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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El Poeta - por Don Kendall

Web: https://www.javierautor.com/author/donkendall/

—Y cuando todo se haya terminado, ¿qué nos queda? —preguntó la maestra.

Él era uno de los tres niños que mantuvo la vista en la figura que atronaba desde la cama, según me dice. Los otros cuatro bajaron la mirada. «La voz de la anciana tenía un fondo aguardentoso, aunque en aquel momento ninguno lo podía saber», me cuenta, «solo teníamos miedo, mucho miedo. Por eso estábamos decididos a hacer lo que había que hacer».

—Repito, ¿qué nos queda? —La vieja hizo ademán de levantarse de la cama.
Él dice: «Antes di un paso al frente y contesté elevando la voz : “Dios, señorita, nos queda el Señor Dios de los cielos”».

—¡Muy bien poeta! ¡muy bien! Con eso crees que salvas a estos inútiles, hijos del pecado ¿eh? No va a ser así.

«La estoy viendo, como si estuviese presente. La veo sentada en la cama revuelta, con el tronco erguido e intentando arrastrar con las dos manos una pierna diminuta consecuencia de la poliomielitis, como supimos mucho después.»

—A ver, gusarapo! ¡Acércate, que no me puedo levantar!

«Era uno de los momentos elegidos para dar rienda suelta a su odio. Según la dosis de orujo que llevaba encima pasábamos de «hijos de puta» a «hijos del infierno» con bastante facilidad.
El más pequeño de nosotros, tendría cuatro o cinco años, se acercó rápido a la cama donde reposaba la maestra. Un calcetín caído y pantalones de peto cubriendo las rodillas.»

—¿Que acaba de decir el poeta? Y sorbe esos mocos ¡marrano!
—Dios —susurró el pequeño frunciendo los labios hasta desaparecerlos.
—¿Cómo te llamas?

«Sabíamos que había llegado el momento de los nombres. A propósito de esto, aún no me presenté. Mi nombre es Avelino Crespo, gallego de Melgares y antiguo alumno de aquella granja de niños que fue la escuela de doña Encarna.»

—Lo vas a decir muy alto y muchas veces. ¿Cuál es tu nombre?
—Nachín —dijo en un suspiro.
—¿Cómo? —bramó aquella loca.
—Inacio…

«El bofetón en el oído derecho fue visto y no visto. La maestra sostuvo a la criatura para que no cayese al suelo. El resto de los pupilos de aquella fiera corrupia quedamos inmóviles, sin respirar siquiera», sigue contando Avelino Crespo. «Con deleite, la bestia tomó un trago de la taza con aguardiente que estaba sobre la mesita. Entrábamos en pánico cada vez que teníamos que repetir nuestros nombres».

—Igggnacio ¿qué más? —gritó fuera de sí.
—Igggnacio …espositoiglesias —Rompió a llorar la criatura.
—Para que llores por algo ¡Toma lloramico! —Le dio un bofetón, mayor si cabe, en el otro oído. Esta vez le dejó caer en el suelo.

«Después de la guerra civil, algunos nombres y apellidos de los hijos de los vencidos, etiquetados como “hijos de soltera”, tuvieron que cambiar. Muchos apellidos quedaron fijados como Expósito o Iglesias. A mi me crió mi abuela y pudo mantener los apellidos de mi madre, por eso soy Crespo Otero. Con el tiempo llegué a la conclusión que doña Encarna se refería a mí como “el poeta”, como mofa y escarnio de mis padres, que habían sido actores de «La Barraca» el grupo de teatro de García Lorca».

—Ahora tú, poeta. Vas a recitar poesía de hombres y no de manfloritos —dijo entre eructos mientras se levantaba para calzar el suplemento, de hierro forjado, para la pierna enana.

—Ahí os quedáis, y nada más que empiece el poeta os quiero oír a todos cantando.Voy a rezar pero os oigo. —Se fue trastabillando hacia el retrete apoyada en un bastón.

“Cogí los papeles enrollados en los que en caligrafía cuidada tenía escritos los poemas y canciones que le enviaba un falangista, del cual decía que fue madrina de guerra. Comencé a leer en voz alta» :

“Por la parda geografía
de la tierra castellana
clavadas en los fusiles,
las bayonetas brillaban”.

«Hice la señal y empezamos a cantar el himno fascista que nos enseñó»:

“De Isabel y Fernando
el espíritu impera
moriremos besando
la sagrada bandera.
Nuestra España gloriosa
nuevamente ha de ser
la nación poderosa
que jamás dejó de vencer”.

«Como cada día desfilamos, y uno a uno fuimos echando polvos para matar cucarachas en el orujo».

Estoy convencido de que fue el ácido bórico el que la mató. Aunque resulte de todo punto imposible, mi certeza está basada en que ella era una cucaracha y así debería acabar. Por eso nunca se lo contamos a nadie hasta hoy.
Han pasado setenta años. He decidido contártelo.

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44 comentarios

  1. Muy bueno Don. Yo también tuve un maestro que nos confirmaba a diario. Un amigo mío, el de la elegía, se cagó garras abajo de las ostias que nos daba el desgraciao aquél. Y no es fantasía. salu2

    Escrito el 16 febrero 2018 a las 14:27
  2. 2. Alberto C. dice:

    Hola Don Kendall:

    En primer lugar, quería felicitarte por el texto que has escrito. Ahora, con tu permiso, paso a comentarte un par de detalles:
    En resumidas cuentas: tu texto es magnífico. Uno llega a sentir verdadera lástima por esos chiquillos, lo cual es todo un puntazo. La introducción también es buena, aunque algo confusa; en lo particular me ha costado situarme y me he sentido un tanto perdido. Pero atrae la atención del lector, así que podríamos decir que cumple con su función, ¿no? El final es si duda lo mejor. La confesión. Aunque creo, no estoy del todo seguro, donde “fue el ácido bórico el que la mató” es “lo que”, y no “el que”. El ácido es una cosa, no una persona. Si no es así, mis disculpas. Y ya para finalizar, la última frase “He decidido contártelo.” no me pega. El texto es demasiado impersonal como para que, en el último momento te refieras a alguien, ¿me explico? Creo que “He decidido contarlo” sería más congruente. De todos modos, ¡esto es todo una mísera opinión sin valor alguno; despreciable! Muchas gracias por haberme permitido aprender de tu texto. Ha sido todo un placer.

