Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Guerra y paz - por María Kersimon

Web: https://lacartademrtench.wordpress.com

Era más que un simple robot. Traqueteaba de la cocina al salón mientras engullía los pelos del chihuahua, las uñas rotas del gato y de la dueña, las pelotas de lana que se agolpaban debajo de la cama y emitía luces multicolores haciendo la alegría del nene que a su paso lanzaba agudos chillidos. El perro lo toreaba, saltando y ladrando a su alrededor, enardecido cuando parecía responder a sus envites.

El único que le tenía manía era el hombre de la casa, Fausto, porque daba golpes secos a las puertas y le invadía el despacho con su runrún insistente. Sus tareas de mecánico dentista le requerían concentración y precisión, lo que el aparatito intrusivo no permitía. A cada momento irrumpía en el santuario de su despacho soliviantando su paz mental. Entonces gritaba.

—Serafina, este “rombo” o como se llame va a ser el causante de nuestro divorcio si no le pones remedio.
—Cierra la puerta, cariño y no lo oirás. Le hace tan feliz al perro…
—Cierra la puerta… Cierra la puerta… ¡Le pondré una mordaza a tu hurón mecánico!

Serafina se levantó plácida de la siesta. Se disponía a recibir a unas amigas a la hora del té cuando, de súbito, se le erizaron los pelos de la nuca al avistar un insólito espectáculo. El chihuahua corría en círculos escapando del robot que iba derecho hacia él abriendo de par en par una boca llena de dientes afilados que se abría y se cerraba y fallaba en apresarle en cada mordida seca de retumbar de claqué. En uno de esos golpes de mandíbulas, el can quedó apresado por la cola y redobló la velocidad arrastrando tras él al robot al que se le había disparado una sirena sincronizada con luces pirotécnicas en miniatura. Recorrió así la sala y el recibidor sin que Serafina pudiera interceptarlo pues aumentaban —can y máquina— la velocidad, yendo a topar con las amistades que entraban por la puerta dejada aposta entreabierta. Las damas se apartaron horrorizadas dejando salir al engendro híbrido. Can y máquina dieron vueltas por el rellano a la vista de las invitadas y del vecindario que salía alertado por el alboroto. Cada vez que amenazaban caerse por la escalera, el robot retrocedía, revoleando el perro en el aire para devolverlo a tierra firme. La sirena dio paso a un paso doble y luego a una interpretación de “Viva España” que se fue distorsionando y finalizó al agotarse la batería del robot. El estupor no tuvo parangón en la escalera. La dueña de casa disimuló fingiendo una broma premeditada para no dar que hablar sobre la estabilidad de su matrimonio e hizo pasar a la visita a tomar el té.

Fausto trabajó hasta muy tarde y, guiado por el cansancio y la prudencia, durmió en el sofá. A la mañana siguiente, le despertó el silbido mecánico del robot y vio horrorizado como esparcía sus prendas íntimas —camisetas, calzoncillos y calcetines sucios— por toda la sala, se dirigía al balcón que había dejado abierto al frescor veraniego, y procedía a despeñar sus prendas por el balcón, algunas quedando presas de las ramas del plátano adyacente, frente a las ventanas de los Ramírez del segundo. La ira le sacudió el estómago como primer impulso matutino, pero, hombre racional donde los hay, pensó y pasó sin demora a la acción.

Cual no fue la sorpresa de Serafina cuando desperezándose en la tibieza de la cama matrimonial vio aparecer su robot favorito equipado de un mástil en el que ondeaba una bandera blanca. Debajo, un letrero prometía en mayúsculas «HOY CONTRATO ASISTENTA», accediendo a un ruego de años. Desde la cama, el chihuahua contemplaba con desconfianza al que había sido su fiel compañero de juego y le lanzaba ladridos resentidos. Serafina entrecerró los ojos de placer y se arrebujo entre los almohadones.

