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Susana esperaba. - por Lorena Salcedo

Web: https://lacarretadeheno.wordpress.com

Susana esperaba, tomaba tiempo para contestar al preguntarle si era devota a alguna religión. Bastaba decir que creía en la casualidad, que además era femenina e inevitable. Para Susana las casualidades eran hechos en los que el tiempo acertaba con precisión para que sucedieran cosas buenas o malas independientemente y para ella esto implicaba un acto divino. Dividía a las personas en turistas de una guía prefabricada llamada destino y quienes sorteaban sus vivencias a partir de vicisitudes inexplicables. Ambas visiones estaban repletas de factores ajenos complementarios: religión, numerología, educación e incluso cultura.
Con un encuentro sorpresivo y casual se acordaba por estatuto social la facultad del acercamiento breve, que generaba historias de todo tipo, encontrando rostros sin filtros en aspectos públicos y que aparecían continuamente en redes sociales para mantenernos informados o lo que sea que motive a publicar. Por eso le agradaban las casualidades porque eran escenas vivas de fotos mal tomadas, de cabello fuera del control y palabras espontáneas.
Una eventualidad reciente los colocó con un aire de gracia. Se habían apilado meses de la última vez que coincidieron. Ambos regresaban a la ciudad donde ninguno era originario y cuya conexión terrenal era un cementerio poco concurrido donde cruzaron camino. Platicando de todo un poco y con más confianza, Alex se ofreció a echarle las cartas. Susana aceptó.
—Soy escéptico —aclaró seriamente Alex. —Tómalo como perspectiva del problema solamente—
—Claro.
Dispuestos, caminaron a un café y en una mesita Alex cedió el mazo de 78 cartas a Susana.
—Concéntrate en un problema actual, y revuelve las barajas.
Susana revolvía.
—Cuando tú quieras colócalas en la mesa.
Susana dio prioridad a un tema viejo que repercutía en días actuales y decidida colocó la baraja. Alex la tomó y haciendo un puente de cartas, indicó tomar cinco, que fue situando una a una en cruz. La baraja contenía reyes, reinas, caballeros, copas, bastos, espadas, oros y demás representaciones oníricas que si bien podían ser cuestiones aleatorias, también eran señales seductoras que atravesaban las situaciones válidas.
Levantaba una carta llena de hermosos simbolismos y esperaba un poco a escuchar su significado y la relación con el problema que solo ella conocía.
—Reina de copas— No hay otra copa como esa, todas son muy básicas y si te fijas bien, ella la observa. Está descalza, pero tiene los pies sobre la Tierra, a pesar de estar rodeada de agua y el agua significa sueños, incluso su manto está hecho de agua.
Susana sintió algo impreciso por esa carta, tal vez le hubiese gustado que se fundiera totalmente en el mar, pero la reina denotaba consciencia y trabajo arduo, demasiado para una provocación de ese tipo. Como toda figura autoritaria, tenía un séquito a su merced, dependientes de sus decisiones.
—Reina de bastos— dijo Alex.
Susana miró un gato negro a los pies de la reina. Sostenía un basto renaciente en la derecha y un girasol en la mano izquierda. Llevaba un manto pesado y a sus espaldas se colmaba de estandartes. Figuras felinas sostenían los brazos de su trono. Aun así, estaba varada en el desierto.
Alex describió su significado y cómo repercutía en su problema. Susana escuchó palabras confusas de los labios de Alex y pidió que repitiera aquello. Él tomó la carta y con el índice explicaba nuevamente. Sus ojos eran directos, los protegían espesas pestañas onduladas. Pero Susana dejó de escuchar un lenguaje común para entrar a una atmósfera auditiva que era idéntica a estar bajo el agua.
Alex volteaba las cartas restantes y aun con esa peculiar sensación acuosa dentro de su cabeza observó lo más que pudo sus movimientos para interpretar lo que quería decirle.
Miró un siete de espadas. Aparecía una mujer vestida en túnica roja que cubría casi completamente sus pies desnudos. Estaba de pie en medio de un pequeño riachuelo donde el viento movía sus cabellos. Iba atada por una cinta blanca, vendada de ojos. La rodeaban ocho espadas clavadas que simulaban una prisión, cuya salida estaba frente a ella sin que la pudiese ver.
Susana intentó leer sus labios pero le fue imposible. Apenas dejaban salir palabras ya mudas cuando los colores de su entorno comenzaron a esfumarse. Una capa blanca de nubosidad se posó en sus ojos, pestañaba rápidamente intentando aminorar la ceguera, sintiéndose ansiosa. Sus ojos irritados bastos de sombras incoloras sintieron como Alex levantaba la última carta, desconociendo lo que le depararía.

