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El cumpleaños de La Princesa - por Polvo de Letras
Querido Príncipe:
Hoy, como todos los días desperté al ver salir el sol, estaba un poco entusiasmada por ser mi cumpleaños número catorce, cada vez se acerca más la fecha en la que papá dijo que mandaría a alguien por mí, en fin, al bajar a desayunar el dragón me esperaba con un rico pastel de cumpleaños y un poco de té que calentó con su propio fuego; a veces me da tristeza pensar que cuando me vaya el pobrecito se quedara solo sin nadie con quien jugar o platicar, pero él dice que estará bien, que ya está acostumbrado a que los reyes le manden a sus hijas desobedientes y que las hadas madrinas le pidan que cuide a sus retoños.
Como cada año, desde que estoy aquí, el dragón voló a casa para llevarle noticias a papá sobre mí, papá me manda a decir en su carta lo emocionado que esta al ver que he crecido tanto y me he mantenido fuerte ante las circunstancias, las cosas en el reino al parecer no están mejorando pero el confía en que el dragón, el hechicero y mi hada madrina están haciendo un buen trabajo para instruirme y llegar al trono con sabiduría tal como mamá lo quería… la extraño tanto. Pobre papá, se ha quedado solo tan de golpe, lo único que me consuela es saber que pronto llegare al trono y podremos estar juntos de nuevo.
Por la tarde llegaron el hechicero y su hija con un par de obsequios, el hechicero me regalo una bella pluma para escribir lo que la gente mayor llama “memorias” y Alice trajo consigo una flor que desata aromas diferentes según mi estado de ánimo así que no me hagas enojar ¡eh! Créeme no quieres conocer ese aroma. El hada madrina no pudo asistir a mi cumpleaños pero me envió un juego de barajas con diamantes incrustados, sé que las princesas no deben jugar juegos de azar pero el hechicero dice que si dominas el juego dominas la vida, la verdad es que ni Alice ni yo lo entendemos muy bien aún pero como es parte de las lecciones debo aprender.
Después de partir el pastel, el dragón nos encendió una vela para jugar “sombras”, como siempre, Alice y yo le ganamos a él y al hechicero ¿Cuándo aprenderán que las damas solo sabemos ganar? Bueno, es todo por hoy, me vence el sueño ¿y tú día que tal?
Siempre tuya, La Princesa.
Hola! Me resultó un poco raro tu relato, no se si por el formato carta o porque le faltó una vuelta de tuerca más.
Saludos y a seguir escribiendo!
Hola Polvo de Letras.
El relato desde luego es original, aunque un poco ambiguo. ¿El Príncipe es su hermano o su amado? En el segundo caso el padre tendría que estar encantado con la elección de la hija.
Más adelante das a entender que la princesa es una hija desobediente y por eso está al cuidado del dragón. ¿Que hizo para merecer ese castigo?
Por lo demás, me ha parecido un cuento bonito y entretenido.
Saludos
Buenas tardes.
Su relato me ha hecho pensar en las miles de posibilidades que dan tres simples palabras.
Por poner alguna pega, te pediría más punto y seguido y menos comas. A veces se me hacía difícil entender lo que estabas diciendo.
Además he visto por ahí la falta de un par de tildes en tiempos verbales: llegare en lugar de llegaré (al final del segundo párrafo) y regalo en lugar de regaló (al principio del tercer párrafo). Todos cometemos errores y si nos fiamos del corrector automático se nos pueden pasar pues son palabras válidas unas y otras.
Algunas concordancias me chirrían un poco, pero lo achaco (creo) a que usa usted el español de América y el mío es el español de Andalucía.
Por lo demás, muchas gracias por su carta
Hola: Tu cuento es fácil de entender, una princesa díscola custodiada por un dragón bonachón. Me parece un poco cruel la reclusión de la niña pero los reyes hacen esas cosas en los cuentos, acuérdate del rey que tenía tres hijas, las metió en tres botijas y las tapo con pez. Imposible mayor crueldad. Parece no obstante que tu princesa ha entrado por el aro y se va reformando haya hecho lo que haya hecho.
En fin un cuento muy simpático el tuyo.
Saludos desde el 107.