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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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La poeta - por Vivir soñando

Cuando el sol empieza a asomarse por la ventana de la cocina, ella ya está sentada en su taburete favorito, aquel que le regaló su abuela cuando era solamente una joven que se acababa de independizar a la gran ciudad.
Acabó la educación obligatoria y seguidamente, sin pensárselo dos veces, decidió mudarse a la urbe para desarrollarse como artista. Siempre había querido convertirse en actriz, cantante o bailarina, es decir, pisar un escenario y quedarse hasta la última función.
El primer amanecer que vivió allí fue oscuro y acompañado de un buen chaparrón, razón que no le impidió coger su mochila y visitar las primeras compañías de teatro en las que informarse de castings para cumplir su sueño. También se acercó hasta diferentes escuelas de baile e incluso de canto, pues disponer de una guitarra y varios años de conservatorio no le hacía perder la ilusión por continuar aprendiendo. Los meses pasaban y tras presentarse ante varios papeles en diferentes teatros y compañías de baile, un día en el que el sol sí que brillaba, fue aceptada en una escuela de canto en la que su guitarra la acompañó a ese primer e importante éxito. Durante el tiempo que estuvo en ella, conoció artistas del panorama nacional así como aquellos que, como ella, estaban dando sus primeros pasos profesionales en el arte.
Sin embargo, su abuela enfermó y, lo que en un primer momento fue un planteamiento por abandonar sus ambiciones y volver al pueblo en el que había nacido, finalmente se cumplió.

Pasaron tres meses desde su mudanza al pueblo cuando, sin saberlo, en la última visita a su apreciada abuela, le recitó unos versos que escribió la noche anterior, que decían:

Sentada en el taburete rojo, a conjunto con la cocina.
Los días grises avanzan, junto con las horas de luz.
Hoy el sol está de baja.
Es la nube la titular.
El arcoíris espera ansioso, otra vez.

Siguiendo las recomendaciones de la anciana en aquella última noche, una vez pasó el duelo, Alicia decidió regresar a la gran ciudad. Cumplir su sueño ya no era su principal objetivo, sino que su abuela, desde donde estuviese, pudiese acompañarla tarareando o bailando al son. Aquella intención pronto se vio truncada al volver a la escuela de canto donde comenzó, ya que resultó cerrada por motivos personales según se podía leer en un cartel pegado en la puerta. Aunque pocos días más tarde comenzó a salir información en los telediarios relacionada con impagos y estafas, temas a la orden del día que dicha academia no dejaba pasar por alto.
Los malos momentos no daban otra opción que la de plantearse cambiar el rumbo para ser un poco más feliz cada día que avanzaba en el calendario, así que Alicia tomó una nueva dirección profesional alejada de academias y teatros. Quizá no había nacido para ser actriz o bailarina, pero la última noche con su abuela le hizo reflexionar sobre su gusto por la escritura. Ganar los concursos de relato breve en el instituto no se le había dado tan mal.

Gira su cabeza 360 grados, asegurándose de que nadie la observa en esa noche de otoño. Las hojas ya cubren el suelo de los parques y plazas que visita, mínimo una vez al mes. Una vez ha vuelto a cumplir su misión más personal, toma un taxi y abandona el centro de la ciudad. Al día siguiente, aquellos abuelos, madres y niños que acuden a las zonas de recreo donde ella estuvo la noche anterior, encontrarán nuevamente un pósit con una retahíla de versos sobre ellos mismos, pues Alicia los observa cada día.

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6 comentarios

  1. 1. Tatiuska dice:

    Hola, “Vivir soñando”
    Tu alias describe muy bien la situación de Alícia. Vive para cumplir su sueño. Aunque no le va tan bien como esperaba, su espíritu creativo acaba saliendo. Me gustó mucho el final,muy romántico, pero agridulce, porque los sueños de Alícia se redujeron en algo tan chiquitito como unos pósits anónimos.
    Cositas para pulir que te puedan ayudar, veo que hay una repetición que no suena del todo bien en el último párrafo: “mínimo una vez al mes. Una vez ha vuelto…”. Creo que se podría buscar otra forma de decirlo sin repetir tan cerca “una vez”. También me soñó raro lo de girar la cabeza 360 grados, no es algo posible para un ser humano. Cuando lo leí me llevó a confusión, porque pensé que estarías dándole un giro, pero al relato, introduciendo un elemento fantástico. Aun así entiendo lo que quieres decir, pero sobran los 360 grados, a mi modo de ver.
    Si sigues escribiendo sobre Alícia, espero que consiga cumplir sus sueños a lo grande
    Un saludo.

    Escrito el 16 febrero 2018 a las 17:55
  2. 2. IreneR dice:

    Buenas, Vivir soñando.

    Me ha gustado tu relato, aunque en algunas ocasiones me ha dado la sensación de que todo iba un poco deprisa y no se termina de explicar bien la trama.

    El final me ha dejado un tanto confusa y el giro de 360 grados es extraño.

    ¡Un saludo!

    Escrito el 16 febrero 2018 a las 21:35
  3. 3. Yoli L dice:

    Hola Vivir Soñando

    Me corresponde leerte/comentarte entre los tres bajo el mío y lo hago con gusto.

    Tu relato me parece una historia conmovedora.

    La dejas abierta, o sea, como que continúa y en un relato corto, debemos intentar darle un final.

    En ese primer párrafo tienes varias rimas muy seguidas y que no suenan bien, lee en voz alta para que lo compares:

    …mudarse a la urbe para desarrollarse como artista. Siempre había querido convertirse en actriz, cantante o bailarina, es decir, pisar un escenario y quedarse hasta la última función.

    En otro párrafo tienes repetida la palabra comenzó, cambiar alguna por un sinónimo.

    Y tratar de no usar los adverbios terminados en mente mientras no sea necesario.

    Llamó mi atención la palabra arcoíris con tilde, está bien, como siempre la escribo separada no la tildo, por ello investigué para no ponértela como falta y he anotado algo nuevo 🙂

    Así que te agradezco por permitirme aprender con tu historia, por si me quieres visitar estoy en el #13 La poetisa https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-51/9300

    ¡Saludos!

    (¯`•¸•´¯)YOLI(¯`•¸•´¯)

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 19:23
  4. 4. cualquiera dice:

    Pues me alegra sentir que se cumplió con felicidad esa transición (y transformación) hacia la asistencia social, y que lo haces con cuidado y con cariño. Me gustan estos testimonios de vida.

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 23:49
  5. 5. Juan stoisa dice:

    Hola! Como estás? A mi particulamente el relato no me pareció confuso creo que se entiende y es bastante referencial de muchos momentos personales donde los sueños (que son el gran motor de la vida) se van transformando a lo largo del tiempo vinculado a los ciclos de vida de cada uno. Me gustó el hecho que le hayas agregado una poesía a la mitad del relato. Por otro lado, considero que el relato podría ser pulido ya que hay partes que no se entienden mucho o están un poco de más ya que no hacen tanto a la historia. Parafraseando a Hemingway cuando hablaba de escribir cuentos, cuanto mas simple se puede describir una escena o un sentimiento de los protagonistas mejor!
    Seguí escribiendo, saludos!

    Mi relato es el 31 por si te querés pasar

    Escrito el 20 febrero 2018 a las 18:31
  6. 6. María Jesús dice:

    Hola: Bonita trayectoria vital de una artista. Estaba claro que Alicia había nacido para las artes, aunque hubiese estado probando suerte hasta dar con su verdadera vocación. Un relato ameno y sin sobresaltos. Un placer leerte.
    Saludos desde el 111.

    Escrito el 24 febrero 2018 a las 21:14

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