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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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EL ARMARIO - por Juan Andrés

La niña duerme donde las sombras de la noche y de su mente se entremezclan entre sí, aunque al mirarla parece tener un sueño sereno. No es casual el halo de plenitud que desprende, su cuerpo descansa entre sábanas y libros, y esta vez su mente habita entre bosques de abetos, campos de trigo e incluso ríos furiosos.
De pronto, un fuerte golpe desdibuja los bosques, los campos y los ríos.

-¡¿Otra vez durmiendo, niña perezosa?!

<<Qué habré hecho mal esta vez>> –piensa. Pero al instante se dice a si misma– <<no es por lo que haga, lo sabes. Solo espero que pase rápido y no empeore mi brazo maltrecho por la última vez>>

-¡Así aprenderás!

Se deja caer sobre la cama a esperar que mengue el dolor de los golpes. Mira el armario y camina hasta él, lo abre, entra y vuelve a cerrarlo. Se encoge contra una esquina buscando una calma inalcanzable.

<<Abre los ojos niña>>
-¿quién eres?
<<Eso debes saberlo tú, soy producto de tus sueños>>
-Pero…no es posible. Estoy despierta, lo sé porque siento el
dolor de los golpes. Cuando estoy dormida es diferente.
<<De acuerdo tú decides, estás despierta>>

La niña asiente con la cabeza.

<<Dime un sitio dónde desees ir>>
-No lo sé, solo dormida soy capaz de imaginar más de lo que
tengo alrededor. Y ya le he dicho que estoy despierta.
<<Está bien, entonces escogeré yo>>

Con un gesto suave derriba la parte trasera del armario y arrastrando su túnica blanca echa a andar sobre la limpia nieve del camino. La niña la sigue perpleja. Contempla llena de gozo los abetos centenarios, los arroyuelos zigzagueantes, y las ardillas traviesas de miradas curiosas. Al llegar a un claro la Dama Blanca le pregunta:

<<¿Te gusta este lugar?>>
-¡Me encanta! Gracias señora.
<<¿Nunca has visto un sitio así? Hay muchos lugares
hermosos, incluso más que este>>
-No señora –la niña mira al suelo-. Mis padres me tienen
encerrada y me pegan casi cada día.
<<Dios mío, es horrible>>

La Dama Blanca avanza unos pasos sobre la nieve.

<<Tengo una idea>> -dice- <<¿Por qué no los matas? Ya sabes,
con la pistola que tiene tu padre en su mesita de noche. El
cree que no, pero sí que lo sabes…¿verdad?>>

La niña la mira desafiante, pero la Dama Blanca suelta una carcajada.

<<Vamos, no te hagas la sorprendida. Las dos sabemos que lo
deseas, deseas verlos muertos para poder escapar. ¡Ni
siquiera son tus verdaderos padres! Piénsalo, ya tienes
trece años y podrás viajar a sitios maravillosos como
este>>

La niña se queda en silencio y contempla el paisaje, signo de que está pensando profundamente.

<<¿Quieres salvar tu vida?>> -insiste.

La niña la mira.

-No lo haré. Nadie tiene derecho sobre la vida de nadie.
<<Pero ellos no piensan lo mismo. Tu vida, tu triste vida
les pertenece y no parecen sentirse mal por ello>>.
-Será mejor que vuelva a casa.

La niña se despide de la extraña mujer y deshace sus pasos hasta llegar al armario. En medio del silencio escucha los gritos de su padre y corre hacia la habitación en busca de la mesita de noche.

-¡aquí estás! ¡ahora recibirás tu merecido!

Se arrodilla ante la mesita y abre el primer cajón. Nada.

-¿querías escapar pequeña?

Abre el segundo cajón. Nada.

No puede respirar. Su garganta es presa de una unas manos gigantes.

Abre el último cajón. Frío hierro.

Acierta un disparo en la pierna y el agresor cae retorciéndose de dolor.

-¡¿Qué has hecho?! ¡estás muerta!

La niña le apunta en la cabeza.

-¿Si murieses dónde crees que irías, al cielo o al infierno?
–le pregunta.
-Pero qué dices ¡estás loca!
– Responde. De tu contestación dependerá que mueras o vivas.
Pero escucha, solo si considero que has fallado la respuesta
vivirás.

La voz de la Dama Blanca irrumpe en la habitación.

<<Muy bien niña. Veo que has aprendido la lección>>
-Te equivocas. Como puedes ver le doy una opción para vivir.
Responde –dice dirigiéndose al hombre.
-A…al cielo –alcanza a decir.
-¿De verdad crees haberte ganado el cielo? Esperaba
sinceridad y arrepentimiento ante la muerte en lugar de la
respuesta de un cobarde. Ahora tengo una razón más para
matarte. Pero no lo haré gracias a ti, Dama Blanca. Solo
eres la manifestación de la parte más cobarde de mí y no te
necesito. Te quedarás con él.

Y la niña se marcha para no volver a aquella casa nunca más.

