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Milagros - por marazul
«Las mujeres de Pozo Negro tenían el gesto grave y los ojos sin brillo porque sus hombres eran huraños.
Los hombres de Pozo Negro eran ariscos y rudos porque sus mujeres estaban marchitas.»
Esa fue la impresión que se llevó Milagros cuando se instaló en aquel pueblo.
Nadie la fue a buscar a la estación del tren, ni la recibieron amigos o familiares porque no los tenía.
Llegó con una maleta repleta de cintas de todos los colores, arpilleras, flores de papel y terciopelo en una mano; en la otra el pasaporte con su pasado.
En el hostal donde se hospedaba la informaron de un local situado junto a la Plaza Central. No era gran cosa, pero tenía un pequeño escaparate y un almacén; el sitio apropiado para poner una tienda de esas que venden de todo, desde unas alpargatas hasta una herramienta de campo, le dijeron.
Sin embargo, no era esa la idea de Milagros que tenía la intención de poner otro tipo de negocio bien distinto; disparatado para algunos, fuera de lugar para otros.
Los primeros días todo fue limpiar, acondicionar, organizar estanterías y un mostrador. Por último le tocó el turno al escaparate que empezó a llenarse de color atrayendo la atención de los vecinos.
Con mucha prisa pasó por delante de la tienda Rita, la maestra; de reojo miró la mujer del policía; Lucas, el boticario, giró la cabeza en un gesto de desaprobación.
Mientras, en la trastienda, Milagros trabajaba día y noche entre un laberinto de cajas amontonadas llegadas a cuenta gotas desde la ciudad.
«Los niños de Pozo Negro no jugaban en la calle porque sus padres eran retraídos y sus madres muy severas»
A esa conclusión había llegado Milagros hasta que Cala, la hija adolescente del juez, se acercó una tarde a la tienda.
—Pasa —la animó Milagros— puedes mirar lo que quieras.
La chica echó una mirada alrededor dándose cuenta de que nadie la podía ver; rápidamente entró en la recién estrenada tienda de sombreros.
Al principio con timidez, luego con entusiasmo Cala se probaba uno detrás de otro.
«¡Qué bonito el de paja con lazos azules!, divertido aquel otro de flores amarillas…»
—Lo siento —se disculpó la chica— no tengo dinero para comprar y tampoco se si lo aprobaría mi madre.
Milagros, dándose cuenta de la situación, eligió una flor hecha con telas de diversos colores colocándosela con mucha gracia en el ondulado pelo de la joven.
—Para ti, te la regalo —sonrió Milagros.
Cuando Rosa vio a su amiga Cala que llevaba una flor en el pelo y que José, el hijo del carnicero, la miraba con interés quiso ponerse otra también.
Se acercó una mañana a la tienda y se la vio salir muy contenta con un juvenil sombrero de rayas estilo marinero.
Animadas unas con otras empezaron a desfilar por el local todas las mujeres solteras y casadas del pueblo.
Coincidían en la iglesia cada una con un sombrero diferente; por la calle se cruzaban sin que hubiese dos iguales.
Milagros con una imaginación desbordante personalizaba los sombreros según el gusto de las clientas.
Los hombres, algo más reacios, se fueron animando también cuando vieron que Julián, el teniente alcalde, se presentó a la asamblea de los martes cubierto con un elegante sombrero de fieltro marrón.
«Las mujeres de Pozo Negro ya sonríen porque sus hombres se quitan el sombrero para saludarlas. Los hombres de Pozo Negro están alegres porque sus mujeres visten de color.»
Milagros muy atareada en el almacén no oye al cartero que introduce un sobre bajo su puerta; está cosiendo cintas en las arpilleras, pegando flores, plumas y abalorios. Todos los sombreros tienen que estar listos para el concurso del sábado.
«Los chicos y chicas de Pozo Negro han colocado farolillos en la Plaza para el certamen y contratado una orquesta»
Milagros recoge la carta que lleva membrete y sello oficial, la guarda sin abrir en el cajón de las tijeras, junto a los hilos de rafia. Conoce cual es su contenido.
