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Cada cuál tiene su propio punto de vista - por Paola

Web: http://papan3.blogspot.com

Susana esperaba a que la columna de coches que estaba delante del suyo avanzara. Estaba parada en un atasco y era consciente de que el chico del coche de al lado la miraba con insistencia.

¡Menos mal que me he puesto la blusa de Vicky esta mañana!, pensaba mientras observaba las expresiones del muchacho con el rabillo del ojo, me hace más joven ¡suerte de tener una hija adolescente!

Mantenía la cabeza alta y se permitía unos movimientos de hombros al compás de una música machacona de discoteca.

El chico dijo algo al compañero que llevaba en el asiento de al lado y ambos rieron. Susana palideció y la vergüenza se apoderó de ella. Hubiera querido hacerse pequeña y desaparecer pero no tenía donde esconderse.

La columna de coches de la derecha empezó a moverse y los chicos desaparecieron de su vista. Susana bajó el volumen de la radio y cambió a una emisora que transmitía noticias.

Mientras tanto, el conductor del camión que estaba justo detrás de ella había apretado el claxon y no se decidía a soltarlo. Susana, tras el susto inicial, bajó la ventanilla y le hizo señal de que pasara.

—¡No sé adónde quieres que vaya! —dijo al mismo tiempo que movía la mano— ¡A la derecha tengo otro camión, delante, una fila interminable de coches y la izquierda el cauce de río! ¡Serás mamón!

En el momento en que los coches empezaban a marchar, el camión de la derecha hizo maniobra para ponerse delante del Mini amarillo de Susana. La mujer no pudo más. Los dioses se habían aliado en su contra esa mañana. Aceleró al tiempo que apretaba el claxon pero el camionero, lejos de amedrentarse, plantó su vehículo delante del de ella mientras a su derecha aparecía un tercer camión.

El río de coches se volvió a parar.

Por la boca de Susana salían palabras irrepetibles. Su cara empezaba a tomar un matiz escarlata y sus brazos se movían de un lado a otro como aspas de molino.

Si en ese momento hubiésemos podido observar la escena desde arriba habríamos visto un Mini amarillo encerrando entre tres vehículos pesados y el cauce del río, y, dentro del Mini, a Susana que seguía despotricando sin darse cuenta de la situación.

De pronto, la puerta del camión que estaba parado a su lado se abrió dejando salir a un hombre que medía por lo menos dos metros de altura y que pesaba más de 100 kilos.

Susana enmudeció.

El hombre se dirigió hacia el Mini.

Susana deglutió. Hubiera querido explicarle que no era él el motivo de su pitido, que había apretado el claxon por culpa del camionero que le había cortado el paso poniéndose delante de ella, pero no fue capaz ni siquiera de abrir la ventana.

El hombre pasó por delante del coche de la mujer ofreciéndole la posibilidad de ser observado pero Susana solo se fijó en su masa muscular y después lanzó una mirada al cauce del río.

¡Quizás me dé tiempo y sea lo mejor! ¿Pero qué va a ser de mi coche nuevo?

No le dio tiempo. La mole ya estaba a la altura de la puerta y Susana no había bajado el pestillo.

—¡Estoy muerta! —dijo con un tono de voz que ni siquiera ella misma oyó.

La mole pasó de largo sin mirarla siquiera y llegó en cuestión de segundos a la altura del camión que estaba detrás de ella. Por el retrovisor, Susana pudo ver como el hombretón sacaba al conductor del vehículo y la emprendía a puñetazos con él. En ese mismo momento el dueño del camión que estaba parado delante de su coche sacó la cabeza por la ventanilla y rio al observar la pelea, después arrancó y prosiguió camino.

Por lo visto, el atasco se había disuelto hacía tiempo.

Susana, siguiendo su instinto, se puso en marcha y con pocas maniobras desapareció del lugar a toda velocidad.

Poco después, sus manos dejaron de someter a presión el volante y, más tranquila, emitió un largo suspiro.

—¡No sé, pero he llegado a la conclusión de que la camisa de Vicky no acaba de sentarme del todo bien!

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14 comentarios

  1. Hola.

    Comento según leo.

    De entrada, los pensamientos deben ponerse entre comillas españolas: «lo que pienso». Aparte, te falta un par de puntos y seguido después de ‘ojo’ y ‘joven’. El segundo párrafo quedaría así:

    «¡Menos mal que me he puesto la blusa de Vicky esta mañana!», pensaba mientras observaba las expresiones del muchacho con el rabillo del ojo. «Me hace más joven. ¡Suerte de tener una hija adolescente!»

    Quizá quitaría el punto y aparte detrás de ‘que transmitía noticias’.

    En ‘delante del de ella mientras’ el ‘del de ella’ se puede quitar porque se sobreentiende.

    Si ‘Por la boca de Susana salían palabras irrepetibles’ ¿por qué no te dejas de rodeos y las pones? No te censures.
    El cambio en el narrador de ‘Si en ese momento hubiésemos podido’ me desconcierta. De ser uno más o menos aséptico de repente se pasa a uno personal, casi subjetivo.

    ‘dos metros de altura y que pesaba más de 100 kilos’: se me hace demasiado contar y muy poco mostrar.

