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Los sueños de Margarita - por beba
Web: http://ahorayodigo.blogspot.com
LOS SUEÑOS DE MARGARITA
“Margarita, está linda la mar” recitaba mamá, en la cocina; preparaban juntas la cena, «para que vayas aprendiendo y seas feliz con tu marido». La niña se llamaba Margarita y le gustaba el mar; tal vez por aquel poema de la infancia que Rubén Darío* le enviaba cada noche. Y pensaba en los cuatrocientos elefantes, más que en los tiburones que lo habitaban. Más aún: pensaba en el prado de estrellas, y en hacer hermosas poesías. Papá era marino, y le contaba otras cosas del mar: las tormentas y los pescadores, que a veces no vuelven; las canoas de juncos o de troncos, desde las que todavía se lanzan otros pescadores, los de perlas… tan hondo, tan hondo… los barcos antiguos, los esclavos encadenados a los remos…Ulises y las sirenas.
Se dormía con la cabecita llena de historias.
—Pronto voy a ser marina y poeta—dijo un día.
—No hay marinas—dijo papá. —Es una profesión de varones. Podrías ser sirena, jajaja…
—Las sirenas son pescados; huelen mal, seguramente; y no se casan— apuntó mamá.
¿A Margarita le pareció o a mamá no le gustaban las sirenas porque se robaban a los marinos?
—A mi no me gustaría que te fueras por el mar; vos sos nuestra hija, y nos vas a traer nietos cuando seamos viejitos. Primero, la familia.
—¿Y poeta? ¿No puedo ser poeta?
—Y, sí—suspiró mamá, como soñando.— Si los hijos te dan tiempo… Mejor leé poemas y se los decís a tus hijos.
Esa noche le contaron el cuento de una tal Pandora, curiosa y desobediente. Margarita sintió pisotones y quejidos dentro de la cabeza y en el corazón. ¿Se estaría rompiendo la Caja de Pandora? Se echó a llorar, triste por ser mujer y enojada con los hijos y la familia que no quería tener; al menos, por ahora no.
Y se escapó por la ventana en un rayo de luna, a sentir el mar y robarse una estrella. El camino era largo, y sus padres no lloraban: sonreían desde la cocina.
En el trayecto inventó “poemas de cuento” para dormir; y vivió poemas de verdad: conoció elefantes, reyes y esclavos, tormentas, tiburones, y ocasos apacibles. Sobre todo, conoció muchísima gente diferente, bajo las mismas estrellas.
Cuando volvió a la cocina, estaba muy hermosa, iluminada por sus propias estrellas. Sobre la mesa, le habían dejado un cuaderno y una lapicera.
*https://es.wikipedia.org/wiki/Margarita_Debayle
Qué hermosura, Beba! Me has hecho volver a mi infancia, (ya muy lejana) y oir a mi padre recitando “y un gran manto de tisú/y una gentil princesita/tan bonita/ Margarita/ tan bonita como tú”.
Excelente el final. Gracias otra vez por traer a Darío y a su musa con nosotros.
Un abrazo
Siempre que escucho (y ya no se escucha) el clásico poema de “Margarita, está linda la mar…”, no puedo evitar que suene y resuene en mi cabeza dos o tres estrofas más del dichoso poemita de marras, (aunque me gusta mucho la parte de los elefantes y la tienda hecha del día que nunca supe si es que la hacían a diario o de un sutil tejido llamado día).
Disculpa el inciso Beba, vamos a por tus sueños de margarita.
No me extraña que la niña de tu cuento, tan encorsetada entre un papá marino que dicen que las chicas no pueden ser marinas o marineras, y una mamá suspirando por nietecitos… la niña volara en sus sueños a la búsqueda, más que del tiempo perdido, de estrellas y de margaritas. Creo que ese es el espíritu de tu relato, Beba.
Un cuaderno y una lapicera es el mejor de los regalos para una niña soñadora (y escritora)
Hola Beba.
El final de tu relato se me hace más un sueño, una búsqueda, que la realidad de Margarita propiamente dicha. También me acordé del poema de Rubén Darío, y parece que hay una cierta semejanza entre aquella y la de tu relato. Y sí, un cuaderno y un lapicero son los mejores regalos para alguien que sueña. Creo que tu historia se merece un aplauso de pie de tantos sentimientos que evoca. 🙂
Hola Beba,
Me gusta el texto que propones. El tema : Principio de realidad como demoledor de los sueños. El argumento: A una niña le cuentan cuentos que la hacen soñar y le dicen que esos sueños nunca se van a cumplir, señalando de paso que eso es debido a que es mujer. La trama: Bien tejida.
Más que un poema de Margarita, se asemeja más en origen al monólogo de Segismundo:
Bien es verdad que según dicen el ínclito don Rubén Darío escribió el “sublime poema” 😉 a cambio de una botella de güisqui.
En resumen, me gusta este relato, bien escrito y elegante a pesar de su acidez argumental
Buenas, beba.
Un relato muy bonito de una niña que no se conforma con lo que se espera de ella. Me ha gustado, aunque la parte que viene tras escaparse por la ventana me ha parecido un poco complicada de entender.