Había pasado la hora del desayuno y Fausto, rezagado en el sofá sin afán de levantarse, sentía que su vida era un caos. Cuando volvió a oír el fatídico runrún que se le acercaba inclemente, sintiéndose preso de un círculo vicioso sin fin, perdió la esperanza. La situación dio un vuelco cuando apercibió las bragas de encaje negro con portaligas de su señora girando de manera provocativa alrededor del mástil que él mismo había erigido. Pensó que quizás todo no estaba perdido aquella mañana y se propuso averiguarlo.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

43 comentarios

  1. 1. Marcelo Kisi dice:

    María aquí estoy festejando el reencuentro! Una alegría verte!

    Me gustó mucho tu relato robótico-realista en clave de comedia. Nada que envidiar a las mejores de la tele! Me divertí mucho, como con todos tus relatos!!

    Escrito el 18 octubre 2017 a las 16:40
  2. 2. Patricia Redondo dice:

    Bien por Serafina!! ja ja ja ja! le salió la jugada redonda 🙂

    Muy bueno Maria , un placer leerte siempre , pero en esta ocasión y con las risas que me he pasado más aún .

    Nos leemos!

    Escrito el 18 octubre 2017 a las 17:04
  3. 3. María Jesús dice:

    Me he divertido muchísimo con el relato, empezaba como un mar en calma y después se arma la de San Quintín. Los nombres de los protagonistas también tienen su aquel, Serafina y Fausto. La de juego que puede dar un robot caramba. El mio está en el 161 por si quieres pasarte. Un saludo.

    Escrito el 18 octubre 2017 a las 17:56
  4. 4. Félix Acereda dice:

    Me ha encantado, es muy divertido, está genialmente narrado y vas frunciendo la historia en varias escenas con facilidad; el final cómplice deja un sabor de boca muy bueno. Enhorabuena¡¡

    Escrito el 18 octubre 2017 a las 18:23
  5. Excelente en imaginación, pero te has ensañado con Fausto.

    Escrito el 18 octubre 2017 a las 18:27
  6. 6. Jose Luis dice:

    Hola
    Muchas gracias por tus comentarios a mi relato
    Creo que el tuyo tiene mucho humor y que cumple con el reto de la historia de amor, aparte de que tiene un punto de picardía al final que redondea el relato.
    Un saludo

    Escrito el 18 octubre 2017 a las 19:11
  7. 7. Stinkelgeneroso dice:

    el relato es muy entretenido, nada hacía presagiar ese desenlace tan divertido.

    Escrito el 18 octubre 2017 a las 19:34
  8. Bravo María.

    Tu relato de este mes me ha parecido sublime. Me he asustado, me he reído… tiene una grata combinación de sentimientos.

    La cosa es que yo también tengo un rombo de esos y estaba viendo mi vida un poco reflejada, jajaja, pero nunca se me habría ocurrido pensar que daría tanto juego en un matrimonio.

    Lo único que me chirría (por decirte algo) es lo de “can” a mi me habría parecido más natural decir “perro”, sin más.

    Me ha gustado mucho, de verdad, los giros han estado muy, pero que muy acertados. Me quito el sombrero ante tu nuevo relato.

    Este mes no me encontrarás en el listado porque metí la pata al enviar el relato. Le cambié el orden a las palabras de la frase inicial y se quedó fuera.

    Si te apetece ver cómo quedó puedes pasarte por el blog en donde voy colgando algunos de los trabajos:
    https://jeanivesthibauth.wordpress.com/2017/10/18/ego-me-absolvo/

    Lo había hecho con reto opcional y todo.

    Nos seguimos leyendo.

    Un saludo.

    Escrito el 18 octubre 2017 a las 22:14
  9. 9. beba dice:

    Hola, María: Si no eres tecnomaníaco tómatelo a broma. ¡Genial!Seamos humildes: los robots ayudan si nosotros nos ayudamos. En el fondo de la historia, con tecno y todo, los encuentros y desencuentros domésticos. Excelente tu manejo narrativo.