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7 comentarios

  1. 1. Anael dice:

    ¡Hola Lorena!

    Me interesa tu relato, creo que tiene mucho que decir sobre la psicología de Susana, pero creo que se queda un poco opaco para el lector. Utilizas figuras muy bonitas, pero a mí al menos me ha costado un poco entenderlo.

    A continuación te dejo los detalles que me han gustado y algunas sugerencias, que son como las lentejas, si las quieres las tomas y si no las dejas :

    1. “tomaba tiempo para contestar al preguntarle si era devota a alguna religión.”
    No entiendo, ¿quién tomaba tiempo? ¿Quién preguntaba? Creo que falta un sujeto (el nombre o un determinante para la persona que se esté tomando el tiempo), porque si no, en la siguiente frase, no sé quién cree en la casualidad (Susana u otra persona?).

    2. Me confunde que Susana esté esperando una respuesta a su pregunta y al mismo tiempo explique sus creencias. Por un momento dudé de quién había hecho la pregunta, no sabía si había preguntado ella o si le habían preguntado y estaba contestando en su mente antes de responder a su interlocutor… En parte tiene bastante que ver con la apreciación anterior.

    3. “Se habían apilado meses de la última vez que coincidieron.”
    Me suena mejor “desde la última vez…”

    4. “Ambos regresaban a la ciudad donde ninguno era originario”
    Pondría “de donde ninguno…”

    5. “—Soy escéptico —aclaró seriamente Alex. —Tómalo como perspectiva del problema solamente—
    Sobra la raya final. Supongo que es una simple erratilla 😉

    6. —Reina de copas— No hay otra copa como esa, todas son muy básicas y si te fijas bien, ella la observa. Está descalza, pero tiene los pies sobre la Tierra, a pesar de estar rodeada de agua y el agua significa sueños, incluso su manto está hecho de agua.
    No entiendo muy bien si lo que has puesto detrás de la segunda raya lo sigue diciendo Álex o lo dice el narrador. Si lo dice Álex hay que sustituir la raya por un punto. Si lo dice el narrador, la raya iría pegada al “No hay otra copa…”

    7. “—Reina de bastos— dijo Alex.”
    Lo mismo, la raya pegada al “dijo” y Álex debería llevar tilde, ¿no? Te dejo el enlace de una entrada de Literautas sobre como puntuar diálogos, que a mí me ha resultado muy útil. Es muy buena, cubre hasta los casos más complicados y te explica las cosas mejor de lo que podría hacerlo yo 🙂 https://www.literautas.com/es/blog/post-10363/como-representar-un-dialogo-graficamente/

    8. “Pero Susana dejó de escuchar un lenguaje común para entrar a una atmósfera auditiva que era idéntica a estar bajo el agua.”
    Me ha gustado mucho esta frase y la imagen que refleja. Muy visual y sensitivo al mismo tiempo.

    9. Lenguaje culto que queda bonito, pero hace un poco cuesta arriba la comprensión. Creo que hay intención y madera, pero hay que cuidar un poco más las frases. Ortografía muy cuidada, lo que se agradece mucho a la hora de leer 🙂

    Creo que la idea con la que trabajas es buena, pero no termino de meterme en la historia. Al principio no sé quién está hablando con Susana, creo que hay que introducir a Álex un poco antes, y en un momento, creía que era Álex quien echaba las cartas, no Susana. Creo que tienes un poco de lío con las formas de puntuar diálogos y esto me ha hecho perderme un poco. El no desvelar el secreto de Susana creo que le quita dramatismo a la historia, y no termino de entender la relación de las creencias en las casualidades de Susana y el echar las cartas después para ver su futuro (que entiendo que no acaba de ver porque siente demasiada presión cuando empieza a interpretar lo que le dicen las cartas).
    Bueno, me cuesta un poco entender la historia. De hecho, después de leer dos veces, creo que sigo sin entender muy bien lo que pasa, por eso no me considero equipada para juzgarla. Buen trabajo, sigue escribiendo.
    Espero que al menos las sugerencias te sean útiles 😉 . Me encantaría quete pasaras por mi texto a repartir las collejas literarias que consideres necesarias, soy tu vecina de arriba 🙂 https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-43/7740

    ¡Un abrazo!

    Escrito el 19 abril 2017 a las 13:45
  2. 2. Otilia dice:

    Hola Lorena Salcedo,
    Gracias por pasarte a leer y comentar el relato. Tendré en cuenta todas tus aportaciones.
    Tu historia con el lenguaje culto y tu buena ortografía se lee con fluidez.
    He entendido lo que escribes, es más estoy totalmente de acuerdo con: “Dividía a las personas en turistas de una guía prefabricada llamada destino y quienes sorteaban sus vivencias a partir de vicisitudes inexplicables”; pero lo que quieres contar por medio de Susana, lo que simboliza, no lo capto.
    En cuanto a la forma, ya te ha comentado Anael.
    Buen trabajo, pero denso.
    Saludos.

