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Hermanos del fuego y del espacio - por Miguel Rojas

Web: http://miguelrojas.flu.cc

—Creo que es estúpido, ¿no te parece? —dice usando el menor ánimo posible—. Detente a pensar en cuánto representa la gasolinera para él. No solo era su lugar de trabajo, era su casa. Y algo más: deberías echarle un vistazo al armario.

El armario tenía más que solo ropa, también recuerdos de las festividades de todo el año. Pancartas, banderines, fotografías… confeti, mucho confeti. Pero volviendo a las fotografías, hay una que me llamó especialmente la atención. Estaban él y un grupo de personas, supongo que sus amigos. Es la misma gasolinera, y todo está decorado con los colores patrios. Todos aparecen elevando sus vasos en perfecta sincronía, menos él. No tenía nada en sus manos, con sus ojos entrecerrados, así que es probable que hubiese dicho que necesitaba a alguien que le diera un abrazo en ese momento.

—Fueron las festividades del Día Nacional. Él no se hallaba muy bien.
—¿Y qué pasó exactamente?
Primero alzó la mirada por detrás de mí, como unas dos veces, y luego dijo: —Bueno, comprenderás que aquí hay oídos por doquier. Ya sabes, los espíritus. Así que te pediré discreción. Espero que lo entiendas.
—De acuerdo. Le escucho, Sr. Greenbriar.
—Bueno… —Suspiró—, esto fue hace siete años. Carl se hallaba en la esquina al fondo, por allá —Me señaló el sitio—. Yo le pregunté que qué le ocurría, y me dijo…

—C, van a venir.
—¿Qué? Un momento, Carl, no estás hablando en serio.
—Sí, C, estoy hablando en serio. Hoy, justo en este maldito día.
—¿Curry? —dije ofreciéndole un plato. Por alguna razón, yo conocía bastante bien a Carl Cornelius como para saber que el curry lo tranquilizaba un poco.
—Gracias— Tomó una pizca con la mano.
—Un poco mejor, ¿verdad?
—La verdad, no.
—Demonios, Carl, no lo dejes pasar más. La PAD no se detiene ante nadie. Te preguntarán de dónde demonios sacaste ese combustible de cohete, y no es algo que puedas ocultar fácilmente. ¿Qué piensas hacer?
—¿Y tú qué crees que pienso hacer? —dijo sin vacilar.
—Tú te has vuelto loco, Carl —dije llevándome las manos a la frente.
—No, no, escúchame, es una buena idea. La mejor idea. ¿Cuántos Toblerone a que funciona?
—Tocayo, mejor que no apuestes, porque esa idea es pésima, y no creo que quieras perder los Toblerone del mostrador por una apuesta que de paso involucra salvar a tu blanco trasero de volverse más negro que el mío.
—C, hemos trabajado muy duro para llegar hasta aquí. Muévete, nos vamos. Ve a la bodega…
En ese momento, lo interrumpí, porque estaba empezando con su vaivén, e intenté tranquilizarlo. —Ay, Carl Cornelius, pedazo de estúpido, hace diez años no sé qué hubiese hecho sin ti. Pero, oye, al menos disimulemos y pasemos un rato con la gente. No querrás levantar sospechas. Recuerda que no celebrar el Día Nacional es un crimen que se paga con trabajos forzados, y aquí hay mucha gente que nos puede delatar. Tranquilo, yo sí soy tu verdadero amigo, y estaré siempre a tu lado.
Yo espero que mis palabras hayan llegado al corazón de Cornelius, como las de un hermano, un hermano a quien yo quería de verdad. Comprendió lo que quería decirle, o eso creo, pues sabía que quería salvar a toda una nación intentando combatir fuego con fuego, midiendo fuerzas.
—C, pedazo de animal, quiero decirte dos cosas. Primero, estúpida es tu obsesión con coleccionar estampillas. Lo siento, tenía que decirlo. Y segundo… —Hizo una pausa, sonrió, y luego estalló en una estruendosa carcajada— no podría estar más agradecido con la vida por tener a un amigo como tú. Te amo, hermano. Hagamos esto.