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10 comentarios

  1. 1. Elena Mahía dice:

    Hola Juan,
    Tu relato me ha gustado y sorprendido, pero también me ha desconcertado el final. Al principio me imaginaba a una niña dulce, desprotegida, sumisa, y de repente, se transforma en una auténtica asesina que juega con su víctima (y contestando a la Dama Blanca!!). Ese cambio de actitud es un tanto brusco, sobre todo por el diálogo que tiene con su padre y la Dama Blanca. De todas formas, creo que sé lo que pretendías y es un gran efecto, pero no sé…yo le daría una vuelta.
    Por otra parte, hay alguna tilde que falta y la frase del inicio “La niña duerme donde las sombras de la noche y de su mente se entremezclan entre sí” , creo que quedaría mejor “La niña duerme junto a las sombras de la noche y en su mente se entremezclan entre sí”

    Otro detalle es la puntuación de los diálogos, aunque sean pensamientos o lo que verbalizan los personajes, se pone guion largo al principio y al final de su intervención y sin comillas (si buscas en internet hay muchas explicaciones ) Creo que eso daría muchísima claridad y orden a tu relato.

    La historia en sí me ha gustado mucho y me ha dado pena la pobre chiquilla. No te entretienes en descripciones y tiras de dialogos, lo que aligera y hace que la narración avance rápido.
    Sigue así porque tienes potencial!
    Un saludo,
    Elena

    Escrito el 17 noviembre 2017 a las 22:58
  2. 2. Tavi Oyarce dice:

    Hola Juan
    Me ha costado bastante seguir el hilo del relato:
    Primero por los signos que has empleado para identificar los pensamientos y los diálogos.
    Es fundamental que rápidamente te aboques a ello, ya que enturbia un relato que inicialmente es muy poético y después tiene un giro inesperado.

    Para hacer claro lo que digo vamos a un ejemplo:
    “<> –piensa.”
    Para los pensamientos se usan comillas y debería quedar así:
    «Qué habré hecho mal esta vez», piensa.”
    (Para las comillas en computador de escritorio: Alt+174 y +175 «», al menos así es en el mío)

    Para los diálogos usar raya (─) no guión (-)
    “<> -insiste.” Lo correcto es
    ─¿Quieres salvar tu vida? ─insiste. (Raya siempre pegada a la palabra que sigue).

    Tú escribes:
    “-¿Si murieses dónde crees que irías, al cielo o al infierno?
    –le pregunta.”
    No debe usarse punto aparte. Es punto y seguido:
    -¿Si murieses dónde crees que irías, al cielo o al infierno? –le pregunta.

    >> << Estos signo debes evitarlo. Tienen otros usos y en el relato confunden.

    Segundo: El nombre de la persona con quien conversa la niña recién aparece a la mitad del relato y la conversación se mi transformó muy abstracta.
    Espero te sirvan estos alcances
    Saludos

    Escrito el 18 noviembre 2017 a las 15:05
  3. 3. Earendil dice:

    Hola, Juan Andrés.
    Eres el primero de mis vecinos de abajo, así que me toca comentar tu texto.
    Voy a empezar por la parte formal. La verdad es que la lectura ha resultado un poco caótica, más que nada porque has utilizado signos inadecuados, y la representación de los diálogos tampoco es la correcta. Tavi Oyarce te ha explicado con ejemplos la forma de escribirlos, porque hay veces que no se sabe exactamente cuál de los dos interlocutores está hablando. Por no repetirme tanto, aquí te dejo un enlace muy instructivo de cómo hacerlo, publicado en este mismo blog: https://www.literautas.com/es/blog/post-10363/como-representar-un-dialogo-graficamente/
    En cuanto a los pensamientos internos de los personajes, también te dejo uno:
    https://www.literautas.com/es/blog/post-11231/como-senalar-cuando-piensa-un-personaje/
    Te has dejado algunas signos por poner:
    * “se dice a si misma”, sí, acentuado.
    * “mengue el dolor”, mengüe con diéresis, para que suene la “u”.
    * “-¡aquí estás! ¡ahora recibirás tu merecido!”, Aquí y Ahora, con mayúsculas.
    * “-¡¿Qué has hecho?! ¡estás muerta!”, Estás, con mayúscula.

    En cuanto a la parte argumental.
    No me queda muy clara la personalidad de la niña, la protagonista de tu historia. El armario, como instrumento o vía de escape, ya no solamente físico, como escondrijo, si no para evadir la mente, para alcanzar otro estado de consciencia, está muy bien empleado, por lo que implica la oscuridad, el silencio, el recogimiento. Solo allí, ella es capaz de ver a la Dama Blanca, que yo interpreto que es fruto de su subconsciente, de su otro yo, el liberador, el que le ofrece solución a su problema (bastante grave, por cierto). Pero resulta paradójico que ella misma cuestione su autoridad cuando, precisamente, su mente ha creado este ser como recurso para acabar con las vejaciones. Está claro que es una opinión mía personal, tan buena o mala como cualquier otra. Yo me hubiese decantado por un final más trágico, con la muerte del padre, incitada por la idea de ese subconsciente que la domina en una situación límite. El último diálogo es muy confuso, con esa frase tan extraña (o al menos yo no acabo de entender): “Pero escucha, solo si considero que has fallado la respuesta vivirás.” Sé que, probablemente, yo tenga la mente más retorcida, pero eso de dejarlo así, sin más, solo con un tiro en la pierna, no me acaba de convencer, igual que decirle a la Dama Blanca que se quede con él, cuando es precisamente por su consejo que ha utilizado la pistola.
    En fin, creo que podrías darle una pequeña vuelta de tuerca a esta interesante historia, definir un poco más el personaje, para que entendamos mejor sus intenciones.
    Espero que mi comentario te sirva de algo, aunque sé que cada uno tiene un punto de vista diferente.
    Un saludo, nos leemos.
    Estoy en el piso de arriba, por si te interesa.