    Un abrazo,
    Alberto C., estoy en el 35.

    Escrito el 16 febrero 2018 a las 18:00
  3. 3. Yoli L dice:

    Hola Don Kendal

    Dos leídas y aún no me llega, pero debe ser cosa mía que no entiendo porque los niños asisten donde una maestra que está en cama, tomando aguardiente, maltratándolos físicamente y con frases. Al final, según parece, ellos la mataron. ¿Es así?

    Gracias por permitirme aprender con tu historia, por si me quieres visitar estoy en el #13 La poetisa https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-51/9300

    ¡Saludos!

    (¯`•¸•´¯)YOLI(¯`•¸•´¯)

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 00:12
  4. 4. Este Vórims dice:

    Hola desde chico poeta aunque sea forzado… Buen relato me he podido imaginar bien a la anciana y los niños, el polvo mata cucarachas cayendo en la taza y hasta el aliento a orujo.
    Criar a niños en odio es algo que no pasa de moda, aunque cambien los métodos. El papel de maestro es muy importante y también el de alumno.

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 10:17
  5. 5. Don Kendall dice:

    Hola Yoli L,

    ¿Entiendes que unos padres abandonen a sus hijos en el bosque para que una vieja malvada los cebe para engorde y al final comerlos?. “Hansel y Gretel” de los Hermanos Grimm

    ¿Y qué me dices de aquel de una madre que muere al nacer su hijo, que a madrastra llega a tener una hija y odia al hijastro, que además lo mata e involucra a la hija. Y redondea alimentando al padre con la carne del hijo? “El Enebro” de Charles Perrault.
    Un abrazo

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 13:58
  6. 6. Don Kendall dice:

    Hola Alberto C.
    Muchas gracias por tus comentarios acertados. En el caso de “el que y lo que” no lo acabo de tener muy claro, aunque tiene su fundamento eso que expones. Lo miraré detenidamente, te agradeceré cualquier información o enlace concreto.
    Con respecto a la frase final, le he dado muchas vueltas, porque el texto en sí es un experimento con un narrador inidentificable en tercera persona, distinto del protagonista.
    En resumen, lo repasaré y agradezco tus aportes. Un abrazo

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 19:26
  7. 7. Don Kendall dice:

    Hola Amílcar,
    Es un honor recibir visita y comentario tuyo. Efectivamente pasaban estas cosas.
    Los maestros de la República Española fueron depurados y
    mediante un decreto de 6 de julio de 1940 Franco nombró a cerca de 2.000 oficiales del ejército franquista, la mayoría alféreces provisionales, “maestros propietarios” de escuela.
    El número de oficiales reciclados, no fue suficiente.Así que se hicieron las llamadas “oposiciones patrióticas” a las que sólo podían presentarse excombatientes, excautivos, mutilados de guerra -y sus respectivos familiares.
    Pero bueno, eso es solo la anécdota que puede servir de marco o de fondo a cualquier relato.
    Un abrazo

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 19:34
  8. 8. Don Kendall dice:

    Hola Este Vórims,
    Como comento a Amílcar la depuración y sustitución de maestros y enseñantes en España durante la guerra que trajo la sublevación de una cuadrilla de militares en 1936 y la dictaduramilitar que siguió hasta 1978 fue una situación tan llamativa como silenciosa, aunque parezca paradójico.
    Hasta 60.000 maestros fueron examinados ideológicamente durante la Guerra Civil y los primeros años de dictadura franquista.
    La realidad supera a la ficción, como es sabido. Como muestra , la nécdota que relata Amílcar Barça en primera persona o esta otra recogida en un diario español :

    Todos los ‘maestros’ que padecí hasta el 68 o el 69 no lo eran’, recuerda Antonio Gil
    Antonio acudió a la escuela fundada por Maura Gutiérrez en el mismo domicilio del profesor. Sus dos primeras horas de clase estaban basada en la lectura de “rosarios” y “catecismo”, tiempo en el que compartían aula con las chicas. A las 11 horas las niñas se iban a otra habitación donde recibían clase de la hija de Gutiérrez.

    Gracias por tu visita y comentario. Un abrazo

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 19:45
  9. Ostia Don: Éste había sido alférez provisional (no sé si antes era ya maestro, pero según mi padre, bastante calavera)

    Otra cosa, te echo de menos en Zenda. Sí, es una mierda por mucho jurado de postín que pongan. Y la web, deplorable el funcionamiento, pero amigo, antes morir que perder la vida. Que se jodan.

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 20:21
  10. 10. Elrecreo dice:

    Hola Don,
    Siento decirte que el relato me ha parecido confuso y en general no me ha gustado, “él era uno de los tres…” y luego dices “los otros cuatro…”, tampoco veo mucho sentido a la historia una profesora en la cama, los niños allí y para el final el himno. Creo que te has visto tentado a contar muchas cosas y al final despista más que ayudar. Además en un relato tan corto, se oyen demasiadas voces y hay muchos saltos entre diálogos y pensamientos y conversaciones y narraciones es difícil un hilo conductor coherente. Pero visto que al resto sí les gusta, no tengas en cuenta mi opinión. Un abrazo!