Después de un rato, el Sr. Carl Greenbriar, íntimo amigo del Sr. Carl Cornelius, me dijo que no estaba triste en la foto, sino meditando lo que él y su amigo estaban a punto de hacer. Cuando se fueron todos, me dijo, fueron a la bodega, tomaron el combustible de cohete robado de las instalaciones de la PAD y se marcharon.
—¿Así nomás? —le dije.
—No, mi querido amigo. Solo nos llevamos la mitad. ¿No te parece coincidencia que hayan solo cenizas en este lugar? Mira a tu alrededor.

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4 comentarios

  1. Hola Miguel.

    Lo primero, antes de que se me olvide, tu enlace no funciona correctamente.

    Tu relato es muy interesante. Intuyo una historia profunda mucho más jugosa de lo que hay a simple vista. Aunque he de decirte que para mí ha sido un tanto confuso. Demasiados datos que no logro entender con claridad, tan solo puedo sacar suposiciones.

    Quizá es porque somos de regiones con hablas diferentes.

    Te invito a que despellejes a gusto mi relato, que este mes no me he equivocado con los requisitos:

    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-48/8643

    Nos seguimos leyendo.

    Un saludo.

    Escrito el 17 noviembre 2017 a las 18:54
  2. 2. Otilia dice:

    Hola Miguel Rojas,
    Tu relato engancha, pero expresiones como ” usando el menor ánimo posible”o ” estúpida es tu obsesión” me han sacado de la lectura.
    Me parece que tu relato forma parte de una historia más larga.
    La PAD, ¿qué es? puedo imaginar algo, pero hace un poco confuso el relato.
    En cuanto a la forma no veo nada relevante, lo único en GRACIAS¿la segunda raya del dialogo está bien?
    Buen trabajo. Saludos.

    Escrito el 18 noviembre 2017 a las 16:09
  3. Hola Miguel

    He disfrutado con tu relato. Me gusta el final porque viene a cuento y engancha con el inicio en el que dices que la gasolinera era más que su puesto de trabajo. Se intuye que algo ha pasado y la susodicha ha quedado destruida.
    Los diálogos están bien en cuanto a que son naturales y nos van dando información necesaria para centrar el hilo conductor de la historia.

    Yo quitaría todo aquello que no es VITAL para la historia tipo:El armario tenía más que solo ropa, también recuerdos de las festividades de todo el año. Pancartas, banderines, fotografías… confeti, mucho confeti. Pero volviendo a las fotografías, hay una que me llamó especialmente la atención (El interior del armario estaba recubierto de fotos, una en especial llamó mi atención…) y aprovecharía ese número de palabras para ahondar más en la trama explicando por ejemplo que es la PAD o que se proponían hacer con el combustible para cohetes.

    Creo que con eso el relato quedaría perfecto.
    Saludos

    Escrito el 21 noviembre 2017 a las 13:02
  4. 4. Miguel Rojas dice:

    Hola chicos.

    Disculpen, no he estado muy activo últimamente: es semana de exámenes, y no he podido dedicarme a esto como quiero.

    Jean, el enlace sí funciona, solo que no he subido contenido. Sí, es una historia más profunda, pero fue algo que más bien se me ocurrió a último minuto. Lo escribí un día de semana en la facultad, y lo publiqué del tirón con algunas modificaciones, no muchas. Hay muchos datos sueltos, sí, porque fue algo que surgió de golpe; quizá por eso le falta claridad.

    Otilia, me llama la atención tu acotación sobre las frases. En la primera sí diré que fue algo que me faltó corregir; de hecho, ahora que lo leo de nuevo, me suena raro también. No he vuelto a leer el relato desde su publicación. La segunda frase es más como algo que da a entender la forma en la que el personaje utiliza el lenguaje oral para expresarse. Ese fue un efecto intencional.

    Hola Paola. Bien, me alegra que lo hayas intuido. Sí, algo pasó ahí, y es que los Carl quemaron la gasolinera, o lo que es lo mismo, la casa de Cornelius. Ni yo mismo podría decir qué es la PAD. Repito que fue algo del tirón, muy deprisa, y se me acababa el plazo de entrega. He decido que voy a participar en todos los talleres. Me está gustando el buen rollo que hay aquí. Es muy chévere, sobre todo con gente como ustedes.

    Nos leemos, muchachos.

    Escrito el 26 noviembre 2017 a las 03:23

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