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Sensación de libertad - por Guiomar de Zahara

Tenía un fin de semana para ella sola sin compromisos, ni trabajo de última hora, y sin hijos. Decidió olvidarse de todo, y pasar esos días en la cabaña del bosque donde los dedicaría a caminar, leer y sobre todo recapacitar si firmaba los papeles del divorcio.
¿Me sentiría más libre si no le perdonaba a Julián más infidelidades? –pensaba.
Nada más que su ex se llevó a los dos niños, cogió el coche en esa mañana tan luminosa de final de verano, con una cierta sensación de libertad. El alivio de disponer de sí misma a tiempo completo y durante tantos días, la tenía en un inmejorable estado de ánimo.
De repente unas ráfagas de aire cuajadas de hojarasca y polvo, le sorprendieron desagradablemente al salir de la autovía para tomar el camino de las montañas, y al momento, un intenso aguacero que casi le impedía ver el camino.
Se paró en la gasolinera, más que para coger carburante, fue por protegerse de la repentina tormenta y de la incesante lluvia, pues el parabrisas no aguantaba el ritmo que el agua le imponía.
El lugar era muy simple, no había cafetería ni tan siquiera una máquina donde poder comprar una bebida. El agua arrastrada por el fuerte viento, mojaba el suelo debajo de la raquítica techumbre; miró al hombre que le había atendido y él comprendió, que lo más lógico era que esa joven no continuara su camino hasta que la tormenta amainara.
Con una sonrisa le dijo que si quería pasar al cuartito:
– No viene casi nadie en esta época, algún cazador y poca cosa más ¿La puedo preguntar que hace una joven sola por estos caminos? –añadió, dándola paso para entrar en el pequeño recinto seco.
Patricia le respondió que iba al refugio que estaba en el claro del nacimiento del arroyo, que era de su abuelo y lo había heredado ella.
– No conocí a su abuelo pero si sé dónde está esa cabaña, yo le aconsejaría que no fuera sola. Con esta tormenta los animales se refugian en cualquier sitio: estarán sobresaltados y le pueden dar un buen susto.
– No se preocupe. Se defenderme. Además he estado muchas veces allí. Me conozco todos los rincones de los alrededores.
– ¡Tengo una idea! Mi turno termina dentro de una media hora y mi compañero no tardará en llegar. Cuando venga, yo le acompaño, así me quedaré más tranquilo. Voy a llamarle para que llegue un poco antes.
Y abrió la puerta de un armario –que ocupaba la mitad del cuartucho donde estaban– para coger el teléfono, dijo, y prácticamente se metió dentro de él.
Fue un pálpito. Se acercó hasta la puerta para escuchar:
– Oye tengo aquí a una tía sola, que está para comérsela, ven enseguida y…
Sin querer escuchar más cerró con llave, puso una silla debajo del pomo y por si fuera poco acercó la mesa hasta el mueble. Con una ligereza, que más tarde no se explicó, de pronto estaba metida en el coche y ya circulaba por la autovía –ahora sí– con una verdadera sensación de libertad.

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13 comentarios

  1. 1. Juan Stoisa dice:

    Reflexiones sobre las implicancias de la libertad para las mujeres en esta sociedad. Interesante. Abierto al debate y a las intervenciones artísticas que nos hacen cuestionar la realidad. Saludos, si querés pasar a mi texto es el n 74. Nos estamos leyendo!

    Escrito el 18 noviembre 2017 a las 07:02
  2. 2. Don Kendall dice:

    Hola Guiomar de Azahara,
    Me corresponde normativamente hacer un comentario del trabajo que aportas como escena del taller.
    En primer lugar agradezco esta oportunidad que me brindas para soltar la chapa y que podamos pasar un rato intercambiando más ignorancias y dudas que saberes y certezas. A propósito del texto, solo comentarte un par de cosas teniendo en cuenta que es mi opinión tan despreciable como la de cualquiera, pero que trataré de fundamentar. Vamos allá.
    En cuanto a la anécdota propuesta :

    Alguien se va de un lugar para experimentar una sensación de libertad con el objetivo de llegar a otro lugar que supone más amigable. En ese viaje se encuentra con peligros que pueden impedir su objetivo. Conjura esos peligros y prosigue el viaje.

