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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El poeta - por R.J. Esperanza Pardo

Como cada noche, su madre la arropa, la besa, le dice aquello que a Noa tanto le gusta escuchar.
Desde siempre, desde que tiene memoria, su madre le desea buenas noches, apaga la luz, cierra la puerta, y, a oscuras, Noa pregunta:
¿Dónde van los colores, Kat?
Pero Noa pronto se olvida del rosa, del amarillo, de su turquesa favorito, pues, como cada noche, en ese cuarto oscuro, ocurren cosas que…

Pero, quizás, antes debería explicar que Kat no es un simple gatito de peluche con quien Noa duerme cada noche. Sí, antes deberíais saber que Kat es uno de esos pocos amigos con quien Noa comparte todos sus sueños.

Y así, a oscuras en su almohada, Noa y Kat dibujan sobre fondo negro persiguiendo mil lucecitas doradas que vuelan lentamente al compás.
¡Elefantes, jirafas, ranas y serpientes!
¡No se dejan atrapar, Kat! ¿Dónde van?
Donde van los colores, Noa. Allí van.
Y ahora, atentos a escuchar el silbido del tren que nunca termina de llegar. ¡Es tan extraño! Se repite, noche tras noche, en el preciso instante en que Noa empieza a soñar…

***

Sin embargo, aquella noche, bien entrada la noche, ocurrió algo esperpéntico, inaudito, inesperado…
Noa se tapó hasta el último pelo, arrugó los ojos, e inmóvil, esperó.
¿Noa? ¡Las pesadillas no son verdad!
Noa buscó a Kat. Acarició su almohada, se sumergió entre las sábanas, asomó los deditos, rozó el suelo…
¿Dónde estás, Kat?
Sin Kat imposible dormir, siquiera pensar.
Noa, no llores … Solo hay una forma de encontrar a Kat.
Pero Noa pensó, salió de su alcoba, pulsó el interruptor. Todo estaba en su sitio: el agua con sus burbujas, las muñecas, los cuentos… pero ni rastro de Kat.
Armada de valor, con un nudo en la garganta, Noa se aventuró por el interminable pasillo negro.
Mamá… ¿Y Kat?
Duerme, Noa…

Aquí, ahora, es cuando comienza realmente la gran aventura de la pequeña y valiente Noa. Pues, por si alguien no lo sabe, solo quien se enfrenta a sus miedos puede llegar a ser un valiente. Y lo que más temía en el mundo Noa era estar sola en la oscuridad.
Veloz como el rayo, se vistió de india cherokee: zapatillas piel de oso, flechas, arco a la espalda, pluma en la frente y, en la cara: ¡pintura de guerra!
Sonrió satisfecha de su aspecto.
¡Voy a rescatarte Kat!
Salió de su cuarto linterna Hello Kitty en mano. No podía tropezar, hacer el menor ruido. Era una misión peligrosa, altamente secreta.
Registró cocina, despensa, salón… Nada, ni rastro de Kat.
Desesperada, corrió hacia la puerta y dio vueltas al pestillo y…
¡Ooohhhh!
La Luna Roja la miraba con una sonrisa inmensa. Las estrellas se acercaron a verla. Noa se sintió protegida por el cálido aire azul. Adivinaba en la noche los colores de las flores: el azul de las hortensias, el magenta de las rosas, el blanco jazmín.
Mariposas, buganvillas: ¿Estáis despiertas? ¿Veis a Kat por aquí? ¿Luna? ¿Lo viste salir?
Noa siguió el caminito blanco. Saludó a los enanitos de piedra. Se sentó en su columpio, y comenzó a subir y subir… Era fantástico estar allí. En penumbra, en silencio, sola, y sin embargo sin temor… Podía escuchar el susurro de la brisa, deslizarse el aroma del jazmín… Y pensó que aquella noche las sensaciones parecían más intensas.
De pronto se percató de algo insólito: ¿Por qué Poeta, su gata, no había salido aún a chocar hocico con hocico, a frotarse entre sus piernas? Estaba muy confusa, no solo por lo que pasaba sino también por lo que no pasaba. Entonces saltó del columpio, saludó educadamente a los enanitos, se apresuró por el césped, y llegó, sin aire a provocar un estruendo al accionar el mecanismo del portón del garaje. Allí no entraba un rayo de luna. Noa encendió la linterna y…
¡Poeta!
Pero Poeta, entre el estruendo, entre que solo veía una sombra y aquella luz cegadora, se erizó como un erizo de mar prehistórico, y bufó: FSHHSSHHFFF…. Y Noa enmudeció.
¡Kat estaba acostado junto a Poeta y siete gatitos recién nacidos!