    Creo que mejoraría si se describiera más la transición entre tener a la derecha un coche con jóvenes y luego pasar a tener un camión.

    Tras leer el cuento no acabo de comprender por qué el camionero se pega con el de atrás. Tengo la sensación de que me he perdido algo.

    Un saludo.

    Escrito el 17 abril 2017 a las 14:42
  2. Paola, gracias por pasar por mi cementerio germanófilo. Te invito a leer el relato que hice con el mismo tema que el tuyo en la escena 24:
    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-24/2891
    Tienes una rara costumbre de situar al lector donde te apetece, por ejemplo, cuando hablas de la imagen cenital (si hubiésemos visto la escena desde arriba), no me parece justo lo que la historia necesita, te saltas las normas: de escritor-historia-lector, pasas a escritor-historia-director-cámara-espectador-lector, con lo que le quitas el punto de suspense que el lector busca.
    Por otro lado creo que este escrito necesita algo más de humor.
    Un abrazo.

    Escrito el 17 abril 2017 a las 18:46
  3. 3. Tavi oyarce dice:

    Hola Paola

    Cuántas veces hemos vivido una situación parecida, signo de los nuevos tiempos.
    Un relato con toques de humor ─no lo puedo negar─, me hicieron reír.

    Menos mal que me he puesto la blusa de Vicky esta mañana; (Pasarse películas decimos por acá).

    No tenía donde esconderse (claro iba en un mini).

    Por la boca de Susana salían palabras irrepetibles (quién no las ha dicho, jaja)

    He puesto estos alcances porque la trama de tu relato tiene un toque universal y de eso se trata (salvo que tu cuento lo lea un beduino, o tal vez no, como están los tiempos).
    Paola un cuento muy ameno.

    Yo me abstengo de dar detalle sobre ortografía. Por más que uno revise siempre se entremeten los duendes.
    Saludos.

    Escrito el 17 abril 2017 a las 20:23
  4. 4. beba dice:

    Hola, Paola:
    Salvo detalles de comillas para indicar pensamientos no hay mucho más para señalarte en lo gramatical.
    La historia en sí tiene un argumento original por lo cotidiano; pero me parece que necesita más orden en la trama; si la idea era representar el caos del tránsito, LOGRADO, ja, ja.
    Un saludo.
    beba- 212

    Escrito el 17 abril 2017 a las 23:07
  5. 5. Don Kendall dice:

    Hola Paola,
    Si no quieres cambiar la estuctura de este relato, tendría que aparecer un “autor implícito” como “narrador” que no es Susana.
    Pudiera ser algo del estilo de una narración enmarcada por ejemplo (* Nota). Como los clásicos «Érase una vez…». Te pongo un ejemplo práctico :

    Susana esperaba a que la columna de coches que estaba delante del suyo avanzara le hiciésemos caso. Como siempre rquería ser el centro de atención en nuestra tertulia, y como siempre para no fallar llegó tarde. Cuando le pareció que estábamos dispuestas empezó a contar los sucesos extraordinarios según ella que le habían sucedido antes de llegar. Como siempre entró de madreñas al diccionario y se pateó la gramática todo lo que quiso. Lo importante era llamar la atención :
    Susana esperaba a que la columna (** Nota) de coches que estaba delante del suyo avanzara…

    Una artimaña de este tipo puede ayudar mucho a un(a) autor(a) entrometido. Ahí están por ejemplo Las mil y una noches, Decamerón, El corazón de las tinieblas, etc….
    En un comentario anterior al mío Pepe Illarguia te señala que tienes una rara costumbre…. Eso es cierto, porque la “autora explícita” (Paola Panzieri) está demasiado presente en el relato. Si quien estuviese presente fuese la “autora implícita” (Susana) que fue introducida por la “narradora” (desconocida, miembro de la tertulia), esa característica “alocada” de relatar formaría parte de la personalidad del personaje Susana y sería un valor añadido para la “autora explícita”. Así el personaje Susana se permite hablar de columna de coches (** Nota):-D en una congestión de tráfico, o describir lo “mona” que va, etc. etc. sin que a nadie le extrañe, porque “ella es así” 😉
    Por otra parte, cuando la “narradora” lo estime oportuno o siguiendo indicaciones de la “autora” decida elevarse y hacer un plano general, puede hacerlo tranquilamente sin que chirríen las cuadernas del relato. En ese sentido no habría ninguna pega en cambiar el enfoque escritor-historia-lector o cualquiera que se te ocurra,ya que se lo puedes anunciar tranquilamente al lector sin que se sienta engañado
    En mi opinión (que ya sabes …) creo que es un recurso que te merece la pena explorar. En tu caso puede transformarse en una virtud o como mínimo en un entrenamiento para distanciarte del relato.
    En resumen, creo que vas marcando un estilo muy característico y eso es un gran mérito y resulta difícil. En tu caso lo vas consiguiendo. Seguimos al pie del cañón

    (* Nota)
    Narración enmarcada

    (** Nota) La utilización de “columna” (estructura vertical) referida a un atasco de coches la utilizó de forma espléndida Julio Cortázar en el relato

    La autopista del Sur
    ,
    precisamente para introducir un significado militar y conseguir un ambiente épico en una situación absurda. No me parece que ese sea el sentido en tu relato. De aquí que tal vez fuese mejor otra expresión.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 10:53
  6. 6. Paola dice:

    RECONOZCO PÚBLICAMENTE QUE EL RELATO NO HA SALIDO BIEN.