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 23:58
  11. 11. Don Kendall dice:

    Hola Elrecreo,
    Gracias por tu comentario y sugiero que no lo sientas, sobre todo porque me harías sufrir a mi en ese caso ;-). Coincido contigo en la confusión, que además ya salta en la primera frase. El lector seguro que se larga porque hay un error de concordancia notable. La frase debería ser :

    Él era uno de los tres niños que mantuvo mantuvieron la vista en la figura que atronaba desde la cama

    .
    En cuanto al resto de tu comentario, en lo único que discrepo es en la conclusión final, te explico por qué:
    Esto es un taller donde los componentes del mismo, exponen sus experimentos y trabajos de acuerdo con unas condiciones mínimas establecidas. A partir de ahí, las opiniones y los gustos son TODOS muy apreciables o totalmente despreciables, es decir que el taller no funciona por la regla de la mayoría :

    Por la misma se establece que para establecer cual habrá de ser la decisión grupal o colectiva, se debe verificar cual es la opinión al respecto de un cierto número de miembros y adoptar aquella opción que cuente con el mayor número de apoyos.

    En el caso de tu comentario ha sido muy conveniente para mi considerar muy apreciable tu opinión, y NO TENER EN CUENTA la regla de la mayoría. Gracias a eso podré corregir el error de concordancia.
    En resumen, muchas gracias compañera/o de taller. Un abrazo

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 11:27
  12. 12. Bea dice:

    Hola Don Kendall:

    He de decir que tu relato me ha dejado un sabor de boca muy amargo. He llegado a conectar con el miedo de esos pobres niños maltratados que sin merecerlo ya se vieron ninguneados y maltratados por eda clase de bestias pardas por no llamarlos de otra forma.
    En cuanto a la forma, he de decirte que me he perdido en algun trozo y es que creo que el problema reside en la figura narrativa de algún modo.
    Por todo lo demas no puedo sino felicitarte porque tu relato me ha gustado y llegao al alma a partes iguales.

    Si te apeteciera pasarte estoy en el 67.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 17:05
  13. 13. María Kersimon dice:

    Hola Don,
    Otro personaje de factura esperpéntica-rancio-fascista de la guerra civil que impacta, asquea, horroriza, choca… cualquier cosa menos dejar indiferente. Muestras la escena con un realismo intachable. Cada detalle ayuda (la taza de aguardiente, la pierna de hierro, el peto de tirantes sobre la rodilla y los mocos…) a situar al lector en la escena, en la época, en la atmósfera del miedo,el abuso y la conciencia de impunidad de aquellos años. Los nombres son un hito antropológico apreciable. Tremendo.
    Una cosa que me planteé es si la puntuación del diálogo combinado con el relato del protagonista está bien como está, si se ha trastocado algo al copiar y pegar. El experimento que hiciste con el narrador no me acaba de convencer. Es un narrador superpuesto a un narrador en propiedad que habla de su experiencia personal… y ambos hablan en primera persona. No acabé de recibirlo claro. No me interfirió en absoluto con el significado, quede claro, pero me pregunté cual era el propósito.
    gracias por esta entrada. Un saludo.

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 18:27
  14. 14. Earendil dice:

    Hola, Don Kendall.
    Tu trabajo no deja indiferente, ni en argumento ni en la forma de contarlo.
    He leído detenidamente cada uno de los comentarios y, por consiguiente, tus contestaciones. Si te soy sincera, he venido a tu relato porque tus comentarios a otros talleristas son muy precisos y muy bien fundados.
    La historia es desgarradora. Como diría una persona a la que sigo y de la que también aprendo mucho, la verdad supera la ficción. He visto los ejemplos que le has puesto a Yoli L. como muestra de lo que digo.
    Muchas personas desconocen por completo las atrocidades que se produjeron aquí después de la guerra. Yo no soy tan mayor para haberlas padecido en carne y hueso, aunque sí nací en el franquismo, pero oigo a mis padres continuamente y conozco historias que te ponen los pelos de punta. Creo que tocas un tema de forma valiente, sin tapujos, y te felicito por ello. No era suficiente haberse quedado huérfano para que, además, te estuviesen recordando continuamente que te lo merecías, cuando tus padres formaban parte de una sociedad libre, gobernados por unos políticos elegidos democráticamente. Y encima, ellos se creían moralmente superiores cuando infligían ciertos castigos.
    En la parte formal, destaco ese narrador casi desapercibido que actúa como enlace entre el protagonista, que cuenta su historia a modo de declaración o entrevista, y el lector.
    Solo he visto algo que no acabo de ver claro.En este párrafo:

    * “Él era uno de los tres niños que mantuvo la vista en la figura que atronaba desde la cama, según me dice. Los otros cuatro bajaron la mirada. «La voz de la anciana tenía un fondo aguardentoso, aunque en aquel momento ninguno lo podía saber», me cuenta, «solo teníamos miedo, mucho miedo. Por eso estábamos decididos a hacer lo que había que hacer».____El narrador que conduce la entrevista habla en tiempo pasado. Y sin embargo, en esta otra intervención, lo hace en presente:

    * “Él dice: «Antes di un paso al frente y contesté elevando la voz : “Dios, señorita, nos queda el Señor Dios de los cielos”».____Creo que para que esa figura, que a muchos compañeros les ha resultado algo confusa, quedara más definida, debería haber hablado también en pasado.

