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El crucero - por Teresa Mateo Arenas

Web: http://TeresaMateo.Blogspot.com.es

Llegó la hora, se iba de crucero, revisó el equipaje por última vez, no faltaba nada, los nervios le atenazan el pecho, todo lo vivía con demasiada intensidad, al menos eso es lo que decía su cardiólogo, pero cuando se ha llevado una vida como la suya, haber resurgido de sus cenizas y poder vivir al límite era ver más allá del horizonte, no todo el mundo escapaba de una muerte segura como ella.
Cogió el pasaporte, las llaves, que estaban sobre la mesa, la maleta y salió camino al puerto, esperaba encontrar su barco entre todo aquel laberinto, estaba decidida a empezar una nueva vida. Llegó al puerto, subió al barco, miró si estaba el equipaje en su camarote y se fue a dar una vuelta por las instalaciones. Lo primero que le llamó la atención fue una tienda de sombreros, bueno, nada raro, iban al Caribe, allí el sol era muy fuerte, era aconsejable cubrirse la cabeza, entonces pensó que no le iría mal comprarse una pamela con un ala bien amplia que la protegiese.
Cuando entró en la tienda le pareció haber traspasado la barrera del tiempo, todo era tan, tan… no tenía ni idea de cómo calificar aquellos sombreros, parecían estar sacados de una novela de Agatha Christie, no servían para el sol, qué raro, pensó.
—¡Oiga! ¿Hay alguien? —preguntó.
Nadie salió a su encuentro, ¿me habré equivocado y esto es una exposición?, pensó, salió y volvió a mirar, ponía bien claro, Sombrerería Marie Celeste, un nombre bastante clásico, pero bueno, tenía su encanto, volvió a entrar, se dedicó a husmear en la tienda, estaba encantada, era como si estuviera en otra época, justo lo que a ella siempre la habría gustado, vivir en la época victoriana, cogió uno de los sombreros con sus tules y sus plumas, maravilloso, ¿por qué las mujeres ya no se adornaban con aquella elegancia?, pensaba.
No supo cuánto tiempo estuvo admirando sombreros, a cual le resultaba más estrafalario, perdió la noción, se sentía como en una casa de muñecas, todo era tan irreal, el mostrador parecía de finales del diecinueve por lo menos, la caja registradora era de las de manivela, ¿en serio? Ni siquiera parecía haber un ordenador, sonrió para sus adentros, lo han ambientado muy bien.
El estómago le empezó a sugerir que debía ingerir algún alimento, le gruñó como una gaita vieja, volvería en otro momento ya que no parecía haber nadie, sacó su móvil del bolso para mirar la hora, pero se debió haber quedado sin batería, era raro porque estaba al cien por cien, bueno ya la cargaría en el camarote, iría a la cafetería a comer algo y seguiría con su inspección, estaba pensando, cuando la luz empezó a fallar, por tres veces casi se apagó y cada vez que se recuperaba era con menos fuerza, la última parecía la luz de una bombilla de poca potencia, miró al foco y efectivamente era una bombilla incandescente, ¿desde cuándo en un sitio como aquel con las últimas tecnologías se usaban ese tipo de bombillas?. Hasta dónde llega la gente con la decoración, por favor, se decía, aunque en el fondo le gustó que recrearan de aquella manera tan fiel una tienda de sombreros de hacía más de un siglo.
Salió a cubierta, buscaba el bufé libre, en los reclamos publicitarios decían que contaba con excelente comida de picoteo, cosa que a ella le encantaba.
Lo que vio no tenía nada que ver con lo que había cuando entró, todo parecía mucho más pequeño, las personas parecían sacadas de una fiesta de disfraces, incluso el mar olía diferente, el sol había desaparecido, hacía frío y faltaban los cristales que resguardaban de salpicaduras los salones. Las señoras llevaban faldas largas, se la quedaban mirando como si fuera un bicho raro, aquellos shorts parecían sacados de lugar, pero era mediodía, la cena de gala era por la noche.
Una sirena empezó a sonar, los altavoces decían que se resguardasen en sus camarotes, un barco de la armada británica intentaba atacarles, el capitán pidió perdón pero estaban en zona de guerra, procuraría solucionar el problema de la mejor manera posible.

