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Corazón Metálico - por Sabrina Camacho

El autor/a de este texto es menor de edad

Era más que un simple robot, o al menos lo era para mí. Observaba sus ojos, su sonrisa; todo en ella era perfecto, ¿Acaso esta era la causa de su perfección?
Caminó hacia mí sin poder evitar un ligero sonido metálico que ella ignoró por completo, su vestido rojo se movía con su andar y, aunque ella no lo imaginara, eso la hacía ver aún mas elegante. Me observó con sus ojos azules fijos en mí mientras sonreía y yo le devolvía la sonrisa y ella era la primera que se atrevió a hablar.
—¿Sabes dónde queda la gasolinera más cercana? —cuestionó mientras escuchaba su voz, ésta era tan dulce como la de una mujer natural.
-A unos metros de aquí —exclamé volteando al lugar donde se encontraba—. ¿Cuál es tu auto?
—Gracias —contestó únicamente ignorando mi comentario mientras comenzaba a caminar. La seguí por la acera como si yo fuese al mismo lugar que ella tratando de que no me descubriera mientras contemplaba su pelo, tan negro noche y con sus rizos tan marcados, a pesar de ser un invento de mi amigo, éste había cuidado cada detalle para conservar su naturalidad. Llegamos a la estación de gasolina y mientras yo la observaba desde la parte trasera de un automóvil pude ver que ésta compraba únicamente una botella de gasolina y volvía por donde venimos, sin pensarlo le seguí el paso bastante extrañado, comenzó a alejarse del pavimento de la acera mientras se adentraba al pequeño bosque que rodeaba aquella calle, se recargó sobre un árbol, abrió la botella y tomó gasolina de un gran sorbo como si fuese agua; me extrañé demasiado y decidí que lo mejor era salir de mi escondite y observar su reacción, y así lo hice.
La mujer sólo movió ligeramente sus ojos hacia mí sin dejar de tomar de la botella, yo sólo me quedé allí impactado sin saber que decir, a pesar de todo, su belleza seguía intacta. Terminó la botella por completo y esta vez me dirigió un saludo, bastante esperanzado comencé a acercarme rápidamente, sabía que podía conseguir lo que más deseaba, un lugar en su corazón. Caminé junto a ella mientras observaba cómo su cabello caía sobre sus hombros con tanta perfección, cómo sus pasos tenían la misma medida y cómo los ojos de ésta estaban bastante abiertos mientras caminábamos por arriba de troncos y hierba.
Llegamos debajo de un árbol, junto a un majestuoso rio, ésta se sentó en la hierba sin decir una sola palabra mientras yo ideaba un plan para llamar su atención, observé que la palma de su mana reposaba sobre el frío pasto y con gran valentía me apresuré a colocar la mía sobre la suya, ésta simplemente volteó pero no realizó alguna expresión, al parecer mi primera impresión había fallado.
Ella no contaba nada sobre ella, tenía que romper el hielo, al parecer era bastante introvertida.
—¿Qué edad tienes? —cuestioné con bastante interés.
—Desde que nací han pasado veinte años —comentó seriamente, no sabía si esto funcionaría. El silencio volvió a reinar en el lugar mientras yo solo observaba su perfil único y me armaba de valor para tomarlo entre mis manos y volteara su rostro a verme; me dirigí a ella bastante decidido, listo para sentir sus labios. Le di un gran beso mientras sentía sua labios debajo de los míos, pero éstos solo estaban allí, inertes. Observé su rostro y ésta no decía nada, sólo jugueteaba con los dedos de sus manos, increíblemente raro.
Me levanté del lugar y traté de entender la situación, comencé a explicarle lo que había pasado aunque ella tan solo me veía con indiferencia. ¿Acaso me había enamorado de una maquina? ¿Ni un poco humanizada? ¿Su perfección era el costo de sus sentimientos? Intenté de nuevo al abrazarla pero ésta no me correspondía nada, comencé a darme cuenta de el cuento de hadas que había creado en mi mente, sabía que aquel amor que había sentido no era correspondido y, ya no era real.
Comenzaba a caer en la cuenta de algo, a falta de sentimientos ésta no podría ser humana y por lo tanto me había enamorado totalmente de una máquina, sabía que sus sentimientos no eran más que las de un simple robot.