    Sucede que para que el lector reciba esa anécdota y la encuentre interesante de principio a fin y no se sienta engañado, el autor o autora debe elegir un narrador que vaya mostrando todos los elementos y materiales dentro de una trama sin recurrir a ningún truco forzado final si no es necesario.VER NOTA AL FINAL.
    Todo esto cuando el narrador elegido por el autor/autora en este caso es un narrador descaradamente omnisciente (lo sabe todo de todo el mundo en todo caso) y sin embargo parece que su única misión es buscar el cómo introducir el armario.Con lo cual ese arma tan potente (narrador todopoderoso) queda desperdiciado y el lector un tanto desencantado y engañado, porque el narrador se olvida de Julián y de la pregunta inicial propuestapor el personaje protagonista ¿Me sentiría más libre si no le perdonaba a Julián más infidelidades?
    En cuanto a la estructura formal, con tu permiso señalo algunas partes del escrito que en mi opinión, sujeta a desguace quede claro, pueden ser ejemplo de solecismo :

    1 – Se paró en la gasolinera, más que para coger carburante, fue por protegerse de la repentina…
    2 – El lugar era muy simple no había cafetería ni tan siquiera una máquina donde poder comprar una bebida. ¿Simple?
    3 – En las frases ¿La puedo preguntar que…?o dándola paso para entrar tal parece que se esté haciendo «laísmo» (formas la o las del pronombre personal como objeto indirecto, en lugar de le)
    Utilización de verbo sustantivo ser (fue un pálpito)), en lugar de auxiliar tener (tuvo un pálpito)

    En resumen, un buen trabajo que tal vez merezca la pena desmenuzar y reconstruir si lo ves conveniente. En cualquier caso quede claro mi agradecimiento por tu ofrecimiento. Un abrazo y seguimos escribiendo.

    NOTA FINALhttps://www.literautas.com/es/blog/post-4001/deus-ex-machina-que-es-y-como-evitarlo/

    Escrito el 18 noviembre 2017 a las 20:34
  3. 3. marazul dice:

    Hola Guiomar: he leído ya unos cuantos relatos tuyos. Siempre me gustó tu estilo claro, sencillo y elegante. Y ya ves,aquí sigo fiel a la cita mensual. He notado que has evolucionado y mejorado mucho, mi enhorabuena por ello. Creo que tienes mucha sensibilidad y mucho que contar. Para las que apreciamos las historias sencillas esta es fácil de leer. Me implico con la protagonista que, aunque parece débil y vulnerable, no tiene un pelo de tonta, y muchas agallas je,je…El final lo demuestra claramente.
    Hasta la próxima, Guiomar
    Un abrazo

    Escrito el 18 noviembre 2017 a las 22:46
  4. 4. Thomas Carnacki dice:

    ¡Hola Guiomar!

    Buen relato, con ritmo y un final acorde al título. Creo que para correciones, Kendall ha hecho un trabajo envidiable. No ignores sus observaciones, son sumamente útiles y te ayudaran a mejorar. Hago una pequeña sugerencia: El guión que utilizas para los diálogos y demás, no es el indicado. Tú usas este: – y el correcto sería el siguiente: —
    Lo puedes hacer manteniendo la tecla Alt y oprimiendo 0151 😉
    Espero que te sirva, un gusto leerte. Hasta la próxima!

    Nos estamos leyendo

    Escrito el 19 noviembre 2017 a las 09:19
  5. 5. Guiomar de Zahara dice:

    Para Juan Stoisa ¿gracias! Gracias por ser el primero en leer ni escrito y tus amables palabras.
    Don Kendal, he tomado buena cuenta le los laismos (Quizá fueron las prisas, o el haber vivido prácticamente en casi todas las autonomías y tratar de seguir el refrán “donde fueres…” pero reflexionando solo es una excusa. Lo de “Deus Ex Machina” tienes toda la razón. Lo de Julián, solo fue por buscar un motivo para querer estar sola, sin más importancia. Te agradezco tus aportación ¡Gracias!
    Marazul: Tus palabras siempre me aportan alegría y ganas de continuar escribiendo. Te busco para leerte y espero que hagas lo mismo. Te doy las gracias por ello.
    Thomas: lo de : – lo tendré en cuenta, pero no sabía como hacerlo. no se me va a olvidar ALT y oprimir 0151. :- en mi ordenador y tengo el 10, no sale. Pero gracias por ayudarme a mejorar.

    Escrito el 19 noviembre 2017 a las 10:31
  6. 6. Laura dice:

    Hola Guiomar de Zahara.
    Soy Laura del 53.
    Me ha encantado tu relato. Ya los detalles te los han señalado y son fácilmente solucionables.
    Interesante la cuestión de la mujer sola, todo un desafío.
    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 19 noviembre 2017 a las 21:19
  7. 7. ortzaize dice:

    bueno la libertad de la mujer al poder….
    que pena da que estamos todavia con esos malos pensamientos del tio que nos mira.
    me ha gustado un saludo.

    Escrito el 20 noviembre 2017 a las 16:09
  8. 8. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Hola, Guiomar

    No podría estar más de acuerdo con la gran aportación a tu texto de nuestro compañero Don Kendall, así da gusto trabajar en el taller, como dice él.
    También quiero que sepas que he notado un gran cambio (a mejor) con respecto a tu relato del mes anterior (me tocó comentarte, supongo que lo recuerdas porque acabé loca y redundante intentando poner todo de la mejor manera que pude). Pero es que era demasiado evidente allí lo que aquí te ha explicado tan bien Don Kendall (lo de ofrecer falsas expectativas al lector).

