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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El sabor perdido de los tomates de huerto - por Pilar

Hablar con Norah, a Jack siempre le sabía a poco; igual que comer cápsulas de tomate.

—No demonices la tecnología —le aconsejaba ella—. Ahora somos más libres, más independientes, más…
—Estamos aislados —la interrumpió Jack derrumbándose en el sofá.
—¡Al contrario! Vivimos permanentemente conectados, nos relacionamos al momento solo con desearlo. Antes, si el móvil se quedaba sin batería, estábamos perdidos…
—¿Independencia, dices? —rebatió Jack—. Deberíamos cobrar un plus por disponibilidad telepática.
—¡Sal ya de la Vieja Era!
—Lo hice cuando un robot me suplantó en el trabajo —aclaró enfadado—. Desde entonces, hago malabares con mi ridículo subsidio para poder alimentarme de esas insípidas cápsulas después de que las guerras químicas contaminaran todo y, además, no prescindir de la tecnología… Yo era feliz con mi Iphone hasta que llegaron los neuroconectores cerebrales y todo cambió: o entraba por el aro o….
—Te quedabas aislado, ¿no?—rio Norah— Te estás contradiciendo…
—Quiero decir que nos tratan como un rebaño: nos marcan cómo vivir, qué comer, cómo relacionarnos… sin opción a hacerlo de otra forma —dijo con nostalgia, prefiriendo conversar con Norah en persona y no con un holograma proyectado en su cabeza.
—¡Los neuroconectores van como la seda! –celebró ella—. La telepatía es fantástica. Solo tienes que darme tu permiso a entrar en tu mente y… ¡estamos juntos!
—Estamos pero sin estar —se lamentó Jack alargando una mano, queriendo tocarla—. Echo de menos ver un partido en el bar o ir al cine con los amigos.
—Ahorramos tiempo en desplazarnos, en buscar aparcamiento, en hacer colas…
—Y sobre todo, extraño el sexo cuerpo a cuerpo.
—¡Qué asco! Intercambiar fluidos y olores corporales —exclamó Norah repugnada—, embarazos no deseados, contagios…
—Me gustaba cuando tú y yo lo hacíamos de verdad.
—Eso fue en la Vieja Era. Es más antiséptico ciberenrollarnos.
—Es más triste, Norah. Confieso que sigo masturbándome en la ducha pensando en ti.
—¡Jack, no seas antiguo!

Su risa le ofendió porque esperaba que ella se lo tomase como un cumplido. Pero no. Entonces, le preguntó con una sombra de reproche:

—¿Qué pasa? ¿Tus amantes no lo hacen?
—Son mucho más modernos que tú y aceptan que tenga sexo telepático con otra gente.
—Seré un desfasado pero, para mí, tú siempre serás la única.
—En ese sentido, también hemos evolucionado, Jack —afirmó, sabionda—. La monogamia es antinatural y traía problemas: celos, rupturas y un sufrimiento innecesario. Ya no somos fieles, pero tampoco infieles. Buscamos personas que nos complementen de distintas maneras a la vez que nosotros las hacemos plenas a ellas. Reitero: ahora somos más libres.

Los argumentos de Norah no convencían a Jack que sentía la melancolía morderle el estómago a diario. Se despidió de ella una vez más con ese regusto metálico a tomates encapsulados. Salió a la calle solitaria y silenciosa. La cúpula que protegía a todo el planeta del agujero de ozono le impedía contemplar las estrellas. No quería seguir con esa vida de emociones automatizadas en la que temía llorar por si se oxidaba. Miles de cuadrados luminosos perforaban las fachadas y Jack imaginó a sus habitantes interconectados, creyendo participar de las relaciones personales al máximo nivel. «Aburridos», pensó. Y puso rumbo a casa Norah.

