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Cortar por lo sano - por pepe sanchis
Hola, don Joaquín, seguro que ahora mismo estará preguntándose qué hace una cabeza humana en el cajón de las verduras de su frigorífico. La verdad es que es el último sitio donde esperaba acabar un día como hoy. Me presentaré. Soy el inspector del gas que viene por su casa cada dos meses. Desde la primera vez que vine y conocí a su señora, algo surgió entre nosotros. Llámele amor, deseo, pasión… lo que sea. La cuestión es que, aprovechando que está usted en su oficina, nosotros nos dedicamos a lo nuestro.
Pero hoy no sé porqué, usted ha tenido que venir a mitad mañana y nos ha pillado a nosotros también a mitad… usted me comprende. La reacción de su señora esposa ha sido meterme en el armario, pero resulta que mido 1,98 y su armario, perdone que le diga, es muy, pero que muy pequeño. Total, que doña Remedios no ha tenido mejor idea que cortar por lo sano. Y ya puede ver los resultados: Si busca en el armario podrá ver mi escultural cuerpo, pero no entero. Mi cabeza, ya la puede ver aquí, haciendo compañía a las lechugas y los tomates.
Hola pepe, tu relato me ha gustado.
Es breve pero muy entretenido.
No entiendo una cosa, se supone que le esta contando lo sucedido a través de, una carta/nota?
Pero el ya está muerto, ¿como la ha escrito entonces?
Salvo por eso, lo dicho, muy bien redactado y es original
🙂
El mío es el número 39, por si quieres pasarte
Un saludo !
Hola pepe, de acuerdo con Paula, como escribe la nota si ya esta muerto, pero esta muy bien por el resto,
Yo en vez de – que venir a mitad mañana – hubiese colocado un de la, osea – que venir a mitad de la mañana . creo que le da más sentido.
Soy el 46.
Te seguire leyendo en otras ocasiones. Saludos
Muy divertido, y breve, aunque ya lo dicen: lo bueno, si breve, dos veces bueno. Coincido con Ángel en cambiar “mitad mañana” por “mitad de la mañana”. También es raro que escriba la carta si supuestamente está muerto.
Soy el 45. Por si quieres pasarte.
No es raro encontrar historias contadas por gente muerta, en la literatura y en el cine lo hemos visto. Por cierto yo no he encontrado la nota. Muy divertida. Un saludo.
Gracias por vuestros comentarios. Las palabras propuestas me conducían siempre al típico caso del amante escondido en el armario. Y se me ha ocurrido que con un corte por lo sano su cabeza se encontrara en un armario, pero en este caso, del frigorífico. He visualizado que sea la propia cabeza la que le habla al marido, hay que dejar volar la imaginación, digo yo. Saludos a tod@s.
Hola, pepe sanchis.
¡Qué original relato! Me encantó. Solo Doña Remedios podía “remediar” el lío. Jajaja.
Felicitaciones.
Otros fallos pequeños:
-aprovechando que estaba…
-dedicábamos…
-nos ha pillado también a “la” mitad.
Nos seguimos leyendo. Un abrazo.
Me ha gustado mucho tu relato: es macabro pero simpático. Y si peca de falta de verosimilitud es por causar mayor impacto y frescura. Es muy visual. Felicidades.
Gracias charola y elisa por leer mi relato. Me alegra saber que os ha gustado precisamente por haber apreciado mi intención: hacer algo original a la vez que resulte simpático, yo diría que surrealista también. Saludos.