    Haciendo referencia al comentario de Alberto C (que por otra parte me ha gustado mucho), tiene razón en lo del objeto directo en la frase: “fue el ácido bórico el que la mató”, por tanto, debería ser “lo que la mató”.La otra duda que plantea, respecto de la última frase, yo la veo correcta, pues se dirige directamente a ese narrador casi imperceptible que he comentado antes, y que actúa como hilo conductor de la entrevista-confesión del protagonista.
    Me alegro mucho de haber pasado por aquí y disfrutar de tu trabajo (aunque deje un mal sabor de boca por su crudeza y realismo)
    Si te apetece, estoy en el 104, por si quieres dejar tus aportes.
    Un saludo

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 20:06
  15. 15. Vespasiano dice:

    Hola Don Kendall:

    Escribiendo esa desgarradora historia, estás aportando imágenes en blanco y negro de lo que fue durante el franquismo el maltrato, la mala educación y las enseñanzas impuestas por el régimen fascista y ultra católico.
    Muchos de mi generación que no tuvimos la desgracia de quedarnos huérfanos; aún habiendo vivido esa siniestra dictadura, desconocíamos por la censura y el silencio obligado por la represión, los crímenes y los abusos a que fueron sometidos los republicanos y sus hijos.
    Leyéndote me transporto al libro de Almudena Grandes: “Las tres bodas de Manolita”. Allí las represoras eran “santas monjitas”.
    Hasta el día de hoy, después de salir a la luz “casi toda la basura” de aquella época; tengo amigos que aún me preguntan: ¿Y tú porqué hablas tan mal del gobierno de Franco”.

    Tu relato me ha gustado tal como lo has narrado.

    Además de refilón has mencionado a mi poeta favorito, que por cierto descubrí en el extranjero allá por los años cincuenta. Ya que sus poemas y sus obras de teatro no se publicaban en España.

    Alguna cosa en el plano formal ya te han señalado otros compañeros, que leeré con más detenimiento, así como tus argumentos para seguir aprendiendo.

    Felicidades.

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 01:02
  16. 16. Charola dice:

    Hola, Don.

    Tu relato es fuerte y descarnado. Creo que has utilizado el narrador poliédrico donde varias personas dan su punto de vista en primera persona, de la misma situación. Lo hacen a alguien que al final es el que cuenta y el que hace la confesión a otro. Te felicito, es difícil de realizar. Bueno ni siquiera estoy segura, pero lo entendí. Eran siete niños, tres la miraron a los ojos mientras los otros cuatro bajaron la vista. Pero no son todos los que narran.

    Como siempre, aunque nos muestras personajes no simpáticos. Tu relato me ha gustado. No todo es color de rosa. El mío es negro (me refiero a mi relato).

    Saludos. Estoy en el #95.

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 04:12
  17. 17. Leosinprisa dice:

    Hola, Don Kendall.

    Nos presentas aquí otro de esos relatos de la España oscura y deprimente, donde una dictadura (sea del signo que sea) impone su forma de ver las cosas. Y aunque sea crudo y doloroso, los que sufren más de estas consecuencias son los inocentes, aquellos que en nada intervinieron sino fueron herederos de unos padres o familiares que lucharon por una causa que asumían noble y justa.

    Demasiados ejemplos tenemos en el siglo XX de tiranías y despropósitos, (por desgracia, estos continúan en el XXI), y dudo mucho que el mundo cambie en épocas venideras.

    Me gusta la descripción de tus personajes, aunque en algún momento, sobre todo al principio, me ha costado situarme en la acción, pero luego me ha atrapado esa mezcla de temor de los niños y la furia de la arpía (no creo merezca otro nombre) de la “profesora”.

    Gracias por ofrecernos esa visión del mundo, para recordarnos que aún debemos cambiar mucho, en corazón y mente, en un intento de hacerlo mejor. Ha sido un placer leerte. Un saludo.

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 13:44
  18. 18. paola panzieri dice:

    Hola Don Kendall

    Cómo siempre, no dejas indiferente a los que pasamos por tu relato.

    Siempre tratas temas que sacuden cimientos y tu estilo nunca se queda corto, redondea el asunto con su originalidad. Eres un revolucionario donde los haya!!

    Uno de los mejores relatos que he leído. Se hace corto, parece que no llegas a usar 750 palabras cuando en realidad utilizas exactamente esa cantidad de vocablos…

    He leído muchas veces a cerca de las “montañas rusas” en la trama, misterio, suspense, tensión…pero ese efecto lo has conseguido tú con el uso de narradores, sin necesidad de llevar al protagonista por un ca mino tortuoso de peripecias que le mantienen al borde del abismo.

    Enhorabuena

    Saludos

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 15:23
  19. 19. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Hola, Don Kendall

    Tu relato es desgarrador, impacta, y me parecen brillantes los diálogos y las imágenes. En la forma merece la pena explorar la idea.
    La verdad es que me han entrado instintos asesinos con esa bestia (gracias por esa magnífica resolución). Por otra parte, me ha parecido, la imagen de la bruja encamada, el no va más, todo un esperpento, tiene simbolismo despótico la “cosa”.

    La forma experimental que planteas no merma para nada la transmisión de su contenido, pero sí que me ralentiza su fluidez, me ha atascado el intentar buscar sentido a la intervención en presente de ese narrador tímido que sale en cuatro ocasiones de forma escueta. He tenido la impresión de estar leyendo un relato tridimensional, cubista, donde se extienden sobre plano los tiempos pasado y presente. Curiosa sensación.

    No sé muy bien cómo sugerir algo que pueda mejorar la comprensión de quién es quien en cuanto a los narradores, parece que hay dos o tres: el que aparece en presente cuatro veces y muy sucintas, el que acompaña a los guiones largos en pasado y el último párrafo que va sin comillas, y/o el del último párrafo que podría ser otro diferente. Aunque también me ha dado por pensar que el del último párrafo es el narrador que hablaba antes en presente pero dirigiéndose a otra persona, todo un abanico. Incluso que es uno de esos cuatro niños, testigo de los hechos, y me he dicho “vaya, así que el tímido narrador se destapa”. Pero no parece que sea así, porque hay un momento en el que el tal Avelino se autopresenta dando su nombre al narrador del presente, y después éste ya se dirige a aquél por su nombre. Quizás, he pensado después, por la forma que tiene de calificar a aquella bruja fuese uno de aquellos niños de la misma granja escuela o de otra similar.