—¿Qué haces aquí, Jack? —preguntó molesta.
—Te pido permiso para entrar. Físicamente.
—No es buen momento, estoy en…
—¿Una sesión de cibersexo? —Se adelantó.
—Sí. Y estaba resultando muy placentera.
—No me jodas, Norah, No me creo que lo prefieras a esto…

Primero, Jack le acarició la nuca y Norah tembló. Al ver que no le rechazaba, deslizó las manos por su espalda y la notó inspirar lentamente. La atrajo hacía sí, abducido por el olor de su cuello, arrancándole un pequeño gemido al rozarlo con los labios. Se miraron a los ojos. Nora acarició su cara, desactivó los neuroconectores e introdujo las manos bajo la camiseta de Jack, pegándose un poquito más a su cuerpo. Por muy excitante que fuese el sexo telepático, el contacto real suponía una experiencia mágicamente indescriptible. Se preguntó cómo la tecnología les había despojado de algo tan humano y tan fascinante. Le susurró:

—Permiso concedido, Jack. Puedes entrar.

Se besaron como si quisieran recuperar todos los besos desperdiciados. Curiosamente, a ella no le pareció asqueroso compartir fluidos con Jack que, a la vez, su boca le resultó tan natural y jugosa como el sabor perdido de los tomates de huerto… Y así, desconectados del mundo pero conectados entre sí, fueron dejando un reguero de ropa en el suelo hasta el cuarto de Norah.

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24 comentarios

  1. 1. guiomar de zahara dice:

    Pilar: muy bien contada tu historia, que triste que no se pueda llegar a estar comunicados los humanos, por los sentidos…el tacto, la vista…, que una cosa tan hermosa como es el sexo con amor, sea una prohibición.
    Espero no llegar…
    Lo leí de un tirón y no he detectado ninguna falta digna de mención.
    ¡Enhorabuena!

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 17:23
  2. Me ha gustado mucho Pilar.
    Fantástica la analogía entre la pérdida de sabores auténticos y de relaciones auténticas.

    Escrito con mucha fluidez , muy buenos dialogos , muy buen ritmo. Y el tema, por cierto, bien candente 🙂

    Enhorabuena

    Nos leemos!

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 18:37
  3. Hola Pilar,
    Un relato muy bien llevado, bien pensado y desarrollado. La idea es original. Sólo he detectado una falta muy anodina al final, en la frase “Curiosamente, a ella no le pareció asqueroso compartir fluidos con Jack que, a la vez, su boca le resultó tan natural y jugosa como el sabor perdido de los tomates de huerto”. Sería más bien “a quien por su parte…” o algo parecido. Pero no empaña el sentido del relato. Hay momentos en que la profusión de explicaciones que das con el fin de construir tu mundo distópico le resta un pelín de naturalidad a la escena. Por ejemplo, cuando Norah dice “En ese sentido, también hemos evolucionado, Jack —afirmó, sabionda—. La monogamia es antinatural y traía problemas: celos, rupturas y un sufrimiento innecesario. Ya no somos fieles, pero tampoco infieles. Buscamos personas que nos complementen de distintas maneras a la vez que nosotros las hacemos plenas a ellas. Reitero: ahora somos más libres”, el párrafo va más dirigido a dar información al lector de cómo es esta sociedad. En mi opinión este plus de información le resta espontaneidad al diálogo.
    Aparte de esto, una bonita historia, impregnada de realismo si pensamos en nuestros hogares, nuestros alimentos y el sexo virtual y solitario que tiende a extenderse por lugares como por ejemplo Japón.
    El día que se haga realidad un mundo como el que Huxley pinta, tengo claro que yo estaré en la reserva con los inadaptados.
    Saludos.

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 19:58
  4. 4. Pilar dice:

    Hola compañeras!!
    Gracias por vuestros estimulantes comentarios pues ni estaba muy animada a participar pero poco a poco la historia se fue forjando en un segundo plano dentro de mi cabeza… me alegro que os haya transmitido esas sensaciones y prometo ponerme al día con vuestros relatos. Abrazos!

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 21:44
  5. 5. Javier López dice:

    Hola Pilar. Me ha gustado la distopía que planteas, me recuerda a la película “Demolition man” y una escena en la que le plantean a Stallone el tema del cibersexo. Qué recuerdos. Aunque ese futuro procedía de un mundo devastado por la violencia en el que se optó por eliminar el libre albedrío, en el tuyo la tecnología también nos capa.
    Técnicamente inapelable, aunque cada uno lo escribiría a su manera, y eso es pura subjetividad.
    Sigue escribiendo que seguiré leyendo.
    Un saludo.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 11:49
  6. 6. Pilar dice:

    Gracias Javier por tu tiempo y tus buenas impresiones!
    Voy a buscarte y a leer tu historia en cuanto pueda.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 12:51
  7. 7. Mara dice:

    Hola Pilar, e ha encantado tu relato. No sola la distopia está genial (y es a la vez aterradora porque parece que vamos hacia ahí) sino que la describes perfectamente. Es un texto muy fluido, muy pensado y bien redactado. El final es fantástico y me ha dejado un muy buen sabor de boca.

