Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Niña valiente. - por P.J Dawon

Susana esperaba paciente sentada en el primer banco frente a la puerta, a su espalda, decenas de flores adornan cada pasillo de nichos de aquel cementerio.
Todo ese despliegue de cirios, jardineras y coronas de flores revelaba que era uno de noviembre. Estaba sola, pero en calma; no tenía miedo. Aguardaba la llegada de sus enemigas.
—Seguro que se rajan —dijo en voz alta, aunque nadie la escuchaba.
Todo el mundo sabe que es de valientes atreverse a visitar el lugar más terrorífico del pueblo en la noche más aterradora del año; ella era una valiente. Todo lo que sus enemigas inventaban era puro engaño, ahí se demostraba.
Miró su reloj, pasaban ya veinte minutos desde la hora acordada.
—Cobardes —dijo sonriendo, aunque nadie la miraba.
Sus enemigas eran valientes en el recreo, cuando se burlaban y le escupían; en el parque, cuando le quitaban sus cosas y le pegaban.
Susana no era más que una niña, una niña a la que le tocó la cruel papeleta del objeto de burla.
La acusaban de chivata y cobarde por derrumbarse delante de la profesora y, entre lágrimas, confesar lo que sus enemigas le hacían pasar; pero ahora las “cagadas” eran ellas.
Imagen macabra la de una niña sola, sonriendo, Sentada a las puertas del cementerio en una noche oscura y sin luna; Entreteniendo la espera jugando con sus dedos y un cordel. Pero ella no sentía ni el más mínimo escalofrío causado por el miedo.
Se sentía valiente, desde el día que se enfrentó a sus enemigas retándolas a allanar el cementerio la noche de difuntos. Pudo ver y oler el miedo en sus adversarias cuando escucharon el desafío.
Susana había aguantado burlas crueles, desprecios, insultos, asquerosidades varias e incluso alguna paliza; de daños leves pero paliza al fin y al cabo. Ahora está segura, ella es una valiente. A luchado día a día, levantándose cada vez que le hacían caer, les ha plantado cara a sus oponentes y a salido victoriosa.
Las hojas de un sauce dibujaban una lluvia de sombras sobre ella, las velas se iban apagando con cada suspiro del poniente; se escuchó algo.
Cerró los ojos y afinó el oido, murmurando por favores mientras cruzaba los dedos.
—Que no sean, por favor, que no sean.
Algo suave le acarició la parte trasera de sus rodillas. Un sudor frío la heló. Paralizada, sin mover un milímetro la cabeza miró de reojo a sus pies; un gato de ojos brillantes y curiosos la miraba.
Su corazón volvió a latir y su cara fue dibujando una sonrisa mientras suspiraba aliviada. Compartió lo que le quedaba de una bolsa de patatas con su nuevo acompañante.
Susana llevaba cuarenta y cinco minutos bajo las estrellas, en aquel sitio inusual y espeluznante pero no estaba asustada, estaba feliz. Ya todo había cambiado, quizás mañana todo siga igual, quizás sus enemigas la vuelvan a utilizar de diana de chicles como cada día; pero ella ya no sería la misma. Se a dado cuenta de que no tiene porque pasar miedo, ni vergüenza y mucho menos dolor; ya no iba a ser el juguete de nadie.
Cuando a la mañana siguiente todos se enteraran de que ella si se escapó de casa en plena madrugada, saltó la valla del cementerio y permaneció allí una hora; compartiendo patatas fritas con un gato y sus enemigas ni hicieron el amago de aparecer por allí. La cosa cambiaría.
—Son unas cobardes, ya no me dan miedo —susurró mientras su amigo peludo ronroneaba.
Susana le plantó cara al miedo, dejó de conformarse. Ella no había hecho nada malo para tener que sufrir Tales abusos. Esa noche se dio cuenta de lo valiente que era y se prometió serlo siempre, a pesar de los enemigos que le traiga la vida. Se prometió no acobardarse ante nadie y menos ante esa clase de personas que sólo son valientes en compañía de sus secuaces y, a la hora de la verdad, sin ellos no son nada.
Susana aceptó su pasado, entendió su presente y visualizó su futuro; visión que pondría en práctica desde ese momento. Sonrió dulcemente mientras acariciaba al gatito fantasma, lo achuchó en señal de despedida y se levantó dispuesta a irse.
Se sacudió y estiró la ropa, observó su alrededor intentando entender por qué les daba miedo un lugar tan tranquilo, donde ninguno de los que allí habitan pueden hacerte daño.
Susana se dio la vuelta y, con paso firme, salió de allí.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

6 comentarios

  1. 1. guiomar de zahara dice:

    Hola P.J.
    Tu relato se entiende muy bien. Está contada con palabras suaves, para una niña que está pasando por circunstancias crueles… hasta que decide que no debe de tener miedo. Pero… has mezclado los tiempos de los verbos, creo que ha sido por la pasión que has puesto en la historia.
    Adornan – adornaban.terrorífico – aterradora Creo que eso sobra, puesto que ya indicas que nadie se atreve a ir por allí.
    También repites algunas palabras.
    Todas estas cosillas… no tienen importancia… si cuando lo das por finalizado, lo lees en voz alta, verás como te das cuenta de esos pequeños fallos.
    Por lo demás está muy bien.
    Te seguiré leyendo.

    Escrito el 18 abril 2017 a las 14:58
  2. 2. Anael dice:

    ¡Hola P.J. Dawon!