Hay algunos errores con las rayas de los diálogos.
Por ejemplo:
“—Pronto voy a ser marina y poeta—dijo un día.
—No hay marinas—dijo papá. —Es una profesión de varones. Podrías ser sirena, jajaja…”
La raya de diálogo no va pegada a lo que dice el personaje. Pero sí que va junto a la acotación del narrador, por lo que el punto tras papá debería ir tras la raya de diálogo.
Nos leemos.
Un saludo.
Hola Beba.
Me ha encantado tu propuesta para este mes, bellísimamente tratado.
No tengo nada que señalar.
Mis saludos.
Hasta la próxima propuesta.
Hola, Beba.
Me encantó tu relato. Tomas como pretexto la discriminación de lo femenino ante lo masculino para construir tu relato; llevando al lector suavemente hasta el final a través de palabras apropiadas, y con un ritmo cadencioso que semeja las olas del mar. Al comienzo atrapas al lector con “Margarita, está linda la mar”, y desde ahí no lo sueltas hasta el final. Se perciben las imágenes y los sonidos que enriquecen aún más tu relato.
¡Felicitaciones!
Hola Beba.
Que hermosura de recuerdos llenan a mi mente con tu texto. Mi madre se llama Margarita y yo le recitaba “y un gran manto de tisú/y una gentil princesita/tan bonita/ Margarita/ tan bonita como tú”. Y en respuesta ella me cantaba “Son tus ojos verde mar, dos gotitas de agua clara” con una voz de hada que todavía timbra en mis oídos. Gracias.
Me gustó la polaridad de género que usas en la palabra mar. el mar y la mar.
Nunca voy a dejar de apreciar lo que tus letras comunican para mi.
Un abrazo grande, grande para vos.
Hola,Beba.
Me encantó tu relato tan tierno como Margarita:una niña con sus sueños como tantas. El final muy bien logrado!
Felicidades!
¡Hola, Beba!
Verdaderamente hermoso texto, de una niña que quiere trascender lo que se espera de ella y cumplir sus sueños…
Me ha gustado mucho el desarrollo.
¡Enhorabuena por el relato!
Hola Beba
Muy tierno tu relato, me ha gustado.
-Como mejorables ya te señalaron lo de los guiones, lo noté en la lectura.
– tienes algunas palabras muy seguidas: Y pensaba en los cuatrocientos elefantes, más que en los tiburones que lo habitaban. Más aún: pensaba en el…
y dos dijo seguidos podrías cambiar alguno por otro dicendi.
Gracias por permitirme aprender con tus letras. Te invito a leer mi cuento #31 “Dios no puede venir a la Tierra” que participa en el reto https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-60/10568
Saludos!
(¯`•¸•´¯)YOLI(¯`•¸•´¯)
Beba: nada que añadir a lo que ya han dicho.
¡Enhorabuena!
Hola Beba
Nada que añadir. ¡excelente!
Hola Beba, encantado de venir a leer tu texto. Como siempre muy recursiva, con narraciones impecables.
Un abrazo Beba.
Hola Beba:
Aparte de lo poético que tiene el relato que, como ya te lo han señalado otros comentaristas no voy a insistir, lo primero que me he llamado la atención es la reivindicación en cuanto a la discriminación de género. Frente a una educación tradicional muy marcada en cuanto a los roles de sexos, la niña lo tiene claro. Rompe los convencionalismos, recoge lo mejor de sus progenitores y lo eleva a su máximo deseo hasta el punto de querer hacerlo realidad escapando por la ventana. Y esta huída con retorno queda en la duda de si es metafórica o real, lo cual creo que tiene poca importancia porque has creado un relato bello y poético.
Un saludo.
¡Hola, Beba! Un relato precioso, contrapones el mundo de los adultos con el de los niños; pero es más: contrapones el mundo material con el espiritual.
Que nadie nos impida soñar. Bueno, tampoco podrían.
Me gustó ese final en el que los padres parecen darse cuenta.
Un fuerte abrazo!
hola Gentil Princesita….
me ha gustado mucho.
saludos
Gran maestro Rubén Dario, excelente historia inspirada en el poema del gran artista. Un abrazo, querida princesita, enhorabuena.
Hasta pronto Beba.
Gracias por todos los comentarios. Me alegra que hayan disfrutado y rememorado, en varios casos. Gracias especiales por lo de “princesita”; me ha emocionado; pero no pude hallar la corona en ninguna parte; ja, ja, ja, ja.
Muchas gracias Beba, siempre con tus historias llenas de ternura.
También gracias por traer al inolvidable Rubén Darío.
Nos leemos en el Próximo mes.Saludos desde el 114.
Hola Beba.
Comparto el mensaje implícito en tu relato, quizás lo que nunca debemos dejar de hacer es soñar. El único sendero por donde deberían transitar nuestras vidas.
Toda una vida de crecimiento, madurez e independencia en tan escueto cuento.
Me ha gustado tu relato, he disfrutado con su lectura y he aprendido.
Saludos, nos leemos.