    Tampoco podría estar más de acuerdo con la generosidad de nuestra compañera Marazul: la ilusión y el ánimo es la gasolina que nos anima a seguir compartiendo lo que sabemos y desconocemos por estos lares digitales.

    Un abrazo, Guiomar.

    Escrito el 20 noviembre 2017 a las 18:05
  9. 9. Vespasiano dice:

    Hola Guiomar:

    Primero agradecerte tu paso por mi relato y poder reanudar nuevamente el contacto literario con el taller.

    Tu relato me ha gustado; un presentimiento, una duda, una escucha, una certeza, una acción valiente y una huida a tiempo evita que el “depredador sexual” actuara de forma violenta contra la mujer indefensa.

    Tu historia me ha hecho revivir el proceso que se está llevando a cabo contra esa “manada de violadores” que en las fiestas de San Fermín abusaron “presuntamente” de una chica que en esos momentos estaba sola.

    Felicidades y seguiré leyendo tus relatos.

    Escrito el 21 noviembre 2017 a las 13:25
  10. 10. Pilar dice:

    Hola guiomar, cuanto tiempo llevaba sin leerte!

    Te felicito por no haber acabado matando al gasolinero, jjjjj, porque en casi todos los que llevo leídos alguien acaba ensangrentado…

    Sin demasiado que añadir, te diré que creas una contradicción con la pregunta de si sentirá mas libre tras el divorcio y después con la sensación de libertad que experimenta con su escapada a la cabaña…
    De todas formas, me ha gustado el texto, su desarrollo y sobre todo el final.
    Enhorabuena!
    Abrazos!
    (Este mes no he escrito nada…)

    Escrito el 21 noviembre 2017 a las 17:46
  11. 11. Jaime Cuevas dice:

    Hola Guiomar:

    Creo que la idea de tu relato es muy buena. Aún así te comento:

    – Hablas de un “ex”, pero explicas que la protagonista quiere reflexionar sobre si firmar los papeles del divorcio o no. Esto me ha confundido un poco, porque en mi opinión, si Patricia todavía no ha firmado los papeles del divorcio, Julián todavía no debería ser un “ex”.

    – Creo que generas un misterio y una expectativa en torno al divorcio de Patricia, pero luego derivas el relato por otros derroteros. Hubiera preferido la evolución de tu cuento hacia el tema del divorcio y ver qué pasaba con Julián y Patricia.

    – Omitiría el nombre de “Patricia”. El anonimato proporcionaría más misterio a tu cuento y creo que facilitaría que muchas mujeres pudieran identificarse con él.

    – Dices que el hombre “… se metió prácticamente dentro de él (en el armario)” y que Patricia cierra la puerta con llave. ¿Patricia no tendría que haber empujado antes al hombre? Además es difícil creer que pueda empujar al hombre dentro del armario (sin que éste ofrezca resistencia) y cerrar la puerta con tanta facilidad. También me parece un poco forzado que haya un teléfono dentro de un armario y que el hombre hable con su compinche en la misma habitación en la que está con Patricia. Patricia lo habría oído todo con facilidad, aunque el hombre esté prácticamente dentro de un armario.

    – Al final de tu cuento, explicas que Patricia escapa con una “verdadera sensación de libertad”. En mi opinión, una mujer que ha escapada a una terrible experiencia como la que cuentas, tendría una sensación de temor y no de libertad.

    Buen trabajo y espero volver a leerte pronto.

    (Si te apetece leerme, mi cuento es el 82.)

    Un saludo.

    Escrito el 23 noviembre 2017 a las 22:36
  12. 12. Lidia Villa dice:

    Hola Guiomar,
    Me gusto la idea del relato, fui imaginandomela mientras leía, solo que la historia de da la sensación de empezar con algo ( el divorcio) que no tiene nada que ver con el final. (el supuesto intento de violación) Incluso no me quedo claro quien cerraba la puerta del armario hasta el final, pero puede ser una pérdida mia. Aun asi te felicito por la originalidad. Mi relato es el 83.
    Un Saludo, Lidia Villa

    Escrito el 26 noviembre 2017 a las 19:29
  13. 13. Noemi dice:

    Hola Guiomar ¡Aplausos! por el tema y sobre todo el tratamiento que le das (#mitoo). Ya veo que tienes muchos comentarios y te han pasado por la lupa, así que no voy a detenerme en detalles y ser repetitiva.Conozco tu estilo y me encanta,el dibujo de tus personajes también sobre todo la protagonista que no sólo tiene superficie ( victima o mujer maravilla como se acostumbra en estos casos) sino que presenta matices personales como un verdadero ser humano.El desarrollo también me gustó mucho porque no es convencional, también está matizado.Un abrazo. Te espero en el 35

    Escrito el 30 noviembre 2017 a las 00:18

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