    Escrito el 18 noviembre 2017 a las 19:24
  4. 4. Helena dice:

    ¡Hola Juan Andrés!

    Me ha sorprendido tu escena, engancha y tienes capacidad de captar la atención del lector.
    Lo único, como ya te han comentado, revisa la puntuación, porque le resta puntos al relato.
    El final está bastante bien conseguido.

    Gracias por haberte pasado y comentado mi escena, espero leerte en futuras letras.

    Escrito el 19 noviembre 2017 a las 09:12
  5. 5. Leosinprisa dice:

    Hola Juan, he seguido con mucho interés tu relato y la verdad es que me ha atrapado esa extraña historia hasta su final. Es cierto que el personaje cambia de personalidad de un momento a otro de tu historia y ello es comprensible por el carácter de sueño-vivencia que vive la niña. Una parte dulce y retraida, la otra, valiente y decidida, capaz de afrontar los peligros y tomar decisiones arriesgadas.

    No voy a comentarte lo de la puntuación, pues los compañeros ya te han hablado de los puntos flojos de tu narración. Me ha gustado tu historia, muy interesante y amena. Un placer leerte y un saludo.

    Escrito el 19 noviembre 2017 a las 10:24
  6. 6. dopidop dice:

    Buenas Juan Andrés,

    Me ha gustado mucho la historia, engancha, es fácil de leer y tiene un trasfondo buenísimo. A mi me parece interesante la idea de que hayas cambiado la forma de expresar los diálogos de la Dama Blanca por que les da un toque oscuro. La niña se evade de la realidad (como para no hacerlo) y se encuentra con una fantasía enfermiza. Mi sensación es que el miedo y las palabras de la Dama son las que le dan a la niña la fuerza para ese cambio de personalidad que comentan los compañeros, así que yo lo veo correcto.

    Eso si, yo al final hubiera disparado.

    Un saludo y gracias por compartir tu relato.

    Escrito el 20 noviembre 2017 a las 18:51
  7. 7. Laura dice:

    Hola Juan.
    Soy Laura del 53.
    Ya te han señalado los detalles de los diálogos. No vuelvo a ellos.
    Te felicito por la trama. El único detalle, la niña ya no es tan niña con trece años.
    Me ha gustado cómo cambió con la posibilidad de la defensa, que no había considerado hasta en encuentro con la Dama Blanca, pero además la salida sin el asesinato, dejándola tan limpia y pura como la presentas al inicio ya que ella tan sólo se defiende.
    ¿Continuará?
    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 20 noviembre 2017 a las 21:04
  8. 8. Juan Andrés dice:

    Muchas gracias por los comentarios. Sobretodo por el tema de la puntuación en los diálogos. La verdad es que el los pensamientos no tenía muy claro como hacerlo e improvisé. La cuestión de los guiones largos, pues que no los encontraba por ningún lado, hasta que he visto que había una combinación de teclas. Nada más leer vuestros comentarios me puse a ello (informándome por internet), y ya tengo otra versión del relato está vez creo que sin errores de forma. Incluso he leído que normalmente para la narrativa se utiliza tipo de letra Arial 12, y la verdad que queda mucho mejor. Si no la utilizáis os aconsejo que la probéis, veréis como le da un aire más auténtico. Lo dicho, muy agradecido por todos los consejos.

    Saludos!!!

    Escrito el 22 noviembre 2017 a las 22:53
  9. 9. Menta dice:

    Buenas noches Juan Andrés: Tu relato me ha gustado pero estoy de acuerdo con los anteriores comentaristas y hay fallos de edición y de explicación.

    Te felicito porque ya estás estudiando la forma de arreglar los “mejorables”.

    Espero leerte el próximo mes. Muchas gracias por compartir tu relato con todos nosotros. Un saludo, Menta

    Escrito el 25 noviembre 2017 a las 20:09
  10. 10. María Kersimon dice:

    Hola Juan Andrés,
    Me ha gustado mucho tu relato.Un cuento emocionante e inspirador que se aleja de los estereotipos de los cuentos moralizantes decimonónicos a la vez que los recuerda (Hansel y Gretel, Blanca Nieves…) y resulta fresco e innovador en su género. Enhorabuena.
    Saludos.

    Escrito el 27 noviembre 2017 a las 21:40

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