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 20:50
  8. 8. Pilar dice:

    Gracias, mara.
    Eso pretendía, dejar la sensación de que hay cosas que jamás podrán ser sustituidas por las máquinas…

    Te busco y te leo!!

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 21:27
  9. 9. Dino Vargas dice:

    Hola Pilar, muy lindo relato y muy claro el mensaje. Lo leí de un tirón, lo mejor llevado es la parte que empieza la acción, cuando sale de la casa y va a visitar a Norah.
    Lo que noté es la gran cantidad de diálogos explicativos que tal vez hubiesen sido mejor resueltos con la intervención del narrador, por ejemplo cuando Jack explica que se quedó sin trabajo o cuando Norah le explica cómo es la sociedad. Como que están diciendo cosas que el otro ya sabe. Más allá de eso, los diálogos están super bien puntuados y comentados. Saludos!

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 16:22
  10. 10. Laura dice:

    Hola Pilar.
    Maravilloso relato con final que nos deja con una sonrisa.
    Coincido con el exceso de explicaciones, que tal vez podrían haber incorporado desde otra forma, con menos palabras.
    Seguimos leyéndonos.
    Hasta el próximo relato.

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 21:29
  11. 11. Earendil dice:

    Hola, Pilar.
    Al igual que a Javier López, me ha traído a la mente la película de Stallone y, si no recuerdo mal, Sandra Bullock y Wesley Snipes, bastante cómica, por cierto.
    Muy bien tratado en forma y fondo.
    ¡Ay, los tomates! Siendo sincera, ya los hay con forma de tomate con sabor metálico a cápsula de tomate.
    Un saludo.
    Nos leemos.

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 22:20
  12. 12. Henar Tejero dice:

    Hola Pilar,
    me ha encantado tu relato.
    Por mucho que avance la ciencia, los sentidos del ser humano no podrán ser suplantados por ninguna tecnología. Muy imaginativa.
    Me ha gustado la distopía que creas, que conduce a una infelicidad total. Has dado un ritmo ágil al texto y hace que se lea del tirón.
    Te felicito.
    Nos leemos!!! (nº 86)

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 17:24
  13. 13. Wurunkati dice:

    Buen relato y buen final. No hay como un buen reguero de ropa para recuperar las sensaciones perdidas y volver a ponerlas en valor.
    Enhorabuena

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 19:05
  14. 14. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Hola, Pilar!

    ¿Qué tal??? Me paso por tu piso a saludarte y a decirte que me ha alegrado mucho que hayas dado un paso adelante en esta escena.
    Es realmente difícil, al menos para mí, verbalizar imágenes sensuales sin que pierdan calidad, y creo que no te ha salido nada mal. Muy bien.
    Los diálogos están bastante naturales pero sí que es verdad que hay uno: “Desde entonces, hago malabares con mi ridículo subsidio para poder alimentarme de esas insípidas cápsulas después de que las guerras químicas contaminaran todo y, además, no prescindir de la tecnología… Yo era feliz con mi Iphone hasta que llegaron los neuroconectores cerebrales y todo cambió: o entraba por el aro o…” que es bastante “largo-informativo”, y es que nos han mandado unos deberes este mes que pa qué…

    Yo estoy de “vacaciones” este mes. Así que tengo a mi niño distópico dormido en el ciberespacio y nadie se va meter con él (aunque seguro que se merecía algún que otro rapapolvo).

    Un abrazo, Pilar, y sigue así. Enhorabuena.

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 22:20
  15. 15. P.J Dawon dice:

    Hola Pilar.
    Me has dejado sin palabras. Me ha encantado todo: el universo distópico, carente de calor humano; los personajes, aunque estoy de parte de él; las escenas, cuando se descubre que es un holograma y la del piso de Nora en especial. De el final solo podría decir… ¿se puede acabar mejor?
    Enhorabuena, te seguiré leyendo.
    Un saludo.

