguirá en el relato pues lo puse justamente para “recalcar”.
Hola Cryssta, soy Luis(72) Me gusto tu relato, es muy ingenioso y el final aun más. A estas alturas no voy a decir nada que no hayan dicho los compañeros. Saludos.
Hola Cryssta, ante todo ENHORABUENA por tu relato, es fascinante. Me encanta leerte, aunque solo he participado en tres talleres si trato de seguir tu trayecteoria por que me encantan tus letras y tu forma de escribir. Que decir, impecable.
He echado de menos tus correcciones en mi escena de este mes, por si te apetece pasar, soy el 66.
Gracias por tus comentarios.
Nos leemos!!
¡Cryssta!
No por nada eres mi escritora favorita acá en Literautas :). Muy bien realizado, tono particularmente sombrío pero no pesado, estilo atractivo y de fácil digerir. Fue un agradable rato de lectura, gracias por eso.
Espero estés bien. Saludos.
*Mi relato es el número 1 -> “La mercantilización de la venganza”
https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-37/6374
Hola Cryssta querida!!
Mil gracias por tu visita y tu comentario, una alegría!
Tu relato me encantó, qué te puedo decir. Bien escrito, bien el ritmo, muy tranquilo quizás para una persona con esquizofrenia o algo parecido, pero evidentemente con la locura del que necesita tener todo bajo control.
Como única micro-corrección, a una de las víctimas la deja en paz porque seguirla la hubiera obligado a cambiar de dirección. Es raro, porque a los que termina siguiendo, los sigue a cualquier parte. Te sugiero buscar otra excusa para perdonarle la vida 😉
Fuera de eso, me pareció un texto brillante, y una idea genial.
Felicidades!!
Hola, hola! Sí, sí, ya sé que llego tardísimo y el comentario está un poco de más. Pero me gusta devolver todas las visitas en la medida de lo posible. Muchas gracias por pasarte por el mío.
En términos generales me ha gustado el relato. Hay algunos detalles que me parecieron simpáticos, aunque los haya visto en otras partes, como lo del diccionario o lo de “meterse demasiado en el papel” (los actores de Hollywood hacen cada cosa…).
Si embargo hay algunos aspectos con los que no simpatizo tanto. Por ejemplo, no me gusta el narrador y el tiempo verbal que elegiste para contar la historia: la primera persona del presente. Es cierto que lo hace más visual, pero se me planteó en todo momento como si estuvieran narrando lo que hacían en un videojuego, ya corro, ya brinco, ahora giro la calle.., ahora lo compro etc. o como si Robocop en su versión femenina y psicótica nos contase como ve el mundo a través de su sensor de infrarrojos.
Tuve problemas con los párrafos tan cortos, me costó meterme en la escena. Aunque el ritmo es bueno y no saltábamos de una cosa a otra.
Sin duda creo que hubiera elegido el tiempo pasado para contar la historia, y no estoy seguro de si la primera persona para lo que has contado es la mejor opción.
El final me convence y no. Pienso que hubiera sido más chulo escuchar exactamente lo que le decía la voz. Y no sé si el remate final con la madre dejando claro que la muchachita está como una cabra le resta o le suma. Creo que le habría dado una vuelta de tuerca a ese final, algo más sutil. Los del verde bien. 🙂
Con el cuaderno de recetas fuiste tramposilla… Jajaja.
¡Un abrazo y nos leemos en la próxima escena!
Hola Cryssta, soy Marazul.
Esta vez me he librado por los pelos. Lo digo por lo del color “azul” que siempre acompaña mi pseudónimo.
Tu relato es muy bueno. Bien escrito, con mucha intriga y acción, un final “preocupante” y ese personaje, aparentemente normal, de mente enferma que a todos nos inquieta.
Es verdad que pasas muy de puntillas por el tema del mes, pero se perdona porque tiene calidad.
Saludos
¡Bravo!
Menuda protagonista. Me ha parecido agil, apremiante. Al final, y por una estupida mania, me quede pensando en el joven de la cafeteria… ¿material para otra historia?
Un beso y felicidades.
Hola Cryssta:
Gracias por tu comentario en mi relato, me alegra que haya contribuído a un buen rato de placer.
El tuyo es redondo pero con agujeros.