Una cosa… ¿Mencioné ya que Kat es un peluche con muchísimas greñas naranjas, amarillas, verdes, azules, índigo y violeta? ¡Imaginaos! Esa misma noche, Poeta tuvo siete gatitos cada cual de un color. ¿Los adivináis? ¡Sí! ¡Acurrucados formaban un hermoso arcoíris!
No miento: en las noches de Luna Roja, el aire se llena de magia. Aquella noche, Kat se enamoró de Poeta, pero escribió para Noa siete preciosos poemas de amor.

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26 comentarios

  1. 1. Javier López dice:

    Hola, RJ.
    Este mes no participo, pero si que sigo a mis habituales que si que habéis tenido algo que decir.
    Me ha gustado la forma de soñar que tiene la niña. Ha sido una mezcla entre Alicia en el país de las maravillas y Donde viven los monstruos. Todo un derroche de imaginación.
    Únicamente mencionarte en el plano técnico, empiezas con “su madre la arropa, la besa, le dice aquello que..” y me ha chirriado el uso del “la” y el “le”, que igual es correcto, nunca me aclaro, pero no se si está bien empleado. Yo creo que todos debían ser “le” por ser ella el objeto directo. Perdón si estoy equivocado.
    Un saludo.
    Nos leemos.

    Escrito el 16 febrero 2018 a las 14:05
  2. 2. Menta dice:

    Buenas noches R.J. Esperanza Pardo: Me ha gustado mucho tu relato. Como describes la superación del miedo, el paseo por el jardín, los colores de los gatitos. Es precioso.

    Enhorabuena. Un saludo, Menta

    Escrito el 16 febrero 2018 a las 23:26
  3. 3. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Hola, Javier, Hola Menta

    Me alegra mucho que os haya gustado a los dos, y, Javier, gracias por pasarte a pesar del descanso de este mes.
    Yo advierto: éste es un cuento “para niños”. Pero hace poco leí esto otro: “Un relato para niños también debe saber hallar el camino del corazón adulto y hablar al niño que vive en nosotros.Todos los buenos relatos de este género son dignos de ser leídos a cualquiera altura de la vida. En cambio, los libros exclusivos “para niños” suelen constituir una literatura boba y mediocre, que parte del error de suponer estúpidos a los niños y que por eso no resiste la lectura adulta.En suma, que los relatos no se dividen en “para niños” y “para adultos” sino en buena y mala literatura” (‘Poder y magia del cuento infantil’, de Linda Volosky).

    Y te aseguro que no fue un sueño lo que ocurrió aquella noche. Noa se despertó en mitad de la noche y lo demás fue por culpa de la Luna Roja.

    Lo del aspecto técnico: Yo también tiendo a ser leísta (es complicado porque es regional), pero está bien como está, depende, como dices, de si es CD o CI, pero precisamente en los dos casos que he puesto “la” funciona como CD y es por eso (no al contrario). El problema es determinar si es CD o CI:

    * “besarla”, mira: http://lema.rae.es/dpd/srv/search?id=7XgwlfRXID6vb72Fcn
    * Aquí vienen los dos casos: http://lema.rae.es/dpd/srv/search?key=arrebato
    * https://www.fundeu.es/recomendacion/leismo-laismo-y-loismo-claves/

    Un saludo y gracias.