    Escrito el 18 octubre 2017 a las 22:39
  10. 10. Jap66 dice:

    Muy bien narrado,la escena del perro mordido por la máquina tremenda,he visto el caos.
    Me ha parecido poco hilvanado lo de la (estabilidad de su matrimonio), no lo relaciono con que un robot muerda al perro.
    Me gusta el punto de giro final que le das a la historia.
    Muy buen trabajo.

    Escrito el 18 octubre 2017 a las 23:10
  11. 11. Don Kendall dice:

    Hola María Kersimon (me gusta el apellido de tu abuela)
    Me gusta la propuesta que haces en esta ocasión. Simple y sólida lo que garantiza la frescura. El narrador elegido se apoya en los dos pilares propuestos : Uno, La frase inicial y 2, la historia de amor propuesta. El resto es una trama muy sugerente en clave de comedia manejada de forma exquisita por un narrador que casi casi es un narrador testigo.
    Te hago este último comentario porque en mi opinión tiquismiquis (ya sabes cómo es de despreciable) tal vez mereciese la pena huir de la tentación del narrador omnisciente que se cuela en ocasiones, por ejemplo Serafina plácida, damas horrorizadas, la ira que sacude a Fausto..Esos detalles posiblemente apuntan a que la autora se coló de rondón y aprovechando que “conoce” las interioridades de los personajes lo suelta jeje…
    Queda claro que el planteamiento y el narrador y punto de vista es el que tú eliges y me parece muy bien ¿eh?.
    Gracias por mostrar tu trabajo.
    Un abrazo y seguiremos leyéndonos

    Escrito el 18 octubre 2017 a las 23:53
  12. 12. cesar henen dice:

    Vaya lío entre Serafina y Fausto a falta de una empleada doméstica.

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 02:26
  13. 13. juanjohigadillo dice:

    Buenos días:
    Has escrito un relato muy divertido al que no tengo que añadir nada que no te hayan dicho ya los anteriores comentaristas. Lo único que me chirría un poco es por qué iban a asociar vecinos e invitadas la escenita montada por el perro y el robot con la estabilidad de su matrimonio…
    Saludos.

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 08:45
  14. 14. marazul dice:

    Hola María: has escrito un relato ameno, ingenioso y muy divertido. Algo que agradezco de veras porque consigues la sonrisa del lector. La escena del “lío” que se montó ante las damas horrorizadas es del mejor y más puro estilo de las comedias de enredo.
    Y no es lo mejor lo que cuentas, sino cómo lo cuentas.
    Y ese toque simpático del marido al final no es un tópico…¡es pura realidad!
    Me ha gustado mucho, María
    Un abrazo

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 11:01
  15. 15. Evelyn dice:

    Ja ja ja, lo he disfrutado imaginando todo, el ruido, el fastidio masculino, el torbellino perro-robot, y el final… el final es que es la guinda de la tarta… bravo, gran trabajo.

    Soy tu vecina del 125, y te dejo un abrazo.

    Evelyn

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 11:11
  16. 17. Osvaldo Vela dice:

    Hola María: Para los que ya padecemos del trajinar de la ayuda robótica que describes, nos es fácil imaginar las peripecias sufridas por Fausto, el perro y hasta la misma Serafina.

    Las raíces angelicales de la personaje principal contrastan con el infernal diablillo que se encarga de la limpieza: diferencias que hacen de tu texto un subyugante y cómico enredo.

    Te felicito.

    Por cambio de nombre por uno mas corto y con un yerro de dedo debo de identificarme como el número 92.

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 14:07
  17. 18. Edu SC dice:

    Hola María,

    Es un placer leerte, como siempre. En este caso has conseguido arrancar más de una sonrisa a tus lectores, yéndote al más simple de los robots como hilo conductor de una historia sencilla, hilarante y al mismo tiempo tierna y perfectamente escrita. El cierre perfecto, del tipo que cuando los lees, te das cuenta que no podía ser otro.
    Me ha gustado mucho, mucho, el primer párrafo, es un cuadro colorido y lleno de vida.
    Un abrazo!