    Escrito el 20 abril 2017 a las 16:25
  3. Hola Anael, te agradezco las sugerencias. Trataré de esclarecer lo más sencillo posible.
    1.Susana esperaba, tomaba tiempo para contestar al preguntarle si era devota a alguna religión. Aquí me refiero totalmente a Susana.
    2. La mayoría del texto está visto desde un narrador omnisciente, incluso Susana solo hace una mención en la historia.Es decir, fuera de las líneas de Alex, es descripción del narrador.
    3. Se habían apilado meses. Solo es un lenguaje visual.
    4. Totalmente de acuerdo.
    6. Reina de copas— No hay otra copa como esa… Lo sigue diciendo Alex.
    9. Te explico la idea:
    Susana se encuentra a Alex por casualidad (el narrador explica cómo funciona la casualidad para ella. En la escena sucede que Alex ofrece echarle las cartas, lo que es un acto inesperado y Susana accede. Alex describe las cartas que va levantando y el narrador da pequeñas aportaciones de la escena. En realidad no ve su futuro ni hay un drama de por medio, solo es un acto cotidiano que tinta en el simbolismo del tarot. Espero mi explicación haya servido algo, saludos Anael!!

    P.D. ¿porqué alguien rechazaría unas lentejas?

    Escrito el 21 abril 2017 a las 19:55
  4. Gracias Otilia por el feedback, nos seguimos leyendo.

    Escrito el 21 abril 2017 a las 19:56
  5. Hola Lorena

    Gracias por la lectura de mi texto y tus comentarios. Con gusto te devuelvo la visita.

    La verdad : no he entendido que es lo que quieres contar. Te lo digo en serio. Y lo he leído dos veces. Lo unico que he entendido es que Susana es una muchacha ¿que cree en el destino ? ¿o justamente lo contrario?
    Por qué quien cree en el destin,o cree que todo está escrito y no cree en el azar (o las casualidades como tú dices). Tu mezclas ambas cosas y eso me despista.
    Tampoco entiendo el papel de Alex. Le lee las cartas, pero él es escéptico ¿qué quiere decir ? ¿qué él lee las cartas pero no cree en las cartas? Extraño, de verdad. Y el final, para mí, igualmente confuso. La pobre Susana ¿queda ciega ? ¿por qué ? ¿tiene algún significado oculto que yo no alcanzo a entender? Igual el texto forma parte de algo más grande y por eso me siento tan perdida…

    He leido tus aclaraciones después, pero tampoco me aclaran gran cosa..

    Por otro lado te aconsejo que aligeres un poco el texto, lo hagas más coloquial , más natural. Tiene algunas expresiones que para mi gusto son demasiado rebuscadas, demasiado artificiosas quizá. Eso, unido a que la trama es confusa, complica mucho la lectura a quien lo lee.

    Original idea, pero creo que la debes estructurar y explicar más.

    Nos seguimos leyendo!

    Gracias!

    Saludos!

    Escrito el 22 abril 2017 a las 20:44
  6. Hola Patricia, que tal creo que es bueno arriesgarnos por temas y estructuras más complejas para darle al lector opciones de pensamiento. La idea es tan cotiana como contradictorio es el ser humano. Es una descripción de una escena con una situación de ficción al final. Es todo. Susana cree en las casualidades y una de estas es que Alex le lea las cartas.Alex es escéptico y es la intención de la trama, no es un gitano ni nada por el estilo, es un joven banal que dedicó tiempo a este hobbie. El lenguaje te invita a leer con cuidado pero no me parece que este en chino ver la imagen. Que no te austen las formas distintas de expresión. Saludos.

    Escrito el 24 abril 2017 a las 06:38
  7. 7. Maurice dice:

    ¡Hola Lorena!
    Primero, te agradezco que hayas leído mi cuentito; también tus comentarios y sugerencias, me enriquecieron.
    No comprendí tu relato. Si bien admiro tus escritura y como narras la cosmovisión de Susana, reconozco que en el desarrollo, por ahí no logro diferenciar cuando habla Álex o Susana. Para no hacer demasiado largo mi comentarios, te diré que coincido plenamente con Anael. Pienso, igual que ella, que no es lectura para cualquier público. Reconozco que, si bien no leería ese cuento por elección, el tuyo contiene un estilo muy particular. Felicitaciones. “Sigue participando”

    Escrito el 30 abril 2017 a las 04:14

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