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 12:13
  4. 4. Earendil dice:

    Hola, R.J.
    Como siempre, un derroche de imaginación por tu parte. He leído tu cuento dos veces. Te doy la razón en que los cuentos no son solo para niños o para adultos, pero yo, con mi retorcida mente, me he perdido un poco. Ya sabes que me gusta adentrarme en lo onírico, y que me interesa lo misterioso y fantástico, pero he querido buscar algo a lo que aferrarme en tu cuento. He llegado a la conclusión que Kat es un minino de verdad, queda patente en este párrafo: “Pero, quizás, antes debería explicar que Kat no es un simple gatito de peluche con quien Noa duerme cada noche. Sí, antes deberíais saber que Kat es uno de esos pocos amigos con quien Noa comparte todos sus sueños.”
    Está claro que le quiero buscar cinco pies al gato (je, je, nunca mejor dicho) y quiero convencerme que, tras tu mensaje de superación de los miedos personales, se esconde el amor por los animales que, en este caso, la niña tiene tan idealizado a su gato que lo considera fantástico y especial, sin llegar a pensar en su mundana naturaleza.
    Tal vez tu cuento no tenga que ver nada con lo que yo he dicho, pero acabo de visitar otro texto donde comentábamos que cada lector saca sus propias conclusiones de lo leído, y en este caso, yo lo veo así. La protagonista, no solo supera su miedo a la oscuridad. En la misma aventura, descubre la verdadera naturaleza de su acompañante incondicional, que resulta ser de carne y hueso.
    En la parte formal, una repetición que podrías subsanar:
    * “Sin embargo, aquella noche, bien entrada la noche, ocurrió algo esperpéntico, inaudito, inesperado…”___repites noche muy seguido.
    Como siempre, he disfrutado gratamente de tu relato.
    Espero que nos leamos pronto. Un saludo

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 18:48
  5. 5. Luis Ponce dice:

    Hola R.J.:
    Aprecio mucho tu relato y estoy de acuerdo: no se puede dividir entre literatura para niños o adultos. Hay muchos relatos para adultos que son mala literatura y hay como el tuyo magníficos relatos para niños, que nos llegan a lo más profundo, porque siempre seremos niños.
    Me ha gustado mucho, está bien escrito y rescata un tipo de literatura necesaria: bien escrita, porque si no les enseñamos a los niños a diferenciar desde pequeños lo bueno de lo malo, terminarán leyendo la prensa.
    Saludos.

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 19:20
  6. 6. Don Kendall dice:

    Hola R.J. Esperanza Pardo,
    Me gustó mucho este cuento. Casi me parecería ¡magnífico!, si no fuese por un par de cosas, que con tu permiso te comento, como siempre EMDO:
    1 – Lo del cuento de niños, no digo nada porque ¡toma ya! te lo dices a ti misma en un comentario.
    2 – Lo anterior implica una cosa, que no es necesario hablarles a los niños, ni a los adultos por supuesto, como si tuviesen un retardo psicomotor. Las cosas se dicen y ya está. En ese sentido la frase Pues, por si alguien no lo sabe, solo quien se enfrenta a sus miedos puede llegar a ser un valiente. Y está de más y lo único que aporta es una intromisión de la autora en plan de animadora cultural cuenta cuentos.
    3 – En línea con lo anterior la frase Una cosa… ¿Mencioné ya que Kat es un peluche con muchísimas greñas naranjas, amarillas, verdes, azules, índigo y violeta? tal vez estuviese mejor al principio aprovechando las explicaciones de Kat.
    En general, me parece un magnífico relato ahogado en momentos por una voz narrativa entrometida en ocasiones, con el pretexto de “explicar” a los niños ¡ y a los adultos! cosas que se pueden mostrar y de hecho se muestran : Ejemplo Sonrió satisfecha de su aspecto.
    Resumen, una delicia de texto, que tal vez merezca darle dos vueltas para evitar un excesivo toque de “dulce de leche”.
    Gracias por este aporte , y un abrazo

    Escrito el 17 febrero 2018 a las 20:13
  7. 7. Charola dice:

    Hola, R.J.

