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Índigo - por Nelson Canelo

Web: http://itinerantum.blogspot.com/2017/09/agrega-tu-opinion-acerca-de-este-tema.html

“Índigo” (por Nelson Canelo)

Alejandra seguía muy de cerca el ruidoso vehículo rojo que entraba a la gasolinera de la esquina del vecindario. Lo conducía un joven de unos veintidós años, acompañado de quien parecía ser su novia, una chica de cabello rosado y de la misma edad. Los había seguido sigilosamente en su auto desde el momento que iba a entrar a su garaje y había visto a los dos salir muy de prisa de la casa de su vecino Gustavo, portando una caja.

Entró al estacionamiento del pequeño centro comercial de la gasolinera, y sin apagar su auto quedó observándolos detenidamente por el espejo retrovisor mientras disfrutaba de una nueva goma de mascar sabor a frutas. Solo el joven había bajado para cargar de combustible su auto, y la cabeza de pelo corto y rosado se movía en el asiento del pasajero al ritmo de una fuerte música punk que se alcanzaba a escuchar desde el escondite de Alejandra.

Gustavo era su vecino de hace mucho tiempo, y con quien había mantenido una relación amistosa muy cercana que había llegado en algunas ocasiones a ser romántica; sin embargo, él no era el tipo de hombre que ella buscaba a sus cortos diecinueve años. Gustavo, de dieciocho, era extremadamente avanzado mentalmente, y le llevaba un año de universidad por delante a su amiga. Él se la pasaba siempre ocupado con sus creaciones e inventos, catalogados como “locos” por su amiga. Ambos habían sido cómplices de tantas travesuras hechas con los inventos creados por él, pero últimamente ya no había compartido nada de sus ideas con ella.

La escandalosa música cesó repentinamente, y al voltearse al espejo para verlos quedó sorprendida al observar que el auto se había esfumado. Ya no había nadie en la estación de combustible, tal como si se hubiesen desvanecido en el aire. Salió de un salto del vehículo para ver más de cerca si se habían marchado con tal prisa, pero no vio a nadie; ni siquiera habían vehículos saliendo del establecimiento, quedando perpleja.

—Hola Ale.
—¡Dios mío! …Me asustaste Gus —. Después de recuperar su aliento, ella agregó.
—¿Qué haces aquí?
—Mejor dime tú, qué estás haciendo aquí, ¿esperas a alguien?
—¡Cómo crees! ¿Acaso no has seguido a los que salieron de tu casa?
—No sé de que hablas —dijo muy serio mientras evitaba su mirada.
—¡Vamos, no te hagas! —exclamó ella mostrando impaciencia.
—¿Los viste marcharse de la gasolinera? No entiendo como escaparon frente a mi cara si los estaba vigilando de cerca.

Su extraño amigo se volteó hacia ella y comenzó a cambiar su rostro serio por una breve sonrisa dibujada en sus labios. Tenía una cara de complicidad.

—¿Qué te pasa Gus? ¡me das miedo!, actúas como si estuvieses planeando algo siniestro.

Él abrió la puerta del lado del pasajero del auto de su amiga y se sentó de brazos cruzados; ella entró de inmediato y los dos quedaron en silencio viendo hacia la pared de la pequeña tienda del establecimiento que mostraba coloridas carteleras publicitarias.

—¿Recuerdas cuando éramos adolecentes y tu madre te pedía que no jugaras con el niño raro?
—La verdad que no recuerdo que dijese que eras raro. Me decía, “No juegues con el geniecillo” —Al decirlo, no pudo soportar y se echó a reír fuertemente cubriendo su boca, mientras veía que no le hacía ninguna gracia a su amigo.
—¿No te parece que es lo mismo? …Para mí era como si se estuviese burlando de mi forma de ser, de la forma diferente de percibir el mundo, de mi ímpetu por superar cualquier obstáculo haciendo que las cosas ridículas que hay sean mejoradas con lógica…
—¡Vasta Gustavo! —interrumpió Alejandra. —Tampoco exageres. La verdad que no te parecías para nada a mis otros amigos, ¿eh?.