    ¡Y no hay escusa que valga! Me obcequé tanto en el asunto de que se entendiera bien la situación que me olvidé de todo lo demás!

    Gracias por decírmelo con palabras tan dulces.

    Saludos

    Escrito el 18 abril 2017 a las 11:35
  7. 7. Paola dice:

    Hola, Don

    Me he reído un montón.
    Si no puedes contra tu dragón, ¡únete a él!. O era algo parecido…

    ¡No tenías que haberme dado la pista de como ser una entrometida y hacerlo bien! porque ahora ya tengo el camino
    preparado para explayarme.

    Gracias por los consejos y por dedicarme tanto tiempo. Ahora me voy al relato de Cortazar.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 16:45
  8. 8. Héctor Romero dice:

    ¡Hola Pao!, agradezco el comentario que has hecho a mi relato, ten la seguridad que tomaré en cuenta las sugerencias que me haces. En cuanto a tu relato me ha gustado bastante, casi todos los trabajos que he leído se enmarcan en el reto (cementerio) incluyo el mio, ya era momento de encontrarme con algo fresco y simpático. Felicidades.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 17:10
  9. 9. Grumete dice:

    Hola Paola un placer pasar por tu rinconcito.

    Sobre tu historia.En lineas generales me gusto pero tengo la impresión que le falta algo de chicha. Aparte de eso.Se hace amena la lectura se agradecen los toques de humor.

    Un saludo , nos leemos.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 17:21
  10. 10. María Kersimon dice:

    Hola Paola, he leído tu relato con agrado. Encontré unas buenas ocurrencias que me han hecho sonreír. Esperaba que pasase algo más con los camioneros. Abonaste el terreno para algo que causara sensación. Imaginé que el camionero forzudo levantaba el mini y lo zarandeaba con Susana dentro.Está todo demasiado controlado, quizás, y las situaciones no llegan a sus últimas consecuencias. Se hubiese prestado:la tensión del atasco, el malhumor acumulado… suelen hacer que la cortesía ceda y estallen incidentes, al estilo de los Relatos Salvajes (la película)por ejemplo. Pero aunque pudieras haber explotado más el terreno abonado, tienes muy buenas imágenes, por ejemplo cuando se mueve al ritmo de la música disco y los chicos se ríen, una situación que se da. Pintas una escena muy visual y veo bien que la muestres también desde arriba. A mí no me quitó la tensión. Solo pensé que podías haber exagerado un poco más. Me ha gustado y a mí no me parece que no haya salido bien. Se le puede mejorar cortando de aquí y de allí, insertando una escena un poco más subida de tono, intercalando más diálogo. Pero das cuenta con el ritmo del texto de la lentitud del tráfico y del tedio de la espera.
    Un saludo.

    Escrito el 19 abril 2017 a las 21:45
  11. 11. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Hola Paola, has logrado un texto sencillo muy bien redactado en el cual el lector se adueña por momentos de las trivialidades por las que pasa Susana.

    Este logro que consigues es lo que le da fluidez a la lectura y se llega al desenlace sin tropiezos.

    Si saberlo has descrito el vestir juvenil que a mi mujer le encanta aunque no tenemos una hija joven solo varones.

    Vestimenta que a veces le traen piropos que para sus pocas pulgas la hacen llegar a casa ardiendo en furia y de lo cual yo me río.

    Te felicito.

    Escrito el 20 abril 2017 a las 02:46
  12. 12. Juan Sauce dice:

    Hola, Paola.
    Agradezco leer un relato que no suceda en un cementerio.
    Es una historia entretenida, casi cotidiana, como una anécdota que a cualquiera le podría pasar. La escena era complicada de describir, con tanto vehículo, pero te has salido bastante bien (a excepción de mostrar la escena aérea; pienso que rompe el ritmo del relato). Lo único que no entiendo mucho es porqué se pegan los conductores mientras el tercero ríe y qué tiene que ver la camiseta que lleva puesta con todo eso. En fin, al margen de todo eso, como digo, es una historia entretenida.
    Enhorabuena.

    Escrito el 20 abril 2017 a las 21:49
  13. 13. Laura dice:

    Hola Paola.
    Un relato más que divertido, que me ha hecho llegar al final en un instante.
    Sigue escribiendo.

    Escrito el 21 abril 2017 a las 11:06
  14. Hola Paola.

    Siempre me ha llamado la atención tu facilidad para escribir sobre retazos de cotidianidad.
    Este relato, como tú bien has reconocido, no es de los mejores que te he leído. Sobre todo he echado en falta algo de pulimento, que seguro ya sabes donde meterle mano.
    Por lo demás es una buena historia.
    Nos seguimos leyendo.
    Un saludo.

    Escrito el 23 abril 2017 a las 13:30

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