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6 comentarios

  1. 1. ÁNGELL dice:

    Hola, Sabrina:

    Me ha gustado tu relato, lo reconozco. De la misma manera, reconozco la valentía demostrada al enfrentarte al “reto” y no conformarte con el relato y nada más. ¡Chapeau!

    Me ha gustado lo “explosivo” del carácter del narrador (humano), y la actitud fría y contenida del robot —ella—, aunque personalmente no se me ocurriría, jamás, besar a alguien que bebe gasolina.

    Eso sí, en ocasiones, tu texto me ha resultado muy complejo de entender. Yo lo achaco a la redacción, a la ortografía y a la puntuación. Más de una vez me tuve que detener a leer las frases anteriores para darle sentido al texto, lo que hacía perder ritmo, fluidez, al mismo.Todo lo comentado anteriormente me lleva a la ausencia de una segunda lectura por tu parte, un repaso, una revisión. Existe una cierta premura en la resolución, me atrevería a decir. Se nota mucho.

    Me gustaría muchísimo que comentaras mi relato, CASI HUMANO, el 133 de la lista.
    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-47/8506

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 09:00
  2. 2. Wanda dice:

    Hola Sabrina, me pase por tu relato y me gusto mucho. Tu narración hace que podamos sentirnos participes de lo que está sucediendo. Una lectura bastante fluida.
    Te invito a que leas mi relato es el 138.

    Escrito el 20 octubre 2017 a las 22:14
  3. 3. amadeo dice:

    Sabrina:
    Muy agradecido por tus comentarios sobre mi cuento.
    Buen texto, buen tema, aunque poco creíble por mi parte. Veo al personaje masculino, muy “tonto” o muy “idealizado”. No espero eso de un hombre, en fin…
    Desde el punto de vista técnico, te comento, como lector:
    Dices; ella era la primera que… y debería ser: ella fue la primera que…
    Repites muy seguido y varias veces la palabra “Mientras”
    Varias veces mencionas al robot como ESTA y otras como ELLA y me desorienta.

    Te sugiero que lo leas y revises varias veces y quedará más pulido
    Un saludo
    Amadeo

    Escrito el 22 octubre 2017 a las 18:44
  4. 4. Bellaan (SC) dice:

    Así es, el amor no siempre es correspondido, menos real.
    Tengo unas dudas y sugerencias:
    “…ella era perfecto, ¿Acaso esta era la causa de su perfección?” no logro comprender a qué se refiere con la causa de su perfección.
    Sería bueno revisar un poco la puntuación (para mí eso es una pesadilla que me persigue toooodos los días :c)
    Sugiero no usar tanto “ésta”, “este”, etc.
    Siento que el final es apresurado. Deberías aconsejar a tu personaje sobre algunas cosas del amor.
    Saludos 😉

    Escrito el 23 octubre 2017 a las 01:48
  5. 5. Sabrina Camacho dice:

    Muchas gracias por todos los comentarios, la verdad me hab servido mucho para darme cuenta de unos errores y tratar de reforzar algunos que ya conocía. Sobre la causa de su perfección se refiere a sus ojos y su sonrisa.
    Una vez más gracias por tomarse el tiempo de leer mi texto y espero les haya agradado mucho.
    Agradecida por sus comentarios.

    Escrito el 23 octubre 2017 a las 21:30
  6. 6. María Jesús dice:

    Hola Sabrina: La historia es buena, vibrante y sensual, pero tienes que repasar la redacción porque a mi modo de ver esta muy atropellada y desluce la historia. Con un poquito de corrección quedará muy bien. Un saludo.

    Escrito el 31 octubre 2017 a las 12:45

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