    Qué derroche de imaginación. Me gustó.

    Lo único que me chirrió fue que algunas veces pasas de un narrador en tercera persona a segunda: “Sí, antes deberíais saber que Kat es uno de esos pocos amigos con quien Noa comparte todos sus sueños” y también en primera persona: Una cosa… ¿Mencioné ya que Kat es un peluche con muchísimas… No sé si está bien. Solo lo menciono porque me pareció raro.

    -En este párrafo hay cacofonía: se erizó como un erizo. Quizás se irguió o encrespó.

    Felicitaciones. Un abrazo.

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 08:44
  8. 8. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Hola, Earendil

    Gracias por adelantarte, siempre igual jjj. El cuento original ocupa más del doble así que con tanto recorte es normal que necesitaras un agarradero. Pero solo hay que preguntarse: ¿POR QUÉ vence Noa el miedo? ¿Qué hace durante toda la segunda mitad del relato? El tema secundario es la superación del miedo, pero el verdadero tema es el motivo que le empuja a vencerlo, y éste es la amistad. La amistad está por encima de todo, incluso de su mayor miedo. El desencadenante es la desaparición de Kat, es por eso que se lanza a la aventura “¡Voy a rescatarte, Kat!”. Da igual si lo interpretas como que es un minino real, cierto es que no es un simple peluche, sino uno de esos que, aunque estén rotos o sean más feos que todos los demás, los niños los eligen como su amuleto para desconectarse del mundo conocido y adentrarse en la oscuridad. La que sí que está viva es su gata Poeta, y, bueno, el desenlace es pura fantasía 😉 Y bueno, este cuento también es un amuleto para mí (es mi primogénito), hace cinco o seis años lo publicó el ayuntamiento de mi ciudad (con todos los fallos que tenía y sigue teniendo). ¿Pero qué hay perfecto? Si la perfección existiese el arte no existiría. Con él me despido del taller.
    Un saludo y un abrazo literario.

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 13:38
  9. 9. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Hola, Luis Ponce:
    Un honor que te pases por aquí, me encanta que te guste, eres muy amable. Me pasaré por tu relato, aunque vaya como las tortugas. Saludos

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 13:40
  10. 10. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Hola, Don

    Gracias por estar ahí. Me alegra mucho que te haya gustado mucho valga la redundancia, y que te haya parecido “casi ¡magnífico!” jjjj No las tenía todas conmigo con este “dulce de leche”. Ya sé que es un narrador muy omnisciente, incluso de ese tipo de cuentacuentos a la antigua usanza, pero fue el primer cuento que escribí para mis hijas pequeñas allá por el pleistoceno (hará 5-6 años pero mejor no hacer operaciones), A ellas les encantó, quizás sea por eso que no solo haya mantenido al narrador de entonces sino que lo he reforzado más porque me hacía gracia 🙂 Así que ni corta ni perezosa suprimí todas las acotaciones del narrador que tenía en el original y ahora el narrador se dirige de tú a tú a todo Dios: al lector, a Noa, a sí mismo con su despiste… Sé que no se lleva ahora este tipo de cuentos (ni cuando lo hice jjj), pero me gusta a veces no seguir la moda. Y no te quito la razón, que yo cuando lo leí para retocarlo dije ¿pero qué es esto? Puede que quite a ese meloso en el futuro.

    Me gusta tu sugerencia de la descripción física de Kat al comienzo, pero ¡750 palabras! Quise centrarme en el comienzo en describir la relación sentimental y reservar para el final el dato de que Kat tenía los colores del arcoíris para que no cupiera duda de su paternidad, no vaya a ser que en vez de gato nos salga rana.

