El forajido - por D95

El forajido
Las puertas del bar abrieron de golpe, un robusto dragón de Komodo se posó en el umbral, el sitio se paralizo, miraron con cierta indiferencia y continuaron en sus actividades. La pianola continuó sonando.
El dragón se sentó junto a la barra y pidió un vaso del veneno más fuerte, de un sorbo lo trago y puso una moneda extra al cantinero pidiéndole donde encontrar trabajo. El sabueso le indico el fondo del sitio, en el, un pequeño gato sentado en una esquina, jugando con una bola de estambre sobre su mesa; el dragón se acerco y le hizo la misma pregunta. Pareciera que el gato lo ignoro, y al querer hablar de nuevo el gato saco una daga y clavo la manga de la larga gabardina del Komodo en la mesa y con voz rasposa el hablo sobre un coyote forajido, asaltante de caravanas y aprovechado, un tipo malo en realidad, pagaban buena recompensa por él.
Para su sorpresa, en el umbral apareció el mismo criminal, entonces un búho de entre la sombra, saco su arma, cargo y un estruendo resonó en el bar, una bala yacía en el pecho del ave.
Entonces el coyote pidió su aguamiel preferida, largándose sin pagarla. Fue entonces cuando el Komodo corrió hacia él, y fuera le hablo, mostrándole una pancarta y su recompensa.
El coyote sonrió, con una seña lo invito a un enfrentamiento. El Komodo avanzo, cuando una bonita cierva corrió y lo abrazo, advirtiéndole de las habilidades del forajido, sin embargo, a el dragón poco le importo.
Bajo la luz abrasadora del sol se posaron uno frente al otro, con sus extremidades cercas de sus revolver, mirándose fijamente, el pueblo miraba tras sus ventanas; de pronto, el coyote con un ademan veloz, tomo su revólver y disparo, sin embargo el Komodo fue mas rápido, y logro acertar su tiro al arma del rival, arrebatándosela de las manos, mas no conto con un segundo revolver bajo la manga del coyote, disparo y acertó al arma del dragón estropeándola, su arma solo tenia un tiro, entonces se abalanzó ferozmente hacia el aturdido lagarto, sacando una daga de sus bolsillo intentando cortar el cuello escamoso, forcejeando el dragón recibió algunos cortes, pero el alcanzo a plantar ciertos puñetazos, de cualquier manera poco se podía apreciar de la feroz batalla, el terregal hacia imposible la vista; y en un instante de entre el polvo, el coyote salió caminando sin sostener su daga, miro a su alrededor con odio y en su mirada se apreciaba una venganza contra el pueblo por parte del animal, entonces este huyo.
En el suelo, estaba tendido el Komodo con la daga clavada a la altura de su corazón, el pueblo entero se aterro al ver otro intento fallido de detener al forajido.
Cuando el sepultero se acercó para recoger el cadáver, de un rápido movimiento el dragón tomo de las manos al zopilote, este se alejó sorprendido, entonces el Komodo se levantó bruscamente y rápido saco la daga de su pecho, no había sangre ni daño, así que el lagarto abrió su bolsillo del pecho y saco una baraja de naipes, con un agujero en medio, entonces recordó cuando la cierva lo abrazo y puso esa baraja allí; sonrió para si mismo y guardo la baraja. El dragón se dispuso a buscar su arma entre el polverío, allí lo alcanzo el gordo alcalde, un carnero, este pregunto por cómo había sobrevivido a tal ataque y mas importante, por el criminal ¿Qué sería de él?, el dragón lo miro fríamente y exponiendo su obscura lengua, agitándola. Entonces le explico que durante la pelea el escamoso Komodo sin armas y en desventaja alcanzo a clavar un diente al coyote, el carnero desconcertado no sabia que tenia de especial eso, el dragón con su voz rasposa dijo
– ¿Sabe acaso, que contiene la saliva del Komodo?