    Edu SC

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 14:50
  18. 19. Paola Panzieri dice:

    Hola María
    Muy divertido y lleno de imaginación.

    El apunte que te haría es que en el primer párrafo yo dividiría el asunto en dos partes con un punto entre cama y emitía:

    Traqueteaba de la cocina al salón mientras engullía los pelos del chihuahua, las uñas rotas del gato y de la dueña Y las pelotas de lana que se agolpaban debajo de la cama. Emitía luces multicolores haciendo la alegría del nene que a su paso lanzaba agudos chillidos. El perro lo toreaba, saltando y ladrando a su alrededor, enardecido cuando parecía responder a sus envites.

    Un final redondo
    Saludos

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 15:14
  19. 20. Bellaan (SC) dice:

    jajajaja que me he reído con este cuento 😛
    Bien curioso Fausto al final 😛
    pero hay algo que no entendí
    ¿por qué el robot enloqueció y empezó a seguir al perro?

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 17:40
  20. 21. Juana Medina dice:

    Hola María,
    Es buenísimo comenzar este nuevo año de Literautas con una sonrisa y más, con una carcajada final.
    Precioso relato con humor y picardía.
    Remate impecable.
    Un abrazo

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 19:29
  21. 22. Dew21 dice:

    Hola María
    Me ha gustado mucho tu relato. ¡Me pareció super divertido y el final estupendo!
    Saludos

    Escrito el 19 octubre 2017 a las 20:31
  22. 23. María Kersimon dice:

    Gracias a todos por vuestros comentarios positivos. Bellaan, el robot no enloqueció, es un inocente robot aspirador tipo “Rumba”, al que el señor de la casa, mecánico dentista, adaptó una dentadura con un sistema automático de su invención para desquitarse de todas las molestias que le ocasionaba. El otro blanco de su ira era el perro, a quien su esposa hacía más caso que a él.
    Me alegro mucho si he conseguido arrancaros una sonrisa, y a algunos una carcajada. Muchas gracias por leerme y por los comentarios. Devolveré las visitas.
    Un abrazo.

    Escrito el 20 octubre 2017 a las 12:39
  23. 24. Bellaan (SC) dice:

    Ah! ahora comprendo y todo tiene lógica jajajaja
    Gracias por pasarte por mi relato. Tomaré en cuenta todos los comentarios que me han dejado; mi intención es mejorar mi escritura.
    Saludos 🙂

    Escrito el 20 octubre 2017 a las 13:40
  24. 25. Pepe Illarguia dice:

    Divertido, entretenido, como un vodevil con sus picardías, pasando todo por un exagerado tremendismo, del himno de España, a la alusión del título tolstoiano.
    Hace años tuve un robot-perro, al que también se le agotaban las pilas y asustaba a los gatos, era gris, movía sus orejas y ladraba mientras giraba sin parar, pero no hacía las labores. Al final terminó en el trastero.
    Un placer leerte, María. Abrazos.

    Escrito el 20 octubre 2017 a las 19:52
  25. 26. Alex dice:

    ¡Qué divertido!

    Me encanta que un robot pueda ser tan contemporáneo nuestro. (Yo he escrito algo más futurista).

    De los siete párrafos, en cuatro he esperado ver salir volando al dichoso robot. Lo has contenido muy, muy bien y has dado un final alternativo.

    También me ha gustado enormemente que la historia del robot, nos desvele otra subyacente mucho más profunda: Las relaciones matrimoniales. Cómo pequeños detalles pueden dañarlas severamente, pero las personas tienen la capacidad de revivirlas si realmente lo desean.

    Personalmente, el párrafo más largo (el tercero), se me ha atragantado un poco y he tenido que releer para enterarme.

    De todos modos, una historia original, compleja, correcta e interesante. Enhorabuena.

    Un abrazo,

    Alex.

    Escrito el 20 octubre 2017 a las 21:38
  26. 27. Jorge Lozano dice:

    Wow María,

    Hasta ahora el mejor relato que he leído de este mes! Desborda comedia y comentarios perfectos en el momento correcto. El entramado de la historia es tan fino que no se da uno cuenta de las puntadas que haz hecho para que funcione. Felicidades!

