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Tipo misterioso - por Emanuel V.
Era otro día más para Calvin en el trabajo, las vacaciones escolares estaban por terminar, no obstante aún se podía sentir en las calles esa vitalidad característica que los jóvenes solían darle al pueblo en los meses de verano. Las carcajadas de adolescentes risueños caminando despreocupados por la acera, los rin rin en las campanillas de bicicletas y uno que otro gorjeo matinal atravesaban las relucientes ventanas de la tienda, provocando una leve nostalgia al larguirucho muchacho. Él también, como cualquier chico de su edad, quería disfrutar plenamente los últimos días de febrero, pero en vez de las risas y ocio Calvin había invertido sabiamente su tiempo, laborando medio turno por casi más de tres meses en el negocio de su tío.
—Buen día jovencito —dijo Tobi, el contador del local, mientras se dirigía a paso ligero en dirección a la oficina administrativa.
—Buenas Don Tobi
— ¿Sabes si ya llegó Ernesto?
—No, todavía
—Ah ya… gracias —se escuchó el clic metálico de la llave en la cerradura acompañado de un ligero golpe al cerrar la puerta.
—Vaya que suerte tiene este gordinflón —dijo Calvin, pensando que ahora ya nadie le podía oír—.casi siempre llega tarde y se va antes de la hora, ¡Como quisiera trabajar…
Frenó de golpe su refunfuño al notar de reojo la presencia de alguien más.
—Buenos días señor —dijo el joven muchacho que se encontraba detrás de la caja registradora, con la mirada desviada al horizonte y un tenue rubor en las mejillas— ¿En qué le puedo ayudar?
—Estoy buscando un sombrero de copa alta, ¿Dónde lo encuentro? —dijo el sigiloso cliente, echando un vistazo de izquierda a derecha a la tienda.
Calvin vaciló por unos segundos y respondió —Vaya de frente hasta llegar al maniquí de sombrero rosa, luego gire a la izquierda, verá otro maniquí con atuendo de playa al final del pasillo, diríjase hacia allí, después volteé a la derecha y verá la sección que está buscando.
—Pero ¿Qué clase de laberinto es esto? —Exclamó el hombre de aspecto misterioso, yendo en dirección tal como le había indicado el larguirucho cajero.
Calvin meditó en las palabras de aquel advenedizo cliente, el joven asintió para sí mismo que tenía razón, hacía falta una adecuada señalización en la tienda de sombreros, tal vez le podría sugerir esa idea a su tío y ganarse un bono extra para su liquidación final. Por otro lado, le sorprendió el hecho de no percatarse cuando este entró por la puerta, aquel varón de apariencia reservada había ingresado sin ningún problema hasta situarse frente a él, como si hubiese aparecido de la nada.
— ¡Tengo lo que buscaba! —dijo sonriente el hombre de traje negro, mientras se acercaba al cajero
—Bien, me alegro por usted señor
— ¿Cuánto es?
—Permítame el sombrero por favor —lo volteó para encontrar la etiqueta con su respectivo precio. —Qué raro, no encuentro el precio, ¿De dónde lo sacó?
—De donde me indicaste jovencito
—Pudiera decirme ¿en cuál estante por favor?
—Sí, cómo no, mejor vamos hasta allí.
El joven dudó un momento salir del cajero por, pero a esa hora del día, no tenía clientela, aburrido de la monotonía, empujó la puerta… al llegar al pasillo final de la tienda, el señor de negro le mostró el estante donde procedía la pieza, uno tenía que ponerse de rodillas para apreciar los artículos. Calvin había ordenado la semana pasada nueva mercancía, pero no recordaba aquel tipo de sombrero, así que tuvo que revisar la etiqueta de otro sombrero parecido al que escogió el comprador.
—Hummmm… son 90$. —dijo Calvin
—Perfecto —respondió, mientras sacaba su cartera del bolsillo secreto del saco.
—Parece que solo tengo mi pasaporte, debí haber dejado el dinero en el cuarto donde me hospedo. Que te parece, si te pago el doble en la tarde, y me permites llevar el sombrero ahora, total, no estaba etiquetado ¿Qué dices jovencito? — y le hizo un guiño.
A Calvin, no le olía bien el trato que le propuso el extraño comprador, a pesar que nunca había sido timado, tenía varias historias de conocidos acerca de estafas, y la forma como operaban este tipo de personas, pero por alguna razón este tipo misterioso le generaba seguridad.
—Está bien —respondió el muchacho —Pero yo me quedo con el pasaporte hasta que usted regrese con el dinero.
Y de esa manera cerraron el trato, ignorando lo que deparaba el destino para Calvin.
