Reflexiones para una vida plena - por Sabas Efraín Bou

Reflexiones para una vida plena

Cuando uno alcanza la edad de los sesenta con una experiencia profesional y personal adquirida a lo largo de la vida, empieza a cambiar sus prioridades y comienza a tener una percepción diferente del quehacer diario. Todo cambia y para ello se precisa disponer de todo lo conseguido hasta el momento, tanto en lo que se refiere a lo material como a lo espiritual, de tal forma que este cambio permite, como digo, gracias a todo lo adquirido durante la etapa de actividad, disfrutar plenamente de este último período de nuestra vida. Hasta ahora siempre había sido así. Todo el mundo era feliz hasta que llegó el Comunismo a nuestras vidas y comenzó la debacle de las mismas. Ejemplos en el mundo tenemos todos los países dominados por esta ideología de izquierdas radical, en el pasado y en la actualidad. No hay excepciones. Lo primero que hacen estos dirigentes políticos es quitarnos todo, lo material y lo espiritual. Comienzan con las prohibiciones desde el principio hasta el final, incluso imponen por ley la música que todos debemos de escuchar. Y esto que ha destrozado un país próspero y rico como Venezuela, se está importando a España por los mismos que destrozaron la nación caribeña: Podemos, el partido de Pablo Iglesias, que se ha apoderado del gobierno español sin haber sido elegido democráticamente por el pueblo, gracias a otro político de izquierdas que se hizo con el poder legalmente pero ilegítimamente, pues tampoco fue elegido por mandato del pueblo para que se hiciera con el gobierno.
En el siglo XXI no deberíamos permitir que este tipo de ideas radicales, tanto de un extremo como del otro decidieran nuestro futuro; aunque hablar de extremos es una falacia, pues como proclama el dicho, “los extremos se juntan”, de ahí que en realidad deberíamos denominarlos “comunazis” que sería lo correcto.
Este es el panorama que nos depara el futuro en España salvo que el pueblo, que en una democracia es el soberano, se revele ante este ataque a los principios de libertad e igualdad que estos políticos de izquierdas, como siempre, pretenden usurpar al populacho para, aprovechándose de un Estado democrático, instaurar la dictadura de izquierdas, que intentan, como bien dice el ilegítimo Presidente del Gobierno actual, perpetuarse hasta el 2030. No lo conseguirá porque al paso que va arruinará a nuestro país, y tendrá que depender de los terroristas etarras a los que ya benefició en el atentado del 11-M y en definitiva, de los narcos como todos los gobiernos comunistas del mundo.
La clase media, gracias a la Transición y la Democracia es mayoritaria en España, y se verá afectada muy duramente por este régimen y con ella el Estado de Bienestar que hasta ahora, con mucho esfuerzo, hemos conseguido las generaciones que debemos disfrutar de la jubilación.
Llevamos 40 años de democracia y más de la mitad del tiempo gobernados por la izquierda española (cada vez más radical), que una y otra vez nos ha llevado a la ruina económica a costa de beneficiarse ellos (los gobernantes), y llevarse el dinero público, que según alguna política de dudosa reputación intelectual, ha sentenciado que no es de nadie. Mienten una vez más: es de ellos.
Crisis tras crisis provocada por estos ineptos humanamente hablando, siempre terminamos recurriendo al Partido Popular para para que nos saque del desastre que estos antipatriotas crean una y otra vez, valga la redundancia.
Ante esta nueva disyuntiva, yo me pregunto: ¿somos los ciudadanos españoles capaces de entender lo que va a suceder, para evitar caer por enésima vez en la misma piedra?.
La democracia en siglo XXI debería ser lo prioritario y más importante, en todos los países del mundo y para ello hay que cumplir y hacer cumplir las leyes a rajatabla, pues es la única manera de garantizar la convivencia en una sociedad de seres humanos. La libertad es un bien muy preciado que hay que cuidar día a día por cada uno de los que convivimos en común, y eso requiere intransigencia y tolerancia cero contra los que quieren arrebatárnosla. En España hemos luchado mucho para conseguir este estatus de bienestar y convivencia solidaria “entre hermanos” para conseguir que ahora, unos impresentables nos la arrebaten.
A todo esto hay que añadir que fomentan el odio entre los ciudadanos y en concreto en nuestro país resucitando la guerra civil de hace más de 80 años porque todavía hay gente que cae en la trampa y les ofrecen erróneamente unos aplausos.