Esta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las << Volver a la lista de textos
Elena - por Arturo Valencia
Hace diecisiete días abrí la tierra para sepultarte. Después del adiós, la casa es tan distinta: enorme y vacía, sin esperanza, fría como yo. Pero aquí estás, realmente nunca te fuiste. Tus pasos aún resuenan en los pasillos, en la cocina, por la puerta principal. Tu voz se deja oír por las ventanas, cantando en la ducha. En las noches tu peso en la cama, tu tibieza bajo las sábanas, tu perfume en la almohada. Todo el tiempo estás ahí, durante la cena me acaricias el cabello, tus manos se posan en mis hombros, siempre tocándome, siempre buscándome. Yo te acepto, te dejo entrar, siento tu respiración en mi nuca.
En el estudio, tu presencia como siempre. Te hablo al fin mientras rodeas mi cuello con tus manos:
-¿Elena?
-No…
Wao, que potente.. felicidades, ya quisiera escribir como tú, un abrazo.
Hola.
Cojones, sí: ese ‘Hace diecisiete días abrí la tierra para sepultarte’ me parece un arranque de cuento magnífico. Olé. A ver si no decae.
Chapó. Estilo Monterroso, clarísimo, pero ¡qué narices!, se me ha ido poniendo la piel de gallina de gallina a medida que leía, esperando ese hachazo final y… ¡sí!
No hay nada más que decir. De nuevo ¡olé!
Chau.
Arturo,
felicidades por tu relato con reto incluido. Logras guiar al lector por un recorrido de sentimientos y emociones hasta ese escalofrío final. Muy bueno.
Saludos de la 173
Arturo, me ha impactado tu relato. Me queda una duda: ¿es una vivencia real? Tu vecino 168
Excelente manera de empezar y acabar: la primera y las últimas frases son la esencia del relato. Relato que te hace creer una cosa y, al final, es otra completamente distinta.
¡Felicidades!
Hola, Arturo Valencia:
Bravo, bravo, bravo. Me quito el sombrero.
Como estamos en un taller y tratamos de ayudarnos unos a otros a mejorar, te diré algo que me parece mejorable: se podría eliminar “En el estudio, tu presencia como siempre.” Pienso que quedaría mejor sin esa oración para que lo de la “respiración en mi nuca” quede más cerca del “No…” final. O si no lo quieres quitar, se podría cambiar de orden, incluirlo arriba, siempre dejando como última palabra del párrafo “nuca”. Pero si no lo quitas ni lo cambias, no importa mucho.
Has escrito un micro muy bueno, compañero.
Enhorabuena.
Saludos.
HOla Arturo!
Me doy esta vuelta por recomendación de Isolina.
Un micro brillante, escalofriante y contundente. Bravo!