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EL POETA - por Earendil
El poeta vive angustiado por su mente atormentada.
Su imaginación enfermiza le hace ver continuas conspiraciones que amenazan su vida. Tal vez sean ciertas; solo hay que observar el reguero de sangre que dejan sus actuaciones al paso. Con semejante trayectoria política y humana, muchos son los que sueñan con verle muerto.
Es uno de los hombres más poderosos de su tiempo, y dirige su imperio con mano firme. Pero es joven y, por tanto, su espíritu es voluble. Muchos aprovecharán esta circunstancia, algunos en su favor, otros en su contra. ¿Pero, cual es la diferencia? Al fin y al cabo todos pretenden sacar partido en beneficio propio, manejarlo, doblar su voluntad de niño grande, caprichoso, inseguro e irascible.
Pero el alto concepto de sí mismo le lleva a pensar y sentirse como un dios. Ha llegado al poder sin ningún esfuerzo y siente la necesidad de ser aclamado por multitudes que alaben su genialidad, más que su cordura como buen dirigente. Porque, en el fondo, se siente artista, el mejor de ellos, el más grande y elocuente poeta de su tiempo. Y para que su obra llegue a todos sus conciudadanos, erige teatros y escenarios donde todos aplauden sus dotes artísticas, eso sí, bajo pena de muerte si no lo hacen.
¿Es el artista un loco? ¿O es un loco disfrazado de artista? ¿Es el poder lo que le ha hecho perder la razón? ¿O el destino, caprichoso en sus designios, ha encumbrado en lo más alto del poder terrenal a un demente sin remedio? ¿Qué inspira su arte? ¿Acaso las musas, en su incorpórea apariencia, también le temen?
Con una vida cargada de estímulos y excesos gratuitos, no es de extrañar que su mente vuele, inspirada por placeres inimaginables para muchos mortales. La misma depravación con la que cincela sus actuaciones como gobernante cruel y despreciable, sirve de adorno para sus composiciones literarias, mediocres y faltas de atractivo estético. El arte, en su infinita capacidad de conmover y emocionar las consciencias, no entiende de obras creadas por monstruos. Tal vez por eso sus composiciones no triunfan, y deben ser aplaudidas a golpe de espada.
El destino marca el lugar y el momento de los acontecimientos que parecen insignificantes y que ocurren cada día, aunque para sus protagonistas marquen un antes y un después en sus vidas. Estos hechos no se reflejan en los libros de historia, se pierden en el anonimato de la existencia de gentes corrientes y, más aún, si pertenecen a un grupo minoritario, indiferente para muchos, aborrecido por otros. Rinden culto a una nueva fe, de momento es una más entre tantas existentes, pero alcanzará un poder apenas imaginado.
Pero la historia, en este caso, sí se hará eco del drama que está a punto de acontecer. Lo que en un principio podría haber sido un suceso más de los muchos que ocurren en un barrio de una gran ciudad, donde sus habitantes viven hacinados y en condiciones pésimas, se convertirá en un acto que trascenderá en el tiempo. Porque el incendio, en un principio localizado en una parte pequeña de la ciudad, pronto adquiere dimensiones colosales.
Los cronistas no se atreven a plasmar en sus anales los verdaderos motivos del inicio y posterior expansión del fuego, que destruye todo a su paso durante seis días. Pero es un secreto a voces que el emperador-poeta está detrás de la catástrofe, quién sabe si por un plan descabellado de su carácter autocrático, o por un arrebato de su intemperancia, en el afán por alcanzar la gloria en un éxtasis creativo.
Porque algunos afirman haberle visto en los balcones de su lujoso palacio, embelesado, como embrujado por el baile hipnótico del fuego, componiendo con la lira su obra maestra, la que pasará a la historia a grito de: “¡Arda Roma!”
Hola, Earendil.
Este mes no he tenido tiempo para evadirme y crear algo, así que me paso por aquellos que sigo y han creado algo, como es tu caso.
Me ha pasado algo raro mientras leía. Me daba la impresión de que estabas inflando un globo, creando el escenario, el trasfondo, aportando datos y sensaciones como tan bien sabes hacer, y llegando al final pensé que ahí se iba a quedar todo, que no había historia, que no iba a haber desenlace, sin brillo. Pero no podía ser, no me ibas a dejar con las ganas. Te sacas a Nerón de la chistera y todo cobra sentido, de forma que vuelves hacia atrás para verlo todo con nuevos ojos.
Muy sutil y efectivo. Gran trabajo.
Un abrazo.
Saludos.