    En fin, con lo que tengo me arriesgo a poner algunas comillas y quitar otras. Todo sea que sean meros pensamientos y esté haciendo el ridículo, que en eso sí que soy experta ¡pero! El primer párrafo yo lo pondría de la siguiente manera:

    *”«Él era uno de los tres niños que mantuvieron la vista en la figura que atronaba desde la cama», según me dice. «Los otros cuatro bajaron la mirada. La voz de la anciana tenía un fondo aguardentoso, aunque en aquel momento ninguno lo podía saber», me cuenta, «solo teníamos miedo, mucho miedo. Por eso estábamos decididos a hacer lo que había que hacer».

    * El último tramo tiene demasiadas comillas, yo creo que sobran y hay un empacho de comillas, yo pondría así:

    «Cogí los papeles enrollados en los que, en caligrafía cuidada, tenía escritos los poemas y canciones que le enviaba un falangista, del cual decía que fue madrina de guerra. Comencé a leer en voz alta:

    “Por la parda geografía
    de la tierra castellana
    clavadas en los fusiles,
    las bayonetas brillaban”.

    Hice la señal y empezamos a cantar el himno fascista que nos enseñó:

    “De Isabel y Fernando
    el espíritu impera
    moriremos besando
    la sagrada bandera.
    Nuestra España gloriosa
    nuevamente ha de ser
    la nación poderosa
    que jamás dejó de vencer”.
    Como cada día desfilamos, y uno a uno fuimos echando polvos para matar cucarachas en el orujo».

    Como no sé a quién pertenece el último párrafo, no lo incluyo dentro de las comillas, pero por la voz parece el mismo que el que va dentro de las comillas de la historia.
    En fin, que me ha gustado mucho, pero no sé hasta qué punto la forma beneficia o complica. Lo jodío es que me ha gustado, de los que llevo leyéndote, el que más (pero no me gusta ese narrador del presente, no sé dónde le han dado el carné XD

    Un abrazo.

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 16:30
  20. 20. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Hola de nuevo, Don Kendall

    Con el lío se me olvidaba unas tonterías, por si lo presentas por ahí:

    * “Antes, di un paso”
    * “la voz :”: juntar los dos puntos porque se ha colado un espacio.
    * “bien poeta! ¡Muy” y “Para que llores por algo ¡toma lloramico!”: las primeras letras tras las admiraciones de apertura se rigen con la misma regla que si no llevasen la admiración.
    * “¡A ver, gusarapo!”: La admiración.
    * “«hijos de puta» a «hijos del infierno»”: no cargaría con más comillas, se podrían quitar.
    * ” cantando. Voy”: separación tras el punto.
    * “«Como cada día, desfilamos”: coma antes del verbo.

    Ya sabes que estoy empezando a saber que no sé nada, así que tú sabrás 😉

    Abrazo

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 17:23
  21. 21. Don Kendall dice:

    Gracias , maestra R.J. Esperanza Pardo;-)
    Muy aprovechables tus apuntes como siempre. Como bien sabes, los comentarios y explicaciones sobre la anécdota y el sentido del texto, suelo obviarlos. Por eso me parecen tan importantes comentarios como los tuyos (y bastantes más por suerte) respecto a las herramientas y las técnicas. Gracias a tu capacidad de análisis y desmenuce, llego a la conclusión de que la trama en ocasiones está mal hilvanada y eso hace que el producto se resienta.
    Antes de nada he de decirte que al leer eso de :«He tenido la impresión de estar leyendo un relato tridimensional, cubista, donde se extienden sobre plano los tiempos pasado y presente», yo he tenido un “subidón” próximo al clímax. Eso es lo que llevo tiempo buscando y experimentando, con las diferentes argucias y encajes que se pueden hacer con los dos pilares de cualquier narración : 1 – La voz narrativa ; 2 – El punto de vista.
    A su vez como bien apuntas, no está claro en este trabajo, por eso creo imprescindible una adecuación de la trama (en el sentido que define la Wikipedia : “es un orden cronológico, de diversos acontecimientos presentados por un autor o narrador a un lector”).Todo ello con el fin de dejar claro los DOS NIVELES de narración, ya que un relato está inserto en el otro.
    Creo que se puede lograr con un par de cambios como los que sugieres y un traslado de la primera frase :

    Él era uno de los tres niños que mantuvieron la vista en la figura que atronaba desde la cama, según me dice. Los otros cuatro bajaron la mirada.
    —Y cuando todo se haya terminado, ¿qué nos queda? —preguntó la maestra.
    «La voz de la anciana tenía un fondo aguardentoso, aunque en aquel momento ninguno lo podía saber», me cuenta, «solo teníamos miedo, mucho miedo. Por eso estábamos decididos a hacer lo que había que hacer».
    y el último tramo tal como lo muestras.
    Prefiero dejar el último párrafo sin comillas porque al igual que al principio ( ¡Ahora sí!) es el punto de vista donde las dos voces narrativas coinciden en el presente.
    No sé que te parece, pero creo que por aquí pueden ir los tiros, con permiso y del resto de participantes y si no hay otra opinión mejor fundada jeje..
    Gracias por este aporte. Un abrazo

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 17:27
  22. 22. Don Kendall dice:

    Hola Paola,
    Me toca decir que me ruborizo aunque sea mentira. Pero la verdad es que a pesar de los callos, es gratificante leer estas cosas que dices a propósito del trabajo que he presentado para su desmenuce. Y es el destocinado al modo como hace la «maestra» R.J. Esperanza Pardo, el que permite avanzar en esta afición absorbente de escribir ;-).
    Sabes mejor que nadie que el desafío y la búsqueda de buscar la representación tridimensional, cuatridimensional, en el arte es una de las cosas atractivas de esta afición, profesión.Sin que signifique descalificación o menoscabo de cualquier otro objetivo.
    Gracias por tu comentario. Un abrazo

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 17:48
  23. 23. Charola dice:

    A mí me parece que está bien el presente porque la voz narrativa está en el presente con dos narradores (creo) que dan su punto de vista, por ello dice: “Él dice…” A su vez esta voz narradora está contando a otra. Por ello al final dice: He decidido contártelo.