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 23:05
  16. 16. Charola dice:

    Hola Pilar!

    El título de tu relato me sedujo y tu texto me encantó. Ya te dijeron cómo mejorarlo. Solo me queda felicitarte.

    Enhorabuena Pilar. Un abrazo.

    Escrito el 21 mayo 2017 a las 02:27
  17. 17. Pilar dice:

    Gracias a los últimos comentarios,voy a tener en cuenta vuestras sugerencias y daré las explicaciones de otro modo para conservar la fluidez. A los que les ha gustado el final, decirles que no dejemos que la tecnología actual nos robe esos momentos tan especiales y que por supuesto siempre es la mejor forma de acabar, jjjjjj
    ¡Esperanza! Qué te ha pasado?? Qué rabia, seguro que era genial. Un detalle que no te hayas desconectado del todo.
    Abrazos y os leeré en cuanto pueda.

    Escrito el 21 mayo 2017 a las 08:49
  18. 18. Luis Ponce dice:

    Hola Esperanza:
    Creo que eres la Esperanza C que ha pasado por mi relato. Si es así, muchas gracias por tus criterios.
    El tuyo, muy bien escrito, muy buena ambientación. Solamente al final le daría un giro más positivo: “Curiosamente, a ella no le pareció asqueroso compartir fluidos con Jack que, a la vez, su boca…
    “Curiosamente a ella le resultó muy agradable compartir fluidos…
    Nos leemos.

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 04:34
  19. 19. violeta dice:

    Hola Pilar
    Gracias por leer y comentar mi relato.
    El tuyo me ha gustado mucho, está muy bien escrito, su lectura es fluida y te mantiene expectante hasta el final. La historia muy bien llevada.
    Enhorabuena. Nos leemos

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 10:13
  20. 20. Yoli L dice:

    Hola Pilar

    Entré seducida por el título y el texto me gustó.

    Ya te mencionaron los mejorables, por lo que solo me queda felicitarte.

    El mío #72 Ciconia distopica, aun estoy aprendiendo, por lo que agradezco todos los comentarios que me puedan aportar.

    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-44/7926

    Saludos
    .•:::•
    ..-*-..(¯`•´¯)..-*-..
    `•..•´’`•.¸.•´’`•..•´

    Escrito el 22 mayo 2017 a las 23:03
  21. 21. María Esther dice:

    Felicitaciones por tu relato Pilar, que me enganchó con el título tan real que aunque no lo creas esta primavera planté tomates, en mi pequeño jardín porque ya no soportaba más comer esos muy bonitos, pero sin aquel sabor tan delicioso que tenían los cultivados en casa.
    Como te decía,entré por el título y me gustó mucho la historia, tan humana,bien escrita, con calidad,destacando los sentimientos unidos al sexo. Felizmente no habrá tecnología que desplace la comunicación directa entre los seres humanos.
    Felicitaciones.
    Maritel en el 91

    Escrito el 24 mayo 2017 a las 02:18
  22. 22. Perla Preciosa dice:

    Hola, Pilar:
    Tu texto es original, y muy interesante el tema que planteas. A mí, personalmente, no me gustaría que hubiera cibercomida y ciberemociones, pero, ¡quién sabe si dentro de poco hasta eso se consigue! Como crítica a la deshumanización del ser humano, me parece excelente, y desde luego, el final, bordado. Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 26 mayo 2017 a las 21:52
  23. 23. Pilar dice:

    Gracias, PERLA
    Esperemos que nunca se pierdan dos de los mayores placeres de la vida: la comida y la intimidad con la persona deseada…
    Me alegro de que te haya gustado.
    Saludos y hasta pronto!

    Escrito el 27 mayo 2017 a las 19:30
  24. 24. Marcelo Kisi dice:

    Hola Pilar!

    Nunca es tarde para agradecerte mucho tu visita a mi relato y tu elogioso comentario. Gracias!

    Ya con los microrrelatos publicados, te felicito por tu relato con gusto distópico. Lamentablemente vamos hacia esa realidad tecnológica ascéptica, pero por otro lado me gustó que en tu realidad distópica también las reglas morales evolucionen, tipo “Un mundo feliz”.

    Muy bien armado y bien terminado. Felicitaciones!

    Escrito el 16 junio 2017 a las 11:32

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