    Una bonita historia, me ha gustado poder ver cómo Susana se enfrenta a sus propios miedos y se hace valiente frente a ellos. A continuación te digo los detalles que me han gustado y te hago alguna sugerencia, que son como las lentejas, si las quieres las tomas y si no las dejas 😉 :

    1. “Susana esperaba paciente sentada”
    Me suena muy recargada para ser la primera frase. Eliminaría paciente, o pondría una coma antes de paciente y lo cambiaría por pacientemente sentada.

    2. “Todo lo que sus enemigas inventaban era puro engaño, ahí se demostraba.”
    Ahí se demostraba suena muy coloquial, como si fuera hablado. Para el narrador creo que quedaría mejor “como estaba demostrando”.

    3. Allanar el cementerio no me suena bien, ya que tendrían que entrar en el cementerio en contra de la voluntad del dueño… Entiendo que se supone que no está permitido entrar en el cementerio a las tantas de la madrugada, pero entiendo que allanar se refiere sólo a una casa… No lo sé, me chirría. Esto es lo que he encontrado en la RAE, y creo que no encja con lo que quieres expresar ^^’
    Allanar.
    1. tr. Poner llano o plano. U. t. c. intr. y c. prnl.
    2. tr. Dejar o poner expedito y transitable un camino u otro lugar de paso. U. t. en sent. fig.
    3. tr. Derribar una construcción.
    4. tr. Rellenar un terreno hasta que quede al nivel del suelo.
    5. tr. Entrar en casa ajena contra la voluntad de su dueño.
    6. tr. Vencer o superar alguna dificultad o inconveniente.
    7. tr. Am. Registrar un domicilio con mandamiento judicial.
    8. tr. desus. Pacificar, aquietar, sujetar.
    9. prnl. Dicho de un edificio: Venirse abajo.
    10. prnl. Conformarse, avenirse, acceder a algo.
    11. prnl. Dicho de una persona: Igualarse o ponerse a la misma altura de otra u otras que normalmente le son inferiores.
    Real Academia Española © Todos los derechos reservados

    4. “y a salido victoriosa.” “Se a dado cuenta”
    Falta la H del verbo haber en los dos casos.

    5. Hay varios cambios de tiempo verbal del pasado al presente, o incluso al futuro, que despistan. Te diría que te ciñeras a uno sólo, el presente o el pasado, para darle cohesión al relato.
    Por ej.: “Ya todo había cambiado, quizás mañana todo siga igual, quizás sus enemigas la vuelvan a utilizar de diana de chicles como cada día; pero ella ya no sería la misma. Se a dado cuenta de que no tiene porque pasar miedo, ni vergüenza y mucho menos dolor; ya no iba a ser el juguete de nadie.”
    En esta frase (y en otras del realto) mezclas varios tiempos, cuando si eliges sólo uno, creo que se lee mucho mejor. Mi sugerencia (cambiano además lago de puntuación y “porqués”): Ya todo había cambiado, quizás mañana todo seguiría igual. Quizás sus enemigas la volverían a utilizar de diana de chicles como cada día, pero ella ya no sería la misma. Se había dado cuenta de que no tenía por qué pasar miedo, ni vergüenza y mucho menos dolor; ya no iba a ser el juguete de nadie.

    6. ¡Yo quiero un gato fantasma! Me ha chiflado ese detalle 🙂 A lo mejor Susana se lo puede llevar para darles un buen susto a los compis de su colegio, q bien merecido se lo tienen jejeje

    Una historia inspiradora, me ha gustado poder acompañar a Susana en su transformación. Claramente no va a ser la misma niña cuando vuelva a clase, y ojo con el que se meta con ella 🙂 … Muy buen relato, hay que revisar un poco la puntuación y sobre todo tener cuidado con los cambios de tiempos verbales para mejorar la fluidez lectora, pero se nota que has trabajado y hay pocas faltas, lo que hace que la historia se lea muy bien. El ritmo es ágil, hay suspense y un gran personaje principal que crece a lo largo de todo el texto. Enhorabuena, he disfrutado mucho 🙂
    Espero que las sugerencias te sean útiles 😉 Si tienes tiempo me encantaría que te pasaras por mi relato a repartir las collejas literarias que consideres necesarias 🙂 https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-43/7740

    ¡Un abrazo!

    Escrito el 19 abril 2017 a las 14:49
  3. 3. P.J Dawon dice:

    Hola, muchas gracias por los consejos. La verdad que las palabras Susana y sus enemigas están repetidas a conciencia. Por todo lo demás sólo puedo decir… tenéis razón; esas faltas de ortografía me han dolido, fallo gordo.
    Tomo nota. Gracias y un abrazo.

    Escrito el 19 abril 2017 a las 16:01
  4. 4. M.L.Plaza dice:

    Hola P.J.Dawon.
    Una bonita historia de superación personal, aunque en algún momento suena reiterativa.
    Lo único que he hechado en falta es cómo va a demostrar Susana al día siguiente que estuvo en el cementerio. Creo que se debería haber llevado el gato como prueba.
    Me ha gustado leer tu historia.
    Saludos

    Escrito el 20 abril 2017 a las 02:41
  5. 5. Luis Chagoya dice:

    Buena historia. Con algunos fallos en verbos, como lo menciona Anael. Pero emotiva por el aspecto de la superación de los miedos. Sigue así. Nos seguimos leyendo.
    Saludos-

    Escrito el 28 abril 2017 a las 01:15
  6. 6. Laura dice:

    Hola P.J. Dawson.
    Has creado una linda historia.
    Lo único que me ha quedado sin cerrar. ¿cómo sabe que se trata de un gato fantasma, ya que parece comportarse como si fuera real?
    Hasta el próximo mes

    Escrito el 30 abril 2017 a las 00:36

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.