Excelente relato. Opino como Javier, así que os invito a todos a una segunda lectura que debería de ser obligatoria, jeje. Felicidades.
Buenas, Earendil.
Me ha gustado mucho como has llevado la historia. Como has creado el escenario y a su personaje y la posterior resolución.
Me ha transportado a otro arte, la música. Cuando llega el momento culmen, todos los instrumentos están en su máximo volumen y de pronto todo se para por unos segundos para regresar con más fuerza aún.
Eso es lo que me ha parecido esta historia.
Un gran trabajo. Enhorabuena.
¡Un saludo!
Hola Earendil:
Quería felicitarte por tu texto, sin duda es una maravilla. Además de lo comentado por los compañeros, me gustaría, siempre desde el punto de vista de una opinión, aportar mi parecer:
El argumento no es muy magnético, la verdad, pero tu tan pulida redacción lo contrarresta enormemente. Y, claro está, esto se desmonta en el final. ¡Qué gran final! Es tal y como dicen los de arriba: la segunda lectura es más gratificante que la primera. También me ha gustado el narrador, tan alejado del protagonista.
Mi parte favorita es cuando el narrador comienza a lanzar preguntas al lector (comienza en “¿Es el artista un loco?”, etc.).
Muchas gracias por haberme permitido leer y aprender de tu relato. Ha sido todo un placer.
Un abrazo,
Alberto C., estoy en el 35.
Hola Earendil
Al principio se me tornó un tanto aburrido y confuso tu relato. Un narrador contando la historia de alguien, sin embargo, al llegar al final, todo cobra sentido. Si tuve que leerlo dos veces para mejor comprensión.
Me faltó la linea blanca entre párrafos.
Gracias por permitirme aprender con tu texto, por si me quieres visitar estoy en el #13 La poetisa https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-51/9300
¡Saludos!
(¯`•¸•´¯)YOLI(¯`•¸•´¯)
Hola Earendil:
Has retomado los relatos con fuerza, con la intensidad que en ti es costumbre. Lo haces con una idea muy original al presentar al artista-dictador desde el punto de vista de sus motivaciones, con unas reflexiones muy interesantes acerca del arte y el poder. En un principio no he pensado en Nerón, me imaginaba algún monarca de la Ilustración, algún Borbón de los muchos “iluminados” que ha tenido la saga, o de la Corte de Francia, luego he visto que la tragedia era mucho más.
Magnífico relato, con profundidad y estilo, bien construido, muy elaborado pero de lectura amena. Para mi gusto perfecto.
Felicidades. Un saludo.
Hola, compañeros.
Muchas gracias a todos los que habéis pasado por aquí y habéis dejado vuestras consideraciones.
El tema del poeta no me inspiraba demasiado así, haciendo como en anteriores relatos, cuando falla la inspiración hecho mano de la historia, que nunca me falla.
Gracias por vuestros amables comentarios, siempre bienvenidos y gratificantes.
A los que aún no he visitado, lo haré en breve.
Hola Earendil.
Nada que señalar, más que felicitaciones. Cada vez que lo leo me gusta más, en especial la frutilla del final.
Éxitos.
Hola, Earendil.
Felicitaciones.
Estilo y fuerza.
Un abrazo.
Earendil,
Qué genial manera de contar una parte de la historia y de describir al gran personaje de Nerón! Te felicito por esta capacidad y por lo bien documentada. Tu relato me inspiró a conocer más sobre esta parte de la historia y eso siempre es muy bienvenido. Impecable trabajo.
Si quieres visitarme soy el 137.
Saludos.
A los nuevos comentaristas: Muchas gracias por vuestros aportes. Me satisface que guste el tema de Nerón, a mí me fascinan ciertas curiosidades de la historia.
Un saludo a todos.
Hola Earendil: Desde luego tu texto no deja indiferente. Pese a que el protagonista del relato pertenece a la antigüedad, podría estar perfectamente de moda, y al leerlo me vienen a la cabeza algún que otro megalómano vivito y coleando. Aunque yo soy de historias más sencillas no dejo de admirar tu talento. Un saludo.
Hola Earendil.
Me ha pasado como a otros compañeros. El primer párrafo me ha desconcertado, pero al seguir leyendo he ido recibiendo pistas y has conseguido engancharme para ver si mis suposiciones eran ciertas. Una vez concluido tengo que darte la enhorabuena. Un lenguaje cuidado y una historia muy buena que no necesita ser un thriller para captar tu atención y mantenerte en vilo hasta el final. Enhorabuena y gracias
Hola Earendil, como buen aficionado a la historia, no me pasó desapercibido hacía donde se dirigían tus pasos desde el segundo párrafo, el primero me pareció introductorio, para ir deshilvanando lo que constituía la locura en el poder, o el poder de la locura, ambas me son igualmente válidas.