    Como lo comentaron antes, creo que el párrafo más extenso podría ser editado un poco para darle más agilidad a la lectura… uno o dos puntos y aparte, tal vez?

    Fuera de eso, muy buena lectura, sin duda!

    Me agradó tu historia, si te interesa puedes pasar a ver la mia en https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-47/8435

    Saludos

    Escrito el 21 octubre 2017 a las 07:23
  27. 28. Alfonso Besada dice:

    Hola, María. Gracias por tu comentario. Te felicito por la frescura y naturalidad de este relato que te hace reír desde el principio, enumerando la “dieta” del robot. Tampoco he podido evitar imaginarme los sobresaltos de ese pobre Fausto con cada golpe del robot en la puerta, como si del crujido de una botella de agua fría se tratara. Y a pesar de que el final sugiere un respiro para la pareja (el pobre chihuahua me temo que se queda fuera), viendo lo visto, no sé yo si el robot no va a reventar también la firma del tratado de paz.

    El texto se lee de un tirón, tiene un vocabulario que no hace necesario detenerse dos veces en el mismo párrafo. Me ha resultado divertido y he disfrutado mucho al leerlo. Un saludo.

    Escrito el 21 octubre 2017 a las 16:56
  28. 29. Melisa dice:

    Hola, María. Disfruté leyendo el relato desde el título hasta el punto final. Gracias!

    Hasta la próxima!

    Escrito el 21 octubre 2017 a las 19:28
  29. 30. Doralú dice:

    Hola María Kersimon!

    Todo un placer leer tu relato. !excelente desde todo punto de vista!
    Presentas un tema original, con una buena trama, fácil de entender y muy muy divertido.

    !Un abrazo!

    Escrito el 21 octubre 2017 a las 21:32
  30. 31. Lunaclara dice:

    Hola María! Super divertido tu relato!! Es fantástico! Muy visual y de un ritmo apabullante!
    Es la primera vez que leo algo tuyo. No será la última.
    Enhorabuena!

    Escrito el 22 octubre 2017 a las 18:55
  31. 32. Juliana dice:

    Hola! U
    Muy divertido! Me encantó el final.
    Estoy en el 90, por si querés leerme. (Aunque figuro como Miguel)
    Espero leerte nuevamente!

    Escrito el 22 octubre 2017 a las 22:44
  32. 33. Charola dice:

    Hola, María!

    Disfruté tu relato de principio a fin. El título le viene muy bien. Felicitaciones.

    Algunas cosillas para mejorar:

    -tras él al robot al que se le había… tras él al robot que se le había…
    -vio horrorizado cómo (con tilde) esparcía sus prendas íntimas…
    -se dirigía al balcón que había dejado abierto al frescor veraniego, y procedía a despeñar sus prendas por el balcón …Para no repetir el balcón, sería así: “se dirigía al balcón que había dejado abierto al frescor veraniego, y procedía a despeñar sus prendas por este”.

    Me encantó. Gracias María. Te invito a leer el mío: 42

    Escrito el 23 octubre 2017 a las 00:30
  33. 35. Cryssta dice:

    Hola María, un relato muy divertido el tuyo y no te digo más halagos porque ya te han dicho muchos y ya sabes que yo estoy aquí para “dar cera”, jajaja.

