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DUELO INTERIOR - por Anaisa
No podían abandonar la partida sin un ganador, sin embargo, el montón de naipes parecía no tener fin. Continuaron el juego, aunque la lámpara sobre sus cabezas comenzó a parpadear. El primer dragón ponía sobre la mesa una carta y el segundo colocaba otra exactamente igual. Así, jugada tras jugada. La partida se hubiera prolongado hasta el infinito, pero la luz se apagó repentinamente y, en la semioscuridad, uno de los monstruos observó frente a él una silla vacía. Supo que había apostado con su propia sombra, su hermano oscuro, y aquel se había llevado media baraja a las profundidades. Nunca más podría perder ni ganar.
Corto y sustancial, buen relato me gustó la analogía es una idea interesante la que utilizas.
Saludos
¡Cuántas batallas contra uno mismo! Interesante.
Hola, Anaisa.
Me parece un relato muy kafkiano, ¿no? No se puede abandonar la partida pero la partida no puede continuar porque no hay contrincante. No se puede continuar la partida porque faltan la mitad de las cartas… La lucha del dragón contra su sombra es tenaz en un ambiente nocturno y eterno. Magistral, filosófico y poético.Un microrrelato auténtico, con un contenido que se presta al debate y a la interpretación.
Un abrazo.
Cómo microrelato lo encuentro acertado y original, pero no cómo fábula, aunque el protagonista sea un animal.
Hola Anaisa, espero que te encuentres bien.
Estoy de acuerdo con Eli, como microrrelato me parece muy bueno, en pocas palabras logras decir mucho, pero como fábula me habría gustado más descripción y contexto.
La idea me parece buena y creo que es algo con lo que todos podemos identificarnos, nuestras peleas más difíciles suelen ser contra nosotros mismos. Para mí cuando llegas al lector y lo haces reflexionar es cuando más valor tiene un escrito y creo que tu lo lograste.
Saludos, espero leerte pronto.