    Un abrazo grande

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 13:50
  11. 11. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Hola, Charola

    Gracias por pasarte, me alegra que te gustara. Todo lo que dices es correcto, es evidente que el narrador se dirige a todos, las acotaciones están suprimidas, hay muchas rimas y seguro que más de una cacofonía, el narrador tiene su forma de hablar. La pregunta es si funciona aunque no siga las reglas.

    Un abrazo, muchas gracias!

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 13:53
  12. 12. Judith dice:

    Hola Esperanza,

    Me gustó mucho tu relato. Dos cosas hacen que me guste aún más: que se lo hayas escrito a tus hijos y el gran despliegue de fantasía que haces. Puedo imaginar a tus hijos viendo pasar las imágenes coloridas, sentir los sentimientos de Noa, vivenciar las aventuras de Kat y las de Noa buscándolo y enternecerse con la imagen de Kay, Poeta y sus coloridos hijitos. Me hubiera gustado tener este cuento para leerle a mis hijos.

    Felicitaciones! Estoy en el 137 por si quieres visitarme.

    Saludos.

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 17:20
  13. 13. isan dice:

    Hola R.J. Esperanza:

    ¡Qué bello cuento! Con cuanta ternura está contado. Me he imaginado que lo escribiste para tus hijas y que ellas lo recuerdan como si fuera ayer. Bueno, igual no tiene nada que ver, da igual. En cualquier caso me ha gustado tanto el estilo, la forma, como el fondo. Has omitido conscientemente rayas o comillas para diálogos y pensamientos y me ha parecido un acierto. Has ido describiendo con elegancia y sencillez lo que Noa iba haciendo, diciendo y pensando. Además has mostrado el camino para superar los miedos, por eso creo que es un magnífico cuento para unos niños. Me ha encantado.

    En el aspecto gramatical, por comentar un pequeño detalle. En “Noa, no llores …” se te han escapado por puntos suspensivos.

    Aprovecho para darte las gracias por el enlace a la canción de Mikel Laboa que pusiste en el comentario de mi relato. Me ha hecho ilusión. Es una versión con coro y orquesta a una bella canción.

    Después de escribir mi comentario, leo que comentas que, efectivamente, el cuento lo hiciste para tus hijas. No voy a borrar lo que ya he elaborado, pero me alegra haber acertado. Notaba que estaba hecho con una sensibilidad especial, difícil si no estás en situación.

    Hasta otra.

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 20:25
  14. 14. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Hola, Judith

    Qué bien que hayas venido y que te haya gustado. Me pasaré, aunque se acabe el mes yo llego, es que voy paso tortuga.

    Muchas gracias y un abrazo.

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 21:36
  15. 15. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Hola, Isan

    ¿Te ha hecho ilusión lo del enlace? A mí también el que nos hayas dado la oportunidad de disfrutar de esta canción que pone los pelos de punta. Estuve tentada de volver a escribir todo el comentario otra vez porque no salía con el dichoso enlace, pero al final no ha tardado tanto.
    Bueno, que me alegra mucho también que te haya gustado mi cuento, claro. Eso sí que me hace ilusión a mí. Y tienes razón que los sentimientos tienen que ver bastante con la etapa en la que se está viviendo, pero sobre todo yo creo que los escritores tenemos cosas en común: la empatía y la humildad para situarte en el lugar de otras personas, que conlleva creo yo a no emitir juicios de valor sino mostrar todas las caras de la moneda, y perseverancia sobre todo, en fin, mil cosas. Pero hace poco leí en un libro de escritura de ficción (por cierto del que te dejé un enlace hace un par de escenas y no sé si lo viste, fue en la entrada de María Jesús, y dirigía a las primeras páginas del libro “El arte de la ficción” de John Gardner). Bueno, pues este escritor y profesor que falleció dice en este libro que a los ocho años ya hemos vivido todos los sentimientos buenos y malos posibles para poder dedicarnos a escribir ficción, ¿será posible? Que no es necesario irse a África para tener material con el que escribir, solo necesitamos la propia experiencia y leer y leer y leer. Esto último es precisamente lo que a mí me falta.