    Al menos yo lo veo así.

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 18:03
  24. 24. Don Kendall dice:

    Hola leosinprisa, gracias por tu visita y comentario.

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 18:04
  25. 25. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Eres un artista, Don XD, mecagüen la leche XD!!!
    Mis neuronas van a explotar, pero creo que está mejor así, dividiendo el párrafo, ya que te empeñas en lo que no puede hacer ni Dios: juntar presente y pasado, el orden cronológico facilita las cosas. Me ha dado un escalofrío, parece como si el de las comillas habla desde ultratumba y el de “me dice” es su medium particular. Y el último párrafo está hecho con toda alevosía. ¡Adelante con los faroles!

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 18:34
  26. 26. Don Kendall dice:

    Hola Vespasiano,
    Gracias por tu visita y comentario
    Es posible que el narrador protagonista de este experimento no haya hecho tan de refilón la mención a Federico García Lorca ;-)).
    Fíjate que el narrador parece ser hijo de algún estudiante de los que componían “La Barraca” en 1932. Quizá por eso “la docente” destila tanto veneno contrastando la “heroica y viril poesía nacionalcatólica” con los poemas de “manfloritos”. En el relato que hizo en su día Juan Luis Trescastro -uno de los ejecutores de Lorca y pariente de su padre- alardea de haberle pegado dos tiros en las nalgas “por maricón”.

    Por si acaso no conocieses estos poemas de Federico a prpósito de su querer por Galicia, coloco aquí el enlace aprovechable para cualquier lectoror/a de ste comentario
    http://federicogarcialorca.net/obras_lorca/seis_poemas_gallegos.htm
    Un abrazo

    Escrito el 20 febrero 2018 a las 13:52
  27. 27. Don Kendall dice:

    Hola Charola,
    Gracias por tu visita y comentario. Un abrazo en la despedida de esta etapa.

    Escrito el 20 febrero 2018 a las 13:55
  28. 28. cualquiera dice:

    Hola Don Kendall, después de leer tu relato un par de veces, y leídos también todos los comentarios de los compañeros. Poco queda por añadir que no se haya dicho. Cierto que al principio existe cierta desorientación, pero luego se resuelve como parte de un marco. No es un relato que muestre apasionamiento, sino cruda realidad. El estilo es fundamental a la hora de aprobar el sentido de una historia, y yo apruebo la tuya. Porque me gustan estas traperías de nuestro pasado negro, y porque me gusta la forma en la que lo has contado. Mejorable, sí, disfrutable, también.

    Escrito el 21 febrero 2018 a las 19:07
  29. 29. Osvaldo Vela dice:

    Hola Don Kendall, un despertar diferente a otro de tus escritos.

    Para el alma de un escritor no existen obstáculos que no se puedan superar. Los tiempos; pasado, presente o futuro o para los narradores en primera persona, omniscientes o sobre impuestos: siempre hay una solución para cualquier relato.

    el estilo que nos presentas, con argucias y encajes, como tu mismo mencionas es lo que le da un valor de aprendizaje muy por encima de lo que generalmente leemos.

    El deseo que tienes de ahondar en una narrativa diferente tiene su premio para nosotros los lectores. La infinidad de comentaristas, con repasos minuciosos, son el mejor aprendizaje, sin importar la edad, que se puede recibir en un taller. Gracias.

    Te felicito y espero que pronto podamos compartir de nuevo el taller de literautas.

    Estoy en el 143.

    Escrito el 22 febrero 2018 a las 00:13
  30. 30. Don Kendall dice:

    Hola Ear3endil,
    Gracias por tu visita y por reafirmar el acertado aporte de Alberto C en lo del objeto directo en la frase: “fue el ácido bórico el que la mató”.
    Por lo demás, es un placer y un lujo poder intercambiar conocimientos e ignorancias en un lugar como este y con gente como tú.
    Un abrazo

    Escrito el 22 febrero 2018 a las 16:27
  31. 31. Don Kendall dice:

    Hola Bea,
    Gracias por tu visita y comentario. Un abrazo

    Escrito el 22 febrero 2018 a las 16:30
  32. 32. Don Kendall dice:

    Hola Osvaldo Vela,
    Gracias, gracias, por la amabilidad y “savoir faire” que rezuman tus palabras.
    La verdad es que no tengo muy claro lo de la reincorporación al taller de Literautas. Tal vez va siendo hora de aplicar la máxima de Marco Aurelio : Toma sin orgullo, abandona sin esfuerzo. Bien veremos 😉
    Un abrazo

    Escrito el 22 febrero 2018 a las 17:34
  33. 33. Amilcar Barça dice:

    Don, disculpa que de nuevo venga rondando por aquí. He meditado y dado muchas vueltas a tu consejo de sacarle todo el jugo a Pepelui, pero me ha sido imposible.

    En este relato tú demuestras como se puede enredar la madeja. Lo haces con maestría, según leo en los comentarios de los lectores, pero yo carezco de ese don.

