La boda - por Isabel

Todo el mundo era feliz hasta que apareció Gonzalo, borracho como una cuba, al grito de: \" ¡ ESTA BODA ES UNA FARSA!\". Acto seguido, la muchedumbre enmudeció mientras observaba desconcertada al apuesto joven que se dirigía hacia la mesa nupcial tambaleándose peligrosamente. Aunque representaba el típico pijo con su camisa, pantalones chinos y cinturón de trenza, no iba vestido como merecía la ocasión.

Macarena, furiosa, no apartaba la vista de su hermano para, a su vez, dirigirse a su padre quién, impasible, contemplaba la escena: \" ¡¡ Papá, haz algo rápido por favor!!; ¡ No puedes permitir que arruine el día de mi boda!\". Sin esperar a que Cosme tuviera la ocasión de responder, Goyo alargó el brazo hasta tocar quedamente a su reciente esposa y añadió: \" No te preocupes cariño, que ya me encargo yo\". Pero precisamente eso era lo que Macarena quería evitar: que Goyo mediara en el asunto.

Goyo se levantó para darle el encuentro a Gonzalo ante la atenta mirada de los más de 300 invitados, reunidos en una calurosa tarde primaveral. Nada más entrever sus intenciones, Gonzalo bramó: \" ¡ Ni se te ocurra acercarte a mí hijo de puta!\". Pero Goyo, lejos de amedrentarse ante la amenaza de su cuñado, sacó a relucir su amplia sonrisa. Sereno. Confiado: \" Gonzalo tío, relájate… anda vamos a un lugar más tranquilo donde podamos charlar los dos\". Gonzalo dudó un par de segundos, pero el carisma de Goyo siempre lo desarmaba.

Al ver que éste alargaba un brazo para sujetarlo, Gonzalo giró sobre sus talones y emprendió el camino hacia al vestíbulo. Una vez allí, se volvió para quedarse frente a frente con Goyo. Ambos aguardaron unos minutos en silencio, midiendo así las palabras, las emociones… hasta que Gonzalo no pudo soportarlo más y comenzó a llorar desconsoladamente.

Goyo sabía mejor que nadie cómo darle la contención que Gonzalo en ese instante necesitaba; por lo que se acercó a abrazarlo y le besó la cabeza. Aunque Gonzalo era más fornido, Goyo le sacaba un palmo. Gonzalo se dejó llevar y alzó lentamente su cabeza hasta que sus labios se encontraron y se fundieron en un apasionado beso. Otro de tantos.

Pasado el intenso momento, Gonzalo se apartó para reprocharle: \" Nunca pensé que te atreverías a casarte con mi hermana. ¿ Cómo eres capaz de hacerme esto?\". Goyo contestó: \" Precisamente por eso lo hago. Por ti. Para que lo nuestro continúe y poder asegurarme de que siempre estaremos juntos.\" Gonzalo replicó: \" Eso es mentira. Estás jugando con nuestros sentimientos. Eres un cínico.\" Tras una intensa pausa, añadió desesperado: \" ¡¡ Te quiero LIBRE!!\"

El gesto de Goyo se ensombreció: \" Ya sabes de sobra que lo nuestro es imposible. Casarme con tu hermana era la única opción para estar cerca de ti sin levantar sospechas.\" Al ver que Gonzalo no contestaba, Goyo continuó apoyando una intensa mirada en su compañero: \" Desde el primer momento que te conocí, supe que lo nuestro sería especial así que, por favor, no permitas que esta tontería arruine nuestra historia. Te quiero y no sería capaz de vivir sin ti.\"

Cosme se alejó sigilosamente de la esquina al vestíbulo donde había presenciado la escena. Por un lado, sentía compasión por su hija Macarena, pero por otro lado ¿ qué podía hacer él?. Solo una persona como Goyo era capaz de controlar la desvirtuada pasión de su hijo Gonzalo, y evitar que arruinase su prometedor futuro. Nadie mejor que él, un torero de renombre con una inmejorable reputación a sus espaldas, veía en su único hijo varón el potencial para continuar con el legado familiar… y por esta razón, no iba a consentir que nada lo enturbiase. Aunque ello conllevase callar semejante escándalo.

Macarena no conseguía descifrar el inescrutable gesto con el que su padre regresaba: \" Papá, ¿ todo bien?\". – \" Sí hija, Goyo parece haber conseguido tranquilizar a tu hermano.\" Macarena deseaba seguir preguntando pero justo en ese instante aparecía su hermano, cabizbajo, con su marido rodeándolo con un brazo por los hombros.

No había asimilado la situación cuando su marido se dirigió a todos los presentes con su habitual sonrisa: \" Mi querido cuñado me ha pedido que os transmita su más sincera disculpa. Le he dicho que no tiene de qué preocuparse… total, a todos se nos ha calentado alguna que otra vez el pico tras alguna copichuela de más…\" ( risas) \" … así que no permitamos que este pequeño incidente desvíe la atención de lo que realmente nos mantiene hoy a todos aquí reunidos: mi matrimonio con Macarena. El amor de mi vida.\"

Macarena continuaba ensimismada cuando los invitados se levantaron y estallaron en aplausos.