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El mentiroso - por César Bianchi
EL MENTIROSO
Cómo disfruto los bailes de Carnaval. Son lo mejor de Lincoln, hoy me disfracé de cura. Con sotana y el diccionario de latín en la mano. Me los prestó el Padre Miguel. También, con lo que colaboro para la capilla nueva.
-¡Hola don Bianchi!
-¿Me conocés?
-Usted es muy conocido don Bianchi.
-¿Y a vos?, ¿te conozco? “Sacate el antifaz te quiero conocer, alegre mascarita …”
-Soy una artista de cine, ¿no se da cuenta?, soy Marilyn. ¿Mañana me quiere ver en la película del Newbery?
– ¿Me pagás la entrada?
-Con la plata que usted tiene don Bianchi.
-Igual mañana tengo que estar en el campo hasta la noche. Siempre hay algo nuevo. Hoy me voy temprano.
-Diviértase don Bianchi, la vida es corta, para qué quiere tanta plata.
-Un tango, ¿sabés bailar tangos?
-¿Bailan los curas?, bueno… ¿si me lleva?
-Se escapó el ternero, pero hay algo peor: se fue la Artura, don Bianchi. No hay caso, se fue.
Los bailes son lo mejor, y lo peor es tener campo, todos los días un problema nuevo.
-No llorés sonso. Ya va a volver, dale tiempo. “Hasta la hacienda baguala… ”.
-No, esta vez se fue para siempre, se fue con el golondrina ese, siempre fue así, alzada.
-¿Y cómo sabés que se fue con el golondrina, Ulises?
-Y, le andaba arrastrando el ala. Yo le dije a usted don Bianchi que no trajera peones, que yo me podía arreglar solo con la cosecha, con la Artura, si la chacra es chica.
-No, pero la cosecha era muy dura para dos.
-Se habrán ido lejos, el golondrina era tucumano.
-¿No es aquella que se ve allá?
-No, esa es la Florinda del campo de al lado, una piba, pero está buena, ¿eh, patrón?
-De lejos parece, ¿por qué no te le arrimás?
-La verdad que me da bola, pero yo la quiero a la Artura. Justo con ese negro se fue, si la encuentro la mato.
-¿No la habrás matado y enterrado en el campo?, jajá, no quiero líos.
-Sabe que lo digo de mentiras. ¿Dónde andará?
-Hay que ver, Ulises, si se quedaron en Lincoln, yo te la traigo a ella, aunque sea con la policía. Pero a ver si traigo a la policía y encuentra otra cosa.
-¿Qué va a encontrar?, ¿lo acompaño hasta el monte patrón?
-¿Qué, en el monte hay algo raro?
-No. ¿Qué va a haber?
-No, andá a ver si encontrás el ternero. Después nos tomamos una ginebra.
En Lincoln, antes de entrar a mi edificio me saluda el portero de al lado. Abro la puerta de mi departamento y está a oscuras.
-¿Lo convenció don Bianchi? –la voz de hembra caliente de la Artura me entibia la oreja.
Hay cosas que uno lee e impresionan, tal vez porque la construcción del texto es natural, ligera, te entra como si lo normal fuera que se te metiera debajo de la piel, gaznate abajo como un buen ron añejo.
Me habría gustado mucho ver este texto con sus guiones de diálogo y estas cosas, pero conste en acta que eso no resta valor al texto, o por lo menos, como decimos por aquí, no a nivel ético, sólo estético.
Debería hacer algo más profundo, una corrección más técnica y extensa, pero es que, con sinceridad, me niego a siquiera insinuar que es necesario mover una sola coma de este texto. Si alguien quiere que lo haga, yo NO QUIERO.
Sigue escribiendo, César Bianchi, por favor.
Un saludo.
Gracias SB por tu comentario. Te comento que reformé el cuento cuando descubrí el desafío. Lo cumplí pero me olvidé de consignarlo al subirlo a la página. También omití poner +18. Es que es el segundo mes que participo y no he incorporado aún un buen manejo de las reglas. Gracias otra vez.
Encuentro muy buena la segunda parte del texto: Se escapó el ternero…Creo que lo primero le quita fuerza e interés. Buen final.
SALUDOS
Es cierto Zulema. Allí comenzaba el texto original exactamente.
El principio lo agregué para cumplir con el desafío.
Buenas César,
Me ha gustado mucho el texto, es original y los diálogos frescos y reales. Hay un pero, aunque quizás es sólo una apreciación mía: hay como un salto entre las dos partes del texto, pasan del baile al campo sin ninguna explicación. Igual lo hiciste a drede pero a mì me costó seguir un poquito la historia.
Pero repito: un muy buen trabajo. Gracias por escribirlo.
Soy el de arriba
Es cierto Wester, y como le comenté a los otros compañeros la primera parte es un agregado para cumplir con el desafío cuyo contenido no había visto. Cronológicamente fue una “segunda parte” y, como dice el refrán:”nunca segundas partes fueron buenas”, aunque se disfracen de primeras.
Buenas otras vez César, gracias por pasar por mi relato y por esa crítica. Estoy en el 109 en el reto anterior. Sólo he participado dos veces. Creo que si lo lees quedarás sorprendido.
Hola ¿don Bianchi?
Historia hermosa en aire de carnaval de pueblo, aunque tengo entendido que los de Lincoln son grandiosos.
Creo que te han faltado algunos signos de entonación: ¿Para qué quiere tanta plata? ¡Un tango!¿lo acompaño hasta el monte, patrón?
Gran final!!!
Hasta el próximo mes.
Hola, César:
Buen texto pero el principio se ve algo forzado y no tiene mucho que ver con el resto. Además, creo que el relato se enriquecería más si añadieras más acotaciones a los diálogos (que para mí no son nada fáciles de escribir). Ayudaría al lector a formarse una imagen de cómo son los personajes, cómo actúan… ese tipo de cosas.
Por cierto, muy buen final.
Nos leemos.
Un saludo