Se coloca el sombrero de plumas verdes ante el espejo. Aún es joven, piensa, no le teme a nada ni a nadie. Sabe que otra vez tendrá que hacer la maleta, llenarla con cintas, flores y terciopelos para partir en busca de nuevos horizontes.
«Lo hará después del concurso de sombreros, en la verbena del sábado.»
Aunque no soy fan del tiempo presente, me parece un buen recurso en esta situación para diferenciar el cuento. Me gusta la propuesta del personaje principal, y del pueblo.
Para mí, faltan acciones específicas que nos muestren qué sucedió o qué sucederá.
Mi relato es el #45
Hola, marazul.
Tu relato es tan atractivo como los vistosos sombreros de Milagros. Me gusta el poder que le das a tu personaje, sabe que puede, sabe lo que quiere y lo consigue… es bastante satisfactorio.
El único detalle que podría resaltar es que tu final es simplemente demasiado demasiado amplio, eso le resta un poco al desenlace. Puedes dejarlo abierto, pero definiendo algunos detalles.
Mrelato es el #47 (“La pequeña Venecia”) -> https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-53/9606
Espero le puedas sacar mucho provecho al taller.
Saludos.
Buenas, marazul.
Me ha gustado mucho tu relato. Me ha parecido que está muy bien hilado y conducido. Milagros llega a un pueblo triste y gracias a ella y a sus sombreros la gente cambia.
Aparece de la nada, sin avisar y sin que nadie la espere, y se va igual. Hay algo que esconde, algo que ignoramos, pero que es lo que hace que todo se mueva. Personalmente me ha gustado que no cuentes lo que es, tampoco es necesario que lo sepamos, pues el nudo de la historia no es ese misterio, sino que Milagros es capaz de hacer eso que dice su nombre y convierte a unas gentes apagadas, en gente alegre.
Buen trabajo.
Un saludo.
Hola Marazul, buen relato fuilido, me gusta el que la historia tiene un final en el cambio de actitud basado en la introduccion.
Saludos, mi relato es el #43
Hola Marazul
Me gustó mucho la forma en la que contaste la historia, y cómo fuiste marcando el cambio en la conducta de las personas del pueblo.
Personalmente, me parece que el final está bien así.
Saludos!
Hola Marazul. Para mi tu texto es mas profundo de un simple cambio de colorido y de alegría en el pueblo.
transformación que asusta a las autoridades. Estas se dan cuenta que la llegada de Milagros al lugar esta cambiando tanto al pueblo que existe el peligro para ellos que el dominio de gobernar se les vaya de las manos.
El desenlace de la historia lo anuncia un sobre oficial. Milagros sabe de lo que se trata: se le va a pedir que se vaya pues las esferas poderosas del pueblo no les conviene el cambio.
A este cambio en otros tiempos se le llamaría educación. ese oficio adquirido que libera a los pueblos. Excelente.
Lo tuyo Marazul, no es un cuento o una historia, mas bien es una enseñanza.
te Felicito y te seguiré leyendo.
Gracias De vuelto y Andrés por pasaros a leer mi relato. Es verdad que a la mayoría de los lectores les gustaría saber más. Puede que la historia carezca de acción o de misterio. Mi intención ha sido presentar a Milagros como una persona que se reinventa, a pesar de tener un pasado conflictivo. Y no sólo se reinventa Dino que lleva su alegría y su positividaf allá por donde pasa. El pasado es lo que no se cuenta…Esa es la segunda parte de la historia.
Saludos y gracias por dar vuestra opinión
Irene R, realmente has pillado lo que he pretendido decir. Gracias, me paso por el tuyo y te comento.
Emanuel V y Kein V. gracias también por leer el relato. En breve os dejo mi comentario al vuestro.
Osvaldo, ya he leído tu relato y tengo pendiente mi comentario. Me encanta
la interpretación que le has dado al
mío. Esa es la magia de un texto, que cada lector lo interpreta a su manera. Totalmente de acuerdo con la tuya
Un abrazo
Marazul
Hola Marazul:
Me ha gustado mucho tu relato, el principio tiene fuerza y la historia es bonita, esa mujer observadora que lleva alegría en forma de sombreros de colores. Pero a la vez, es una mujer con un pasado ¿oscuro? que la hace tener que ir de un lado a otro. ¿Qué habrá detrás de esa sonrisa, será solo un escaparate al igual que el de la tienda?
