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Susana - por Tecnorot

Web: http://letraxmundanas.blogspot.com.co/?m=1

Susana esperaba. Un chubasco sacudía las escuálidas ramas de los árboles que aún quedaban en pie, salpicaba las tumbas del cementerio y rebotaba tímidamente sobre el paraguas negro de Susana, que permanecía erguida junto a la tumba de su marido, con el mismo paciente estoicismo que había tenido durante los últimos cinco años.
La lluvia, que no menguaba, al estrellarse contra el barro rebotaba sobre sus tobillos desnudos a pesar del abrigo, la falda larga y los tacones que llevaba en esta ocasión. Ella seguía imperturbable. Con la mirada clavada en suelo pensaba en Fernando, su marido, recordando su risa estruendosa, sus movimientos torpes. En los charcos que empezaban a formarse le pareció ver rasgos de su rostro.
Recordó el día en que se conocieron, el día que le propuso matrimonio, la boda, la lluvia de sobres, el carro que les regaló su cuñado, la casa que heredaron de sus suegros y el fatal accidente…
Para ella los bienes de su esposo eran nada comparado con lo que había tenido que soportar, desde la luna de miel cuando Fernando se emborrachó en el bar del hotel y empezó a gritarla, a tratarla de “puta” y a recordarle sus orígenes delante de todos los huéspedes, en medio de una vergonzosa escena de celos originada porque creyó que ella estaba divertidísima chateando con otra persona. Pero ese fue solo el comienzo. Su matrimonio fue un prolongado bostezo, con algunos insultos que esporádicamente aparecían para romper la rutina. Además de borracho y agresivo, Fernando era un gordo flojo con suerte cuya única virtud era haber sabido aprovecharse de la generosidad de su familia. Susana siempre se sintió maltratada por esos “riquitos” que la subestimaban solo por no haber ido a la universidad y tener un cargo importante como ellos. ¡Cuánta injusticia había en el mundo!, pensaba.
Pero ella no había nacido para dejarse pisotear por nadie. Criada en los suburbios de la ciudad, sabía que debía ser astuta para sobrevivir. Rubia, voluptuosa y extrovertida, fue como un diamante encontrado en medio de tanta pobreza. Y así lo entendió ella y lo supieron sus tías que la introdujeron en el mundo de la prostitución tan pronto notaron que la niña se convertía en señorita. Por sus evidentes atributos que contrastaban con su cara angelical, fue cuestión de meses para que pasara del burdel del barrio a la zona de tolerancia más exclusiva de la ciudad. Allí conocería a Fernando en una de sus acostumbradas borracheras, quien a partir de entonces se convertiría en un cliente habitual. Extasiado por tanta juventud y belleza, no tardó en hacerle la excéntrica propuesta: que dejara esa vida y se fuera a vivir con él. Ella le dijo que no, pero a la noche siguiente había cambiado de opinión. Una semana después ya estaban viviendo juntos. Un mes después quedó embarazada. Dieciocho meses después había quedado viuda.
De pronto advirtió que ya había escampado y Eduardo no llegaba, algo inusual en él. Siempre muy puntual. ¿Le habría pasado algo? ¿Se habría quedado tomando en el bar con algún amigo? ¿O quizás con alguna de sus amigas? Los nubarrones de pensamientos que empezaban a perturbar su tranquilidad en medio de las tumbas se despejaron inmediatamente cuando lo vio llegar en su moto con su chaqueta de cuero.
-Me tenía preocupada, papito. ¿Por qué se demoró tanto? ¿Ah?
-Mami, usted sabe que con esa lluvia tan brava es mejor parar, no hay sea que me pase lo mismo que a Fernando, dijo con una voz socarrona y ambos se echaron a reír, ella con un poco de vergüenza.
Susana se santiguó dos veces y mirando la tumba del difunto le dijo:
-Bueno, lo importante es que para la Fiscalía el accidente fue culpa de los frenos, y lo de la póliza sale la otra semana. Mil milloncitos para que nos vayamos solitos con el chino.
-Mami, usted es perversa. Una perversa muy buena.

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3 comentarios

  1. 1. Marisa dice:

    Hola Tecnorot, me ha gustado tu historia. Bien llevada, buen final, buena estructura, buen ritmo. Felicitaciones!

    Me permito una sugerencia: usas oraciones muy largas que bien podrían armarse más corta, lo cual ayuda aumentar la tensión del relato.

    A seguir escribiendo
    Soy el relato nº 86.
    Saludos

    Escrito el 18 abril 2017 a las 13:57
  2. 2. Vagabundo DeMente dice:

    Buen flujo del relato, se dan indicaciones de que el pasado de Susana tiene algo de peso, y se deja al lector en vilo hasta más adelante cuando se dan los detalles pertinentes y se crea un cuadro más completo. La información se da a paso mesurado, sin ser muy lento pero tampoco a la carrera, llegando al desenlace de forma que se me antoja muy natural. Cuando llegué al punto de conocer el destino de Fernando, llegué con la impresión de que, en parte, se lo tenía merecido.

    Escrito el 19 abril 2017 a las 01:02
  3. 3. Auxi Morata Alegre dice:

    Hola Tecnorot!

    Pues me ha gustado el relato, como has ido contándolo, intercalando momentos desordenados de la vida de Susana y Fernando, así como el final que encaja bien con la descripción de Susana y de como era su relación.
    Si tengo que poner alguna pega sería más de forma estructura, deja más espacios o gramatical, hay ciertos problemas con los guiones de los diálogos.

    En general me ha gustado mucho, soy el relato 87 “Doña Susana”, por si te quieres pasar y echarle un vistazo.

    Un beso! Nos leemos!

    Escrito el 19 abril 2017 a las 17:43

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