Me ha gustado mucho y lo he disfrutado como un niño leyendo su primer libro de aventuras. Y aunque el final ya lo intuyera, no por ello me ha parecido perder fuerza ni poder contemplar al propio Nerón, es lo que tiene la imaginación, con su lira, observando con ojos desorbitados como arde su ciudad y se siente conmovido por su obra más inmortal. Y aunque sus versos nos sean en gran parte desconocidos, su tendencia cruel y pirómana nos es de todos conocida.
Gracias por brindarnos este regalo para el entretenimiento de todos. Ha sido un placer leerte. Un saludo.
Hola Earendil. Desde que he empezado a leer tu relato me estaba oliendo que sería un dictador tipo Corea del Norte o de algún loco emperador romano(ejemplos no faltan). Me gusta mucho que cojas a Nerón y cuentes la quema de Roma de esta manera. En general me gusta mucho como esta narrado.
Yo también he escogido un tema histórico que trata sobre Safo. Si te interesa es el texto 68.
Un saludo
Hola Earendil:
He leído tu nombre y no he podido evitar pasarme.
Sorprendente sin duda, una prosa muy densa y retorcida con pequeños atisbos a la realidad que reflejan a la perfección la mente del protagonista. El final que en un momento da sentido a todo lo anterior es genial.
Por otra parte, la inclusión de la entonces minoritaria fe cristiana me parece fuera de lugar, me ha sacado de la escena y ha hecho la transición un poco rara.
¡Saludos!
Hola, Earendil
Por fin llego a tu relato, que más bien parece un discurso apoteósico de un narrador omnisciente que nos habla de historia, que interpreta, como un auténtico Nerón, que nos hace devanar los sesos con juicios de valor, y que incluso predice futuro: “Rinden culto a una nueva fe, de momento es una más entre tantas existentes, pero alcanzará un poder apenas imaginado.”
A mí no me salen estos discursos, imposible, tienes una tremenda oratoria digna de un político. Hay un ritmo ascendente con respecto a la dosificación de información, y al llegar al final, esa señal de “stop”: ¡Arda Roma! Ahí está la respuesta que el lector lleva haciéndose desde el principio, primero imaginando, luego sospechando de quién es el protagonista del que habla el narrador. Esta vez no ha sido necesario un “broche” antroponímico 😉 a modo de descubrimiento del personaje, la frase es explícita por sí sola “¡Arda Roma!”. La redacción impecable, si acaso, estos interrogantes: “¿Es el artista un loco? ¿O es un loco disfrazado de artista? ¿Es el poder lo que le ha hecho perder la razón? ¿O el destino, caprichoso en sus designios, ha encumbrado en lo más alto del poder terrenal a un demente sin remedio?” igual los uniría o sacaría el “o” inicial de los interrogantes.
Un saludo, abrazos literarios, y, esperemos que hasta pronto compañera
Muchas gracias a todos los últimos que habéis pasado por aquí.
A Calensûl: quise incluir la referencia a los cristianos por alusión del propio Nerón en la historia. Para “quitarse las pulgas de encima” endosó a los cristianos la autoría del incendio, pues empezó precisamente en los barrios más bajos, donde ellos vivían. Según los historiadores, fue el propio Nerón el que empezó el fuego, no para inspirarse y componer su obra maestra, si no porque quería reestructurar la ciudad y hacer reformas arquitectónicas. Pero se le fue la mano, y en el incendio ardieron varias villas de personajes importantes y muy influyentes. Ante las acusaciones, buscó un chivo expiatorio al que echarle las culpas, y encontró su candidato perfecto, los cristianos, que empezaban a hacerse notar en la sociedad.
A todos los que aún no he visitado, lo haré en breve.
Un saludo.
Buenos días Earendil: Me ha encantado tu relato. Iba leyendo y me preguntaba ¿a quién se refiere? Hasta el final no lo he sabido y me ha encantado el camino con una meta feliz.
Admiro tu prosa fluida llena de contenido.
Ha sido un placer leerte.
Un saludo, Menta
Hola Earendil,
Es un trabajo interesante el que propones al taller en esta escena en el que teníamos de pretexto al “Poeta”.
1 – Como autora has elegido sin ambages el género conocido como Oratoria epidíctica o demostrativa..