Hay vida interior en el protagonista, que se nota mejor con sus acciones que describiendo. Me gustó que se generara la incertidumbre del final.
Me parece que el título no es fuerte, y que la historia no termina en nada. Imagino es un capítulo, pero igual creo que debería cerrar.
Mi relato es el#45
Hola Emanuel V.
Me gustó mucho la forma en que construyes el personaje de Calvin a lo largo de tu relato. Además logras darle el tono misterioso al extraño cliente.
El final queda totalmente abierto, tan abierto que sólo me parece bien si es un capítulo de una historia más larga o algo parecido.
En cuanto a la forma, los diálogos que incluyes le dan dinamismo al relato y hacen la lectura muy fluida.
Saludos!
Hola Emanuel V. Gracias por tu comentario en mi relato 🙂
Tu relato me gusto, tiene un final abierto que me deja con ganas de saber que le pasara a Calvin. ese es un personaje muy bien hecho, pero quizás te enfocaste tanto en el que lo demás quedo en segundo plano. El personaje del tipo misterioso no me resulto tan interesante, mas bien quería saber mas sobre Calvin.
Me gustaría seguir leyendo lo que escribes. Un saludo.
En cuanto a tu pregunta en mi relato, “Ellos” se trata de un grupo de personas, que tienen mas poder que los demás, como los que conforman un gobierno.
Hola Emmanuel gracias por tu comentario en mi relato.
Me gustó el dejo de misterio qué hay en el tuyo, deja un final abierto que te invita a querer saber que va a pasar con Calvin y el hombre, también hay una buena construcción del personaje de Calvin, me lo llego a imaginar
Hola
Me pareció muy buena la atmosféra del relato y la descripción de los personajes y la tienda laberintica así como la fluidez de la escritura. Final quizá en exceso aberto pero interesante
Saludos
Disculpa los errores de acentuación, etc. Es por el móvil…
Hola Emanuel V:
Buen relato, transmite la inocencia de Calvin y desconfianza hacia el hombre. ¡Dan ganas de gritar que no se fíe de él! Y dejas ese final abierto que nos deja con la duda. Muy bueno.
Te faltan las comas de vocativo: Buenas, Don tobi. Buen día, jovencito. Buenos días, señor. Me alegro por usted, señor.
Saludos,
Luna
Yo también tuve la misma pregunta que Calvin: ¿De dónde demonios salió ese sombrero? Sé que ya estaba en la tienda, pero ese hombre misterioso parece habérselas arreglado de alguna forma para que Calvin se cerciorara del precio.
El relato deja a la vista lo que el título aborda: ¿Quién es este hombre? Me dejaste bastante intrigada con el final, esa frase me desconcertó.
¡Saludos desde el 105!
Hola Emanuel V.
Me gusta la facilidad con que escribes y plasmas imágenes. Para mi gusto el final se quedo en suspenso sin una respuesta concreta. Disculpa mi ignorancia sin ninguna intención de critica.
Gracias por tus indicaciones sobre mi relato.
Hola Emanuel V.
Me encantò el final: totalmente abierto, como el inicio de una novela.
Por lo demàs, creo que te sobran algunas veces en que nombras a Calvin: es el ùnico que protagoniza la escena, pràcticamente, por lo que puedes omitir su nombre, ganando palabras por si lo necesitas para dar más claridad a tu relato, al igual que las dos veces que nombras al contador.
Me quedo con ganas de saber còmo sigue.
Saludos.
Hasta la pròxima propuesta.
Hola Emanuel,
Soy tu vecino del n°40. Buen trabajo, es una historia interesante, bien construida, pero, en mi opinión, la narración resulta algo apresurada en la segunda mitad. Quizá debido a la limitación en la extensión del texto.
Los primeros renglones del párrafo que comienza: “El joven dudó un momento salir del cajero por, a esa hora del día, no tenía clientela, aburrido de la monotonía, empujó la puerta…al llegar al pasillo…” es muy confuso y haces un uso excesivo de las comas.
El título merece un artículo, bien El o el indeterminado Un: “El (Un) tipo misterioso.
El final abierto a la duda queda bien.
Hasta otra ocasión. Un abrazo.
Hola Emanuel, gracias por comentar mi relato y disculpa la tardanza en pasarme por el tuyo. Pero ya estoy aquí y acabo de leer tu relato.
Tiene cosas buenas: claridad y buena redacción en general, cierto misterio, es entretenido, las descripciones son buenas y las palabras obligadas adquieren su protagonismo en la historia.
Lo que resaltó a mejorar es la ausencia de artículo en el título, la excesiva ingenuidad de Calvin, aunque se quedó con el pasaporte es verdad je, je… y un poco más de acción.
Pero me ha gustado leerte y espero seguir haciéndolo.
Saludos