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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El poeta - por María Kersimon

Web: https://lacartademrtench.wordpress.com

—Cuenta, abuelo…¿Por qué te llamaban El Poeta?
Por enésima vez Damián le formulaba la pregunta que él ya había respondido tantas veces como años tenía su nieto, que no eran pocos, porque acababa de cumplir doce. En cada ocasión había alterado sensiblemente el relato y cada vez le había presionado más para saber otros detalles, como quien tira de la punta para deshacer el ovillo.
—Ya te lo dije muchas veces, Damián, el abuelo escribía cartas, para los compañeros que no sabían escribir bien.
—Ya, abuelo, esto ya me lo has contado, ¿pero qué cartas eran?
—Pues algunas eran cartas de amor, para las novias, otras eran poemas para felicitar bodas o cumpleaños. También las había normales, sólo para informar…
—Cartas de amor, abuelo… Cuenta, cuenta, ¿que ponían estas cartas?
—Tú quieres saber mucho, pillín. A ver, en estas cartas, los hombres transmitían a sus esposas y novias los sentimientos que sentían por ellas y lo mucho que las añoraban…
—Les decían que las añoraban, que pronto estarían con ellas… esto ya me lo has dicho, pero ¿les hablaban de sus pechos, de las ganas que tenían de tocarlos?…
—Vaya, ya te estás haciendo mayor, eh, granujilla —sonrió el abuelo—, ya eres un picaroncete, ja, ja, ja… Bueno, tanto tiempo sin ver a una mujer, es seguro que lo pensaban, pero eso no se podía decir. Había que usar eufemismos.
—¿Qué es un eufemismo abuelo?
—Es una palabra o expresión que se dice en lugar de otra para que resulte más suave, por ejemplo “me estremezco de pasión pensando en tus ojos amorosos” …
—Y en lo que piensa de verdad es en sus tetas y en meterle mano, ¿verdad abuelo?… pero, dime, ese campamento donde estabais todos, Abu, qué campamento era, ese donde pasasteis tanto tiempo… Yo cuando voy de campamento es por el verano o por Pascua.
Escrutó a su nieto con su mirada azul translúcida durante un buen rato, valorando su voluntad de saber y el impacto que tendrían sus palabras. Entraba en la adolescencia y hoy en día había tanta información en internet… Calibró, como en cada ocasión que le había preguntado, el efecto que la respuesta podía tener en su psique en relación con su edad mental y llegó a la conclusión de que había llegado el momento de decirle la verdad.
—Bueno, ya te has hecho mayor. Lo que te conté otras veces no fue mentira, pero tampoco era toda la verdad, solo la que podías entender. En realidad, ese “campamento” no pertenecía a una agrupación política ni tu abuelo estaba allí como disidente. Tampoco le llamaban El Poeta por escribir cartas, aunque sí las llegó a escribir. Pero prométeme que lo que te voy a contar te lo guardarás para tí.
—Por esas cruces abuelo, lo juro.
—Hace muchísimos años el abuelo era joven y valiente y le gustaba vivir bien, tener muchas amigas, buenos coches… —observaba con el rabillo del ojo la reacción del nieto que bebía apasionado de sus labios— todo ello imposible de conseguir con un trabajo ordinario. Ideó un plan para tener todo lo que quería sin trabajar. Con dos amigos atracaban bancos. Él era el “cerebro”, lo planeaba todo y nunca les cogieron porque era un artista diseñando los golpes, siempre “sin armas, sin odio, sin violencia”. Dieron el golpe más grande del país y nunca les detuvieron pues habían excavado un túnel por el que entraron esquivando las alarmas. “El atraco del siglo”. Se referían a él como al Poeta porque en el escenario del golpe solía dejar una nota en verso para la policía.
Se paró para evaluar el impacto de su confesión. Damián, estupefacto, había contenido la respiración todo el tiempo y vació los pulmones con una exclamación admirativa.
—¡Jopé!, Abu, ¡qué fuerte! alucino contigo. ¿Si no os cogieron, entonces por qué estuviste en el… campamento?
—En la cárcel. Basta de eufemismos. Verás, el abuelo se creía un gran artista y le sabía mal no ser reconocido, así que cuando el delito prescribió, se dio a conocer a través de la prensa. Quería que la gente le aplaudiera.
—¿Y?…
—El robo ya no se podía penar, pero usar dinero ilícito, sí. Tu abuelo se creía muy listo, pero la arrogancia le venció.
—¿Valió la pena, Abu?
Salió la abuela a llamarlos
—Valió la pena por conocer a tu abuela, la cocinera del “campamento”. Le guiñó un ojo con el índice sobre los labios a la vez que asentía a la llamada de la abuela.