2 – La anécdota o tema elegido del Gran incendio de Roma del año 64, con toda la confusión de versiones controvertidas también es un buen pretexto para montar cualquier relato.
3 – En cuanto al “punto de vista” narrativo, coincido con la apreciación de R.J. Esperanza Pardo en cuanto al narrador omnisciente con un conocimiento de los hechos total o bsoluto o al menos así lo da a entender.
4- La “voz narrativa” en presente y en tercera persona me parece un experimento interesante a partir de lo dicho porque da la proximidad necesaria para que la “oratoria” alcance la intensidad justa. Es decir, parece que estamos ante un narrador homodiegético (que forma parte de la historia que se está contando).
Pero, ese plan tiene un riesgo. Y tengo la impresión que es ahí donde flaquea el relato : El lector confía en ese narrador homodiegético y al final descubre que el tal narrador era un heterodiegético (no forma parte de la historia que cuenta).
Eso obliga a que los lectores amigos y próximos tengan que leer de nuevo en clave “heterodiegética” por así decir. Del resto de lectores que son la mayoría, ya te puedes imaginar que se largarán echando rayos y centellas, si me permites la expresión, dicho todo en un tono fraternal y EMDO.
5 – Creo que ese riesgo que apuntaba más arriba, puede ser salvado si se le evita al lector esa vuelta pescadilla para morder su propia cola y sin más exponer el tema, utilizando un simple cambio en la trama y colocando al principio el párrafo final :
.
Si se me permite , adaptando la teoría del témpano de E. Hemingway, el párrafo de ¡Arde Roma! es la parte que se deja ver, y las otras siete octavas parte son el resto sobre las que el narrador despliega la fuerza de su oratoria, que es lo interesante del trabajo.
En resumen, un gran trabajo para aprender y desmenuzar con independencia de la anécdota más o menos controvertida, entre romanos y cristianos con Nerón y sus rivales por medio ;-))
Gracias por el aporte. Un abrazo
Hola Earendil. Te felicito.
Desde el principio de tu relato, el cual me llevaba a profundizar
en la identidad mental de un personaje; mi pregunta era ¿Quién será este poeta tan alucinado que Earendil nos presenta?
Bajo este cuestionamiento continué la lectura, hasta llegar a Nerón. Tu selección del principal en tu texto no defraudó. excelente.
En cuanto a la forma, el recorrido hecho por Don Kendall, me lleva de la mano a un aprendizaje profundo sobre redacción en el uso del narrador. Contribuyente quien, con su aportación, obliga a muchos lectores a un segundo repaso del texto.
No me queda mas que agradecer la visita que hiciste a mi texto; siempre colmada de buenas vibras que me estimulan. Gracias de nuevo.
Gracias a los últimos comentaristas, Menta, Don Kendall y Osvaldo.
Particularmente a Don Kendall, por el magnífica y trabajada aportación.
Hay que ver lo que se puede llegar a aprender en este taller. Muchas veces, los que escribimos por afición, sin ninguna clase de preparación específica, lo hacemos por pura iniciativa, sin tener en cuenta tantos parámetros y clasificaciones de narradores, estructuras, etc. Lo hacemos guiados por las aportaciones y opiniones de nuestros lectores, sabiendo lo que gusta más o menos.
Ha sido para mí un privilegio esta clase magistral de conceptos y teorías que desconocía, que me vendrá muy bien para futuros trabajos.
Si algo he sacado en claro de las opiniones de mis comentaristas, ha sido que mi relato requiere una segunda lectura. No sé si estoy totalmente de acuerdo con esto, ya que opino que esa segunda lectura solo sirve para reafirmar las ideas que ya se habían formulado cada cual en su opinión sobre el personaje en cuestión, y no para tener una comprensión total del texto, que creo que no reviste mayor dificultad.
No quiero decir con esto que no tengáis razón, todo lo contrario, pues si esa es la sensación general que da su lectura, una segunda releída, razón de más para cuestionarse si algo falla.
También creo que es cuestión de gustos que se desvele la identidad del personaje al principio, pues también se corre el riesgo que el lector pierda el interés en la oratoria en sí, sobre todo si disfruta más con el juego de adivinar si es capaz de reconocer al protagonista.
Y en cuanto al tema, sí, reconozco que ha sido un recurso facilón basar mi relato en una figura histórica tan conocida, pero como ya dije, a veces la inspiración falla y hay que buscar alternativas, je, je.
Me alegro mucho por todos los comentaristas que han pasado por aquí a dejar sus impresiones y dedicar un poco de su tiempo, a comentar y a enseñar todo lo que saben.
Un saludo cordial a todos.