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Basado en un hecho real - por María Jesús
La mañana que le comunicaron el fallecimiento de su hijo mayor en accidente, el corazón de Javier estalló. Cayó, hincando sus rodillas en el suelo mientras un alarido de dolor salió de su garganta sobrecogiendo a toda la vecindad. En ese momento su cabeza también se bloqueó, perdida entre un complejo laberinto de recuerdos inconexos que le dejarían para siempre vagando en un mundo indescifrable.
La vida, a veces cruel, dio pasaporte a la eternidad a los dos hijos de Javier en el breve espacio de siete años. Miguel, el pequeño ardió como una antorcha dentro del vehículo cuando impactó de frente con otro; una curva segó la vida del joven de tan solo veintiún años. Con esa tragedia el corazón de Javier recibió la primera estocada, provocando una herida incurable. Y ahora el otro, con el que compartía no solo el nombre, también trabajo y aficiones, entre ellas las motos. Y fue esa afición la que le arrancó la vida, a los treinta y tres años, llevándose también la cordura de su padre.
― ¡Manoliiiiiii! ¿Cuándo va a venir Javi a recoger a Lucía?
La casa, desde aquel día parecía la tumba de los dos chicos, silenciosa y oscura, por eso la voz atronadora de Javier, hizo que su mujer diese un respingo. La nieta, que desde el accidente de su padre pasaba muchas horas en casa de los abuelos, miró desconcertada a Manoli. Incluso “Pergamino”, el perro de la familia que en esos momentos dormitaba a los pies de su amo, se había levantado y gemía compungido.
Javier, que llevaba semanas sentado en un sillón con la mirada fija en un horizonte que solo parecía ver él, sin decir una sola palabra y con su preocupada mujer pendiente de su marido en todo momento, acababa de volver a la vida de repente.
― ¡Ya es hora de que este chico recoja a su hija! ¿Acaso pretende que se la criemos nosotros? Llámale anda y dile que se comporte como un padre responsable.
Javier se había puesto de pie e increpaba a su mujer cargado de razón, mientras Manoli y Lucía asistían a la escena impotentes.
―Sí, sí, ahora le llamo, tienes razón, Lucía ya tendría que estar en su casa cenando.
Tras este episodio Javier volvió a su estado de postración, en ese olvido forzoso y cruel para aquellos que le conocían y querían.
Quizá era mejor así, quizá Javier se había ido a un mundo donde sus hijos hablaban con él, donde le hacían partícipe de sus cosas y ponían a prueba su paciencia con pequeñas irresponsabilidades, como retrasarse a la hora de recoger a la niña. Manoli, en cambio, permanecía anclada en la realidad, ella no había tenido la suerte de su marido que parecía haber huido a ese limbo donde sus dos únicos hijos estaban vivos y felices, donde llegaban cada noche a casa y hacían planes de futuro. Donde simplemente vivían.
Hola María Jesús. Las tragedias, que van en contra de lo natural a la vida, rompen almas y desquebrajan voluntades.
Tu texto llega profundo por ser historia de vida y como escritora, tú lo plasmas con la crudeza de lo sucedido.
un escrito muy bien expuesto que hace llegar el mensaje claro.
Te felicito y nos seguimos leyendo. Me apabulló la historia pero me llenó y me gustó por lo claro.
Hola María Jesús:
Bueno tu relato me ha enganchado y emocionado desde el primer momento, te felicito por crear ese ambiente de tristeza y dureza de la vida.
Solo un consejo intenta crear párrafos independientes para que la historia sea más clara, la estructura del relato puede llevar a abrumar al lector.
Un beso! Buen trabajo! Nos leemos!
Hola tocaya, qué triste historia la que cuentas. Me ha conmovido. Es un texto tranquilo que, sin embargo, habla de la desesperación. En cuanto al aspecto formal no he visto nada especial. Enhorabuena, nos leemos. Un abrazo.
Hola Maria Jesús:
Buen relato, sentimental, bien escrito y muy real. Yo he pasado por ello. Perdi a mi hija mayor por culpa del cancer con 22 años, hace 20 ya.
Gracias. Nos leemos. Saludos
Hola María Jesús.
Un relato muy interesante. Comprendo perfectamente que el padre se haya alejado de la realidad. Cada uno lleva las penas como puede, no como quiere. Muy bien llevado tando desde elcontenido como desde lo formal.
Saludos.
Hasta la pròxima propuesta.
Hola Mª Jesús.
En primer lugar, muchas gracias por tu visita y comentario a mi relato.
En cuanto al tuyo, me ha emocionado mucho y lo he sentido muy real. Me ha llegado y eso es mérito de tu forma de escribir.
Seguimos leyéndonos
Hola Mª Jesús:
Como dices en el titulo, real y duro como es la vida. Nadie se salva.
Me ha gustado y se lee de un tirón.
En cuanto a la forma, quitaría “cayó” porque sigue a “estalló” y escribiría: “Hincó sus rodillas…”
En mi opinión podías dar una vuelta a este párrafo: “Javier, que llevaba…” porque es un poco lioso.
He visto que faltan algunas comas: “Miguel, el pequeño, …”
“La casa, desde aquel día,…”
¡Buen trabajo! Nos leemos.
Saludos.
hola María Jesús, leí tu relato es muy triste por cierto, deja un sabor amargo. Pero reconozco que la vida es así, tu has sabido relatar los hechos sin quitarles la real dimensión, mostrando el rostro desnudo de la tragedia.