Él guardó silencio y vio su reloj, luego echó un vistazo hacia la estación de gasolina que había ocupado la extraña pareja.

—No me digas que hoy te llevas con punks para salir de tu encierro…
—Para nada.
—Es que ya no me has visitado, ni llamado. ¿En qué has andado últimamente, Gustavito? —Había un ligero tono de sarcasmo en la pregunta.
—Nada que te interese, y además sería peligroso según tu miedosa mamá.
—No digas eso. Dímelo por favor.
—Esos tipos tomaron algo de mi armario —Al decirlo volvía a observar su reloj.
—¿Qué guardabas allí?
—Quizá mi mejor idea… Pero no te preocupes, lo habrán olvidado todo.
—¿De qué hablas?
—Espera…

La fuerte música resonó fuertemente, mientras agregaba.

—¡Funciona!

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10 comentarios

  1. 1. eris dice:

    según mi opinión, está entretenido y me ha intrigado. Solo tengo una pequeña corrección, cuando pone “¡vasta Gustavo!” ese vasta se escribe con “b”

    Escrito el 17 noviembre 2017 a las 16:28
  2. 2. Nelson Canelo dice:

    ¡Gracias Eris! Lamenté mucho ese desastroso error, y tambien el otro al final del relato en el que se comete una cacofonía: “La fuerte música resonó fuertemente…”; sin embargo ya lo había enviado, y no permiten corregirlo 🙁
    Bueno, agradezco mucho tu opinión, y también que el corto haya capturado tu atención. Te debo mi revisión del tuyo, y lo haré este fin de semana.
    ¡Nos leémos!

    Escrito el 17 noviembre 2017 a las 20:27
  3. 3. Esther Prinz Díaz dice:

    Hola Nelson, me impresionó mucho tu historia, tan llena de misterio y al final explaya la imaginación mucho más. Muy buena. Sin más que decir porque ya se dieron las aclaraciones respectivas.

    Escrito el 18 noviembre 2017 a las 04:19
  4. Hola, Nelson,
    Al ser tu vecina de arriba, me corresponde hacerte un comentario. Primero, te felicito por tu imaginación y creatividad. Como crítica, principalmente dos cosas: cierta confusión en la definición de los personajes. Me perdí un poco y tuve que volver a leer,pues me parecía que el tal Gus era quien había salido de la casa vecina con la punk, y desaparecido con coche y todo, y no, resulta que sigue en la gasolinera y el que iba en el coche es otro.
    Luego, a nivel formal, veo que quieres explicar muy bien las cosas e incurres en redundancias. Por ejemplo, “entraba a la gasolinera de la esquina del vecindario”. Sobra “del vecindario. ” le llevaba un año de universidad por delante”. Sobre “por delante”. Pones “su amiga” en dos frases adjuntas. A veces menos es más y el hecho de evitar repeticiones y detalles innecesarios hace más clara y más ágil la lectura. Esto se suele conseguir releyendo el texto varias veces, incluso en voz alta. A la que se hace pesada la frase, lo notas y estás a tiempo de rectificar.
    “—Al decirlo, no pudo soportar y se echó a reír fuertemente cubriendo su boca, mientras veía que no le hacía ninguna gracia a su amigo”. Aquí, tratándose de una aclaración del narrador, ha de ir en prosa normal y no como una entrada del diálogo.
    Puedes replantearte algunas ideas para tratar de reformularlas de una manera más sintética. Por ejemplo “haciendo que las cosas ridículas que hay sean mejoradas con lógica”, podría quedar como “aportando lógica a la sinrazón del mundo” o cualquier otra frase más corta y simple.
    Sigue escribiendo, que con tu imaginación y un poco de trabajo, conseguirás ser bueno, como Gus.
    Saludos.