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22 comentarios

  1. 1. Calihope dice:

    Hola Maria,
    Un placer leerte!
    Un relato entretenido el tuyo en el que muestras la típica curiosidad de un joven entrando en la adolescencia, sobretodo por los temas relativos al desnudo femenino.
    Quizás me resulta un poco sorprendente que el abuelo le cuente al joven esta historia en este momento, sobretodo por el peligro que hay de que se convierta en su héroe y piense que atracar es algo guay y que la cárcel no es peor que un campamento de verano…
    Por otro lado al final tiene moraleja ya que finalmente él pagó por su delito.
    Comentarte también que no entiendo la frase que dice el niño de “Por esas cruces abuelo, lo juro” seguramente es ignorancia mía.
    En general me engancha la historia y me gusta la forma en la que está contada.
    Enhorabuena!
    Saludos desde la 96!
    Hasta que nos leamos!

    Escrito el 16 febrero 2018 a las 17:14
  2. 2. Madrugada dice:

    Hola, Maria Kersimon,

    Ha sido divertido leer la dinámica entre abuelo y nieto a pesar de que coincido en eso de que no es un buen ejemplo contar algo así a un preadolescente, que como dicen ahí arriba, podría tomarle como ejemplo.

    Lo de las cruces..¿es una expresión local de alguna parte? ¿en casa del abuelo son muy creyentes? Tampoco es relevante, pero yo también siento curiosidad.

    En fin, en general la historia ha sido entretenida. Un abuelo que adorna mil veces su realidad y que tras tantear mil veces el terreno, consigue contarla tal cual es. Un acto de valentía y un también de redención.

    Enhorabuena, nos leemos por aquí.

    Un saludo!

    Escrito el 16 febrero 2018 a las 20:05
  3. 3. Miguel Rojas dice:

    Hola María. Es bastante arriesgado tu relato, ¿eh? Pero tiene su moraleja, y eso es bonito. Lo malo sería que el chico creciera siguiendo el ejemplo del abuelo, y que crea que debe ejecutarlo al pie de la letra. Lo de las cruces no lo entendí, así que supuse que el abuelo tenía algún rosario puesto o algo así. Igual no causa ningún impacto, así que en lo personal, yo lo quitaría, a menos que quieras hacernos entender alguno que otro contexto religioso dentro de esta familia. Me gusta el impacto final de la historia, la manera en que lo conectas con el inicio diciendo que el relato lo había modificado levemente cada vez, como buscando una manera de persuadir a su nieto hasta que llegara el momento crucial para decirle la verdad.

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 00:22
  4. 4. Yoli L dice:

    Hola María

    El relato es entretenido, pero al igual que quienes me anteceden, me asusta que el abuelo le cuente a un chico de 12 años en formación y buscando ejemplos, sus “hazañas”, talvez debió esperar a que cumpliera más edad. Es mi sentir, es tu relato y lo llevas como quieras 🙂

    Entre los mejorables, me hizo falta la línea en blanco entre los párrafos, sino me confundo cuando está de corrido y no lo pauso.

    Gracias por permitirme aprender con tu historia, por si me quieres visitar estoy en el #13 La poetisa https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-51/9300

    ¡Saludos!