    Vamos con los mejorables:

    – “haciendo la alegría del nene que, a su paso, lanzaba…”

    – “El único que le tenía manía, porque daba golpes secos a las puertas y le invadía el despacho con su runrún insistente, era Fausto, el hombre de la casa.” Como ves aquí he cambiado el orden de la frase, te sugiero que lo hagas así para que quede más claro que el que daba los golpes era el robot y no Fausto y también para que haya más separación entre las veces que dices “despacho”

    – “A cada momento, irrumpía…”

    – “este “rombo”, o como se llame, va a ser…”

    – la frase que empieza con “El chihuahua corría en círculos…” es muyyyyyyy larga

    – “fallaba en apresarle en cada mordida seca de retumbar de claqué” no me parece que esté bien expresado

    – “arrastrando tras él al robot, al que se le…”

    – “pudiera interceptarlo, pues…”

    – “revoleando al perro…”

    – en “La sirena dio paso a un pasodoble” el paso parece triple por la repetición

    – “Y Viva España” es también un pasodoble así que sería mejor decir “y luego a otro, una interpretación de…”

    – “La dueña de la casa, disimuló…”

    – “hizo pasar a las visitas…”

    – “le despertó el silbido mecánico del robot y vio horrorizado como esparcía camisetas, calzoncillos y calcetines sucios por toda la sala, se dirigía al balcón que había dejado abierto al frescor veraniego, y procedía a despeñar las prendas íntimas por el mismo”, así no repites ni “balcón” ni “prendas”

    – “frente a las ventanas de los Ramírez.” Si añades “del segundo” parece que en el edificio hay más “Ramírez”, que puede ser pero no creo que sea tu intención que haya más que los de ese piso ¿verdad?

    – en la frase “La ira le sacudió el estómago como primer impulso matutino, pero, hombre racional donde los hay, pensó y pasó sin demora a la acción.” hay contradicción porque por un lado parece que se para a reflexionar como hombre racional que es pero luego dice que pasa “sin demora” a la acción”, dices “pensó y pasó”, no “pensó y luego pasó”

    – “desperezándose en la tibieza de la cama matrimonial” va entre comas porque es una aclaración

    – “vio aparecer a su robot favorito equipado con un mástil…”

    – “La situación dio un vuelco al divisar las bragas…” así no repites “cuando”, además el verbo “apercibir” está mal utilizado

    – “Pensó que, quizás, no todo estaba perdido…”

    Felicidades por tu relato. No busques el mío que este mes no he participado escribiendo.

    Un abrazo.

    Escrito el 24 octubre 2017 a las 12:14
  34. 36. K. Marce dice:

    Saludos María:

    Ya Cryssta te ha dado las mejoras, que comparto y también con el comentario de Jean Ives, sobre el omnisciente. Pero, el texto entretiene y divierte, así que no pudo decir más que me ha gustado.

    Aunque como defensora de los animales, yo busco pala en mano para darle de tortazos al robot, y no me quedo observando impávida; pero claro, hablamos de mi persona.

    Por lo demás, solo resta felicitarte,

    ¡nos leemos!

    Escrito el 25 octubre 2017 a las 03:16
  35. 37. Ana Luna dice:

    ¡Hola María!

    Qué divertido tu relato. Me lo he pasado fenomenal leyéndolo. Es todo tan visual, me parecía estar viendo la escena.
    ¡Felicidades!
    Saludos.

    Escrito el 26 octubre 2017 a las 09:57
  36. 38. Ratopin Johnson dice:

    Hola María,

    Frenético y divertido, peor no lioso, se lee muy fluido. Tengo una pregunta, que quizá ya has contestado: ¿Quién llevó el robot?. Explicas más tarde que Serafina estaba clamando por una asistenta desde hacía años, y parece que Fausto accede a contratarla. Pero claro, ¿cómo apareció el robot?. Si lo llevó Fausto, se me hace raro, ya que desde el primer momento muestras que no le gusta. Y si fue cosa de su esposa, es extraño también, porque si parece que necesite la aprobación de su marido para contratar una empleada del hogar, suponemos que para comprar un robot sería lo mismo. (Al perro lo sacamos de esta discusión :)).
    Muy entretenido
    Saludos

    Escrito el 26 octubre 2017 a las 11:40
  37. 39. Anael dice:

    ¡Hola María!