    Escrito el 18 noviembre 2017 a las 10:58
  5. 5. Laura dice:

    Hola Nelson.
    Soy Laura del 53.
    Coincido con María Kersimon en los detalles.
    Además te señalo que tienes dos adverbios de modo muy juntos, ten cuidado con esa peligrosa tentación:extremadamente avanzado mentalmente.
    Y a todo esto…¿en qué consistía su nuevo invento?
    De todos modos, sigue escribiendo. Madera tienes.
    Espero tu relato la próxima propuesta.

    Escrito el 20 noviembre 2017 a las 16:06
  6. 6. Helkion dice:

    Hola, Nelson.

    Bueno, un texto que cumple sin problemas con los requisitos propuestos para la escena, y que me ha gustado más en el fondo que en la forma. He detectado varios fallos a nivel técnico, aunque nada que no se pueda solventar con una buena revisión. Te comento algunas de las cosas que he visto y que creo que pueden ayudarte en la tarea. En primer lugar, abusas de los adverbios terminados en “mente”, algo poco recomendable ya que ese exceso empobrece el texto. También he visto bastantes reiteraciones, tanto de formas verbales (“había”) como de expresiones (“su amiga”, “su auto”). Me llamó la atención lo de “Lo conducía un joven de unos veintidós años”. Ese “unos” indica aproximación, no una edad exacta, que es a lo que apunta ese “veintidós”. Creo que “unos veinte años” sería una expresión más acorde con la incertidumbre señalada. En la frase “desde el momento que”, falta un “en” entre “momento” y “que”. Hay un fallo de concordancia verbal en la frase “Gustavo era su vecino de hace mucho tiempo”. Lo correcto hubiera sido “Gustavo era su vecino desde hacía mucho tiempo”. Más adelante, en “ni siquiera habían vehículos saliendo del establecimiento, quedando perpleja”, ese “habían” sería en singular, y el último gerundio, “quedando”, está mal empleado, pues el verbo al que acompaña se encuentra en la frase anterior, pero deben ir en la misma frase. En el diálogo que sigue faltan algunos acentos: “No sé de qué hablas”, “no entiendo cómo escaparon”, y en las frases “¿Qué te pasa Gus? ¡me das miedo!, actúas…”, “me” y “actúas” deberían ir en mayúscula, y sobra la coma que sigue al símbolo de admiración. Por último, hay un “¡Vasta, Gustavo!” que debería ser “¡Basta, Gustavo!”.

    En cuanto a la historia, me ha parecido interesante, tiene su punto de misterio, y eso ayuda a enganchar al lector, que se pregunta en qué acabará la pequeña “investigación” de Alejandra. Por desgracia, el límite de palabras actúa en contra y el final llega de manera tan abrupta y repentina que no queda claro en qué se resuelve todo. También he echado en falta una conexión entre el título y la escena narrada. Puede que yo no haya sabido interpretarlo, pero me gustaría saber qué tiene que ver el “índigo” con lo que ocurre en esta historia.

    Sigue así, Nelson.

    Escrito el 23 noviembre 2017 a las 07:58
  7. 7. Nelson Canelo dice:

    Hola María, Laura, y Helkion.
    Agradezco muchísimo su tiempo dedicado a mi escrito, y su ayuda vital para mejorar mi estilo. Estoy de acuerdo con todo lo que han mencionado. Ahora bien, con respecto al abrupto final tienen razón, pero también atinaron el porqué. Cuando me di cuenta llevaba 825 palabras y tuve que “recortar” varios detalles, dejando solo lo más importante.
    Con respecto al final, la conversación con Gus determina que él es un joven de especial talento, va a segundo año de universidad a sus 18 años, e inventa tantas cosas. El título define qué hay alguien especial en la historia como un niño “Índigo”. Gus es niño índigo. Y referente a lo que ocurre, el auto de los “punks” desaparece, y luego reaparece. ¿Acaso eso no fue obvio? Yo creí que sí pero ahora veo que fallé un poco en dar más detalles o describir lo que ocurría de una mejor manera.
    Bueno, el asunto es que Gus ha inventado algo raro, como un teletransportador, una máquina del tiempo, o algo así.
    Para mí fue la primera experiencia en este sitio de internet “Literautas”, y he quedado encantado de lo fantástico que está armado y la oportunidad de compartir con gente tan culta y fina como ustedes. A propósito, ¿se puede corregir esta lectura antes del siguiente reto?
    Esta pregunta final la hice a propósito después de una “,” y por eso “¿se puede…?” está en minúscula. Creo que fallé haciéndolo sin “coma” en la lectura Helkion lo notó.
    ¡Gracias a todos!
    ¡Feliz día de Gracias!