    (¯`•¸•´¯)YOLI(¯`•¸•´¯)

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 00:59
  5. 5. beba dice:

    Hola, María: Muy bueno tu relato; prolija y suelta la escritura, argumento muy original. esta vez no participo, porque me olvidé de la exigencia del título. Si quieres leerlo, este es el link de mi blog: ahorayodigo.blogspot.com; el relato se llama “Gabriela”.
    Un saludo.

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 04:02
  6. 6. Judith dice:

    Hola María,

    Un cuento excelentemente bien contado. Tengo sentimientos encontrados: parece un abuelo tan tierno y resulta ser un ladrón de guante blanco y a pesar de serlo no dejo de “quererlo”. El personaje del niño está muy bien logrado, los diálogos, todo en general. Un relato sumamente ameno, entretenido y ágil de leer.

    Felicitaciones! Si quieres leerme estoy en el 137.

    Saludos.

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 05:44
  7. 7. Doralú dice:

    ¡Hola Maria Kersimón!

    Es un texto muy fluido, con un buen ritmo, fácil de entender, donde vas develando gota a gota la vida casi secreta del abuelo. Me ha divertido mucho tu relato. Solo me ha desconcertado un poco la manera en que el abuelo se dirige a él.

    Es un texto rico en imágenes, donde es muy fácil imaginar al niño conversando, asombrándose de las confesiones de su abuelo. Me ha parecido encantador las reacciones del niño y la picardía, la satisfacción del abuelo para relatar la verdadera historia de su vida.

    Como siempre, mantienes un excelente respeto por las normas gramaticales y ortográficas. Solo un detallito, porfa… deja un espacio entre párrafos, facilita la lectura.

    Un placer leerte
    Un abrazo

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 06:19
  8. 8. ortzaize dice:

    el secreto del abuelo no es muy recomendable para los chicos que son esponjas en esas edades,
    como relato me ha gustado mucho saludos.

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 09:58
  9. Aclaración:
    El asunto de las cruces, es una expresión de juramento en España, que en su versión completa es “por estas que son cruces”. Se solía decir a la vez que se hacían una o dos cruces con el pulgar y el índice, para dar solemnidad a un juramento. Aunque al inicio, seguramente tuviera un significado religioso, no lo ha conservado.

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 11:37
  10. 10. Amadeo dice:

    María Kersimon
    Muy lindo relato de una conversación plena y sincera entre nieto y abuelo. El fina: confesión inesperada Felicitaciones

    Estoy en el 32 por si quieres leerlo y comentar.

    Amadeo – Argentina

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 13:02
  11. 11. Osvaldo Vela dice:

    Hola María Kersimon, El tuyo es un relato en el cual yo me adueñé de la curiosidad del nieto. Yo seguía con ahínco la lectura esperando mejores respuestas y se me concedió.

    Encontré una pega cuando el abuelo dice “transmitían…los sentimientos que sentían: tal vez “afectos” para evitar un pleonasmo.

    Lo de las cruces era algo común cuando eramos jóvenes. Con el pulgar y el indice cruzados, los llevábamos a los labios dándoles un beso y decir al tiempo “lo juro por esto”. El dedo indice sobre los labios iba acompañado por un “sshhht” para pedir silencio o terminar una conversación.

    Te felicito. Uno por tu texto y otro por despertar recuerdos tan gratos.

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 17:30
  12. 12. marazul dice:

    Hola María:
    La lectura de tu relato me ha parecido amena. Me encanta cómo conversan el nieto y el abuelo. Todo fluye de manera muy natural; y dar esa sensación no es algo fácil de conseguir. Hay que llevar horas de vuelo,¿verdad María? Te superas cada mes.
    En cuanto al significado es también toda una lección para el niño. Es didáctico
    Según leía imaginaba que el abuelo había estado en la guerra y que por ahí iban los tiros je,je…Me ha sorprendido el final, que puede ser muy real
    El toque de humor con los comentarios del niño son muy buenos. Creo que de tal palo tal astilla. Vamos, que el nieto apunta “picardías”, como su abuelo.
    Me ha gustado mucho el relato, María
    un abrazo