    Muchas gracias por pasarte por mi relato y dejar tu amable y elogioso comentario, así da gusto escribir ^^. Tu historia me ha parecido de lo más divertida, y el final genial con un robot conciliador entre la pareja que ayuda a cumplir la R con honores 😉

    A continuación te señalo los detalles que me han gustado y te hago algunas sugerencias, que son como las lentejas, si las quieres las tomas y si no las dejas 😉 :

    1. Añadir dos comas para mejorar la fluidez lectora en una frase tan larga (la segunda añadida creo que es necesaria por cambio de sujeto semantico de la frase):
    “El chihuahua corría en círculos escapando del robot que iba derecho hacia él abriendo de par en par una boca llena de dientes afilados que se abría y se cerraba y fallaba en apresarle en cada mordida seca de retumbar de claqué.” -> El chihuahua corría en círculos escapando del robot, que iba derecho hacia él abriendo de par en par una boca llena de dientes afilados que se abría y se cerraba, y fallaba en apresarle en cada mordida seca de retumbar de claqué.

    2. Sugerencia de estilo para mejorar la fluidez lectora al eliminar el pronombre que alude a todo lo anterior:
    “Sus tareas de mecánico dentista le requerían concentración y precisión, lo que el aparatito intrusivo no permitía.” -> Sus tareas de mecánico dentista requerían una concentración y precisión que el aparatito intrusivo no permitía.

    3. Me ha encantado esta frase: “y fallaba en apresarle en cada mordida seca de retumbar de claqué.”

    4. La atmósfera caótica que creas es fantástica y envuelve al lector en un texto con algo de realismo mágico (esas fauces abiertas del robot sobre el perro son propias de un relato de terror o de humor negro? No lo tengo muy claro, jajajaja).

    5. Me ha encantado como el robot es el creador de los problemas pero al mismo tiempo el que los soluciona. Una situación cotidiana que enternece porque creo que muchos podemos vernos reflejados.

    Espero que las sugerencias te sean útiles 😉 Me alegro que los personajes hayan encontrado una solución a su problema, que no es el robot, sino sus diferencias, parece que van por buen camino de solucionarlas. Excelente texto, enhorabuena, sigue escribiendo.

    ¡Un abrazo!

    P. D. Discupa las faltas, voy con algo de prisa ^^’

    Escrito el 26 octubre 2017 a las 19:12
  38. 40. Javier López dice:

    Hola, María. Ya te han comentado mucho y bien, así que sólo te dejo mi humilde valoración.
    Parece fácil lo que has escrito, pero es mucho más complejo de lo que puede parecer. Esa sutil ironía y esos juegos de palabras requieren una intrincada imaginación. Y que no decir del complejo arte de sacar la sonrisa. El chihuahua es genial. Aunque no acabo de entender como la máquina hace esas cosas. Pero, ¿qué más da?
    A todos nosotros nos resultan más sencillos unos géneros que otros, y el humorístico, sin chabacanerías, es sin duda la estrella.
    Aquí nos has mostrado lo bien que lo puedes hacer, añadiendo una disputa marital resuelta con picardía, dónde por lógica, el que acaba triunfando, es nuestro humor.
    Gracias.
    Un saludo.
    Nos leemos.

    Escrito el 27 octubre 2017 a las 12:13
  39. 41. Laura dice:

    Hola María Kersimon.
    Has logrado un relato inolvidable, más allá de los detalles que se te han señalado.
    Me preocuparía un poco la súbita agresión del robot, pero es tu relato.
    Felicitaciones. Es muy llevadero.

    Escrito el 30 octubre 2017 a las 11:28
  40. 42. María Kersimon dice:

    Nunca había tenido tantos y tan buenos lectores. Gracias a todos por los comentarios alentadores. Hacía unos días que no miraba el blog así que tengo retraso en devolver las visitas pero, aunque tarde, las devolveré.
    Saludos.

    Escrito el 30 octubre 2017 a las 12:58
  41. 43. José Torma dice:

    Hola María.
    Gracias por tu visita. Tu relato me ha gustado mucho. Creo que está muy bien estructurado y es muy divertido.
    Felicidades.
    José

    Escrito el 31 octubre 2017 a las 00:38

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.