    Escrito el 23 noviembre 2017 a las 19:52
  8. 8. Yoli L. dice:

    Hola Canelo

    Bienvenido a este taller de Literautas, que gusto que te haya encantado participar.

    A tu pregunta: ¿se puede corregir esta lectura antes del siguiente reto?, te contesto que aquí en Literautas no, cada cual lo coloca corregido en su blog si lo desea.

    Por lo demás, muy interesante tu propuesta con buen ritmo de lectura, solo algunos tropiezos que te comento:

    – En la siguiente frase tienes varios “su” innecesarios, además de seguidos: “Los había seguido sigilosamente en su auto desde el momento que iba a entrar a su garaje y había visto a los dos salir muy de prisa de la casa de su vecino Gustavo,”

    Podría ser de la siguiente forma y se entiende igual a lo que quisiste expresar: “Los había seguido sigilosamente en el auto desde el momento que iba a entrar al garaje y había visto a los dos salir muy de prisa de la casa del vecino Gustavo,”

    – En el segundo párrafo pones dos veces “su auto”, además de quitar “su” de no necesitarlo, cambiar por un sinónimo la palabra auto que la tienes 5 veces en un relato corto.

    – También “su amiga” muy seguido.

    Otros mejorables ya te los han anotado.

    Saludos
    (¯`•¸•´¯)YOLI(¯`•¸•´¯)

    Escrito el 23 noviembre 2017 a las 23:15
  9. 9. Helkion dice:

    Gracias por la aclaración sobre los “niños índigo”, desconocía por completo la referencia. Supongo que dada mi, quitando algún referente musical, casi total falta de conocimiento sobre la Corriente de la Nueva Era o New Age. Ya busqué información en la red y comprendo la referencia en la historia.

    Escrito el 24 noviembre 2017 a las 08:45
  10. Hola Nelson.

    Un poco tarde pero ya estoy por aquí. Este mes sí que me ha pillado el toro.

    Veo que tienes mucha imaginación y eso, amigo mío, es muy importante en literatura. Cultívala y no la pierdas.

    Coincido con los compañeros en sus correcciones. Yo te recalcaré, sobre todo, la premisa de “menos es más”.
    A veces pensamos que tenemos que contarlo todo porque no se van a imaginar la escena como nosotros la hemos pensado. Pero créeme. Coloca solo unos cuantos detalles claves aquí y allá y te sorprenderás de cómo se completa todo en la mente del lector. Yo lo he comprobado con mi beta casero y funciona.

    Otro aspecto clave es que le des todas las vueltas que necesita hasta que no te chirríe nada. La impaciencia es mortal para un escritor, porque le deja a la altura del betún. Y te lo digo yo que aún me estoy curando de esa adicción.
    Esto se nota en tu texto, sobre todo, en el final. Ese recorte te ha pasado factura. Hasta tal punto que se vuelve oscuro. Yo no he entendido nada hasta ver tu aclaración. Y mira que habías hecho un relato prolífico para terminarlo de sopetón, sin más explicaciones.

    Si lo reescribes me gustaría leerlo porque es un relato interesante.

    Te invito a que despellejes mi relato a gusto:
    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-48/8643

    Nos seguimos leyendo.

    Un abrazo.

    Escrito el 5 diciembre 2017 a las 12:42

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