¡Últimas noticias!, rezaba el titular del periódico: El crucero denominado Sarete Mar ha desaparecido en las aguas del Atlántico, en el denominado Triángulo de las Bermudas, no se han encontrado restos de un posible naufragio, nada que pueda hacer sospechar que se haya podido hundir, solo han aparecido esparcidos por la superficie unos cuantos sombreros de la época victoriana…

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6 comentarios

  1. Hola Teresa.
    Jajaja, casi hemos coincidido en el relato, el mio es el 111. Bueno, el tuyo me ha gustado mucho, pero para mi gusto y siempre con animo de ayudar te comento.
    Veo la narración muy acelerada, frases muy cortas, rápidas y fáciles de leer, pero te agobia un poco, deberías introducir alguna mas lenta para dar un respiro. El final no me ha gustado, hubiera preferido llegar a un final donde realmente se encuentra en un barco mas antiguo que por un azar ha retrocedido en el tiempo a la vez que ella entraba en la tienda de los sombreros. Por lo demas es genial. Felicidades

    Escrito el 18 agosto 2018 a las 09:34
  2. 2. TERESA MATEO ARENAS dice:

    Gracias por tu recomendación, lo tendré en cuenta, me apena que no te gustase el final, en realidad al entrar en la tienda quise dar a entender que el barco entró en el triángulo de las Bermudas y fue transportada al Marie Celeste, el primer barco que se perdió en esa zona. Mi problema es que siempre se me queda corto el espacio, escribo y luego tengo que recortar. Espero mejorar en el próximo, voy a leer el tuyo.

    Escrito el 18 agosto 2018 a las 21:04
  3. 3. Carlos Ferreras dice:

    Hola Teresa,
    Me ha gustado el tipo de ambientes que describes, me has inmerso en ellos.
    El ritmo de la primera parte del relato me encanta, se lee muy bien.
    Empieza a volverse un poco “pantanoso” a partir de que le ruge el estómago…
    Enhorabuena por tu relato. Yo estoy en el 104, tras haberte leído, creo que te gustaría.
    Un saludo.

    Escrito el 19 agosto 2018 a las 10:07
  4. 4. Norelkis dice:

    ¡NO PUEDE SER!

    Me gustó, es mi quinto favorito, jaja.

    A mí también me extrañó la falta de gente que había en un principio, de hecho por un momento pensé que el barco se hundía y el personaje estaba demasiado ocupado mirando bobamente a su alrededor como para saber que iba a morir xD

    Aunque tampoco entendí por qué todas las mujeres llevaban faldas largas, pensé que sería algo más… Actual, qué sé yo. También pensé por un principio que ella estaba en una especie de barco de tiempo.

    Escrito el 23 agosto 2018 a las 21:24
  5. 5. Teresa Mateo Arenas dice:

    Carlos Ferreras, muchísimas gracias por leerme.
    Gracias por tu consejo, lo revisaré y lo tendré en cuenta para la próxima vez. Voy a leer el tuyo, un abrazo.

    Escrito el 24 agosto 2018 a las 12:35
  6. 6. Teresa Mateo Arenas dice:

    Norelkis, muchísimas gracias por leerme, en realidad lo que quise dar a entender era que al entrar en la tienda de sombreros el barco entra en el triángulo de las Bermudas y ella en realidad entra en el Marie Celeste, el primer barco que se perdió en la zona, jajaja, pero como siempre me quedo sin espacio y tengo que recortar medio relato, tendré en cuenta tus consejos, un abrazo, voy a leer el tuyo.

    Escrito el 24 agosto 2018 a las 12:41

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