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 19:40
  13. 13. Juana Medina dice:

    Hola María,
    Vengo con atraso. Gracias por tu visita y tus comentarios.
    Tu relato me parece entretenido, realista, bien escrito.
    La simplicidad es producto de un trabajo complejo. Cuando es verdadera, claro. Este es el caso.
    Me gusta que el abuelo reconozca ese ego que acabó por encarcelarlo. Creo que ahí hay una excelente enseñanza para los que la buscan
    Enhorabuena

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 14:42
  14. 14. Earendil dice:

    Hola, María Kersimon.
    La historia que has contado no está nada mal, pero (y siento ser la nota discorde, después de leer los comentarios de los demás compañeros), no me acaba de encajar con un momento real entre un abuelo y su nieto EN LOS TIEMPOS QUE CORREN. Lo he puesto con mayúsculas para resaltar ese matiz porque tengo un hijo de quince años, y el lenguaje y el tono de la conversación me ha resultado algo ingenua. Oigo muy a menudo las charlas entre mi hijo y sus dos abuelos y veo un abismo con el cariz que tú le has dado a tus protagonistas. Tal vez estoy metiendo la pata, pues bien podría ser una conversación de hace diez o quince años, no sé, ambientada en otra época, pues no lo especificas en ningún momento.
    Lo que más me ha gustado es la idea del ladrón-poeta.
    En la parte formal no tengo nada de destacar, la puntuación y la ortografía son excelentes.
    Nos leemos

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 18:23
  15. 15. isan dice:

    Hola María:

    Como suelo hacer, empiezo por alguna cosa que yo cambiaría.

    “—Cuenta, abuelo…¿Por qué te llamaban El Poeta?” Habría que separar la interrogación de los puntos suspensivos y poner “el Poeta”.

    Igual me dices que estoy rizando el rizo y que en literatura se permiten estas licencias, pero es que me ha llamado la atención. Si enésima es un número indeterminado de veces que se repite algo, en este caso se dice a continuación que son doce las veces que formula la pregunta.

    En esta frase: “En cada ocasión había alterado sensiblemente el relato y cada vez le había presionado más para saber otros detalles…” el sujeto primero es el abuelo, pero inmediatamente es el nieto quien presiona. Ello sin solución de continuidad.

    “…el abuelo escribía cartas, para los compañeros que no sabían escribir bien.” Sobra la coma posterior a cartas. Igual un punto estaría bien en su lugar.

    “…¿verdad abuelo?… pero, dime, ese campamento…” Yo pondría Pero con mayúscula como inicio de frase.

    “Tampoco le llamaban El Poeta por escribir cartas, aunque sí las llegó a escribir.” Aquí has cambiado el narrador a tercera persona. Admito el recurso ya que, a veces, se suele hablar de uno mismo como si fuera otro, pero despista un poco. Más adelante empleas el mismo recurso. Se me hace extraño que diga: “Él era el “cerebro” o “Se referían a él como al Poeta porque…” quizás habría que poner algo en primera persona… no sé.

    “…te lo guardarás para tí.” ti sin tilde.

    Por último, cumple el reto opcional, pero parece que el protagonista principal es el abuelo.

    En cuando al fondo me parece un magnífico relato. Buen llevado, con diálogos bien estructurados que dan dinamismo. Puede ser el atraco del siglo o la bola del siglo que le cuela el abuelo al nieto. En cualquier caso entretenido.

    Hasta la próxima ocasión (si hay).

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 21:45
  16. 16. Wanda Reyes dice:

    Hola, disfrute mucho de tu relato es bastante entretenido. El ritmo que tiene invita a seguir leyendo.
    Saludos
    Te invito a leer el.mio es el 18.

    Escrito el 20 febrero 2018 a las 04:26
  17. 17. Charola dice:

    Hola, María Kersimon.