    En todo caso, fíjate que a dos palabras -el poeta- le hemos dado 158 interpretaciones. De haber habido más participantes, hubieran surgido otras tantas y ninguna convergente. Hasta la próxima, salu2

    Escrito el 22 febrero 2018 a las 18:30
  34. 34. Osvaldo Vela dice:

    Hola Don, vuelvo a tus dominios por un cuestionamiento hecho por ti sobre la expresión güelita.

    La emigración española al noreste de México se dio principalmente con familias Judías venidas del norte de España: incluida Asturias.

    Quizá por eso, aun conservamos tan tierna referencia para nuestros abuelos.

    Escrito el 22 febrero 2018 a las 20:46
  35. 35. Vespasiano dice:

    Hola de nuevo Don Kendall:

    Muchas gracias por el enlace que me apuntas dándome a conocer la universalidad de Federico García Lorca.

    Felicidades.

    Escrito el 22 febrero 2018 a las 23:10
  36. 36. Don Kendall dice:

    Para Almírcar Barça en primer lugar y por extensión al resto de colegas que les petezca 😉
    Estas visitas virtuales son gratificantes siempre y no caben ni culpas ni disculpas ;-).
    Aprovechando tu osadía voy a “meter yo peseta” de paso jeje..
    Eso del “don” como sabes parece que consiste en dar “algo a alguien” (donar le dicen). Sin meterse en más fregados etimológicos EMDO tú tienes don de sobra. La maestría es otra cosa, eso ya no depende del individuo al que se le pueda reconocer.A propósito de esto tengo apuntada una frase del “loco” Bielsa cuando entrenaba al Atlético de Bilbao:

    La condición de maestro exige que uno tenga un conocimiento que el destinatario no tiene y que el destinatario aspire a recibir ese conocimiento

    . Sucede a menudo que nos confundimos y nos olvidamos del destinatario, sin él y sin su aspiración no hay maestro posible.
    Pues bien, con el conocimiento que tú tienes, la anécdota que manejas, los personajes creíbles que tienes,solo queda ponerse a ello. Para ello es bueno tener en cuenta que el camino del conocimiento y del placer empieza en el cambio del ancho de vía que significa pasar de NO saber que NO se sabe, a SÍ saber que NO se sabe. A partir de ahí empieza un rodaje más llevadero ;-).
    Un paso fundamental para levantar cualquier edificio es aplicar el mínimo de modestia y pensar que van a hacer falta vigas y columnas. Aunque hay mucho “Calatrava” :-))que parece que prescinden de esos elementos, en narrativa no está de más , pensar en la VOZ NARRATIVA y en el PUNTO DE VISTA.

    PRIMERO : LA VOZ NARRATIVA.
    TRES posibilidades :
    UNA , SI forma parte de la historia que cuenta (interno u homodiegético)

    DOS​ , NO forma parte de la historia que cuenta (externo o heterodiegético.)

    ​TRES, ​Hay ocasiones en que una narración se inserta en otra, es decir, hay dos niveles en el relato. Cuando el narrador cuenta la historia en un único nivel se dice que estamos ante un narrador extradiegético, es decir, externo al propio relato. Si, por el contrario, el narrador lo es de un relato de segundo nivel, hablamos de narrador intradiegético.

    SEGUNDO : EL PUNTO DE VISTA

    Como sabes un narrador puede contar la historia desde distintos puntos de vista y elaborar el discurso, a partir de la información que recabe desde esos puntos de vista.
    Preguntas fundamentales para establecer el punto de vista :
    A – ¿quién ve los hechos? y
    B – ¿desde qué perspectiva los enfoca? Cuando relatas tu historia la perspectiva puede ser distinta e, incluso, cambiar. (Estamos hablando de vigas y columnas jeje).

    De aquí es de donde sale toda esa parafernalia que en ocasiones se me ocurre “largar” como un papagayo en este taller

    DE 3ª PERSONA

    NARRADOR OMNISCIENTE (que todo lo sabe). El narrador omnisciente es aquel cuyo conocimiento de los hechos es total y absoluto. Sabe lo que piensan y sienten los personajes: sus sentimientos, sensaciones, intenciones, planes…

    NARRADOR OBSERVADOR. Sólo cuenta lo que puede observar. El narrador muestra lo que ve, de modo parecido a como lo hace una cámara de cine.

    EDITOR – Aparenta no ser el creador de la historia sino que se limita a editar un texto que ha encontrado o que le han confiado.
    (De este tipo puede haber varios en tu historia de Pepe-Lui)

    DE 1 ª PERSONA

    NARRADOR PROTAGONISTA. El narrador es también el protagonista de la historia.
    NARRADOR PERSONAJE SECUNDARIO/TESTIGO. El narrador es un personaje que interviene dentro del relato pero no es el protagonista. Narra en primera persona la historia del protagonista que él conoce por estar envuelto en ella.

    DE 2 ª PERSONA. Lo comentamos en alguna ocasión.

    Bueno, pues todo esto es aplicable en tu historia del castillo.
    Por no alargar más esto y aburrir al personal, jejej, puedes enviarme un mensaje a donkendall@javierautor.com o kendallescritor@gmail.com y con calma intentamos casar ese considerable trabajo que tienes ahí.

    De cualquier forma, si me permites una maldad, conviene abandonar un poco la idea tan dominante que nos embarga a veces a propósito de la “originalidad” o grandeza de los temas que se nos ocurren.
    Para tí y para mí ahora que nadie nos oye, creo que ya está todo visto y escrito desde la biblia hasta ahora, por decir algo XD.
    En este oficio y/o afición a veces conviene cambiar el sentido de ese dicho popular de los árboles y el bosque y reformularlo de nuevo

    El bosque nos hace olvidar que está formado por árboles

    .
    Si olvidamos los árboles y sus características (técnicas, metodología, experimentación etc…) hay una probabilidad creciente de que el “genial tema” que pensábamos mostrar solo se quede en una “discreta mierda” ;-).