Saludos, estoy en el 98, por si deseas pasar
Hola
Es muy bonito y emocionante, con una tristeza anclada en en el mundo real, como vemos al final cuando la mujer quisiera poder evadirse como su pareja. Algunas frases muy buenas como da de los “recursos inconexos en un mundo indescifrable”
Saludos!
Perdón: “recuerdos inconexos”
Te golpea el corazón , que es lo que más valoro , que conmueva. Y este lo hace , y mucho, y sin cursiladas ni caer en la lagrima fácil. honesto , directo y bien llevado. Por poner un pero el final un poco sobreexplicado, para mi gusto. Pero no desmerece un buen relato. Enhorabuena.
Te golpea el corazón , que es lo que más valoro , que conmueva. Y este lo hace , y mucho, y sin cursiladas ni caer en la lagrima fácil. honesto , directo y bien llevado. Por poner un pero el final un poco sobreexplicado, para mi gusto. Pero no desmerece un buen relato. Enhorabuena.
Hola Mª Jesús. Me ha parecido un texto redondo, bien construido, sensible sin caer en los tópicos, capaz de expresar esas sensaciones que se producen cuando acontece la pérdida de un ser querido. Un muy buen relato, en suma.
Hola María Jesús,
me ha dejado un poco sin palabras. Golpea dentro, como han dicho los compañeros. Me ha gustado, porque me ha emocionado. Y las lecturas buenas, al menos por mi parte, son las que emocionan. Y es dificil no caer en ser demasiado sensiblero a la hora de contarlo, y tú lo has hecho bien. Te iba a decir que se notaba de qué hablabas, y ahora leo el título de nuevo.
Por lo demás, en lo formal está muy bien escrito y con buen uso del vocabulario.
No ha habido sombreros en tu relato, pero levanto el mío, chapeau.
Saludos
Hola María Jesús:
Un relato breve pero impactante, nunca mejor dicho, si me permites la gracia.
Tal vez el título no me gusta tanto porque los relatos pueden ser o no basados en hechos reales o inventados. Mi relato, que es del estilo de este en cuanto a tragedia continua, puede ser real o no. Quiero decir que decir eso no le da más valor.
Un detalle curioso: he visto que unas las palabras pasaporte y laberinto y horizonte con el mismo sentido que lo he hecho yo.
Me ha gustado mucho en fondo y forma. Bien escrito, los diálogos muy oportunos, lenguaje y ritmo perfectos.
Ha sido un placer.
Hola, María Jesús
Te agradezco tu visita a mi texto y pido disculpas por haber tardado tanto en visitar el tuyo.
Partiendo del título, lo he leído con cierta congoja y opino que lo has narrado con el dramatismo justo, sin caer en un exceso de sentimentalismo. Con equilibrio entre la dura situación de esta familia y el dolor que provoca en el
lector. Me ha gustado mucho como lo desarrollado, en especial esta frase: «En ese momento su cabeza también se bloqueó, perdida entre un complejo laberinto de recuerdos inconexos.». Creo que es el resumen perfecto del estado en que quedó Javier.
Si me permites, te hago unas sugerencias, que puedes no tomar en cuenta:
*Aquí podrías omitir «su marido», no quedaría tan redundante, porque es obvio que a quien cuida es a él, y no perdería sentido:
«con su preocupada mujer pendiente de su marido en todo momento».
*Al final de esta frase, dos puntos, como ejemplo de lo que a veces le ocurría y describes en un diálogo:
«llevándose también la cordura de su padre:
― ¡Manoliiiiiii! ¿Cuándo va a venir Javi a recoger a Lucía?»
*Creo que el nombre del perro no tiene que ir entre comillas.
*Aunque sea un caso real, yo le habría puesto otro título y al final, si te sobran palabras, haría mención a ello.
Y ya está. Espero haberte ayudado y te felicito por tu trabajo que toca de lleno la fibra sensible.
Hasta el próximo reto!!
Hola a todos los que habéis tenido la deferencia de pasar por mi relato: agradezco vuestras buenas palabras y sugerencias que os aseguro no caen en saco roto. El titulo que he escogido, y al que habéis hecho referencia algunos, lo puse porque mi intención era hacer un homenaje a una familia en concreto que ha sufrido esta terrible tragedia, una familia muy querida en el pueblo donde vivo.Quería hacer constancia de que el suceso ocurrió en realidad. Lógicamente he cambiado los nombres. Lo que también me he inventado es la locura de Javier, en realidad, el auténtico protagonista no ha perdido la cabeza, pero si que pensó en el suicidio a raíz de la muerte del primer hijo.
Un saludo afectuoso. Nos vemos en el MUE de septiembre.
Un relato muy bueno, me ha encantado. Con una extensión breve has sido capaz de darle una fuerza brutal al texto. Felicidades.
Hola María Jesús.
¡Y otra vez lo has vuelto a hacer! ENHORABUENA, pedazo de relato…crudo, real, profundo, sin florituras, directo… DEMOLEDOR. Me ha encantado y has conseguido literalmente ponerme la carne de gallina, cosa que pocos, muy pocos relatos consiguen…¡GENIAL!
Me gustaría darte un pequeño consejo (creo que ya te lo han comentado)respecto a los párrafos; yo usaría la sangría francesa en el principio de cada uno de ellos, y además los separaría con doble espacio…así creo que, estructuralmente, quedaría mucho mejor…
Un saludo, tu “seguidor justiciero” ataca de nuevo, je je je… Siempre un placer leerte…