    Una historia simpática y entretenida. La disfruté mucho de inicio a fin.

    Saludos. Un abrazo.

    Escrito el 20 febrero 2018 a las 21:34
  18. 18. Don Kendall dice:

    Hola María Kersimon
    Me gusta el trabajo que propones. Es redondo, todo está en su sitio. Los personajes se relacionan, intercambian conocimientos , sensaciones. Bien.
    Aunque en determinados ambientes sociales, no sé muy bien por qué, los relatos acerca de uno mismo se hacen en tercera persona, tal vez en este caso tuviese más “mordida” el relato de la historia del abuelo refiriéndose a sí mismo en preimera persona, ta como lo hace su nieto.
    Naturlmente ya sabes que eso es EMDO y el relato desde luego es tuyo 😉
    Gracias por ofrecerlo. Un abrazo

    Escrito el 22 febrero 2018 a las 17:17
  19. 19. Patricia Redondo dice:

    Muy bueno el relato María , y muy bien dibujados los dos personajes. En especial el del niño.

    Esto es una genialidad:
    —Es una palabra o expresión que se dice en lugar de otra para que resulte más suave, por ejemplo “me estremezco de pasión pensando en tus ojos amorosos” …
    —Y en lo que piensa de verdad es en sus tetas y en meterle mano, ¿verdad abuelo?…

    Con esto muestras toda la picardía de un crío de 12 años y en que empieza a poner la cabeza 🙂

    El final enternecedor. Me ha gustado mucho.

    No me busques, llevo dos meses de sequía creativa , no sé porqué..

    Saludos

    Escrito el 23 febrero 2018 a las 10:34
  20. 20. cesar henen dice:

    ¡Hola Mari kermison!

    Coincido con isan al resultar un tanto confuso la forma de expresarse del abuelo sobre sí mismo en tercera persona y el narrador, aun así no deja de ser un buen relato con cierta picardía por parte de ese joven.

    ¡Saludos!

    Escrito el 25 febrero 2018 a las 00:08
  21. 21. Laura dice:

    Hola María.
    Tal vez es algo extraño la forma en que dialogan el abuelo y su nieto.
    El abuelo no presenta la cárcel como algo peligroso, no creo que haya punto de comparación entre un campamento recreativo y una cárcel,pero es tu relato, es la idea que tal vez interpreto mal.
    Me resulta totalmente claro el asunto de las cruces.Los niños de aquí las suelen usar ( No así exactamente ,pero con un significado semejante).
    Desde lo formal, no tengo nada que señalar.
    Nos encontramos en marzo.

    Escrito el 26 febrero 2018 a las 11:36
  22. Hola María.

    Un gran ejercicio el que nos propones este mes. Nos vas llevando de la mano a través de una historia que se adapta, que va evolucionando con las necesidades del receptor. Tan real como la vida misma.
    Un juego de diálogos muy bien trabajados, con la dosis justa de realidad entre un abuelo y su nieto. Aunque, lo de Jopé en un niño de doce años no se yo… jejeje. En el patio del colegio aprenden mucho, aunque sí que es verdad que igual se contiene estando en casa…

    Por decirte algo que te pueda ayuda, esta frase:

    “Por enésima vez Damián le formulaba la pregunta que él ya había respondido tantas veces como años tenía su nieto, que no eran pocos, porque acababa de cumplir doce.”

    Creo que podías haberla redactado mejor. Me parece muy larga y algo liosa para estar tan al principio. Yo creo que las primeras líneas son esenciales para atrapar al lector y que no sienta deseos de abandonar, sobre todo por falta de claridad en las frases. Por eso yo me decanto (otra cosa es que lo consiga) por empezar con frases simples que sitúen al lector de manera inmediata en el lugar y con la compañía que a mí me interesa.

    Nos seguimos leyendo.

    Un fuerte abrazo.

    Escrito el 28 febrero 2018 a las 13:16

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