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Profeta - por Lapdog
En navidad, se apareció un hombre barbado con aspecto ajado. Lo rodearon pensando que era el Mesías. No hablaba mucho y sus pocas palabras eran interpretadas como designios o parábolas. De pronto, dijo: “Sandalia” todos miraron su calzado y mandaron traerle nuevo, luego señaló al horizonte diciendo “Barco”. Le llevaron una barca con remos y desapareció en unos minutos. La población hizo conjeturas; una mitad decía que volvería; la otra que se había ido al paraíso. Cada lado tenía su evangelio, rituales e iglesia, se acusaban de infieles mutuamente. Un día volvió el hombre, por el bolso que había dejado.
Hola Lapdog!! Tu relato me parece correcto en lo formal, aunque siendo sincero no me gusta mucho el mensaje. En cuanto al desarrollo me parece que le falta ese “je ne se qua” que consigue engancharte, pero reconozco que tiene una lectura muy fluida, una marcada musicalidad y transmite muy bien la idea que pretendes expresar…
Enhorabuena por el relato!!
Hola, Solidsteel te agradezco tu visita. Tomaré en cuenta tu opinión para los próximos escritos. Un abrazo.
Un bonito final.
Saludos.
Gracias, Llarb, es un pequeño cuento, pero un gran resumen de cómo se conduce la humanidad. Hasta pronto y suerte.
Hola Lapdog,
Una historia muy original, felicidades. Al leer las primeras líneas estaba empezando a evocar escenas de “La vida de Bryan”, pero después he visto que no iba por ahí la cosa. Buena reflexión sobre las religiones en tan pocas palabras, y bien narrado. Por ponerte un “pero”, diría que la última frase, el desenlace, me parece un pelín brusca y quizá pudieras haber escogido otras palabras o estructuras… Pero, bueno, en general, creo que has conseguido salirte de lo muy manido y además transmitiendo un mensaje.
Enhorabuena!
Hola, Everett Russo, completamente de acuerdo contigo. Lo que pasa es que me he saturado de escritura y este cuento lo publiqué aqui con la sensación de que si hubiera un pelin mas de espacio podria ser mejor. En fin, hay que tener mas paciencia. Un abrazo y suerte.
Hola Lapdog.
Tienes toda la razón del mundo. A mí, personalmente, sí me ha gustado el mensaje que trasmites: cómo la humanidad es capaz de engrandecer ciertas cosas, muchas veces sin pararse un momento a pensar realmente qué significan. También veo el paralelismo que encierra en cuanto al nacimiento de las religiones, de las que muchas veces, los propios fieles desconocen sus orígenes y lo que verdaderamente transmitían desde el principio.
Feliz solsticio y que el nuevo venga cargado de muchos escritos.
Un saludo.
Hola Lapdog. Tienes un relato muy limpio. Sobre la historia en si siento que has mezclado dos historias en una sola.
Gracias, Earendil, por influencia de mi amigo Ocitore he leído a Lev Tolstoi. Primero, su evangelio abreviado y después, El reino de Dios está en vosotros. No pude resistirme a la influencia de ese gran escritor, que ahora me gusta más como ensayista o filósofo que como novelista. Te recomiendo los dos libros. A Cesar también y todos los demás. Un abrazo muy fuerte.
Hola Lapdog.
Me gustó mucho tu micro. Solo el último párrafo como que no le encuentro mayor significado, creo que tendría que ser algo más rotundo.
Algunas cosillas para mejorar:
-En Navidad se apareció un hombre barbado con aspecto ajado. (sin coma y quizás “barbudo” para que no rime con “ajado”).
– De pronto, dijo: “Sandalia”. Todos miraron (punto seguido después de “Sandalia”).
-Antes de luego, punto y coma o punto seguido.último párrafo aparte.
-La población hizo conjeturas… (en otro renglón aparte).
Felicitaciones.
Feliz Navidad. Un abrazo.
Hola, Charola, gracias por tus valiosos comentarios. Tal vez, quedaría mejor así:
En navidad apareció un hombre barbudo con aspecto ajado. Lo rodearon pensando que era el Mesías. No hablaba mucho y sus pocas palabras eran interpretadas como designios o parábolas. De pronto, dijo: “Sandalia”. Todos miraron su calzado y mandaron traerle nuevo; luego señaló al horizonte diciendo: “Barco”. Le llevaron una barca con remos y desapareció en unos minutos. La población hizo conjeturas. Una mitad decía que volvería, la otra que se había ido al paraíso. Cada lado tenía su evangelio, rituales e iglesia, se acusaban de infieles mutuamente. Un día volvió el hombre, por un bolso que había dejado.
Bueno, hecha la tarea, sólo me queda desearte una Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo.
Gracias.
Hola Lapdog.
Muy divertido tu relato. Aunque con tan pocos elementos hablar de fieles e infieles es llevar la cosa un poco demasiado lejos. ¿no? Aunque en cuestiones de creencias cada uno crea su propio cielo y su propio infierno.
Feliz 2018.