Me explico. has conseguido un relato perfecto, para mí el tiempo está muy bien empleado y la narración en primera persona muy realista. Tiene un ritmo creciente marcado por ese tic tac de las frases cortas. Pero, además dejas en criterio del lector las interpretaciones de los personajes y lo hechos. Eso pasa en muchas buenas obras de la literatura, por eso es que cuando las vuelven películas, no todos quedamos satisfechos, porque cada uno se imagina los personajes y los escenarios a su gusto. Ese debería ser el aporte de quien escribe ficción: hacer pensar al lector. No le puedes dar todo masticado y ahí me parece que está tu logro.
Por ejemplo, yo creo que tu actriz sufre de una doble personalidad. Una la que le obliga a ser perfeccionista con su trabajo y otra que se aprovecha de ese perfeccionismo para asesinar, cocinar, cantar o llorar.
Te felicito, ha sido un placer leerte, como siempre.
Un dato adicional que toda madre sabe: no le puedes comentar a tu hija que es enferma mental, es el principio de una larga discusión que puede terminar en asesinato.
Hola, Cryssta. Està muy bien tu relato, te felicito. Me uno a lo que te comentan por aquì de no darlo todo tan masticado y al hecho de otorgar al cuaderno de recetas màs importancia. En cualquier caso, està muy bien. Saludos y hasta la pròxima. Buenas tardes.
¡Hola Cryssta! Muy bueno tu relato. Al inicio no sabía a dónde ibas, entonces no quedaba más remedio que seguir leyendo (con esto quiero decir que tu relato atrapa). El final sorprende y uno se da cuenta de todo. Genial.
Felicitaciones.
No me busques pues no he enviado ningún relato, estoy gozando de unas vacaciones en Buenos Aires. Hasta la próxima querida Cryssta.
Saludos Cryssta:
Muchas gracias por leer y comentar mi relato del mes.
Siempre me han gustado las historias de “Thriller”, y creo que el tuyo cae en el genero.
Me ha gustado mucho la idea de tu relato y disfruté la lectura; hasta se me olvidó que había que meter un libro de recetas, por lo que me sonreí verlo metido de zopetón. Va bien, que protagonismo no debía tener, pero de verdad que la historia me hizo olvidarlo.
He leído los comentarios a tu texto y mi consejito, con todo el respeto que mereces como escritora, es que escuches a tu lector. Si a ellos no les parece bien el diálogo de la madre, no lo defiendas. Eres genial y sé que puedes cambiarlo, para que puedas ofrecer exactamente lo que pretendes describir… con otras palabras. Recuerda que todo puede mejorarse, y sé que tienes la disciplina y la buena disposición para hacerlo, porque he visto la evolución de tu trabajo en línea directa.
Tantos comentarios avalan que escribes bien y sabes dar buenos consejos.
Suerte con el proyecto del mes de noviembre, seguro voy a leerte. Besiños. 🙂
Hola Cryssta!!
Creo que es la primera vez que te leo y desde luego no va a ser la última.
Tu relato es excelente en todos los sentidos, la forma de narrar, de describir… en fin que me ha gustado todo 🙂
Si te apetece puedes pasar por el 146.-
Un saludo!!
Hola Cryssta!!
Creo que es la primera vez que te leo y desde luego no será la última.
Tu relato me ha parecido excelente en todos los sentidos, la forma de narrar, la descripción de cada acción…
Si me da la sensación de que el cuaderno de recetas está cogido con pinzas, pero el que tenga más o menos protagonismo no era una premisa obligatoria para la escena.
Buen trabajo!!
Si te apetece puedes pasarte por el 146.
Un saludo!!
Hola, Cryssta. Gracias por haber pasado por mi relato, más agradecida cuando sé que realmente estás ocupada. Espero que hayas disfrutado de la lectura.
En cuanto a tu relato, me pongo de pie y te aplaudo haciéndote ovación. Me ha encantado. Me atrapó de una manera diferente a lo que lo hizo la ultima historia, la del triangulo rosa. Pero es un diferente que sigue siendo muy bueno.
Me llama la atención el tiempo que elegís para relatar, en un relato mío elegí el mismo y me señalaron que estaba mal, me quedó tanto en el tintero que cuando veo que alguien utilizar el mismo no puedo evitar preguntarme si se puede o no usar ese tiempo de esa manera.
Muy buen trabajo.
Te mando saludos.