    Ya no doy más la brasa, que ya estuvo bien, y me despido con un gran abrazo de todas y todos los colegas y compañeros de afición. Nos veremos por ahí, tal vez.

    Escrito el 23 febrero 2018 a las 12:56
  37. 37. Labajos. dice:

    Hola a todos:
    No puedo dejar de sentirme identificado con los protagonistas de esta historia, los que alguna vez nos hemos encontrado con algún “enseñante” como la bruja de este cuento, guardamos recuerdo de ello. No hacía falta ser huérfano para experimentar en propias carnes que la letra con sangre no ha entrado jamás, a mis padres les costó una buena pasta cada tortazo recibido, pero estos métodos era el ADN del Régimen.

    Me vengué escribiendo un relato, y no resisto la tentación de compartir con vosotros un fragmento:

    “…Una especie de invocación: ¡GERUNDIO! Pronunciada por la voz tremenda del “Porky”,seguida de un tenso silencio y el inmediato estallido de una sonora bofetada, me hicieron desatender
    la investigación del contenido del tintero, mi concentración estalló como una pompa de jabón…”

    Saludos.

    Escrito el 25 febrero 2018 a las 14:47
  38. 38. Pilar dice:

    Hola, Don Kendall

    Después de tantos comentarios poco puedo aportar. Simplemente paso por aquí por el interés que siempre suscitan tus textos y tus comentarios, muy comprometidos con el propósito del taller.
    Te dejo mis impresiones, perdona si me repito o no dicen nada nuevo, pues no he leído todo lo que te han sugerido:

    Valoro el trabajo de planificación que hay detrás del texto, pues es algo esencial para crear unos personajes que lleguen y nos despierten distintas sensaciones, así como ubicarlos en el tiempo y espacio. Suele pasar que en los relatos cortos ese trabajo se ve diluido, pero en tus textos no ocurre: yo fácilmente imagino el pasado y la proyección futura que tendrán.

    En cuanto a tu experimento narrativo, te diré que a mí me han sobrado las comillas. Veo la cuestión de los dos narradores, pero los hubiera marcado más. A ver si soy capaz de explicarte… Primero, el que yo entiendo que es el receptor de la historia y a la vez transmisor de la misma en forma de narrador testigo aparecería al principio del todo, antes del primer diálogo; acabaría su intervención con dos puntos y seguidamente las comillas para identificar al segundo narrador, el niño (ya adulto) que le cuenta su experiencia con la maestra. Así, de este modo, no serían necesarias que abrieras comillas en cada párrafo. Y a final del texto, cuando dices He decidido contártelo, cerraría comillas y añadiría otra frase tipo: Y yo transmitirla para que no se olvide ( o algo similar) para volver a ese narrador transmisor y cerrar el círculo del relato.
    En realidad, el experto en narradores eres tú, como nos demuestras en cada comentario, así que puedes desechar mi humilde opinión, si así lo crees conveniente.

    Espero que el parón en este taller no dure mucho y poder seguir compartiendo impresiones contigo y con el resto pues realmente se aprende muchísimo.
    Un saludo desde el piso 92

    Escrito el 28 febrero 2018 a las 11:26
  39. 39. Laura dice:

    Hola Don Kendal.
    Felicitaciones, felicitaciones, felicitaciones.
    Me perdí un poco con la primera y la segunda oración pero luego entendí con total claridad.
    Nuevas felicitaciones. Es una gran historia magistralmente escrita con un final inolvidable.
    Nos encontramos en marzo.

    Escrito el 28 febrero 2018 a las 11:38
  40. Hola Don.

    Como siempre nos presentas unos personajes muy particulares, un universo muy especial. Te doy las gracias por ser tan generoso de dejarnos entrar en él.

    Creo que con el asunto de los narradores, con este relato, has rizado el rizo. A pesar de la posibilidad de liar al lector con tantas idas y venidas, has conseguido mantener las palabras a raya, ordenaditas, y crear un recurso de mucha dificultad.

    A partir de ahora te llamaré “El domador de narradores” jejeje.

    Espero seguir aprendiendo más de ti en futuros relatos.

    Un fuerte abrazo.

    Escrito el 28 febrero 2018 a las 13:26
  41. 41. Simón Martín dice:

    Hola Don Kendall:

    Bien por tu propuesta de narración, que se sale de lo…, lo cual es excelente, pues se supone que este taller es, precisamente, para experimentar. Y me pareció bastante bueno tu experimento. No importa -o quizá por ello mismo- que tenga que leerse dos o tres veces, como me pasó a mí. Aunque creo que es solo cuestión personal, pues pocos de tu gran cantidad de comentaristas no lo dicen.

    Pero, bueno, estoy de acuerdo con las dos observaciones de Alberto C., sobe el “lo que” y “el que”, aunque eso ya fue superado, y también con el final. Prefiero impersonal. Pero eso es solo cuestión de gustos. Por si tienes tiempo, soy el número 79. ¡Nos seguimos leyendo!

    Escrito el 28 febrero 2018 a las 18:37
  42. 42. Don Kendall dice:

    Gracias , Labajos, Pilar, Laura, Jean Ives, Simón Martín.
    Me siento muy honrado por vuestros comentarios.
    Gracias y hasta siempre.

    Escrito el 28 febrero 2018 a las 23:20
  43. 43. Leonardo Ossa (Medellín - Antioquia) dice:

    Don Kendall, excelente narración. Me ha gustado mucho la historia y la manera como la has contado.
    Hasta pronto.

    Escrito el 1 marzo 2018 a las 03:53
  44. 44. Don Kendall dice:

    Muchas gracias Leonardo por tu visita y comentario. Hasta siempre.

    Escrito el 1 marzo 2018 a las 09:39

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