A mí me ha gustado el final abierto, no es el centro del relato la razón por la que va de un lado a otro y haces que el lector piense.
Saludos,
Luna
Hola marazul,
Buen trabajo, has construido una historia bonita mediante una narración reluciente, muestras el colorido, y bien escrita. Lo importante de la trama es la actitud de la mujer, su empeño positivo logra alterar el estado de letargo emocional del pueblo, que comienza a recuperar la alegría de vivir por la actuación inicial de las personas jóvenes.
Que la mujer tenga un pasado provocado por esta forma de comportarse, o por otra oscura razón , es, en mi opinión, relevante en el sentido que resalta su fortaleza para actuar siempre igual en los lugares donde viva.
Me ha gustado, te mantienes muy fiel a tu estilo de escritura. Me alegra encontrarte de nuevo por aquí.
Un abrazo
Hola
Fantástico. Sólo el comienzo ya vale la pena por si mismo como una obra independiente, pero luego no hace más que mejorar. El espiritu de la sombrerera nos conquista y nos hace ver la importancia de la actitud de las personas para cambiar su vida y la de los demás.
Saludos!!
Qué bonito, Marazul! Tienes un poder de descripción impresionante. Llegas al corazón de los lectores y eso es genial.
Muchas felicidades!
Gracias Luna por tu comentario.
Roger, Fortunata y lunaclara me paso por los vuestros y os dejo mi opinión
Besos
Hola Marazul.
Me ha encantado tu relato, hacièndome recordar una pelìcula bastante viejita donde la situaciòn era semejante y un grupo de personas llegado al pueblo dispone una fiesta de una fruta local.
Por lo demàs, creo que puedes omitir algunas de las veces veces que has nombrado a Milagros, por la acciòn que indicas se sabe que es ella. Y sì pasar a nombrarla, si lo necesitas, cuando ya has incluido a otro personaje y puede quedar duda con respecto a la persona involucrada.
Por lo demàs, un hermoso relato.
Saludos.
Hasta la pròxima propuesta.
Hola Marazul:
Por fin llego a tu relato. Como siempre, comento alguna cosa de forma que yo cambiaría.
El punto y las comillas. Como se trata de lo que piensa alguien, primero se cierran las comillas y luego se pone el punto. En el relato hay con punto antes y sin él.
“…comprar y tampoco se si lo aprobaría…” SÉ con tilde.
“Milagros muy atareada en el almacén no oye al cartero…” Faltan comas después de Milagros y después de almacén que acotan el inciso “muy atareada en el almacén”.
“Conoce cual es su contenido.” CUÁL con tilde.
Yendo al fondo, el hecho de que no se conozca el motivo de la requisitoria oficial, no tiene trascendencia porque de lo que se trata es de que con sus sombreros y flores fue capaz de cambiar el semblante y la actitud de un pueblo anodino.
Me ha gustado la sencillez, también la elegancia con la que siempre haces tus escritos, por lo que, una vez más, tengo que felicitarte.
Un saludo.
Laura, creo que tienes razón. No me había dado cuenta de que el nombre de la protagonista aparece demasiadas veces. Gracias por comentar.
Isan, tengo en cuenta tus correcciones y me encanta que te parezcan elegantes mis textos. Eso ya es un estilo
Me quedo contenta.
Saludos
Hola marazul:
Gracias por pasarte por mi relato y comentarlo.
Del tuyo, decirte que me ha encantado y estoy de acuerdo con todo lo bueno que te han dicho los compañeros.
También con las mejoras que te han comentado Laura e Isan.
A mí me ha parecido muy logrado el nombre de la protagonista y la concordancia con los resultados que ella obtiene con su actitud luchadora, trabajadora y alegre que contagia a los que están a su alrededor.
Felicidades y seguiré leyéndote con interés en próximos retos.