    Hasta otra, un abrazo literario

    Escrito el 18 febrero 2018 a las 21:41
  16. 16. Yoli L dice:

    Hola R.J Esperanza

    Me ha fascinado tu propuesta de este mes (cuento infantil), muy lleno de imágenes, fantasía, ternura y hasta psicología.

    He leído tus comentarios de respuesta y coincido cuando dices: ¿Pero qué hay perfecto? Si la perfección existiese el arte no existiría.

    Claro que tenemos que entender que aquí estamos en un taller para escribir en cuanto a forma y gramática de la mejor manera y por ello agradecemos los consejos de los compañeros, sin embargo, si leemos un cuento lleno de fallos, cacofonías y demás, a personas que no saben nada de literatura, les parecerá que somos grandes escritores, por lo que sí funciona aunque no se sigan las reglas:) 🙂 🙂

    Hoy justamente me invitaron a un curso de cuentistas y como es de Narrador oral escénico para niños y adultos mayores, la gracia está en repetir algunas palabras, cacofonías, rimas y todo eso que no se ve bien en lo escrito.

    Así que, cada cual exponga su cuento, según donde asista, es mi parecer.

    Espero haberme dado a entender 🙂

    Gracias por permitirme aprender con tu historia, por si me quieres visitar estoy en el #13 La poetisa https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-51/9300

    ¡Saludos!

    (¯`•¸•´¯)YOLI(¯`•¸•´¯)

    Escrito el 19 febrero 2018 a las 23:41
  17. 17. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Hola, Yoli L.

    Gracias por pasarte, me alegra que te haya gustado. Los cuentos para niños pequeños tienen mucha melodía, colorido y musicalidad; a ellos les gustan las repeticiones, les hace gracia que se caiga un payaso y gesticule aparatosamente. Lo que tengo muy interiorizado es que un relato se debe apropiar AL PÚBLICO AL QUE VA DIRIGIDO, NO AL PÚBLICO DONDE SE EXPONE EL CUENTO, que en este caso es el taller, así también podemos aprender no solo de sintaxis, podemos ir un poco más “allá” y disfrutar de esa música, que en mi oído no suenan a cacofonías ni repeticiones (para otros quizás sí). Y a fin de cuentas, a los niños les leen los cuentos los mayores, y muchas veces éstos interpretan la lectura como un narrador oral escénico, como dices.

    Fíjate cuántas “cacofonías” hay en este poema de nuestra gran Gloria Fuertes. ¿La conoces?

    Parejas
    Cada abeja con su pareja.
    Cada pato con su pata.
    Cada loco con su tema.
    Cada tomo con su tapa.
    Cada tipo con su tipa.
    Cada pito con su flauta.
    Cada foco con su foca.
    Cada plato con su taza.
    Cada río con su ría.
    Cada gato con su gata.
    Cada lluvia con su nube.
    Cada nube con su agua.
    Cada niño con su niña.
    Cada piñón con su piña.
    Cada noche con su alba.”

    A mí me encanta. Un abrazo literario

    Escrito el 20 febrero 2018 a las 10:00
  18. 18. Osvaldo Vela dice:

    Hola R.J. Pardo.

    Wow, wow, wow…

    Vaya derroche de imaginación de colorido y de buena escritura.

    Wow, wow, wow.

    estoy en el 143.

    Escrito el 20 febrero 2018 a las 15:24
  19. 19. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Hola, Osvaldo! Me ha hecho mucha gracia tu comentario, cada vez que lo leo me río!!
    Ya sabes que soy tortuga pero llegaré con gusto a tu relato. Un saludo afectuoso

    Escrito el 21 febrero 2018 a las 16:11
  20. 20. marazul dice:

    Hola R.J Esperanza Pardo
    Lo primero felicitarte por tan hermoso relato. Desde mi punto de vista la forma que empleas es la adecuada para contárselo a un niño. Es verdad que a los niños no hay que hablarles como si fuesen “tontos”, totalmente de acuerdo. Pero a ellos les gusta un poco el teatro y el hecho de que el narrador a veces “meta sus coletillas” les divierte.
    Me gusta mucho la ambientación que le das al cuarto infantil, lleno de color y de juguetes. También creo que has captado muy bien el mundo interior de la niña, con sus miedos y el apego a su peluche.
    En esta ocasión las dos nos hemos acordado de la poeta Gloria Fuertes, a la que yo también he admirado. Creo que es única en su estilo y en ella me he inspirado este mes, como tú ya sabes.
    Me ha encantado leerte R.J
    Un abrazo

    Escrito el 23 febrero 2018 a las 21:33
  21. 21. Pilar dice:

    Hola!
    He llegado muy tarde y ya todo te lo han dicho… no me queda nada por añadir porque, conforme iba leyendo me anotaba cosas que comentarte, lo del cambio de narrador por ejemplo, pero ya charola te lo indicó y tu lo aclaraste.
    Me queda demostrarte mi admiración no solo por tu gracia al escribir sino por todo lo que aportas en los comentarios.
    Enhorabuena y hasta pronto!!

    Escrito el 25 febrero 2018 a las 00:20
  22. 22. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Gracias, Marazul y Pilar. Sois muy amables. Voy a echar de menos este taller.
    Un doble abrazo

    Escrito el 25 febrero 2018 a las 14:26
  23. 23. Simón Martín dice:

    Hola R.J. Esperanza:

    Muy llamativa tu historia que no escatima en lo más mínimo la inventiva y la fantasía. Enhorabuena. Claro que aquello se explica sobre todo en que fue escrito pensando en tus hijas. No podía ser de otra manera. Por otro lado, es cierto el problema de la extensión de los relatos, que todos al parecer lo sufrimos, en ese caso, ¿qué tal si eliminas el primer párrafo? Me da la impresión de que no pierde nada tu historia. Aunque puedo estar equivocado. Por lo demás, sigue con tu dechado de fantasía. Nos vemos en el próximo reto.

    Escrito el 26 febrero 2018 a las 03:04
  24. 24. Laura dice:

    Hola R.J.Esperanza.
    Me parece grandioso que hayas escrito un cuento infantil. Me ha encantado el final, totalmente inesperado,pero coincido con varios detalles en cuanto a lo formal de quienes me preceden.
    Me imagino a la pequeña valiente decidida a salvar a su gatito.
    Cuida los detalles formales y tendrás un gran cuento infantil.

    Nos encontramos en marzo.

    Escrito el 28 febrero 2018 a las 11:12
  25. 25. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Agradecer a mis dos últimos comentaristas: Simón Martín y Laura.
    Un cordial saludo

    Escrito el 28 febrero 2018 a las 12:00
  26. 26. Vespasiano dice:

    Hola Esperanza:

    Aunque tarde, por motivos personales, llego a ese estupendo cuento que he seguido en la oscuridad de la noche, y he acompañado expectante y sobrecogido la angustia de Noa.

    Con relación a la “Luna Roja”, creo que quisiste hacer mención a que los hechos narrados se produjeron en una noche de eclipse de luna, para añadirle aún más misterio a la escena.

    También debo decirte que me ha chocado un poco el nombre de la gata. En mi modesta opinión me parece que quedaría mejor llamarla “Poetisa”.

    Personalmente te agradezco la entrada que has puesto en el relato de Isan dándome la oportunidad de conocer la bellísima e impresionante canción de Mikel Laboa.

    Me ha hecho recordar la emoción que sentí, cuando asistí a las fiestas locales de una aldea próxima a Deba en el país vasco. Allí en medio de aquel bosque casi mágico, viendo las danzas, y escuchando la música y las canciones en vascuence, aún si entender lo que decían, me conmovieron profundamente. Y es que la música cuando es buena, emociona, une y rompe barreras.

    Felicidades.

    Escrito el 8 marzo 2018 a las 20:24

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